domingo, 10 de enero de 2021

DBZ - SAGA BU REWRITE / Capítulo 15: Trunks

DBZ - Saga Bu Rewrite / Capítulo 15: Trunks



En la Atalaya de Kamisama, Piccolo se ha adentrado en el palacio seguido por Majin Bu. El namekiano guía al monstruo a través de los pasillos del templo.


- “Es por aquí” – dice Piccolo.


Krilín y los demás observan la escena.


- “¿Piccolo va a hacerles luchar en la Sala del Espíritu y el Tiempo?” – pregunta Krilín. – “¿Porqué?”


Mr. Popo cavila un instante antes de que se le ocurra una respuesta.


- “Porque si Trunks fracasa, destruyendo la puerta de la sala podría dejar encerrado a Majin Bu para siempre…” – dice el ayudante de Kamisama. – “No podría salir. Estaría encerrado en otra dimensión.”

- “¡¿Y qué le pasaría a mi Trunks?!” – pregunta Bulma, alarmada.

- “No podrían resucitar con las Dragon Balls.” – responde Dende, cabizbajo. – “Shenron no podría recuperar sus almas.”


Bulma se tapa la boca aterrada ante la pesadilla de perder a su hijo para siempre.

- “Es un plan desesperado…” – dice Yamcha. – “¿Lo sabrá Piccolo…?”

- “Fue Kamisama en el pasado.” – dice Popo.

- “Conoce este palacio mejor que yo.” – añade Dende.

- “Pero… ¿por qué están dando este rodeo?” – pregunta Krilín. – “La Sala está ahí…” – señala una puerta.

- “Lo hace para ganar tiempo.” – dice Roshi. – “Cada minuto es oro para Trunks.”


Piccolo hace que Bu recorra el palacio de un lado para otro.


- “¡¿Aún no?!” – protesta el monstruo. – “¡¿A dónde vamos?!”

- “Tu rival está arriba” – responde el namekiano.

- “¡¿Arriba?!” – gruñe Bu. – “¡Antes hemos bajado!”


En la Sala del Espíritu y el Tiempo, Trunks recobra el aliento sentado en mitad de la gran sala blanca.


- “Agh… uff… Aah…” – respira el chico. – “Je, je…” – sonríe. – “Piccolo se llevará una sorpresa…”


Piccolo continúa su camino hacia la sala.


- “¿Quieres comer algo?” – le pregunta al monstruo.

- “¡NO!” – protesta Bu, escupiendo. – “¡Y caminas muy despacio! ¡Date prisa o te mataré!”

- “Ya casi hemos llegado…” – responde Piccolo.


En el Planeta Sagrado, Gohan se impacienta. El ritual del anciano se le está haciendo eterno. El viejo, sentado con las manos extendidas hacia Gohan, tiene una revista delante de él y gira la página de vez en cuando. 


- “¡¿Aún no?!” – pregunta el mestizo.

- “Es pronto…” – responde el viejo. – “Parece que el poder que ocultas es mayor de lo que pensábamos…”

- “Esto es una pérdida de tiempo…” – gruñe Gohan.


Mientras tanto, Videl ha subido la Torre de Karín. Sus manos están sangrando y ella está agotada.


En la cima de la torre no encuentra a nadie con vida. Solo los cuerpos de un viejo samurái y de un felino. Hay dos agujeros en el techo.


- “¿Qué les ha pasado?” – se pregunta Videl. – “¿Han sido dos rayos de esos?”


De repente, el gato tose.


- “¡Está vivo!” – exclama Videl, que se agacha para socorrer a Karín. – “Pobrecito…”

- “Sube a la Atalaya…” – dice el felino.

- “¡¿Un gato que habla?!” – se sorprende la muchacha.

- “Pero cuidado… con Majin Bu…” – dice Karín.

- “¿Cómo subo?” – pregunta Videl. – “No veo nada por encima de la torre…”

- “El bastón…” – dice Karín. – “Usa el bastón…” – dice señalando al Nyoibo apoyado en la pared.

- “¿Un bastón?” – se extraña ella.

- “Buena suerte… Videl” – fallece Karín.


La muchacha agarra el bastón con decisión y se encarama a la barandilla, dispuesta a subir a la azotea.


Piccolo y Bu llegan finalmente a la entrada de la sala.


- “Es aquí.” – dice el namekiano.

- “Ya era hora.” – sonríe el monstruo.


Piccolo abre la puerta y deja pasar a Bu; después le sigue.


- “Qué lugar tan raro…” – murmura Bu mientras camina por la plataforma de entrada hasta la gran sala blanca.


Frente a él, Trunks le espera de brazos cruzados.


- “¿Es este?” – se extraña Bu al ver frente a él a un niño.


Una gota de sudor frío recorre la frente de Piccolo.


- “Trunks parece cambiado…” – piensa el namekiano al ver al hijo de Vegeta un poco más maduro. 

- “Bu parece diferente…” – dice Trunks. – “¿De verdad es él?”

- “Por… por favor… Que haya un milagro…” – piensa Piccolo.


Majin Bu parece frustrado.


- “Tanto esperar para nada…” – gruñe el monstruo.


Trunks señala a Bu con el dedo.


- “¡Este será tu fin, Majin Bu!” – exclama el mestizo.


Bu embiste a Trunks y le propina un puñetazo que lo deja tirado en el suelo.


- “¡TRUNKS!” – se preocupa Piccolo.

- “Pero… ¡¿qué haces?!” – protesta Trunks, frotándose la mejilla dolorida. – “¡¿Es que no tienes sentido del espectáculo?! Son Gohan y yo somos unos incomprendidos…”


El namekiano se tapa el rostro con la mano.


- “Vamos a morir…” – sufre Piccolo.


Trunks se pone en pie.


- “¡VUELVE A TU SITIO!” – le dice a Bu. – “¡Y ESPERA AHÍ!”


El monstruo, confuso, obedece.


Trunks aprieta sus puños y se envuelve en el aura de Súper Saiyajín; su cabello se torna dorado.


- “¿Eso es todo?” – protesta Bu. – “Ya he matado a dos que hacían eso…”


De repente, Bu reconoce al chico.


- “Espera…” – dice el monstruo. – “¡Tú eres el que me dio una patada esa vez!”


Trunks esboza una media sonrisa.


- “Estúpido…” – fanfarronea el chico. – “Si crees que soy el mismo de antes, estás muy equivocado. ¡Te lo demostraré!”


En ese instante, el aura de Trunks se torna roja y arde como una llama, tiñendo su cabello dorado de un tono magenta. Una corriente de aire poderosa azota la sala.


- “¿EH?” – se sorprende Bu.

- “¡¡LO HA CONSEGUIDO!!” – exclama Piccolo, esperanzado por primera vez.

- “¿Te gusta mi nueva transformación?” – presume Trunks. – “La llamo Kaio-josho.”

- “Kaio… ¿qué?” – pregunta el monstruo.


El mestizo sonríe satisfecho. Una gota de sudor recorre su sien.


- “¡ALLÁ VOY!” – exclama el chico.


El aura de Trunks estalla y sale propulsado contra Bu para propinarle una fuerte patada en la cara, y luego insiste con una tormenta de puñetazos… pero el monstruo ni se inmuta.


- “¿Eh?” – se sorprende Trunks.

- “¿Me toca?” – pregunta Bu.


Trunks retrocede y se pone en guardia.


- “Parece que tendremos problemas…” – sufre Piccolo.


El mestizo reaviva su aura.


- “¡No he terminado!” – exclama fanfarrón. – “¡YAAAAH!”


Trunks carga de nuevo contra Bu.


- “¡DYNAMIC KICK!” – exclama. – “¡ROLLING THUNDER PUNCH! ¡MIRACLE PUNCH…!” – el chico ataca incesantemente, nombrando técnicas sobre la marcha.


Pero Bu se harta y le propina un revés que lo derriba, haciendo que se deslice varios metros por el suelo de la sala y pierda su aura roja.


- “Maldita sea…” – protesta el chico, que se pone en pie de un salto. – “¡Qué daño…!” – se frota su mejilla roja.


Piccolo suspira y mira al suelo.


- “Esto no pinta bien…” – lamenta el namekiano.


Bu se impacienta.


- “Ya está bien…” – protesta el monstruo. – “Eres muy débil. Dorado o rojo… Me aburres. Te voy a matar.”

- “Pero, ¿qué dices?” – se ofende Trunks. – “Aún no sabes lo terrible que puedo ser…”


Trunks reaviva su aura una vez más.


- “¡Me has hecho enfadar!” – grita el mestizo.


Una violenta corriente de aire azota el lugar.


Piccolo se sorprende al sentir el poder del chico.


- “¡¿Aún tiene más poder?!” – piensa el namekiano. – “¡Increíble! ¿Cómo es posible?”


Bu ahora parece más interesado en su adversario.


Trunks sonríe.


- “No puedo entretenerme mucho…” – dice el mestizo. – “¡Así que acabaré contigo de una vez por todas!”


Bu se pone serio. Piccolo está a la expectativa.


- “A ver…” – Trunks se lleva la mano a la barbilla. – “¿Con qué técnica empiezo? Tengo tantas…”


Piccolo y Bu caen al suelo de espaldas ante el cambio de actitud de Trunks.


- “¡YA BASTA!” – se levanta de un brinco el monstruo.


Trunks alza su dedo índice al cielo.


- “¡GALACTIC DONUT!” – exclama mientras se ilumina su falange distal.


El chico traza un círculo de energía que se convierte en un anillo luminiscente y luego lo lanza sobre Bu.


El monstruo observa confuso el halo.


Trunks lo expande y lo hace descender, rodeando al monstruo… y le sorprende haciendo que se contraiga de repente, apresándole.


- “¡HA!” – exclama Trunks.

- “¡UuuuhhOOOOHHH!” – lucha Bu. – “UUUAAAAAAHHH!” – grita desesperado.

- “¡Ya lo tienes!” – celebra Piccolo.


Pero Bu sonríe de repente, desconcertando al mestizo.


- “Era broma” – se burla el monstruo.


Con poco esfuerzo logra extender sus brazos, haciendo estallar el anillo de energía, quedando libre.


- “Vaya…” – murmura Trunks. – “Es realmente fuerte…”


Bu se abalanza sobre Trunks e intenta golpearlo, pero el mestizo salta rápidamente esquivando el golpe.


El monstruo le propina una patada en el abdomen que lo lanza por los aires y luego le sigue para rematarle con una patada dando una pirueta que lo remite de nuevo contra el suelo.


Trunks rebota contra la superficie de la sala y se dispone a contraatacar. Con la velocidad endiablada del Kaioken traza el zigzagueo típico de la técnica del Dios del Norte, desconcertando al monstruo y sorprendiéndolo por la espalda, propinándole golpe en la cabeza con las manos juntas como un martillo.


Bu cae al suelo de pie y se rasca la cabeza dolorido.


- “Je, je, je…” – ríe el monstruo a pesar del golpe, interesado en el combate.


Trunks toma tierra.


Piccolo observa al muchacho.


- “Ha logrado dominar el Kaioken… Yo jamás lo hice.” – dice Piccolo con cierta admiración. – “No… No solo lo ha dominado… ¡Lo ha llevado al siguiente nivel!”


El namekiano se fija en el estado del chico.


- “Su musculatura no parece sufrir en exceso…” – piensa Piccolo. – “Es fascinante… el Kaioken…” – añade mientras recuerda el cuerpo de Goku afectado por la técnica del Kaio del Norte. – “Este crío…”


Mientras tanto, en el Planeta Sagrado, el ritual continúa. Goku y Shin esperan bajo la sombra de un árbol.


- “Tienes mucha esperanza en él, ¿verdad?” – pregunta Shin.

- “Por supuesto.” – responde Goku. – “El poder que esconde es muy superior al mío… y al de Majin Bu. Estoy seguro.”

- “Vaya…” – se sorprende Shin. – “Bueno… y ha logrado liberar la Espada Z. ¡Eso ya es un inicio esperanzador!”

- “Esa espada…” – dice Goku. – “Creo que solo podía ser arrancada por alguien del mundo de los vivos. Y no era cuestión de fuerza, si no de corazón.”

- “¿Tú crees?” – se sorprende Shin ante la elucubración del saiyajín.


El viejo Kaioshin oye la conversación y esboza una media sonrisa.


De repente, Goku se da cuenta de algo.


- “Oiga, Kaioshin… ¿Se ha fijado?” – pregunta el saiyajín. – “Hace un rato que no siento la energía de Majin Bu…”

- “¡AH!” – se percata el Dios. – “¡ES VERDAD! ¡¿Qué habrá pasado?! ¡¿HA SIDO DERROTADO?! ¿¡Por quién?!”

- “Lo dudo…” – responde Goku. – “No he captado ninguna energía que lo igualara… No ha peleado con nadie… ¿Cómo puede haberse esfumado?”


El anciano interviene.


- “Están luchando en otro mundo.” – explica el Dios.

- “¿Otro mundo?” – se extraña Goku.

- “Un lugar donde el tiempo transcurre de forma diferente… ¿No sabes nada de eso?” – dice el viejo.

- “¡¡LA SALA DEL ESPÍRITU Y EL TIEMPO!!” – exclama el saiyajín.

- “¡¿La sala?!” – se sorprende Gohan.

- “Pero… ¡¿Por qué están allí?!” – se pregunta Goku. 

- “Ese namekiano ha llevado a Bu hasta la sala a propósito.” – dice el anciano. – “Pero no sé porqué.”

- “Vaya…” – se sorprende Goku. – “Sabe todo eso… y puede sacar el poder oculto de Gohan…”


Goku mira de reojo a Shin con picardía.


- “Es todo un Dios…” – añade el saiyajín.

- “Oye, no te pases…” – agacha la cabeza el Kaioshin del Este. – “Que hago lo que puedo…”


Mientras tanto, en la Sala, Trunks y Bu siguen enfrentados. El mestizo reaviva el Kaiojosho, listo para un nuevo asalto. Esta vez, su musculatura aumenta de tamaño ligeramente.


- “Empiezo a sentir los efectos de la técnica de Kaiosama…” – piensa Trunks. – “¡Voy a darlo todo y a eliminarlo de una vez por todas!”


La mirada de Trunks se torna seria y Piccolo se da cuenta.


- “Parece que ahora irá en serio…” – piensa el namekiano. – “¡El próximo movimiento será decisivo!”


Trunks extiende sus brazos hacia los lados y dos esferas de ki azul se materializan. El chico junta sus manos, uniendo las dos esferas mientras se prepara para realizar la técnica de la escuela Kame.


- “¡¿QUÉ?!” – se sorprende Piccolo. – “¡¿Un Kamehameha?!”

- “Final Ka… Me…” – se prepara Trunks. – “Ha… Me…”


Bu parece decepcionado.


- “Esa técnica otra vez…” – suspira aburrido.


De repente, el Kamehameha azul se tiñe de rojo, inundando la sala blanca con su luz.


- “¡¡HAAAAAAA!!” – dispara el mestizo.


Un gigantesco ataque es proyectado y avanza hacia Súper Bu a toda velocidad.


- “¡¿EH?!” – se sorprende el monstruo. – “No… No, NO, ¡¡NOOOOO!!” – grita mientras es engullido por el ataque del mestizo.


Un gran estallido sacude la sala.


En la Torre de Karín, Videl ha subido al tejado y ha encontrado el pequeño orificio en el que insertar el bastón mágico.


- “Debe ser aquí…” – piensa ella mientras coloca el artefacto en su lugar.


Nada ocurre.


- “¿Y ahora qué?” – se pregunta, confusa. – “¿Qué debo hacer?”


La muchacha se agarra al bastón con fuerza.


- “¡Quiero subir!” – exclama. – “¡Llévame a la Atalaya!” – insiste.


Pero no ocurre nada.


- “Maldita sea…” – sufre Videl. – “Tengo que subir… ¡Haz algo! ¡Alárgate!”


En ese instante, el bastón empieza a crecer y eso eleva a Videl hacia los cielos.


- “¡KYAAAAH!” – se asusta ella, que se sujeta con todas sus fuerzas.


En la Sala del Espíritu y el Tiempo, la polvareda se disipa, revelando a un deforme Majin Bu, que parece una vela derretida por el calor.


Trunks sonríe satisfecho.


- “¡Ya lo tienes!” – exclama Piccolo. – “¡Ahora acaba con él!”


Pero el namekiano se da cuenta de que la respiración del chico ahora es más pesada y de que su musculatura sufre pequeños calambres.


- “Trunks…” – murmura Piccolo.


El chico reúne fuerzas para dejar de temblar y enseguida alza su mano al cielo y preparar una esfera de ki amarillo.


- “¡A LA PORRA!” – exclama al lanzar el ataque como si fuera una bola de béisbol.


Una nueva explosión sacude el lugar.


El aura de Trunks se desvanece y su cabello se torna amarillo durante un breve instante antes de recuperar su lila natural. El chico hinca la rodilla.


- “Lo has conseguido...” – celebra Piccolo.

- “¿Crees que mi padre y Gohan estarían impresionados?” – pregunta Trunks, cansado.

- “Estoy seguro.” – sonríe el namekiano.


De repente, una terrible presencia inunda la sala. Un fuerte viento se alza repentinamente hacia el cielo.


- “No es posible…” – sufre Piccolo. – “No…”

- “Maldito…” – gruñe Trunks.


El humo resultante del ataque se ha condensado y ha permitido renacer a Majin Bu.


El monstruo toma tierra. Su semblante es serio. Ha sido humillado.


- “Hemos… hemos fracasado…” – lamenta Piccolo, abatido.

- “Ha sido culpa mía…” – murmura Trunks. – “Tendría que haber puesto más fuerza al Final Kamehameha…”


Piccolo mira de reojo la entrada a la sala.


Sin previo aviso, Bu alarga su antena y agarra por el pie a Trunks, levantándole por los aires y estampándole de nuevo contra el suelo.


- “¡AH!” – se queja Trunks, aún en estado base.


Bu juega con Trunks como si fuera un muñeco de trapo.

Una explosión en el horizonte sorprende a Bu. Cascotes llueven del cielo.


- “Piccolo…” – sufre Trunks, hecho papilla en el suelo.

- “¿Qué haces?” – pregunta Bu al namekiano.


Piccolo esboza una triste sonrisa.


- “Se acabó, Bu” – dice el namekiano. – “Has perdido.”

- “¿Eso te parece?” – fanfarronea el monstruo, que estampa a Trunks de nuevo contra el suelo y le deja inconsciente.


El namekiano agacha la cabeza.


- “Mátanos, si es lo que quieres.” – dice Piccolo. – “Acabo de destruir la única salida de este mundo. Vagarás en la nada de este mundo para siempre. Es tu fin.”


Majin Bu se queda perplejo y asustado.


- “¡¿QUÉ?!” – exclama el monstruo.


La antena de Bu vuelve a la normalidad y libera a Trunks, que ha perdido el conocimiento.


- “Vamos, Bu” – dice Piccolo. – “Acabemos con esto.”


Majin Bu tiembla de terror.


- “No…” – gruñe el monstruo. – “No me encerraréis otra vez… Señor Bibidí… No… No me encierre…”

- “¿Eh?” – se extraña Piccolo al ver a Bu hablando solo.

- “No… no…” – sufre el monstruo. – “Grrrrr…”


De repente, Majin Bu emite un grito desesperado y estremecedor.


- “¡¡¡UUUUAAAAAAAAAH!!!” – brama el monstruo. – “¡¡NOOOOOOOOOOO!!”


Con su grito, un extraño portal al mundo exterior ha sido abierto.


- “¡¿QUÉ SIGNIFICA ESTO?!” – se pregunta Piccolo.


Bu se queda confuso observando el agujero, que parece conectar con la Atalaya de Kamisama.


- “¡¿CÓMO LO HA HECHO?!” – se pregunta Piccolo, aterrado. – “¡¡Ha creado una grieta transdimensional con su grito!!”


El portal empieza a cerrarse rápidamente, pero su el monstruo aprovecha las capacidades elásticas y viscosas de su cuerpo para atravesarlo en el último momento.


- “¡¡MALDITA SEA!!” – grita Piccolo, desesperado.


El portal se cierra tras su marcha.


En la Atalaya, nuestros amigos sienten el ki del monstruo y corren raudos a ver lo ocurrido.


En el Planeta Sagrado, Son Goku es el primero en sentir el regreso del Majin Bu.


- “Oh, no…” – sufre el saiyajín al no percibir la energía de Piccolo ni la de Trunks.

10 comentarios:

  1. ¡Perdonad la tardanza! ¡Ya está aquí! :D

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  2. Sabes creo que hablo por varios que nos gustaría leer la otra parte que habías creado para ver esas diferencias
    Y deberías traer a asura a que dibuje para ti multiverso se fue muy para abajo

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    1. Sobre DBM, yo no puedo hacer nada. Es cierto que el final de este "arco" parece poco satisfactorio de momento, pero a ver como acaaba.

      Sobre la otra versión del capítulo, pues era el Súper Kaioken a secas, le afectaba los músculos desde el principio... No me convencía. Creo que la nueva técnica da más juego.

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    2. Bueno si lo pintas así si suena mejor esta técnica a como le ponías en la otra y lo dbm era un poco a broma la otra vez dijeron que buscarán a un buen escritor de historias de dragon ball

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  3. Viene de "ascenso", porque ya no es un "golpe", es más un estado, así que le puse eso :)
    Estéticamente es parecido al SS God, pero con el pelo en SS.

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  4. genialll capitulo

    pero como aprendio trunks el kaioken?? si el nunca estuvo con kaio amenos que goku se lo enseñara a gohan y luego el a trunks

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    1. ¡Gracias!
      Se la ha enseñado Piccolo :)

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    2. Siempre pensé que sería algo lógico que Piccolo e incluso tenshinhan tratarían de aprender el kaioken, los dos son grandes luchadores y son más que capaces de hacerlo, pero al ser una técnica que forza el cuerpo al límite maximo estos terminarían por no ejecutarla por cuestiones estratégicas, jamás les convendría hacerlo en un combate donde la vida dependa, pues a como yo recuerdo, usar el kaioken hace que el cuerpo, los músculos y veenas, estalle por la presion, ya de por si tenshinhan tiene su grandiosa técnica kikoho.

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    3. Sí, es una técnica bastante problemática. Trunks ha logrado llevarla un paso más lejos, pero aún tiene sus problemas con el paso del tiempo.

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