miércoles, 29 de septiembre de 2021

ESPECIAL DBSNL /// Los dos grandes Súper Saiyajín // Universos 3, 5, 6 y 7 / Parte VI: Son Goku, el Súper Saiyajín

Los dos grandes Súper Saiyajín / Parte VI: Son Goku, el Súper Saiyajín

“Eres… eres un monstruo…”



En Yadrat, Son Goku se encuentra cara a cara con el malvado Soba, que ha demostrado un poder que rivaliza con el del tirano espacial Freezer.


- “Esa técnica es muy interesante…” – dice Soba que desciende sobre tierra firme. – “Un boost de fuerza y velocidad… ¿Cuál es su contra?”

- “¿Cómo sabes que tiene una contra?” – dice Goku con incomodidad.

- “Todas las técnicas tienen una contra.” – responde Soba. – “No puede haber luz sin oscuridad.”


Goku frunce el ceño.


- “¿Justificas así tus acciones?” – pregunta el saiyajín.

- “No necesito hacerlo.” – sonríe Soba. – “¡Mi cruzada es justa!” – exclama mientras embiste a Goku.


El saiyajín detiene el puñetazo del enemigo cruzando los brazos frente a su pecho, encajando un golpe que le hace retroceder.


Soba embiste de nuevo, pero Goku usa el Kaioken para saltar por los aires y evadir el envite.


Usando el Shunkanido, Soba aparece detrás del saiyajín, que ve detenido su avance al chocar contra el yadrat.


- “¿EH?” – se sorprende y asusta Goku.


Soba agarra al saiyajín por la espalda, estrangulándole con un brazo alrededor del cuello, cerrando la llave con el otro.


- “Grrrr…” – pelea por liberarse

- “Patético…” – se mofa Soba, apretando el agarre.

- “¡¡Ggghaaa…!!” – intenta gritar, ahogado, Son Goku, que clava sus dedos en el antebrazo del enemigo, sin éxito.

- “No luches…” – dice el yadrat. – “Muere en paz…”

- “K… ¡¡KAIOKEN x20!!” – exclama el saiyajín.


El aura violenta de la técnica de Kaiosama imbuye a Goku, pero Soba sigue sin ceder.


- “¡Vaya!” – se mofa el yadrat. – “¡Así que aún te contenías! ¡Muy bien!”

- “Grrrr…” – pelea Goku. – “K… ¡¡KAIOKEN X50!!” – brama con todas sus fuerzas.


Finalmente, así logra liberarse y propina un codazo en el rostro de Soba, que retrocede unos metros. Goku aprovecha la ocasión para recuperar la distancia con el enemigo y regresar a su estado base.


Goku, agotado y con el cuerpo torturado después de tan titánico esfuerzo, intenta cobrar el aliento


- “Ah… ah…” – respira el saiyajín.


Soba tiene la mandíbula desencajada, pero se la recoloca con facilidad.


- “Así que esa es la contra…” – sonríe Soba con picardía. – “Tu cuerpo sufre la sobrecarga…”

- “Ah… ah…” – sigue Goku, intentando recuperarse. – “Pagaré el precio que sea necesario… si eso significa derrotarte…”

- “Ya veo…” – dice Soba.


En la Tierra, Vegeta duerme, pero parece sufrir pesadillas. En sus sueños revive su muerte a manos de Freezer.


- “No…” – gruñe el saiyajín, que cae de rodillas al suelo, envuelto en oscuridad. – “No es posible… Qué humillación…”


El Rey Vegeta aparece frente a él.


- “¿Y tú te haces llamar Príncipe de los Saiyajín?” – dice el padre.

- “Yo… yo…” – dice Vegeta, avergonzado.


Nappa y Raditz aparecen.


- “Eres un pésimo líder…” – dice el grandullón.

- “Y un guerrero de pacotilla…” – añade el hermano de Kakarotto.

- “Yo… yo solo…” – llora Vegeta.


Los fantasmas se desvanecen y es Son Goku quien ahora se presenta en la distancia, de espaldas al Príncipe.


- “Kakarotto…” – murmura Vegeta, entre dientes.


El saiyajín criado en la Tierra se aleja caminando.


- “¡Espera!” – exclama Vegeta. – “¡ESPERA!”


Vegeta corre tras él, pero Goku, pese a solo estar caminando, parece ganar distancia.


- “¿Por qué no le alcanzo?” – se pregunta el saiyajín. – “¿Por qué?”


Frente a él aparecen Krilín y Gohan con las armaduras de Namek, después Piccolo. Vegeta les aparta y continúa.


- “¡KAKAROTTO!” – grita con todas sus fuerzas.


De repente, parece que Goku está a su alcance. El saiyajín extiende su mano, casi puede tocar la ropa de su rival.


Pero de repente, una llama dorada imbuye a Kakarotto, empujando a Vegeta, que retrocede y cae de espaldas al suelo.


Vegeta despierta agitado y sudado en una cama de la Corporación Cápsula.


En Yadrat, Son Goku embiste a Soba, que extiende su mano hacia él, listo para disparar una esfera de energía.


- “¡¡YAAAAH!!” – grita el saiyajín mientras usa el Kaioken x50 para desaparecer.


Soba no puede seguir los movimientos de Goku, que vuela hasta su espalda y le propina un doble rodillazo.


- “¡BHaa!” – escupe Soba, por el golpe.


El yadrat se da la vuelta, pero Goku ya no está. El saiyajín cae del cielo sobre Soba, propinándole un golpe con ambos puños sobre la cabeza, lanzándole contra el suelo.


Antes de que Soba se estrelle contra el pavimento, Goku le adelanta y se apoya con ambas manos en el suelo para poder propinar otra doble patada al yadratt en el abdomen que lo lanza por los aires.


Goku se pone en pie.


- “Ka… Me… Ha… Me…” – se prepara el saiyajín. – “¡¡¡HAAAAAA!!!” – dispara.


Soba da una voltereta en el aire, recuperando la estabilidad, y se prepara para interceptar la técnica de la escuela Tortuga.


El ataque impacta en sus manos. Soba resiste con mucho esfuerzo.


Son Goku se esfuerza en mantener el poderoso Kamehameha.


- “Grrr… grrr…” – gruñe el saiyajín.


Una sonrisa macabra se dibuja en el rostro del yadrat.


- “¡¡ASEGÚRATE DE MATARME, EXTRANJERO!!” – exclama Soba. – “¡¡NO TENDRÁS OTRA OPORTUNIDAD!!” – le provoca.


La musculatura de Goku se desgarra bajo su piel


- “¡Ayy!” – sufre el saiyajín. – “Solo un poco más…” – se preocupa.


Las manos de Soba están humeantes. El ataque de Goku le está haciendo retroceder.


- “Un poco más…” – piensa el saiyajín. – “Tengo que… aguantar…”


Pero de repente, sus ojos se quedan en blanco. El Kamehameha se desvanece y también lo hace su aura roja.


Inconsciente, Son Goku se desploma.


Soba desciende lentamente hasta posarse de pie junto a él.


- “Este es tu límite…” – dice el yadrat.


Soba le propina una patada en el costado.


- “¡No te vayas todavía!” – se mofa el yadrat. – “Aún no hemos terminado…”

- “Ay… ay…” – se queja Goku, cuyas pupilas borrosas han regresado a sus ojos.


El llanto del niño yadrat llama la atención de Soba


- “¡Goku!” – grita el pequeño Shima. – “¡GOKU! ¡Levántate!” – suplica.

- “Sh… Shima…” – murmura Goku. – “Vete… Huye…” – dice casi sin fuerzas.


El saiyajín busca a Hatsuka con la mirada, intentando desesperadamente buscar ayuda, pero éste ha perdido el conocimiento.


Soba ríe al ver al pequeño.


- “Es un buen consejo…” – dice el yadrat.

- “Soba…” – dice Goku. – “No… es solo un niño…”

- “Corre, pequeño…” – añade el yadrat mientras le apunta con la mano.

- “¡HUYE!” – exclama Goku con las pocas fuerzas que le quedan.


El niño, aterrado, intenta echar a correr, pero tropieza con el cuerpo de su padre y se queda sentado en el suelo, inmóvil ante el aterrador enemigo.


Soba dispara. La explosión llena de polvo y humo la zona.


- “¡JAJAJAJA!” – ríe Soba.


La polvareda se disipa lentamente y revela una silueta; Son Goku, luchando para mantenerse de pie, cabizbajo, con los dedos índice y corazón de su mano derecha en la frente y con su brazo izquierdo extendido hacia delante, con la mano humeante por haber interceptado el ataque.


- “¿Eh?” – se sorprende Soba, que mira al suelo donde antes estaba el saiyajín. – “¿Cómo…? No le quedaban fuerzas…”


El pequeño, con ojos como platos, mira a su salvador.


Son Goku levanta la mirada. Sus pupilas brillan de color verde.


- “Tú… maldito seas…” – gruñe el saiyajín. – “Miserable…”

- “¿Qué…?” – se sorprende Soba. – “¿Qué significa esto…? ¡¿Qué eres?!” – se pone nervioso.

- “Soy un saiyajín… criado en la Tierra…” – responde Goku. – “Y tú…” – aprieta sus puños. Su musculatura parece recuperarse. Su cabello se eriza como si una brisa ascendente lo acariciara. – “¡¡ME HAS HECHO ENFADAR!!” – grita con todas sus fuerzas.


Un aura dorada envuelve a Goku. Su cabello se tiñe del mismo color.


- “¡¿QUÉ?!” – Soba da un paso atrás.


Goku embiste a Soba y le propina un codazo en la cara. El yadrat retrocede. 


Antes de que el enemigo logre recuperar la estabilidad, el saiyajín le propina un puñetazo en el abdomen, seguido de otro en el rostro.


Goku desata una tormenta de golpes contra el yadrat, que nada puede hacer para defenderse de la ira del saiyajín.


Con un empujón de ki, Soba sale repelido y da varias volteretas contra el suelo hasta que se topa con algo a su espalda; es Son Goku, que ha usado el Shunkanido.


Soba se da la vuelta, aterrado, mientras intenta apartarse de su adversario.


- “No… no es posible…” – titubea el yadrat. – “No puede existir alguien tan fuerte…”

- “La gente como tú tiende a subestimar a los demás.” – dice Goku, muy serio.


Soba intenta levantarse, pero cae de rodillas.


- “Ja… jaja… jajajaja…” – ríe el yadrat. – “¡JAJAJAJAJAJA!” – estalla en una gran carcajada.

- “¿Eh?” – se extraña Goku.

- “No… no lo entiendes…” – dice Soba. – “No comprendes a qué te enfrentas…”


Goku no responde.


- “Eres muy fuerte…” – continúa Soba. – “Pero eres ciego…”


Son Goku le da la espalda.


- “Eres un guerrero fuerte…” – dice el saiyajín. – “Abandona el planeta. Usa el Shunkanido… Desaparece… Que jamás vuelva a oír hablar de ti…”

- “¿Cómo?” – se sorprende el yadrat.

- “Este combate ha terminado.” – dice Goku. – “Has perdido.”


Soba embiste a Goku, dispuesto a atravesarle la espalda con la mano estirada, pero al golpearlo puede sentir como sus huesos se rompen.


- “¡AAAH!” – se sujeta la mano, que tiene varios huesos rotos.

- “Lo temía…” – dice el saiyajín, dándose la vuelta y mirando al yadrat. – “Eres igual que él…”

- “Eres… eres un monstruo…” – dice el yadrat. – “Un demonio…”

- “¿Por qué no te fuiste…?” – murmura Goku, entre dientes. – “¡¿POR QUÉ?!” – insiste, furioso.


Soba no entiende la reacción del saiyajín y le mira confuso.


Goku apunta al enemigo con su mano.


- “No puedo permitir que hagas daño a más gente.” – dice el saiyajín.

- “Esto no ha terminado…” – gruñe Soba, que se prepara para atacar de nuevo.

- “¡¡HAAAAAA!!” – dispara Goku.


El ataque del Súper Saiyajín engulle al enemigo e ilumina la superficie del planeta.


Cuando todo ha terminado, Son Goku, en estado base, se sienta en el suelo, agotado. El pequeño Shima corre a abrazarle.


- “Ya se ha acabado…” – le tranquiliza Goku.


Tambaleándose, Hatsuka se acerca al saiyajín.


- “Eres… eres increíble, Son Goku…” – dice el yadrat.

- “No…” – responde el saiyajín, mirando de reojo el cuerpo de Guragu. – “No lo soy…”


Los días pasan. Ya casi un año ha transcurrido desde la llegada de Goku a Yadrat. El saiyajín se prepara para embarcar en la cápsula de las Fuerzas Especiales Ginyu con la que huyó de Namek.


- “¡Muchas gracias a todos!” – se despide saludando a una pequeña multitud, que lo alaba como a un héroe.


Hatsuka le ofrece la mano.


- “Gracias a ti, Son Goku.” – dice el yadrat.

- “A usted, Hatsuka-sama.” – Goku le guiña un ojo.


Son Goku se acerca al pequeño acompañante del nuevo Venerable. Shima va vestido con la misma ropa que antes llevaba Hatsuka.


- “Pórtate bien, ¿de acuerdo?” – le dice el saiyajín.


Shima asiente.


Así, Son Goku pone rumbo a la Tierra.


En un lugar remoto del espacio, en una gran nave imperialsal, saltan las alarmas.


Un soldado corre hacia los aposentos del Emperador. El Rey Cold se encuentra reunido con su hijo Freezer, que sobrevivió a duras penas la destrucción de Namek y ha sido reconstruido con partes robóticas.


- “¡Señor!” – dice el soldado

- “¿Qué ocurre?” – pregunta Cold.

- “¡Una nave de las Fuerzas Especiales Ginyu ha reaparecido en el radar!” – informa el soldado. – “Es extraño… ¿Sobrevivió alguien?”


Una macabra sonrisa se dibuja en el rostro de Freezer.


- “Es él.” – dice el tirano. – “Tiene que ser él.”

- “¿Estás seguro?” – le pregunta su padre.

- “La nave ha abandonado el planeta Yadrat…” – el soldado lee un documento. – “Rumbo a la Tierra.”


Freezer aprieta sus puños con rabia y júbilo a partes iguales.


- “Poned rumbo a la Tierra.” – dice el hijo de Cold.

- “Hmm…” – duda el Emperador, que jamás ha visto a su hijo tan ofuscado.


Las paredes de la sala se abollan y el gran ojo de buey se resquebraja hasta que, finalmente, estalla, succionando al pobre soldado y lanzándolo al espacio.


- “Voy a tener mi venganza… Son Goku.” – dice Freezer.

domingo, 26 de septiembre de 2021

DBSNL // Capítulo 216: ¡Fusión! ¡Renace la guerrera definitiva!

DBSNL // Capítulo 216: ¡Fusión! ¡Renace la guerrera definitiva!

“Me recuerda a Majin Bu…”



En la nave abandonada, Shula, Trunks, Reitan y Kamo avanzan por la oscura nave. Shula ha informado a sus compañeros sobre el enemigo al que se enfrentan.


- “Así que absorbe células de energía…” – murmura Reitan.

- “Tu brazo debe parecerle apetitoso, Shula.” – dice Trunks.

- “Mi extremidad funciona ampliando mi propia energía.” – responde Shula. – “La hizo Raichi.”

- “Ya entiendo…” – murmura el saiyajín.


Kamo está nervioso, alarmado ante cada crujido de la nave, apuntando a la nada con su rifle.


- “Ese fusil, en cambio…” – dice Shula.

- “¿Eh?” – se sorprende el tsufur.


En ese instante, un pincho azul nace del techo y cae sobe Kamo, pero Trunks ha usado sus habilidades para apartar al tsufur a tiempo.


- “¡AH!” – exclama Kamo, asustado.

- “Aquí está.” – frunce el ceño Shula.


En la Tierra, el demonio y la fusión de Pan y Bra se miran fijamente a través de la ciudad.


De repente, el diablo avanza como un rayo zigzagueante, intentando sorprender a las muchachas.


La guerrera metamor salta por los aires y es perseguida por el diablo, que le lanza su hoz de nuevo.


La fusión resulta ser un espejismo y es atravesada por el arma demoníaca.


- “¡¿EH?!” – se sorprende del diablo.


La verdadera muchacha está persiguiendo al demonio y le lanza su látigo de ki, que se enreda en la pierna del diablo.


- “¡¡YAAH!!” – grita ella, tirando de su arma de energía y lanzando al demonio contra el suelo.


 La chica alza sus manos hacia el cielo.


- “¡¡DYNAMITE KICK!!” – grita mientras dispara dos poderosos blasts de ki hacia el cielo y se propulsa sobre el abdomen del enemigo, propinándole un doble puntapié.


El diablo escupe sangre, pero pronto reacciona invocando un rayo sobre sí mismo, obligando así a las chicas a retroceder propulsándose con un certero blast de energía hacia un lado.


Las muchachas aterrizan fuera del cráter y esperan de brazos cruzados a que el diablo salga.


- “Eres muy rápido…” – dice ella. – “Pero nosotras no nos quedaremos atrás.”


El enemigo, furioso, reclama su hoz una vez más.


- “No os burléis de mí…” – gruñe el demonio.


El diablo se abalanza sobre ellas, que lo esquivan elevándose, propulsadas por un cañonazo de ki contra el suelo.


Por el cielo, las chicas se empujan con varias explosiones mientras el diablo intenta, sin éxito, acertar con su arma.


Cada explosión destruye los cristales de los edificios cercanos.


- “¿Sabes una cosa?” – dice la fusión. – “Que uno de vosotros acabara con casi todos los terrícolas fue un error… ¡PORQUE AHORA PODEMOS PELEAR EN SERIO!”


La guerrera dispara contra el suelo, provocando una gran explosión que forma un enorme cráter en el suelo, elevándose así, dejando pasar al enemigo de largo.


- “¡HA!” – exclama al disparar hacia arriba y caer sobre el diablo, propinándole una doble patada en la espalda y lanzándole contra el suelo.


El demonio, al conservar la energía cinética de su avance, se estampa contra el suelo y continúa progresando, formando un gran surco que lo lleva hasta la costa y lo adentra en el mar.


En el espacio exterior, en la nave abandonada, cerca de la residencia de Raichi, Maji-Kayo intenta sorprender a nuestros amigos con un centenar de pinchos, pero Trunks se deshace de todos con su espada, usando su mano izquierda.


Los apéndices cercenados se convierten en líquido gelatinoso que retrocede a través de las rendijas del pasillo.


- “Este tipo es resistente…” – dice el mestizo. – “Me recuerda a Majin Bu…”


Una nueva oleada de pinchos inunda el corredor, y ahora es Reitan quien, transformado, utiliza sus hilos de ki como si fuera un látigo para cercenar las extremidades azules.


- “¿Qué hacemos?” – pregunta el herajín. – “Porque no parece que vaya a rendirse…”


Un tentáculo de ki ha pasado desapercibido y repta sinuosamente hacia Kamo por su espalda, dispuesto a arrebatarle el rifle. El tsufur oye un pequeño ruido y se da la vuelta.


- “¡HAAAA!” – grita Kamo, aterrado.


Shula desintegra el tentáculo con un cañonazo de energía. En su otra mano lleva el artefacto que Raichi les entregó para detener al enemigo.


- “Está claro cuál es su objetivo…” – dice el ira-aru. – “Y así es imposible capturarlo…” – protesta.


Trunks arrebata el rifle a Kamo.


- “¡¿Qué haces, saiyajín?!” – protesta el tsufurr. – “¡¿Pretendes desarmarme y dejarme morir?!”

- “Mira que eres desconfiado…” – niega Trunks.


El mestizo extrae la célula de energía del arma.


- “Reitan, llévate a Kamo.” – dice Trunks.

- “¿Eh?” – se sorprenden todos.


Trunks les guiña un ojo. Reitan asiente.


- “Vamos” – dice el herajín, agarrando del cuello de la camisa al tsufur y arrastrándole tras él.

- “¡¿Qué significa eso?!” – protesta Kamo. – “¡Es un complot! ¡Sabía que vosotros…!”


Reitan abandona el corredor y cierra manualmente la compuerta tras él.


- “¡Escucha, hombre de gelatina!” – exclama el mestizo, con la célula de energía en su mano. – “¡Aquí tienes lo que buscas!”


Trunks, proyectando una ola de ki con su mirada, destruye la pared del pasillo y se abre un agujero al espacio exterior. 


El mestizo deja que la corriente creada se lleve la batería.


En ese instante, de las paredes de la nave brotan tentáculos azulados que se extienden hacia el objetivo. Uno de los apéndices revela un rostro sonriente.


De repente, Maji-Kayo se apelotona alrededor del núcleo de energía, formando una gran esfera.


- “¿EH?” – parece confusa la criatura en un instante.


Trunks sonríe con el núcleo en sus manos.


Lo que Maji-Kayo ha atrapado es el dispositivo que Raichi les entregó.


Shula sonríe, mirando su mano vacía.


- “Ya veo…” – sonríe el ira-aru.


Reitan también sonríe.


- “Ese Trunks es más listo de lo que parece…” – dice el herajín.

- “¿Qué ha pasado?” – pregunta Kamo.

- “Ha usado sus habilidades transtemporales para darle el cambiazo.” – dice Reitan. – “Maji-Kayo ha caído en la trampa.”


La masa azulada empieza a encoger hasta transformarse en un bebé, envuelto en una jaula de energía que lo debilita.


Shula vuela hasta él y lo agarra.


- “Vienes con nosotros, pequeñajo.” – dice el ira-aru.


Mientras tanto, en la Tierra, la guerrera nacida de la técnica metamor sobrevuela el océano mientras sonríe satisfecha.


En ese instante, un rayo cae del cielo en mitad del océano, provocando que una corriente eléctrica se extiende por toda la zona.  

El diablo surge del agua y se eleva lentamente. Su rostro revela una terrible frustración.


- “Al fin sales…” – dice la guerrera.

- “Me las pagaréis…” – gruñe el demonio.


De repente, empieza a llover.


El demonio sonríe.


- “Je… je, je…” – ríe el diablo.

- “Veo que no te rindes…” – se burla la fusión.


En la Corporación Cápsula hay goteras. 


- “¿Eh?” – mira al techo Brief cuando una gota cae sobre su nariz.


Ub siente que algo no va bien. Parece asustado.

miércoles, 22 de septiembre de 2021

ESPECIAL DBSNL /// Los dos grandes Súper Saiyajín // Universos 3, 5, 6 y 7 / Parte V: Soba

Los dos grandes Súper Saiyajín / Parte V: Soba

“Ya ha empezado…” 



Han pasado unos 50 días. Son Goku sigue practicando el Shunkanido. Ahora el saiyajín juega al gato el ratón persiguiendo a Hatsuka por toda la ciudad. El yadrat desaparece cada vez que Goku aparece a su lado.


Finalmente, Hatsuka le espera en casa de Guragu, bajo un árbol.


- “Parece que empiezas a cogerle el tranquillo…” – sonríe el ayudante del Venerable.

- “Eso parece, sí…” – dice Goku, contento. – “Pero las grandes distancias aún me cuestan… y más si tengo que hacerlo tan rápido…”

- “Vas por buen camino.” – insiste Hatsuka.


El pequeño Shima corre hacia nuestro amigo.


- “¡Goku!” – exclama el pequeño.

- “¡Hola, Shima!” – saluda Goku, que acaricia la cabeza del niño. – “¿Qué tal todo?”

- “Bien” – sonríe Shima.


Guragu se acerca.


- “No molestes al extranjero…” – le dice a su hijo. – “Está entrenando…”

- “No pasa nada.” – sonríe Goku. – “Yo también tengo un hijo, ¿sabe?”


De repente, una terrible sensación embarga a los tres adultos, que miran al horizonte horrorizados.


- “¿Qué…? ¿Qué es eso?” – tartamudea Guragu.


El pequeño Shima no entiende lo que ocurre y se agarra a los pantalones de su padre.


- “¿Qué ocurre, papá?” – pregunta el niño.


Hatsuka, nervioso, extiende la mano hacia Goku.


- “¡VÁMONOS!” – le apresura el yadrat.

- “¡Sí!” – asiente Goku, agarrando al ayudante del Venerable.


Los dos desaparecen.


En la torre que preside la ciudad, Pybara ha salido al balcón.


- “Ya ha empezado…” – frunce el ceño el Venerable. – “Se han liberado.”


Bajo la ciudad, una gran puerta de piedra se ha abierto. Un yadrat con peculiar aspecto sale de entre las sombras; es delgado, alto y musculado, su piel es más oscura que la de los demás de su clase. Tras él, una horda de yadrat deformes con aspecto demoníaco salen galopando a cuatro patas, algunos incluso corren por las paredes y el techo.


Pybara camina hacia su silla y toma asiento con un suspiro.


De repente, una sombra aparece ante él.


Mientras tanto, en la Tierra, Vegeta entrena solo en las montañas rocosas. El paisaje estalla a su alrededor cuando él hace emanar su ki.


- “No es suficiente…” – gruñe el saiyajín, frustrado. – “¿Por qué…? ¡¿Por qué yo no puedo?!”


Lejos de allí, Gohan y Piccolo entrenan en un páramo conocido por los dos. El namekiano viste su ropa habitual, pero sin capa. El chico viste el mono azul que usó Namek, sin la armadura. 


Un dinosaurio con la cola cortada camina tranquilamente por la zona cuando, al ver a Gohan, huye aterrado.


El chico embiste a Piccolo, que retrocede mientras detiene los ataques de Gohan.


De repente, los dos perciben el ki de Vegeta y miran hacia el norte.


- “Vegeta…” – dice Gohan, mientras intenta cobrar el aliento.

- “No acepta que tu padre le haya superado…” – sonríe Piccolo.

- “¡OH!” – se asusta el mestizo.

- “¿Qué ocurre?” – pregunta el namekiano, confuso.


Gohan corre hacia su ropa de vestir, que se encuentra plegada cerca de donde pelean. Busca en el bolsillo de sus pantalones y encuentra un reloj.


- “¡Debería estar estudiando!” – exclama el chico. – “Mi madre me va a matar…”


Una gota de sudor recorre la frente de Piccolo.


- “Tan fuerte y tan humano…” – murmura el namekiano. – “Es hijo de su padre…” – sonríe.


En Yadrat, Hatsuka y Goku han aparecido en la ciudad. Hay yadrat corriendo por todas partes, huyendo del mal que pueden sentir.


- “¿Qué está pasando?” – se pregunta Hatsuka, asustado.

- “¿Por qué no estamos con Pybara?” – pregunta Goku.

- “No… no pude encontrar su ki…” – confiesa el yadrat.


Son Goku entiende lo que eso puede significar y se preocupa.


Una presencia sorprende a nuestros amigos, que se dan la vuelta.


- “¿Ahora aceptamos a extranjeros en Yadrat?” – dice una voz.


Goku y Hatsuka se encuentran cara a cara con Soba.


- “Es… es él…” – titubea Hatsuka.

- “No hay duda… es el ki que sentí…” – piensa Goku.


Soba sonríe de forma prepotente.


- “¡¿Qué le has hecho a Pybara-sama?!” – le increpa Goku.

- “Eso ya lo sabes…” – dice Soba.

- “Maldito seas…” – gruñe Goku. – “No te lo perdonaré…”


De repente, una docena de yadrat malditos rodean a nuestros amigos.


- “Destripad al extranjero.” – ordena Soba. – “Yo me encargo de la mascota del Venerable…”


Son Goku se coloca frente a Hatsuka para protegerlo.


- “¡VETE!” – le dice a su amigo.


El yadrat obedece y usa el Shunkanido.


Cuatro enemigos se abalanzan sobre Son Goku, que hábilmente repele y noquea a cada uno de ellos de un solo golpe.


Antes de que el saiyajín pueda centrarse de nuevo en el enemigo, otra horda de enemigos se abalanza sobre él.


El saiyajín repele a los monstruos de la misma forma, pero esta vez son tantos que algunos logran alcanzarle. Uno le agarra el brazo y se lo muerde.


- “¡AAH!” – grita Goku antes de agarrar la cabeza del enemigo con su otra mano y lanzarlo lejos.


Otro se engancha a su espalda y le muerde el cuello. Otro le clava las zarpas en el muslo.


- “Grrr…” – gruñe el saiyajín.


Los ojos de Goku brilla de color verde un instante, pero la presión le supera.


- “¡¡KAIOKEN!!” – exclama Goku, envolviendo su cuerpo con el aura rojiza y violenta de la técnica de Kaiosama.


Todos los enemigos salen despedidos en todas direcciones y caen al suelo inconscientes.


Son Goku regresa a la normalidad y busca a Soba.


- “¿Eh?” – se sorprende el saiyajín. – “¿Dónde está…?”


Muy lejos de allí, en casa de Guragu, el Hatsuka se encuentra en el suelo del salón, ensangrentado, alejándose del enemigo a gatas.


Soba camina hacia él.


- “¿Así pelea el nuevo Venerable?” – se mofa el enemigo. – “Aunque bueno… al menos tú lo has intentado… El otro ha muerto sin luchar… como una rata…” 


Guragu se acerca por la espalda de Soba en silencio y le intenta propinar un puñetazo.


Soba se da la vuelta y detiene el golpe, agarrándole el puño.


- “Mala idea…” – dice el enemigo.


Soba parte el brazo de Guragu y lo empuja, tirándole al suelo.


- “¡Papá!” – exclama el joven Shima, que se escondía tras un armario.


El yadrat oscuro esboza una media sonrisa al ver al niño y le apunta con su mano.


- “No…” – suplica Hatsuka. – “No lo hagas…”


Soba dispara, pero alguien aparece frente a él con el Shunkanido y recibe el impacto; es su padre. Guragu ha abrazado al chico y el ataque le ha calcinado la espalda.


- “Hijo…” – llora el padre. – “Corre…” – le dice con su último aliento antes de desplomarse contra el suelo.

- “¡PAPÁ!” – grita el niño, desesperado. – “¡¡PAPÁ!! ¡DESPIERA!” – sacude su cuerpo, desesperado.


Soba ignora al niño y se centra de nuevo en Hatsuka.


- “Eres… un monstruo…” – dice el malherido yadrat.

- “Eso es solo cuestión de perspectiva…” – responde Soba, alzando su mano en forma de garra, listo para propinarle el golpe de gracia.


En ese instante, alguien le detiene agarrándole el antebrazo; es Son Goku.


- “¿EH?” – se sorprende Soba.

- “No permitiré que hagas daño a nadie más.” – dice Goku.


Soba sonríe de nuevo.


- “Creo que llegas tarde…” – dice el enemigo, mirando de reojo al pequeño Shima.


Son Goku se queda aterrado al ver al pequeño llorando sobre el cadáver de Guragu.


Soba aprovecha la distracción para propinar un puñetazo en el pecho al saiyajín, que sale despedido y atraviesa el muro de la casa hasta chocar contra un árbol y caer de rodillas al suelo.


Soba sale de la casa por el agujero formado en el muro.


- “Jamás te atrevas a tocarme de nuevo…” – dice el yadrat.


Son Goku se frota el pecho en el lugar en el que ha sido golpeado.


- “Sin duda es fuerte…” – dice el saiyajín. – “Ha derrotado a Pybara-sama y a Hatsuka… y ha matado a Guragu…” – gruñe.


El saiyajín se pone en pie.


- “Te haré pagar lo que has hecho…” – dice Goku, muy serio.

- “No me hagas reír…” – lo desprecia Soba.


De repente, el suelo empieza a temblar.


- “¿Eh?” – se sorprende el yadrat.

- “¡¡KAIOKEN!!” – exclama Goku, imbuyendo su cuerpo en el aura flamígera de la técnica del Kaio del Norte.

- “¡¿Qué?!” – se asusta Soba al sentir el ki de su adversario.


Como una llamarada roja, Goku embiste a Soba y le propina una patada, lanzándolo por los aires.


Describiendo el recorrido parabólico típico de su técnica, Son Goku vuela hasta la espalda del enemigo y lo intercepta, propinándole un golpe con ambas manos en forma de martillo y lanzándolo así al lago.


Son Goku aterriza y recupera su estado base.


Lentamente, Soba asciende a la superficie y se eleva lentamente sobre el lago.


- “Eso no me lo esperaba…” – dice Soba. – “Lo admito…” – sonríe.


Son Goku se queda perplejo ante el poder de su adversario


- “Impresionante…” – frunce el ceño el saiyajín. – “Jamás pensé que pudiera existir un tipo tan fuerte como Freezer…”