domingo, 10 de septiembre de 2023

DBSNL // Capítulo 314: El retorno del Rey

 DBSNL // Capítulo 314: El retorno del Rey

“A lo mejor se os ha olvidado a quién tenéis delante…”



En un páramo tranquilo en mitad de la jungla, Okure y Turles, en sus formas más monstruosas, se abalanzan contra Broly, que sale a su paso, vestido solo con el pantalón y botas de la patrulla, con el resto de su ropa rota por la batalla.


Turles adelanta a Okure y es el primero en encontrarse con Broly, intentando propinarle un puñetazo.


Broly se agacha y evade el golpe para contraatacar con un puñetazo en el costado de Turles… pero el saiyajín magenta lo mira con una macabra sonrisa en su rostro.


- “Tsk…” – lamenta Broly.


En ese instante, Okure salta por encima de los dos y lanza un poderoso ataque verde directo hacia ellos.


El impacto genera una gigantesca explosión.


Broly sale de la humareda y se desliza mientras retrocede sin perder de vista a sus adversarios.


Turles ha recibido el impacto del ataque de Okure sin inmutarse y sale de la polvareda caminando hacia Broly.


Turles apunta a Broly y dispara una ola de ki morado.


Broly se envuelve en una barrera de energía verde y el ataque de Turles impacta contra ella, desvaneciéndose. 


El saiyajín de Vampa hace estallar su barrera, que se convierte en un centenar de esferas de ki que llueven sobre la zona, levantando una intensa polvareda.


Broly aprovecha para escabullirse y aparecer sobre Okure.


La mujer se da la vuelta, pero Broly ya está preparado.


- “¡¡RIOT JAVELIN!!” – exclama el saiyajín, usando la clásica técnica del escuadrón Bardock.


El ataque impacta de lleno contra la herajín, que es empujada hasta el suelo y engullida por la explosión azulada.


Mientras tanto, Turles ya vuela hacia Broly con el puño en alto.


Broly encaja el puñetazo de Turles, protegiéndose con ambos brazos frente a su rostro, pero es empujado un centenar de metros hacia el cielo por la gran potencia de su adversario.


Broly intenta estabilizarse en el aire cuando su contrincante ya está volando hacia él.


- “Tsk…” – refunfuña Broly.


El saiyajín de Vampa activa su barrera de energía, pero Turles también lo hace. Las dos burbujas de ki chocan y acaban estallando, haciendo que lluevan pequeñas esferas de energía verde y morada sobre la jungla.


Turles agarra de rostro a Broly y se dispone a estrellarlo contra el suelo, descendiendo a toda velocidad. 


Broly intenta soltarse, propinando patadas a su contrincante, pero es inútil.


Reitan puede ver como los dos saiyajín, se precipitan contra el suelo como si estuvieran envueltos en una bola de fuego morada.


El impacto es devastador y sacude el terreno de combate.


En el centro del cráter formado, Turles sigue apretando la cabeza de Broly contra el suelo.


De repente, Turles levanta el puño, listo para dar el golpe de gracia a su adversario.


Pero de repente, una lanza rebota en la espalda de Turles.


- “¿Eh?” – mira el saiyajín por encima del hombro.


Dabra sonríe con prepotencia desde el borde del cráter.


Broly aprovecha el momento y apunta con ambas manos a Turles.


- “¡HAAAA!” – dispara el guerrero de Vampa.


La explosión hace que un nuevo cráter se forme en el interior del anterior.


Broly recula.


Pero al disiparse la polvareda, Turles aparece de nuevo en el centro del cráter, ileso.


Dabra lo mira con cierto desprecio.


- “Usar el poder de los demonios para algo así…” – refunfuña Dabra.


Turles, enfadado, ahora clava su mirada airada en el diablo.


- “Je…” – sonríe Dabra.


Turles carga contra él.


- “¡CUIDADO!” – advierte Broly.


El demonio parece seguro de sí mismo, esperando a que su adversario se plante frente a él, puño en alto.


Al propinar el golpe, Dabra lo detiene con una mano.


- “¡¡¿EH?!!” – se sorprende Broly.


El mismísimo Turles parece no comprender lo sucedido.


Dabra mantiene su pícara sonrisa.


- “A lo mejor se os ha olvidado a quién tenéis delante…” – dice Dabra.


El aura de Turles se apaga de repente.


- “¿EH?” – murmura un confuso saiyajín.


De repente, el aura de Dabra se prende como si de un fuego se tratara, con un terrible color rojo y destellos negros.


Turles pretende golpear al demonio, pero éste lo empuja con su ki usando la misma mano con la que había detenido el primer golpe.


Trules sale repelido hasta el otro extremo del cráter, estrellándose a los pies de Broly.


Dabra se mira las manos con cierta nostalgia.


- “Ha pasado mucho tiempo…” – dice el demonio, apretando los puños.


En ese instante, Okure se abalanza sobre Dabra por la espalda, pero el diablo se gira y extiende su mano, atrapando a la herajín en el aire con un agarre invisible, apretándole el cuello.


La herajín patalea al aire y se rasca el cuello con desesperación, intentando liberarse.


- “Mientras el Makai corra por vuestras venas…” – sonríe el demonio. – “Yo soy vuestro Rey.”


En un lugar oculto del bosque, Kamakiri cae de rodillas al sentir la presencia del diablo en su mente.


- “Tsk…” – protesta el doctor.


Turles ha perdido la transformación y yace inconsciente en el suelo.


Broly se acerca a él.


- “Sigue vivo…” – murmura el saiyajín al sentir su pulso.


Okure pierde también su transformación. Dabra la suelta para dejarla caer al suelo de rodillas.


- “Maldita sea…” – gruñe ella.


Reitan corre hacia su vieja amiga.


- “¡OKURE!” – exclama él, preocupado.


Pero cuando se acerca, la mujer lo rechaza con manotazo al aire, haciendo que se detenga.


- “Okure…” – murmura Reitan. – “Me alegro de que hayas…”

- “No me toques.” – responde ella, frustrada.


Okure sale volando, alejándose a toda velocidad del lugar.


Dabra ignora la conversación y mira a través de la jungla.


- “Je…” – sonríe antes de desaparecer.


Kamakiri, arrodillado, siente la presencia de Dabra de pie frente a él.


El demonio invoca una espada que levanta sobre el doctor.


- “¿Alguna vez has querido cambiar el pasado, demonio?” – pregunta Kamakiri.

- “Ser un demonio tiene sus ventajas.” – respondo el diablo. – “No recuerdo mi pasado.”


Dabra propina el espadazo… pero alguien se interpone, agarrando la espada entre sus manos.


- “¡ESPERA!” – exclama Ub, sujetando el arma.

- “¿EH?” – se sorprende Dabra.

- “Conozco su historia…” – dice Ub.

- “¿Otra vez con esas ñoñerías terrestres?” – refunfuña Dabra.

- “No es malvado.” – dice el terrícola. – “Solo está desesperado.”

- “Está en mi camino.” – responde Dabra. – “Sus motivos no me importan.”


Broly aterriza junto a ellos.


- “¿Se lo quieres explicar tú, saiyajín?” – dice Dabra.


Pero Broly se acerca para agarrar el brazo del demonio.


- “Le debo una.” – dice el saiyajín.


Kamakiri se queda perplejo al ver que cuenta con dos aliados.


Dabra baja el arma.


- “Haced lo que queráis…” – protesta.


Ub y Broly comparten una mirada y una sonrisa cómplices.


El terrícola se agacha frente a Kamakiri.


- “Gracias, muchacho…” – dice el doctor. – “No lo merezco…”

- “Agradece a Kale.” – responde Broly.

- “Dígame, doctor.” – dice Ub, bastante serio. – “¿Qué le ha hecho unirse a Raichi? ¿Qué le ha prometido?”

- “Un nuevo mundo…” – dice el doctor. – “En el que podré vivir en paz con mi familia.”

- “¿Un nuevo mundo?” – se extraña Broly.

- “Las Dragon Ball ya no existen…” – murmura Ub. – “¿Qué pretende ese demonio?”


En el laboratorio oculto de Raichi, una proyección del tsufur y el verdadero Shido observan un gran ventanal por el que entra una cegadora luz que nace del choque de dos torrentes de ki, uno verde y uno morado.


- “Pronto estará listo.” – sonríe Shido.

- “Eones de investigación…” – añade Raichi. – “Y voy a conseguirlo.”


A cada lado del laboratorio, Champa y Zamas, se encuentran apresados en cilindros de metacrilato conectados a un centenar de cables, donde los baña un torrente de energía luminosa ascendente, morada la del gotokoneko y verde la del ira-aru. Ambos gritan en claro sufrimiento, pero sus voces a penas se oyen a través del cristal.

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