domingo, 30 de enero de 2022

DBSNL // Capítulo 234: Peligro inminente

DBSNL // Capítulo 234: Peligro inminente

“Esta técnica que usas te está drenado por completo.”



En el laboratorio de Raichi, en las pantallas pueden ver a Reitan insistirle a Onisen para que lo lleve hasta allí, pero el androide le ignora.


- “¡¡Tenemos que proteger la Dragon Ball!!” – insiste el herajín.


Raichi no hace caso.


- “Señor Raichi…” – dice Bon Para. – “No deberíamos…”

- “Me interesa ese demonio.” – dice el doctor. – “Quiero saber más de él…”


Shido llega hasta Reitan y Onisen.


- “Demasiado tarde…” – murmura Reitan mientras una gota de sudor recorre su frente. – “Maldita sea…”


El diablo aterriza espada en mano.


- “Creo que debo insistir en esa esfera…” – sonríe Shido.


Reitan se pone en guardia.


- “¿Con quién está peleando Trunks…?” – se pregunta el herajín, que puede oír el estruendo de la batalla a lo lejos.


Shido enfunda su arma, sorprendiendo a Reitan.


- “Negociemos.” – dice el demonio.

- “¿Eh?” – se extraña el herajín.


Raichi frunce el ceño.


- “Hmm…” – murmura el tsufur.


Reitan se transforma.


- “¡Ni hablar!” – exclama, listo para atacar.


Pero Onisen da un paso al frente, deteniendo al herajín.


Mientras tanto, Trunks, transformado en Súper Saiyajín 3, embiste a Shiras. El tiempo se detiene a su alrededor. Los dos intercambian golpes. 



Dibujado por Ipocorito



Trunks retrocede y lanza su espada hacia el enemigo, que la esquiva. El mestizo propina una patada giratoria a Shiras, pero éste la detiene con su vara y después la hace girar, propinando un golpe en la barbilla de Trunks.


El mestizo da una pirueta hacia atrás y reclama su arma, que vuela hacia él, obligando a Shiras a agacharse para evadirla y cerca está de perder un tentáculo de su cabellera.


Trunks se pone en guardia y Shiras lo imita.


- “Has mejorado más de lo que esperaba…” – dice el patrullero.


El ojo angelical de Shiras brilla.


- “Creo que empiezo a comprender lo que mi hermano vio en ti.” – añade el patrullero.


Trunks nota la presencia de sus dos enemigos; Shiras y Mojito.


- “Su salto temporal es superior al mío… incluso al de Hit… y tiene la experiencia y sabiduría de un ángel…” – piensa Trunks. – “¿Cómo puedo derrotar a un enemigo así?”


Shiras sonríe.


- “No puedes.” – dice el patrullero, que le ha leído la mente. – “Vas a morir aquí.”


Shiras avanza y es como si desapareciera. Un centenar de golpes de vara se precipitan sobre Trunks, que repele los que puede con su espada antes de verse superado y encajar varias decenas, siendo repelido.


Shiras aparece tras él y lo batea con su vara en el costado. Trunks sale repelido contra unos edificios.


En Makyo, Piccolo y Gohan están intercambiando golpes en el cielo.


En las puertas del castillo, Shula ha usado su poder mental para inmovilizar a Hinoyagi, a quién el disparo de Mai ha quedado marcado en su rostro.


- “¿Puedes retenerla?” – se preocupa Mai, asombrada.

- “Está débil.” – dice Shula. – “Por ahora no será un problema.”


Krilín, con la cabeza de Pino bajo el brazo, observa el devastador combate que está teniendo lugar.


- “Tenemos que hacer algo…” – sufre el terrícola. – “O se matarán entre ellos…”


El terrícola se da cuenta de que, cerca de allí, la esfera de una estrella espera en el suelo.


Krilín la recoge.


- “Shenron…” – murmura el terrícola. – “De verdad te necesitamos…” – llora.


Piccolo propina un puñetazo a Gohan en la cara. El mestizo retrocede levemente. 


El namekiano dispara sus láseres oculares, haciendo que Gohan se cubra la cara con el brazo mientras avanza hacia su enemigo.


Piccolo aprovecha la distracción para alargar su brazo y rodearlo en la pierna de Gohan para luego lanzarlo contra la superficie de Makyo.


El namekiano concentra energía en todo su cuerpo


- “Con esto acabaré el combate de una vez por todas…” – murmura Piccolo.


Las nubes se arremolinan alrededor del namekiano, que parece convertirse en el epicentro de una tormenta.


Krilín observa al namekiano.


- “Esa técnica…” – se preocupa el terrícola. – “La he visto antes…”

- “Piccolo usó esa técnica en el 23º Torneo Mundial de Artes Marciales.” – confirma Pino.

- “¡Lo recuerdo!” – se da cuenta Krilín. – “Goku la contrarrestó con un Kamehameha especial...”


Piccolo apunta a Gohan con ambas manos.


- “¡¡MUEREEE!!” – exclama Piccolo al disparar.


Gohan espera impertérrito el ataque del namekiano, que aumenta de tamaño a medida que se precipita sobre Makyo.


En el Makai, Dabra materializa su clásica espada. La vista de Vegeta está borrosa.


- “Siento como tu energía disminuye…” – dice Dabra. – “Esta técnica que usas te está drenado por completo.”


Vegeta aprieta sus puños. 


- “Esto no ha terminado…” – gruñe el saiyajín. – “Esta técnica no fallará… ¡Por que tengo un propósito!” – exclama, avivando su aura.


Dabra no parece alarmarse.


- “Tu cuerpo es mortal.” – dice el demonio. – “Deja de fanfarronear. Tu orgullo no te salvará esta vez.”


El diablo embiste, empuñando su arma en la mano derecha.


Vegeta se pone en guardia.


- “Maldito…” – gruñe el saiyajín.


Dabra dispara una bola de fuego al suelo con su mano izquierda, levantando una gran nube de polvo.


Vegeta se cubre el rostro.


Una lanza surge de entre la polvareda y Vegeta la esquiva, sufriendo un corte en la mejilla.


- “Tsk…” – protesta el saiyajín.


Otra lanza aparece y se clava en el muslo izquierdo del saiyajín.


- “¡AH!” – exclama Vegeta.


Otra bola de fuego cae sobre Vegeta, que la esquiva saltando hacia un lado, dando una voltereta en el suelo. El humo cobre la zona.


De repente, entre las llamas aparece Dabra, dispuesto a decapitar al saiyajín de un sablazo.


Pero algo sorprende al Rey de los Demonios. Algo lo golpea y lo lanza a varios metros de distancia, rebotando sobre el suelo varias veces antes de estrellarse contra una montaña de fría roja oscura.


Alguien ha aparecido y se sitúa frente al saiyajín.


- “¿Quién…? ¿Quién eres tú?” – le pregunta Vegeta al recién llegado.


En el castillo del Makai, un gran surco ha quedado esculpido en el suelo del planeta. En el suelo, inmóvil, Son Goten, que ha perdido la parte superior de su gi.


Trunks, agotado, desciende frente a él.


Goten tose. Está vivo.


El hijo de Goku abre los ojos, que vuelven a ser negros, como es habitual


- “No te contuviste…” – sonríe Goten.

- “Tú tampoco…” – dice Trunks.

- “Gracias.” – responde Goten.


Los gemelos diabólicos aterrizan a espaldas de Trunks.


- “Ha sido entretenido.” – dice el tipo.

- “Pero se acabó…” – añade la mujer.


Trunks, sin energías, se pone en guardia. Son Goten a duras penas puede incorporarse.

domingo, 23 de enero de 2022

DBSNL // Capítulo 233: Mejores amigos

DBSNL // Capítulo 233: Mejores amigos

“¿Por qué no os calláis de una vez?”



Shiras ha salvado a Shido en el último momento y se ha presentado frente a Trunks. El viejo patrullero suelta al diablo en el suelo y le pone la mano en la espalda. De repente, las heridas de Shido desaparecen, incluso recupera su brazo cercenado, y el demonio se pone en pie como si nada.


- “Gracias, Shiras.” – dice el demonio. – “Es todo un privilegio sentir en mis carnes un poder tan misterioso como ese…” – sonríe.

- “Casi fracasas.” – dice el patrullero. – “El señor Moro no está contento.”

- “Me he dejado llevar…” – se disculpa Shido. – “Pero aún no había dicho la última palabra… Te has precipitado.”


Trunks aprieta los puños con rabia. La ira le embarga al recordar la muerte de Whis y la promesa que le hizo a Hit.


- “Shiras…” – gruñe el mestizo. – “Maldito seas…”


Shiras se centra de nuevo en Trunks.


- “Me hubiera gustado poder matar a Hit con mis propias manos… Pero voy a tener que hacértelo pagar a ti…” – dice el patrullero.


Shido da un paso atrás.


- “Me encargaré de la esfera mágica.” – dice el demonio. – “Os dejo con vuestros asuntos.”


El demonio alza el vuelo.


Trunks mira de reojo al enemigo alejarse.


- “No puedo pelear con los dos…” – piensa el mestizo. – “Espero que Reitan haya puesto la esfera a salvo.”


Shiras aprovecha ese segundo de preocupación del mestizo para aparecer frente a él y golpearle, pero Trunks se cubre con su espada, transformándose en Súper Saiyajín 2. Todo en un solo instante casi imperceptible.


- “Veo que has aprendido trucos nuevos…” – sonríe Shiras.

- “He tenido buenos maestros.” – responde Trunks.

- “Están todos muertos.” – se mofa el patrullero.


El tiempo se paraliza de nuevo, los dos se mueven en un mundo inmóvil, intercambiando golpes. Sus armas chocan en el aire.


Finalmente, ambos retroceden y, en ese instante, su alrededor sufre todos los achaques del combate a la vez, destruyendo el escenario.


Shiras se pone en guardia. 


- “Whis no está aquí para salvarte.” – le provoca el patrullero.


Trunks aprieta sus puños y se transforma en Súper Saiyajín 3.


- “Whis me regaló esta espada.” – dice el mestizo. – “La usaré para matarte.”


En Makyo, el terrible combate entre Gohan y Piccolo continúa. La ira del mestizo contrasta con la sonrisa macabra del namekiano.



Dibujado por Ipocrito



Daimaoh retrocede y dispara su “Granada de Luz” a bocajarro.


Gohan se cubre y el ataque estalla, sacudiendo el planeta.


La humareda se disipa lentamente, revelando a Gohan, impertérrito, en el centro de la explosión.


De repente, el mestizo se da cuenta de que está rodeado por un centenar de esferas de ki que flotan a su alrededor.


- “¡¡HAAAAA!!” – grita Piccolo, haciendo que todos esos ataques caigan sobre su discípulo.


Una terrible sucesión de explosiones hace estremecer Makyo.


Mientras tanto, el temblor hace que Hinoyagi, que sostenía a Baicha, afloje su agarre un instante. Ese momento lo aprovecha Mai para disparar a la diablesa, alcanzándole en lado derecho de la cara, casi en el ojo.


Baicha y la Bella Durmiente caen al suelo. El chico agarra la piedra y corre hacia Mai.


- “¡Ponte detrás de mí!” – dice ella, que no deja de apuntar a Hinoyagi.


La diablesa, furiosa y con medio rostro chamuscado invoca una bola de llamas en su mano derecha y se prepara para abrasar a los dos terrícolas, pero Shula interviene y la inmoviliza con su poder mental.


- “Basta” – gruñe el ira-aru, calmado pero asertivo.

- “¡¡KYAAAAH!!” – chilla la mujer, frustrada y furiosa.

- “Soy el Guardián de la puerta de Makyo.” – dice Shula. – “Aquí se sigue la voluntad de mi promesa.”


La gran polvareda de las explosiones aún no se ha disipado cuando un torrente de ki rojo brota de entre el polvo y sorprende a Piccolo, que a penas puede esquivarlo, perdiendo así su brazo izquierdo.


- “Vaya…” – gruñe el demonio.


Daimaoh regenera su extremidad.


Piccolo y Gohan se miran fijamente.


El namekiano parece sufrir una repentina jaqueca de la que intenta liberarse sacudiendo la cabeza. Recuerdos de su combate con Raditz. Gohan rompiendo la nave del saiyajín.


- “Cállate…” – murmura Piccolo. – “Callaos todos…”


El namekiano coloca sus dedos índice y corazón en la frente y pronto empiezan a brillar.


Su propia voz retumba en su cabeza: “Mis sentimientos están en conflicto… Voy a entrenar a alguien que en el futuro será mi peor enemigo…”


- “¡¡MUERE!!” – apunta Piccolo. – “¡¡MAKANKOSAPPO!!” – dispara.


El haz de luz perforador demoníaco se dirige a Gohan a toda velocidad.


Krilín observa el duelo mientras sostiene la cabeza de Pino en sus brazos.


- “¡¡GOHAN!!” – grita el terrícola, preocupado por el hijo de Goku.


El mestizo extiende sus manos hacia delante, una sobre la otra. El Makankosappo impacta en la palma de su mano. El saiyajín retrocede, empujado por la técnica demoníaca.


Piccolo parece sorprendido de que esté reteniendo su técnica, pero no cesa en su ataque.


Gohan sigue retrocediendo. Su mano hecha humo.


- “¡¡GRAAAAAH!!” – brama el mestizo.


De repente, un viejo recuerdo sacude la memoria del namekiano de nuevo. Piccolo se interpone entre el pequeño Gohan y el ataque de Nappa.


- “Tsk…” – duda el namekiano.


Gohan cierra su mano con la que detiene del Makankosappo y éste estalla como un globo.


El paisaje se llena de polvo. Gohan abre de nuevo su mano, ahora temblorosa y ensangrentada. El monstruo sonríe.


Una gota de sudor recorre la frente de Piccolo.


- “Maldita sea…” – gruñe el namekiano. – “¿Por qué no os calláis de una vez?”


En el Makai, Dabra y Vegeta siguen peleando. El saiyajín siente como su herida sangra mientras intercambia golpes con el enemigo.


Dabra se siente presionado por las acometidas de Vegeta y retrocede para ganar distancia e invocar un mangual con el que aporrea al saiyajín. 


Vegeta se protege golpeando la bola de pinchos con el dorso de su mano, haciéndola estallar en pedazos.


Dabra escupe una llamarada. Vegeta retrocede para evitarla.


- “¡BIG BANG ATTACK!” – contraataca el saiyajín.


Dabra materializa un escudo con el que detiene el ataque, que lo hace retroceder varios metros, formando un surco en el suelo.


Dabra y Vegeta se quedan en guardia, mirándose desafiantes. Vegeta respira con cierta dificultad; está cansado. Dabra sonríe.


Sobre el castillo del Makai, el combate entre Trunks y Goten continúa. Los dos mestizos, transformados en Súper Saiyajín 2, intercambian golpes poderosos. Miles de demonios observan desde el suelo.


Goten propina un cabezazo a Trunks, que retrocede para recuperar distancia.


El hijo de Goku prepara el Kamehameha de Roshi. 


- “Goten…” – murmura Trunks, viendo como su amigo reúne energía. – “Durante estos últimos años has entrenado más que yo… Me has superado…”


Trunks reaviva su aura. Recuerdos del Torneo Infantil de Artes Marciales.


- “Pero no te abandonaré…” – murmura el hijo de Vegeta. – “Tengo que derrotarte para poder salvarte… Saldremos de aquí…”


El mestizo extiende sus brazos en cruz. Su aura se torna esférica. Al reunir sus manos y apuntar a Goten, su aura se concentra en sus manos, que brillan intensamente.


- “¡¡FINAL…!!” – exclama Trunks.


Goten dispara. Un gigantesco Kamehameha avanza hacia Trunks mientras aumenta de tamaño.


- “¡¡…FLASH!!” – dispara el hijo de Vegeta.


Los dos ataques impactan el uno contra el otro. El tamaño de la técnica de la Escuela Tortuga es superior al de Trunks, que se hunde en el centro de la esfera azul.


Los gemelos demoníacos observan el duelo.


- “Se acabó.” – sonríe el chico.

- “Esperaba más…” – responde ella, decepcionada.


El ataque de Goten hace retroceder al de su amigo.


- “¡¡GRRR…!!” – lucha Trunks. – “Goku… Gohan… Pan… Marron…” – piensa el mestizo. – “Lo traeré de vuelta… ¡Lo prometo!”


El cabello del mestizo se eriza un poco más. Sus ojos ponen en blanco. Su musculatura aumenta.


- “¡¡HAAAAAA!!” – grita el hijo de Vegeta.


El poder de su Final Flash se incrementa. El ki que incide en el Kamehameha de Goten se torna más poderoso y logra penetrar la esfera azul. 


Los hermanos demonio se sorprenden ante el giro de los acontecimientos.


El ataque avanza disipando el Kamehameha a su paso.


Goten, sorprendido ante ese aumento repentino de poder, es engullido por el ataque de Trunks.


Una gran luz ilumina el tenebroso Makai.

domingo, 16 de enero de 2022

DBSNL // Capítulo 232: La familia de demonios

DBSNL // Capítulo 232: La familia de demonios

“¡Son Gohan no es un demonio!”



En Jinko, Trunks, transformado en Súper Saiyajín 3, y Shido se encuentran cara a cara.


- “Qué curioso…” – sonríe el demonio. – “Tu fuerza ha aumentado de forma increíble… Demasiado, diría yo.”


El arma de Shido empieza a brillar intensamente de color morado.


Trunks embiste, sabiendo que su tiempo es limitado, pero sin olvidar lo peligroso que es el enemigo.


Shido retrocede mientras detiene los espadazos del mestizo.


- “¿Tienes prisa?” – se burla el demonio.


Mientras tanto, Reitan ha volado hasta Onisen, que ha regresado a su estatura original y está curando sus heridas lentamente, aún tumbado en el suelo.


- “Vamos…” – le apresura el herajín. – “Tienes que llevarme hasta Raichi. Debemos proteger la esfera.”


Trunks usa el salto temporal para superar la defensa de Shido, que nada puede hacer ante el movimiento del mestizo, que le cercena un brazo, desarmándolo.


- “¡AAH!” – se queja el diablo.


Trunks le propina una patada en el costado que lo lanza a través de la ciudad ficticia.


El mestizo, con su mano libre, lanza un Masenko que persigue a nuestro enemigo y provoca una gran explosión.


En el laboratorio de Raichi, el doctor observa sus monitores, ahora acompañado solo de los hermanos Para, de Kamo y de Ahm.


- “¿Qué hacemos, señor?” – pregunta su sirviente.

- “No me importa la esfera…” – dice Raichi.


Los hermanos Para se sorprenden al oír al tsufur.


- “Pero… ellos…” – dice Bon.

- “Viajar a Jinko fue su decisión.” – defiende Kamo a su compatriota.


Shido se levanta. Su ropa está chamuscada y su extremidad cercenada sangra.


- “Vaya…” – sonríe de todas formas. – “Un tipo fascinante…”


El diablo siente que algo se acerca y mira a Trunks, pero antes de poder reaccionar es ensartado por la espada del mestizo, lanzada por el mestizo, que lo atraviesa y se clava en el suelo. Shido queda de pie, empalado. Sangre recorre su barbilla.


Trunks desciende frente a él.


- “Se acabó.” – dice el mestizo, retornando a su estado base. – “Has perdido.”


Shido observa detenidamente a Trunks y advierte mútiples cicatrices quirúrgicas en su brazo.


- “Tu brazo…” – murmura el demonio. – “Ha sido modificado…”


Trunks se agarra el brazo con cierta vergüenza.


- “Vaya…” – dice Shido.


El mestizo apunta Shido con esa misma mano.


- “Los androides han causado un daño irreparable a mi mundo.” – dice el mestizo. – “Pero en esta línea temporal he aprendido que son las circunstancias lo que determina quién eres.”

- “¿Tu mundo?” – abre los ojos Shido con la curiosidad de un niño – “¿Esta línea temporal?”


Una esfera se materializa en la mano de Trunks.


- “¡BIG BANG ATTACK!” – dispara.


Tras la explosión, la humareda revela solo la espada de Trunks, clavada en el suelo.


Pero el rostro del mestizo muestra horror.


- “Tú…” – dice una voz que Trunks reconoce. – “El protegido de Whis…”


Trunks se da la vuelta lentamente. 


Shiras ha llegado a Jinko. En la mano derecha sujeta su vara. Bajo el brazo izquierdo lleva a un malherido Shido, a quien ha rescatado.


En Makyo, Piccolo ha asesinado a Ten Shin Han. Krilín se acerca al namekiano para increparle.


- “¡Piccolo!” – exclama el terrícola, furioso. – “¡¿Qué has hecho?!”

- “Esto lo tenía pendiente…” – murmura el namekiano, observando el cadáver de Ten.

- “¡PICCOLO!” – insiste Krilín.


El namekiano ignora a Krilín y se dirige a Gohan.


- “¡Buen trabajo, Son Gohan!” – sonríe Piccolo. – “¡Puede que al final haya llegado el momento de unirte a la familia de demonios!”

- “Grrr…” – gruñe el mestizo.

- “¡Son Gohan no es un demonio!” – interviene Krilín.

- “Te equivocas…” – dice Piccolo. – “Puede sentir su ki… Sus ganas de matar…”


Gohan embiste. Piccolo sonríe.


El mestizo propina un puñetazo al namekiano, pero éste lo detiene extendiendo ambas manos hacia delante, una sobre otra.


- “¡¡LIBERA TU IRA SOBRE MÍ, HIJO MÍO!!” – exclama Piccolo, entusiasmado.


Gohan propina un puñetazo en la cara al namekiano, haciéndolo retroceder, pero Piccolo reacciona rápidamente devolviéndoselo, iniciando así un violento intercambio de puñetazos y patadas.


En las puertas del castillo, Hinoyagi, Shula, Mai y Baicha observan el combate.


- “Son Gohan…” – sufre Baicha.

- “La Bella Durmiente lo ha consumido…” – dice el ira-aru.

- “¡Destruyámosla!” – sugiere Mai.

- “¡Ni se os ocurra!” – protesta la diablesa.


Hinoyagi arrebata la piedra a Baicha y usa al chico de escudo humano, agarrándole del cuello.


Mai apunta a la mujer con su rifle. Shula aprieta su puño mecánico mientras intenta calmar la situación.


- “¿Qué haces?” – pregunta el ira-aru. – “Ese tipo nos matará a todos…”

- “Mi Señor no lo permitirá…” – dice Hinoyagi. – “Tenéis los días contados.” – sonríe.

- “Tú señor mató a uno de los vuestros porque dejó de pelear…” – dice Mai. – “Sois solo sus peones.”

- “Si dejó de pelear, era un desertor… ¡Lo merecía!” – responde la diablesa.


Shula da un paso hacia la diablesa, pero ella clava ligeramente sus garras en el cuello de Baicha.


- “Ni un paso más…” – amenaza ella.


En el Makai, Vegeta se abalanza sobre Dabra. El diablo materializa lanzas y se las tira, una tras otra. El saiyajín las esquiva sin detener su marcha.


Vegeta logra plantarse frente al demonio y se prepara para propinarle un puñetazo en el abdomen, pero Dabra materializa un escudo en su antebrazo y detiene el golpe.


- “Je…” – sonríe Dabra.


El demonio alza su mano, generando en ella una maza, e intenta aporrear a Vegeta, que se ve obligado a retroceder.


Acto seguido, el demonio materializa un centenar de kunai sobre el saiyajín y los hace llover.


Vegeta reaviva su aura, generando una onda expansiva de ki invisible que repele los kunai.


En el castillo del Makai, Trunks y Goten se encuentran cara a cara. El hijo de Goku ha sido poseído por la mordida de la diablesa.


Los dos demonios grandullones han quedado fuera de combate. Los dos hermanos de cabello blanco siguen en pie, observando el nuevo duelo.


- “Tu amigo será una adición útil a la familia de demonios…” – dice la diablesa.

- “Un sirviente de primera.” – dice el demonio.


Trunks frunce el ceño.


- “Goten…” – dice el hijo de Vegeta. – “Sé que estás ahí… ¡No dejes que te controlen!”


Goten embiste a su amigo, que esquiva el golpe mientras retrocede.


- “¡GOTEN!” – insiste el mestizo. 


Pero el hermano de Gohan no parece oír las súplicas de su amigo, pues sigue atacándole. Trunks se limita a evitarlo.


- “¡¿Es que no me reconoces?!” – insiste Trunks. – “¡Soy Trunks! ¡Soy tu amigo!”


Goten prepara un Kamehameha.


- “Goten…” – murmura Trunks con pena. – “¡¡PIENSA EN MARRON!!”


Durante un breve instante, Trunks puede ver la duda en los ojos de Goten. Pero el chico termina disparando su Kamehameha.


Trunks esquiva el ataque apartándose hacia un lado.


- “Como en los viejos tiempos…” – fuerza una sonrisa el mestizo, con nostalgia y dolor, recordando su pelea con Goten en el Torneo Infantil de Artes Marciales.


Goten embiste. Trunks también. Los dos impactan el uno contra el otro, chocando sus antebrazos.


Los demonios observan el combate.


- “¿Por quién apuestas, hermanito?” – pregunta ella.

- “Tu chico ganará.” – dice el demonio.

- “Qué aburrido eres…” – protesta la diablesa. – “Si los dos vamos al mismo no tiene emoción.”


Mientras tanto, en lo más profundo del Makai, Son Goku se encuentra confinado en una columna de hielo. En su mente, Goku camina entre tinieblas sin saber dónde se encuentra, confuso y desorientado.


- “¿Dónde estoy?” – se pregunta el saiyajín, que puede ver su aliento congelarse al respirar. – “Qué frío…”

domingo, 9 de enero de 2022

DBSNL // Capítulo 231: Traiciones

DBSNL // Capítulo 231: Traiciones

“Es nuestra única opción.”



En Jinko, Shido continúa avanzando hacia la torre central.


Onisen se materializa frente a él y aumenta de tamaño, convirtiéndose en una bestia gigantesca que se dispone a atrapar al diablo en su mano.


Su manaza se cierra alrededor del diablo, pero de repente, la extremidad del androide es cortada en múltiples trozos y Shido sigue con su acometida, ahora volando, espada en mano, directamente hacia Onisen.


Las piedras shintai de la creación de Raichi se iluminan. Onisen abre sus fauces y dispara.


Un torrente de ki verde emana de la boca del androide a bocajarro frente a Shido.


El diablo extiende su arma y el ki de Onisen desaparece a medida que él avanza.


Shido se introduce en la boca del androide y termina atravesándola. La creación tsufur se desploma contra el suelo, soterrando varios bloques de edificios.


El diablo entra en la torre creando un agujero en la pared. A su izquierda, un pilar metálico presenta la Dragon Ball de siete estrellas.


- “Aquí está” – sonríe Shido.


El diablo camina hacia su objetivo cuando, de repente, la espada de Trunks atraviesa la pared y pasa volando a escasos centímetros de la nariz de Shido, incrustándose en la pared de enfrente.


Shido mira la espada, sorprendido y, antes de que pueda reaccionar, Trunks, transformado en Súper Saiyajín 3, sigue a su arma y propina una patada en la nuca de Shido, haciéndole abandonar el edificio por la pared que tenía clavada la espada.


Trunks reclama su arma mientras observa al demonio atravesar varios edificios desde la cornisa formada por la pared caída.


Reitan llega unos segundos más tarde.


- “Coge la esfera.” – dice el saiyajín. – “Esperemos que Onisen pueda llevarte a otro planeta.”

- “¿Vas a pelear contra él tú solo?” – pregunta Reitan, preocupado.

- “Lo más importante es que Moro no consiga las Dragon Balls.” – dice el saiyajín. – “Yo estaré bien.”


El herajín agarra la esfera.


- “Buena suerte, Trunks.” – se despide Reitan antes de salir volando hacia Onisen.


Trunks no responde. Su atención está puesta en el enemigo, que se eleva lentamente con una pícara media sonrisa mientras se masajea la nuca.


- “Vaya, vaya…” – dice Shido. – “Así que escondías otro truco…”


En el planeta Makyo, Krilín, Ten Shin Han y Pino tienen un plan.


- “Ten…” – dice Krilín, preocupado. – “Lo que nos pides…”

- “Es nuestra única opción.” – responde Ten. – “Confiad en mí.”

- “Los cálculos son plausibles.” – dice Pino.


Krilín se pone en guardia pese a no estar de acuerdo.


- “Está en tus manos, Ten.” – dice el terrícola.


Ten fuerza una media sonrisa.


- “Reunid las Dragon Balls y todo irá bien.” – dice el guerrero de tres ojos.

- “Je…” – sonríe Krilín.


Pino se pone en guardia.


- “¡Vamos!” – dice el androide.


Krilín y Pino embisten a Gohan, que los mira con desdén.


Mientras tanto, en las puertas del castillo, Hinoyagi ha llegado y casi se desmaya frente a Shula, Mai y Baicha; se desploma contra el suelo.


- “Vuestro amigo…” – dice la diablesa. – “La Bella Durmiente…”

- “Lo sabía…” – se preocupa Shula. – “¿De dónde habéis sacado una?”

- “¿La piedra?” – pregunta Mai, confusa. – “Nos la dio Uranai Baba, una bruja de la Tierra…”

- “¿Por qué os daría algo tan peligroso?” – se extraña el ira-aru.

- “No nos dijo qué hacer con ella…” – añade Mai.

- “Esto es muy extraño…” – refunfuña Shula.


En el planeta de Kaiosama, Piccolo y el Dios del Norte siguen atentos a lo ocurrido.


- “El hijo de Goku los matará a todos.” – dice el namekiano. – “Lo entrené yo, después de todo… Pronto formará parte de la familia de demonios.”

- “¿Es orgullo lo que siento en tus palabras?” – dice Kaiosama, con retintín.


Krilín corre hacia Gohan y, usando un poderoso blast de ki con ambas manos contra el suelo, se eleva, dejando paso a los puños voladores de Pino.


Los puños agarran a Gohan y emiten una violenta descarga eléctrica que poco parece afectar al mestizo.


Krilín, desde el cielo, prepara un Kamehameha que lanza contra el mestizo.


Gohan eleva su ki, sacudiéndose las manos de Pino, y se da la vuelta para desviar la técnica de la escuela tortuga con el canto de la mano.


Gohan embiste a Krilín y se coloca frente a él, puño en alto. Las miradas de los dos amigos se encuentran. El mestizo sacude la cabeza con rabia.


- “¿Gohan?” – pregunta Krilín, al reconocer de nuevo al hijo de su mejor amigo.


Antes de que el mestizo pueda reaccionar, Pino se abalanza sobre él, aprovechando su ausencia de ki detectable, y le agarra la cola, tirando de ella con todas sus fuerzas.


- “¡¡HAAAA!!” – exclama el androide.


Pero nada sucede. Pino no cuenta con la suficiente fuerza.


Gohan se da la vuelta rápidamente y golpea con el reverso del puño a Pino, arrancándole la cabeza al androide.


El cuerpo de Pino se precipita inerte sobre la fría superficie del planeta.


- “¡PINO!” – exclama Krilín.


Gohan mira de nuevo a Krilín y esta vez parece dispuesto a matar al terrícola.


- “¡¡TEN!!” – exclama Krilín. – “¡¡HAZLO YA!!”


En el suelo, el aura de Ten Shin Han brilla de color rojizo. Su musculatura ha aumentado. Sus pupilas se difuminan. El suelo se resquebraja bajo sus pies como si su masa hubiera aumentado.


El terrícola apunta con sus cuatro brazos al simiesco Gohan.


- “¡¡¡SHIN MAFUBA!!!” – grita el guerrero de tres ojos.


El torbellino verdoso de la técnica del Maestro Mutaito avanza hacia el mestizo. Krilín se aparta rápidamente.


El ataque engulle a Gohan, que intenta retroceder, pero cuanto más se esfuerza, más fuerte tira de él la técnica de Ten.


Krilín, ahora en tierra firme, observa la escena.


- “Funciona…” – murmura el terrícola.


El cuerpo de Ten sufre un terrible sobreesfuerzo. Sus músculos se rompen bajo su piel, pero él no cede.


- “GRRR… ¡¡GRRRRAAAAAH!!” – gruñe el guerrero.


Frente a él, a varios metros de distancia, el guerrero ha colocado una pequeña botella de refresco en el suelo.


En el planeta de Kaiosama, Piccolo sufre al ver la técnica que tanto le martirizó en el pasado.


Por la mente de Ten Shin Han se cruzan recuerdos del torneo en el que se enfrentó a Goku, de su combate y entrenamiento con Roshi, su combate contra Piccolo Daimaoh en el que intervino Goku, su muerte ante Nappa, su intento de detener a Cell y posterior rescate de Goku.


- “Siempre has estado ahí, Son Goku…” – piensa el terrícola. – “Siempre dispuesto a salvarnos…”


En su rostro se esboza una melancólica media sonrisa.


- “Esta vez es nuestro turno…” – piensa Ten. – “Lo daremos todo para salvar el Universo… y a tu hijo…”


Gohan dispara un blast de ki a Ten Shin Han, intentando así liberarse de la atracción de su técnica.


El cuerpo de Pino se interpone en su camino, recibiendo el impacto. Su cuerpo estalla y las piezas llueven sobre Makyo.


Ten pone en su técnica todo lo que le queda.


- “¡¡GRAAAAAAAAAH!!” – brama el terrícola.


Gohan es atrapado por completo por el torbellino y es proyectado hacia la botella.


Pero en el último instante, el Mafuba se desvanece. Gohan queda a pocos metros de la botella, desconcertado.


La boca de Ten revela sangre que se derrama por su barbilla.


Detrás de él, Piccolo Daimaoh, que le ha atravesado el pecho con su garra.


- “Ah… ah…” – gime Ten antes de desplomarse contra el suelo.


Piccolo mira el cadáver del terrícola.


- “Casi arruináis la fiesta…” – dice el namekiano.


En la puerta del castillo, los presentes se asustan.


- “Es… Piccolo…” – dice Mai.

- “Su ki es terrible…” – dice Shula.


Hinoyagi abre los ojos.


- “¿Piccolo?” – se pregunta ella. – “¿Qué hace aquí?”


En el Makai, Vegeta y Dabra se encuentran cara a cara.


El demonio alza su mano y apunta a Vegeta. El saiyajín ataca.

De repente, un aluvión de cuchillos se materializa frente a Dabra y son proyectado hacia el saiyajín, sorprendiéndolo y obligándolo a detenerse para repeler unas dagas y evadir otras tantas.


Dabra sonríe.


El demonio alza su mano hacia el cielo y materializa un gigantesco yunque que cae sobre el saiyajín. 


Vegeta utiliza el Shunkanido para evadirlo y reaparecer detrás del demonio, listo para propinarle un puñetazo, pero éste se revuelve y escupe al saiyajín, obligándolo a esquivar el salivajo y a retroceder.


Los dos se miran. Dabra sonríe de forma pícara. Vegeta se ha dado cuenta de que este combate será más difícil de lo que esperaba.


En el castillo del Makai, Trunks y Goten pelean contra los cuatro demonios. La diablesa y el grandullón con cuernos de toro castigan a Goten, los otros dos avasallan a Trunks.


Goten se defiende de los golpes de la diablesa.


- “Eres un chico muy apuesto…” – coquetea ella.

- “Tengo novia.” – replica Goten.


El grandullón carga contra él por la espalda y le golpea.


Ahora los dos enemigos atosigan al mestizo con una combinación de patadas y puñetazos.


- “Maldita sea…” – sufre Goten. – “¡Se acabó!” – exclama.


Goten aviva su aura y empuja con su ki a los dos demonios.


El grandullón astado ataca de nuevo, dispuesto a propinarle un puñetazo, pero Goten se agacha para esquivarlo.


- “¡¡BANKOKU BIKKURI KEN!!” – contraataca Goten, cargando su puño con la extraña energía eléctrica de la técnica de Roshi de nombre parecido.


El puñetazo impacta en el estómago del diablo y la corriente se extiende por todo su cuerpo, dejándolo inmovilizado en una continua tortura eléctrica.


- “¡Ha funcionado!” – sonríe Goten.


Pero en ese instante, la diablesa se abalanza sobre él por la espalda y le muerde el cuello, clavando sus colmillos en el hijo de Goku.


- “¡AH!” – grita él.


Mientras tanto, Trunks es avasallado por sus enemigos.


- “Sois muy apetitosos…” – dice el hermano de la diablesa.


El grandullón agarra el brazo de Trunks, pero el mestizo dispara a bocajarro y logra liberarse.


De entre la polvareda aparece el demonio de pelo blanco para propinar una doble patada en la cara del mestizo, dejándolo atontado.


El grandullón ahora sorprende a Trunks por la espalda y le agarra un pie, y con su otra mano le agarra de la cabeza, colocando al mestizo sobre su cabeza, arqueándole así la espalda hacia atrás.


- “¡KYAAAH!” – sufre el hijo de Vegeta.


El chico genera dos esferas de ki, una en cada mano, y acto seguido las deja caer.


Las esferas descienden medio metro antes de estallar, sorprendiendo al demonio, que recibe una explosión frente a su pecho y otra en su espalda, soltando al mestizo.


Trunks se revuelve y se aleja del enemigo para poder atacar. El guerrero apunta al demonio con sus dedos índice y anular, con su pulgar levantado, imitando una pistola, agarrando su brazo extendido con la otra. Una minúscula esfera de ki se forma en sus dedos.


- “¡¡HOI-POI BLAST!!” – dispara el mestizo.


La esfera es proyectada hacia el enemigo que la espera con burla.


- “Ju…” – ríe el grandullón.

- “Je…” – ríe Trunks.


De repente, a escasos centímetros del enemigo, la esfera se torna gigantesca, empujando al enemigo, y luego estalla con una fuerza devastadora.


En ese instante, Trunks se fija en su compañero, que está siendo mordido por la diablesa.


- “¡¡GOTEN!!” – exclama el mestizo, que se embiste a la enemiga con los pies por delante, apartándola de su compañero. – “¡¿Estás bien?!” – le pregunta a Goten.


Goten parece adormilado; ausente.


- “¡¿Qué le has hecho?!” – pregunta el hijo de Vegeta.


La pareja de hermanos diabólicos se reúne frente a él. Los dos sonríen.


De repente, Goten abre los ojos. Sus pupilas son rosadas.


- “¡Goten!” – exclama Trunks, contento de verle consciente de nuevo.


Pero el hijo de Goku propina un puñetazo en la nariz de Trunks.


- “¡¿Qué haces?!” – retrocede el hijo de Bulma.

- “Ju, ju, ju…” – ríe el diablo.

- “Le he hecho un pequeño regalo…” – dice ella.


Goten sonríe de forma terrorífica.


- “Goten… No…” – sufre su amigo del alma.