DBSNL // Capítulo 81: El límite de Gogeta

DBSNL // Capítulo 81: El límite de Gogeta

“¿Cuánto dura la fusión?”

Beerus y Champa se enfrentan a Zeno Zamas que, ahora con sus espadas de ki activadas, se teletransporta una y otra vez, torturando a los hermanos cortándoles cada vez que reaparece a su lado.

- “¿Qué ocurre?” – se burla Zeno. – “¿Demasiado rápido para vosotros?”

Los felinos no pueden hacer nada ante la velocidad vertiginosa de Zamas y sufren esa terrible tormento de la mejor forma que pueden, protegiéndose e intentando contraatacar, pero sin éxito alguno.

El Daishinkan, ahora más poderoso que nunca, se eleva hasta ponerse a la altura de Gogeta.

- “No he podido recuperar a Mojito” – aclara el ángel. – “Pero dudo que sea necesario”.

Gogeta se pone en guardia.

- “Noto como su fuerza a aumentado de manera desorbitada” – piensa la fusión saiyajín. – “Si pierdo la concentración voy a pagarlo caro”.

Piccolo y el resto observan los combates mientras Mr. Bu intenta curarles a todos. Toppo, Jiren y Hit también se han unido al grupo.

- “El poder del Daishinkan ha aumentado muchísimo” – dice Jiren. – “Ya no son rivales para él. Se acabó.”

- “¿Se acabó?” – le increpa Son Gohan. – “No les conoces”.

- “Es inútil seguir luchando llegados a este punto” – continúa Jiren – “No hay nada que podamos hacer”.

- “A veces hay que aceptar la realidad” – añade Toppo.

- “¿Y así os habéis vuelto tan fuertes?” – les recrimina Mirai Trunks.

- “Goku y Vegeta son distintos.” – les explica Piccolo. – “Ellos no entienden de límites. No los aceptan. Cada vez que parece que se acercan a su máximo potencial consiguen romper esa barrera y alcanzar el siguiente nivel.”

- “A veces no hay un nuevo nivel” – insiste Jiren.

- “Ellos rechazaron el ritual de Madas” – le replica Piccolo. – “Aceptar un poder que no se han ganado parece ir en contra de sus ideales”.

Jiren y Toppo parecen pensativos mientras observan el combate de Gogeta con el Daishinkan.

- “¿De verdad son así?” – le susurra Toppo a Jiren. – “¿Existen dos guerreros tan singulares?” 

Gogeta está teniendo problemas para resistir ante los ataques del Sacerdote.

- “Mierda...” – piensa Gogeta. – “Puedo predecir sus movimientos, ¡pero ahora ya no me sirve de nada! No consigo reaccionar a tiempo ante tal poder y velocidad.” – se lamenta.

El Daishinkan le golpea repetidas veces, pero Gogeta sólo consigue protegerse de algunos de los golpes.

- “Ya no sois tan insolentes...” – se burla el ángel. – “¿Es que estáis aprendiendo la lección?”
- “No tenemos otra opción...” – murmura Gogeta. – “Todo o nada. ¡KAIOKEN!” – grita la fusión mientras se envuelve en el aura roja de la técnica el Kaio del Norte durante un instante antes de que sus auras se combinen en otra violenta de color magenta.

Gogeta se abalanza sobre el Daishinkan e intenta asestarle un puñetazo, pero el Sacerdote esquiva al saiyajín y le propina un rodillazo en el estómago, obligándole a retroceder.

- “Demasiado lento” – sonríe el ángel.

Los demás contemplan aterrados lo sucedido.

- “Es un monstruo...” – titubea Piccolo.

Jiren vuelve a dirigirse a nuestros amigos.

- “¿Cuánto dura la fusión?” – pregunta el líder del Universo 2.

- “Debería durar media hora” – responde Goten. – “Pero usando tanto poder... no sabemos cuándo va a deshacerse.”

- “El ki divino no debería alterar el tiempo de fusión” – opina Piccolo. – “Pero están utilizando el Kaioken... Creo que les queda poco”.

- “¿Si les curáis se recuperaría parte de ese tiempo?” – pregunta Toppo.

- “No” – responde Trunks. – “Cuando Goten y yo entrenamos en la sala exploramos todas las posibilidades. No hay forma de recuperar tiempo de fusión mientras ésta dure.”

Piccolo contempla a Beerus y Champa recibiendo el castigo de Zeno Zamas.

- “Tenemos que ayudarles” – dice Gohan.

- “Si intervenimos, Zeno Zamas podría borrarnos a todos para no tener que lidiar con tantos problemas.” – responde Piccolo. – “Por cruel que parezca, mientras Zeno se divierta con ellos, nosotros seguiremos respirando”.

Nuestro Zamas, que ha sido curado por Bu, se derrumba de rodillas, afligido por la situación en la que se encuentran.

- “Lo siento” – se disculpa Zamas con lágrimas en los ojos. – “Todo esto es por mi culpa. Yo soy el causante de todo”.

- “Tú estás a nuestro lado” – le responde Piccolo. – “No puedes culparte por lo que han hecho ellos. Tú has escrito tu propia historia.”

- “Eres de los nuestros, Zamas” – añade Son Gohan ofreciéndole la mano para ayudarle a levantarse.

El Kaioshin del Norte mira a Gohan y Piccolo conmovido por las palabras de los que ahora son sus amigos.

El Daishinkan insiste en su ataque a Gogeta, quien esquiva al Sacerdote y contraataca con un Big Bang Attack que impacta directamente contra la espalda del ángel.

Pero nada parece ser suficiente para derrotar al poderoso adversario.

El Sacerdote extiende su mano y su vara se materializa en ella.

- “Parece que éste es vuestro límite” – dice el ángel. – “Ha llegado el momento de terminar este combate”. – añade mientras apunta a la fusión con su báculo.

Gogeta se prepara para lo peor.

- “Maldita sea...” – murmura la fusión.

Pero de repente, Gogeta vuelve a su estado base.

- “No... No puede ser... Es el fin” – se lamenta Mirai Trunks.

- “Se acabó el tiempo” – dice Piccolo. – “Estamos perdidos”.

La fusión se deshace. Goku y Vegeta se miran el uno al otro con preocupación.

El Daishinkan deja de apuntarles con la vara y se ríe.

- “Admito que me habéis divertido” – les dice el ser celestial. – “Pero ahora ya no sois un peligro para nadie.”

Los saiyajín se ponen en guardia.

- “¿Qué hacemos ahora?” – pregunta Vegeta.

- “Supongo que tendremos que luchar por separado...” – responde Goku.

El Sacerdote mira a Zeno Zamas, que sigue divirtiéndose torturando a Beerus y Champa.

- “¡Señor Zeno!” – le dice el ángel. – “¿Aún no ha llegado el momento de terminar con todo esto?”

Zeno Zamas se detiene y los dos hermanos caen de rodillas, agotados y muy malheridos.

- “Puede que tengas razón...” – responde Zeno alzando su mano. – “Ha llegado el momento de empezar de cero”.