domingo, 31 de marzo de 2019

ESPECIAL DBSNL /// Kingdom come // Universos 3, 5, 6 y 7 / Parte II: Subordinados

Kingdom come / Parte II: Subordinados
“No puedo soportar esta humillación ni un minuto más”


Una nave Imperial sobrevuela el planeta Vegeta.

Vegeta y Páragus, vestidos con armaduras del Imperio, caminan por el largo pasillo principal de la nave escoltados por soldados de Freezer.

En una enorme sala con un gigantesco ojo de buey, el tirano les espera sentado en su trono flotante y admirando el paisaje, acompañado de sus dos hombres de confianza: Zarbon y Dodoria.

Los dos saiyajín son recibidos y enseguida se arrodillan ante el tirano.

- “Señor Freezer” – saluda el Rey Vegeta mirando al suelo.
- “Rey Vegeta…” – responde el demonio del frío en tono sarcástico sin ni siquiera darse la vuelta.
- “Le informamos de que la conquista del planeta Enki ha sido un éxito” – anuncia el Rey.
- “Impresionante” – responde Freezer complacido. – “No esperaba esa noticia tan pronto.”
- “Me alegra complacerle, señor” – dice el Rey, intentando articular esas palabras con la mayor naturalidad posible.
- “Cinco planetas más estarán en sus manos en unos pocos días.” – añade Páragus.
- “Celebro esa noticia” – responde Freezer. – “Os doy mi enhorabuena”.
- “Gracias, señor” – responde el Rey.
- “Podéis retiraros” – sentencia Freezer.

Los dos saiyajín abandonan la sala dejando al tirano a solas con sus hombres.

- “Parece que al final han sido una incorporación muy provechosa” – se burla Dodoria.  Y la tecnología tsufur es una maravilla  añade mientras estira el cuello elástico de su armadura.

Su compañero no parece convencido.

- “¿Qué ocurre, Zarbon?” – le pregunta Freezer.
- “Sus resultados son cada vez mejores” – responde el soldado.
- “¿Y eso es malo?” – pregunta Dodoria confuso.
- “Parece que cada vez son más fuertes” – insiste Zarbon. – “Es como si su fuerza aumentara con cada derrota. Además, parece que cada nueva generación tiene un potencial mayor que la anterior.”
- “¿Lo dices por ese mocoso hijo del Rey?” – pregunta Dodoria, que no se toma en serio a su compañero.
- “El joven Vegeta está muy por encima de la media” – responde Zarbon. – “Si en un futuro ascendiese al trono y convenciera a los demás para luchar, podría ser un problema.”
- “¡Jajaja!” – se ríe Dodoria. – “¿Crees que esos animales son capaces de plantarnos cara? Te tenía por alguien más valiente, Zarbon.”
- “No soy ajeno a esa idea” – le interrumpe Freezer. – “De momento, son útiles. Disfrutan peleando y masacrando planetas, y yo les premio por ello. Están controlados.” – sentencia esbozando una sonrisa.

Vegeta y Páragus bajan de la nave que los ha llevado de vuelta al Palacio Real y caminan hacia la sala del trono.

- “No puedo soportar esta humillación ni un minuto más” – refunfuña Páragus.
- “Tranquilo, amigo” – intenta calmarle Vegeta. – “De momento Freezer está cumpliendo su palabra. Incluso nos ha dejado mantener el nombre del planeta.”
- “No dejes que tu ego te ciegue, Vegeta” – responde Páragus. – “Está jugando con nosotros.”
- “¡¿Crees que no lo sé?!” – exclama el Rey, que no puede fingir más. – “Las cosas nos están saliendo bien. ¡Los muy idiotas nos están entrenando! ¡Nos han facilitado todas las herramientas que los llevarán a su caída!”
- “Es cierto que los bebés de infiltración y los niños soldado están funcionando” – dice Páragus. – “Nuestros hombres son cada vez más fuertes. Pero estamos perdiendo nuestra tradición. ¡El espíritu de nuestra raza está cayendo presa de las comodidades que nos ofrece el Imperio! ¡Se les está olvidando el objetivo de todo esto!”
- “Siguen siendo saiyajín” – responde el Rey.
- “¡No lo tengo tan claro!” – le increpa Páragus. – “Si dejan de ver al Imperio como el enemigo, seremos esclavos para siempre.”

Vegeta llega hasta el trono y se sienta en él, cabizbajo y pensativo.

- “¿Qué propones?” – pregunta el Rey.
- “La leyenda del Súper Saiyajín puede darnos esperanza.” – responde Páragus.
- “¿Otra vez con eso?” – suspira Vegeta. – “Son historias para niños.”
- “Tu hijo es el mejor ejemplo de que cada vez somos más fuertes.” – insiste Páragus. – “Siendo un crío ya tiene más fuerza que muchos de nuestros mejores hombres.”
- “Ha entrenado muy duro” – responde el Rey.
- “Parece que él sí entiende lo que hay en juego.” – dice Páragus.
- “¡Suficiente!” – exclama Vegeta poniéndose en pie.

Páragus no se deja intimidar.

- “¡Necesitamos al Súper Saiyajín!” – exclama Páragus.
- “¡Estoy haciéndolo lo mejor que puedo!” – responde el Rey golpeando el reposabrazos del trono de piedra y partiéndolo. – “¡No puedo hacerlo solo, Páragus!”
- “No tienes que hacerlo solo” – responde Páragus suavizando su tono. – “Intento ayudarte.”

De repente, el scouter del Rey le alerta de una comunicación entrante. Vegeta lo agarra de su cinturón y se lo coloca en la oreja.

- “Está bien, déjale pasar” – dice el Rey.

Las gigantescas puertas de la sala se abren para dar paso a un saiyajín fortachón.

- “Bienvenido, Nappa” – dice el Rey. – “¿Ha ido todo bien?”
- “Su Majestad” – saluda Nappa colocando el puño en su pecho, sobre su corazón. – “La misión ha sido un éxito. El Príncipe Vegeta sigue sorprendiéndome cada día.”
- “Eso son buenas noticias” – suspira Vegeta.
- “Muy buenas” – añade Páragus.

El dispositivo del Rey vuelve a emitir una señal y éste responde. El mensaje parece preocuparle.

- “¿Qué ocurre?” – pregunta su hombre de confianza.
- “Hay problemas en el planeta Seth” – dice Vegeta.
- “¿Quién está ahí?” – pregunta Páragus.
- “El equipo de Bardock” – responde el Rey.
- “Son guerreros de clase baja, pero no deberían tener problemas…” – reflexiona Páragus.
- “Deje que yo me encargue, señor” – interviene Nappa.

Páragus y Vegeta escuchan al soldado.

- “Mi próxima misión es dentro de cinco días.” – explica Nappa. – “En ese tiempo puedo viajar hasta Seth y solucionar el problema.”
- “¿Estás seguro?” – pregunta Páragus.
- “Sí, señor” – responde Nappa. – “Incluso puede que esos dos debiluchos aprendan algo.” – se burla confiado.

El Rey Vegeta accede a la propuesta de Nappa y éste se marcha con intención de prepararse para la misión.

Al abandonar la sala del trono, el guerrero saiyajín se topa topa con el Príncipe Vegeta.

- “¿A dónde vas?” – le pregunta el joven.
- “Voy a encargarme de un asunto en Seth” – responde Nappa. – “Pero estaré de vuelta para nuestra próxima misión.”
- “Eso espero” – responde Vegeta con soberbia. – “O me marcharé sin ti”.
- “Sí, señor” – asiente Nappa.

El joven Príncipe sigue caminando hacia la sala del trono y ahora se cruza con Páragus.

- “¡Príncipe Vegeta!” – saluda el saiyajín.
- “Tío Páragus” – responde el Príncipe sin detenerse.
- “Ya he oído las nuevas” – le felicita Páragus. – “¡Enhorabuena por la victoria!”
- “Fue fácil” – responde Vegeta.
- “A este paso, ¡puede que te conviertas en el Súper Saiyajín de la leyenda!” – dice su tío.

Vegeta detiene el paso.

- “Siempre hablas de esa historia” – dice el Príncipe. – “Es solo un mito.”
- “Es un conocimiento que se ha transmitido de generación en generación” – responde Páragus. – “El Súper Saiyajín aparece cada mil años. ¿Quién sabe? Puede que tú seas ese súper guerrero.”
- “Un Súper Saiyajín…” – murmura Vegeta.

En ese instante, el Rey interrumpe la conversación.

- “¡Páragus!” – exclama el Rey. – “Basta de cháchara.”
- “Padre” – saluda el Príncipe.
- “Tenemos mucho de qué hablar” – dice el Rey.

Páragus se aleja, pero el joven Vegeta sigue observándole de reojo. Sin duda esa historia ha despertado cierto interés en él.

miércoles, 27 de marzo de 2019

DBSNL // Capítulo 87: Vuelta a empezar

DBSNL // Capítulo 87: Vuelta a empezar
“No tengo poder para salvarlos a todos”


Nuestros amigos han escapado momentáneamente del derrumbe y han aparecido en la Atalaya de Kamisama, donde Dende y Mr. Popo se sobresaltan al ver a todos esos luchadores aparecer de la nada en su jardín.

- “¡Son Goku!” – exclama Dende.
- “¿Qué ha pasado?” – pregunta Mr. Popo.

Dende ve a Freezer y a Cell y retrocede con miedo.

- “¿¡Qué hacéis vosotros aquí!?” – exclama el Dios de la Tierra.

Freezer le reconoce y sonríe.

- “¿Esta rata es vuestro Dios?” – se burla el demonio del frío. – “Sin duda sois un planeta decadente”.

Whis les interrumpe.

- “No hay tiempo que perder” – les apresura. – “Es posible que podamos estabilizar este universo con la fuerza del Dai Kaiohsin y el Hakaishin” – explica Whis.

Piccolo da un paso al frente.

- “Pero el señor Beerus...” – dice preocupado antes de mirar a Freezer.
- “¿Queréis mi ayuda?” – se burla el demonio.
- “Si no nos ayudas, moriremos todos” – interviene Mirai Trunks.
- “¡Soy inmortal!” – responde Freezer.
- “El Universo desaparecerá” – le corrige Whis. – “La inmortalidad no te salvará de ésta.”

Freezer hace una mueca de desagrado.

- “Freezer...” – murmura Gohan. – “Eres egoísta, cruel y malvado... pero no eres idiota”.

El Hakaishin suspira y se acerca a Whis.

- “¿Qué tengo que hacer?” – pregunta fingiendo desinterés.

Whis sonríe al ver que el tirano ha claudicado.

- “Tú y Piccolo debéis poner vuestras manos en mi espalda” – les dice el ángel.

El namekiano y Freezer colocan su mano derecha sobre el ángel, mientras éste alza su vara con ambas manos.

- “¡Espera!” – les interrumpe Hit. – “¿Significa esto que el resto de Universos desaparecerán?”
- “No tengo poder para salvarlos a todos” – responde Whis.
- “Mi familia...” – se lamenta Hit mientras se deja caer de rodillas.
- “Lo siento... Hit...” – tartamudea una débil voz.

Son Goku ha recuperado parcialmente el conocimiento.

- “Parece que he fracasado” – se lamenta el saiyajín.

El asesino observa a su alrededor y puede sentir la amargura en el corazón de todos.

- “No puedo culparte por esto” – responde el asesino. – “Hemos luchado hasta el final. Intenté cambiar mi historia una vez, pero el destino es cruel e implacable...” – reflexiona. – “Hazlo, ángel.” – sentencia.

Whis siente respeto las palabras del asesino.

- “Eres un hombre honorable, Hit del universo 5.” – asiente el ángel.

La vara de Whis brilla intensamente y éste la clava en el suelo, emitiendo una fuerte luz verde que inunda el planeta y se extiende más allá, a través del espacio, por todo el Universo 7.

En unos instantes, todo ha dejado de temblar. Parece que la calma ha vuelto al universo.

De repente, decenas de luces se acercan a la atalaya.

- “¿Qué es eso?” – se pregunta Toppo.
- “Se acerca alguien” – confirma Jiren.
- “¡Son nuestros amigos!” – exclama Goten.

Ten Shin Han, Chaoz, Yamcha, Krilín, Lápis, Lázuli, Shin y Kibito se han apresurado a volar hasta la atalaya cuando han percibido el ki de sus amigos en la Tierra.

Todos aterrizan en la atalaya y abrazan a los supervivientes.

- “¡Estáis todos bien!” – exclama Krilín con lágrimas en los ojos.

Pero todos se detienen al ver a sus viejos enemigos.

- “Free... Freezer...” – titubea Krilín.
- “Cell...” – murmura la Número 18.
- “¿Qué hacen ellos aquí?” – se pregunta el Número 17.

Freezer y Cell dan un paso al frente.

- “¡El terrícola!” – exclama Freezer mientras extiende su mano hacia Krilín.
- “Los androides...” – murmura el insecto. – “Me pregunto qué ocurriría si os absorbiera otra vez...”

Los recién llegados se ponen en guardia.

- “Dejadlo ya, chicos” – interviene un sonriente Goku sin fuerzas.
- “La verdad es que ambos nos han ayudado mucho” – añade Piccolo.

Los humanos se miran desconcertados.

- “¿Ellos?” – se pregunta Ten.
- “¿Han ayudado?” – murmura Yamcha.

En ese momento, un avión con el logotipo de la Corporación Cápsula se acerca a la atalaya.

- “Se acerca una nave” – dice Hit.
- “Más visitas” – confirma Jaco.
- “¡Es mamá!” – exclama Trunks.

El avión aterriza en la atalaya y nuestros amigos restantes se unen a la bienvenida. Gyuma, Roshi, Chichi, Bulma, Bra, Marron, Suno, Hatchan, Videl, Pan, Mai y Satán.

- “Ha sido notar vuestra presencia y esos sinvergüenzas nos han dejado tirados” – se queja Bulma.

La mayoría tienen la misma reacción que han tenido sus amigos al ver a Freezer y Cell, y los supervivientes se ven obligados a dar explicaciones de nuevo.

Krilín reparte semillas senzu a todos los guerreros, que se recuperan de sus heridas en un instante.

- “Así que esto era lo que usabais en el torneo...” – murmura Jiren.
- “¡Qué propiedades tan curiosas!” – exclama Jaco.

Bulma, con Bra en brazos, abraza con fuerza a Trunks y a Vegeta.

- “Te dije que ganaríamos” – fanfarronea Vegeta.
- “Mamá, hay mucha gente...” – se queja Trunks.

Después, Bulma abraza a Mirai Trunks.

- “Mamá...” – llora el muchacho, recordando que jamás podrá volver al mundo por el que tanto ha luchado.

Chichí se abalanza sobre Goten.

- “¿Estás bien?” – le pregunta Chichi mientras le inspecciona de pies a cabeza. – “¿Te han hecho daño?”

Videl, sosteniendo a la pequeña Pan, se funde en un tierno abrazo con Gohan.

- “Pensé que no volvería a verte” – llora la hija de Satán.
- “Ya estoy aquí” – le susurra Gohan.
- “Ha luchado por vosotras hasta el último momento” – interviene Piccolo.

Videl mira al namekiano y le abraza de repente. Piccolo se sonroja al sentirse incómodo.

- “Gracias por cuidar de él, Piccolo” – le dice Videl.
- “No hay... No hay de qué...” – responde el namekiano avergonzado.

Satán corre y abraza a Mr. Bu.

- “¡BU! ¿Estás bien?” – exclama Satán al abrazarle. – “¿Qué ha pasado? ¡Vuelves a ser como antes!” – se extraña al verle de nuevo gordinflón.
- “Me alegro de verte, Satán” – responde Bu. – “Pero, ¡tengo hambre!”

Shin y Kibito se acercan a Zamas.

- “Me alegro de verte de vuelta, Zamas” – le da la bienvenida Shin.
- “Gracias” – responde tímidamente Zamas.

Piccolo se acerca y pone su mano en el hombro del Kaioshin del Norte.

- “Ha luchado con valentía por nuestro universo” – dice Piccolo.

Zamas sonríe. Kibito hace una mueca de desconfianza hacia el Kaioshin, pues sus sentimientos siguen siendo contrarios.

Krilín se abraza a Son Goku.

- “¡Goku!” – exclama su viejo amigo. – “¿Ha sido muy difícil?”
- “Creo que tenemos mucho que contaros” – responde Goku.
- “¡Son Goku!” – les interrumpe una voz femenina enfadada, que deja a todos en silencio.

Chichi se acerca a Goku y parece molesta.

- “¿Qué ocurre?” – se pone nervioso el saiyajín. – “¿Qué he hecho mal?”

Su mujer se acerca a él y al final le abraza.

- “Me has hecho sufrir” – murmura la mujer entre lágrimas. – “Te quiero”.

Son Goku la abraza y sonríe tiernamente.

- “Yo también te quiero, Chichi” – responde Goku.

Jiren, Toppo, Jaco y Hit observan la escena con una sonrisa. El asesino ve en los ojos de Goku el amor que él mismo siente por su familia y una lágrima furtiva se desliza por su mejilla. Al darse cuenta, el asesino se apresura en ocultarla.

Krilín mira a su alrededor y hace una pregunta que entristece a todos al instante.

- “¿Dónde está el señor Beerus?” – pregunta inocentemente.

Tras un largo silencio, Vegeta responde.

- “Se sacrificó para darnos una oportunidad” – responde el saiyajín.
- “Le debemos nuestra vida” – añade Goku.

Freezer se aleja asqueado ante tanto sentimentalismo.

- “¡Me largo de aquí!” – dice Freezer. – “Vais a hacerme vomitar con tantas muestras de cariño”.

Cell también se ha apartado del grupo y contempla la Tierra desde el límite de la atalaya.

- “¿Dónde irás?” – le pregunta Goku.
- “Creo que me quedan muchos niveles que superar” – responde el insecto con una sonrisa confiada. – “Cuando esté a tu nivel, nos volveremos a ver, Son Goku”.

Goku sonríe.

- “Te esperaré con ansias” – responde el saiyajín.

El insecto abre sus alas y abandona la atalaya con su zumbido característico.

- “¿De verdad vas a dejarle marchar?” – duda Krilín.
- “Nos ha ayudado” – responde Goku.
- “No engañas a nadie” – interrumpe Vegeta. – “Quieres volver a pelear con él, ¿no es cierto?”
- “Puede ser” – sonríe Goku.

Freezer también se prepara para marcharse.

- “Espera” – le interrumpe Whis.
- “¿Qué ocurre ahora?” – pregunta el tirano.
- “No puedo dejar que te vayas con el poder del Hakaishin” – le dice el ángel.

Freezer se da la vuelta y regresa junto a Whis.

- “Quédatelo” – responde el tirano despreciando el puesto. – “No tengo ningún interés en conservar este ridículo título. Sólo quería su poder para lograr mi venganza.”
- “¿Y ya no quieres vengarte?” – le pregunta Piccolo, que se une a la conversación.
- “Jujuju” – ríe Freezer. – “Prefiero que viváis con esa incertidumbre” – responde en tono burlón.

Whis extiende su mano y absorbe el poder destructor de Freezer.

Son Goku y Vegeta se acercan al tirano.

- “¡Freezer!” – exclama Goku. – “Si intentas algo, sabes que estaremos aquí para detenerte.”
- “No podréis detenerme siempre” – responde Freezer.
- “Ponnos a prueba” – responde Vegeta.
- “Jujuju” – ríe el tirano de nuevo. – “Va a ser interesante”.

Freezer se aleja hasta el borde de la atalaya y mira al cielo.

- “¡Hasta otra, monos!” – exclama antes de salir volando hacia el espacio ante la mirada atenta y sonriente de Goku y Vegeta.

Whis se acerca a Champa y extiende su mano hacia a él, recitando unas palabras en la lengua de los Dioses.

De repente, el cuerpo del felino brilla intensamente y sobre él aparece el ropaje de Dios de la destrucción.

- “Tal y como el señor Beerus habría querido” – sonríe Whis.

El nuevo Hakaishin se mira las manos y la vestimenta de Dios y sonríe nostálgicamente recordando a su hermano.

- “No te defraudaré, hermano” – murmura.

Jiren se acerca a Goku y le ofrece su mano.

- “Yo también me voy” – dice Jiren.
- “Ha sido un placer, Jiren” – responde Goku.
- “¿Dónde vas?” – le pregunta Vegeta.
- “Quiero averiguar qué ocurrió con mi raza en este mundo” – responde el luchador del Universo 2. – “Además, creo que tengo mucho sobre lo que reflexionar.”

Piccolo se acerca al otro luchador del Universo 2.

- “¿Qué harás tú, Toppo?” – le pregunta Piccolo.
- “Aún no lo tengo claro” – responde el gigantón. – “El viaje de Jiren es una empresa que debe tomar sólo”.

Jiren se da la vuelta y se eleva unos centímetros, pero Son Goku le interrumpe.

- “¡Jiren!” – le llama el saiyajín. – “El torneo ha terminado sin que nos hayamos enfrentado.” – le dice insinuando que quiere desafiarle.
- “No tengo ningún interés en enfrentarme a ti” – responde Jiren. – “Te habría ganado fácilmente en un enfrentamiento directo” – añade sonriendo.

Son Goku sonríe mientras Jiren se aleja hacia el espacio.

- “Eso habrá que verlo” – murmura Goku.
- “Puede que algún día” – responde Jiren antes de marcharse volando hacia el espacio.