domingo, 5 de junio de 2022

DBSNL // Capítulo 252: Sangre y arena

DBSNL // Capítulo 252: Sangre y arena

“Esa parece ser mi maldición…”



Moro mira desafiante a la Patrulla Galáctica, que se ha reunido frente a él.


- “Pobres infelices…” – se mofa el brujo. 


Jaco desenfunda su pistola y la hace girar alrededor de su dedo hasta apuntar a Moro.


- “¡Quedas detenido en nombre de la Patrulla Galáctica!” – anuncia Jaco.


Moro sonríe.


- “No me hagas reír…” – responde el brujo.


Todos los patrulleros apuntan a Moro.


El brujo representa con gestos desenfundar una pistola con su mano derecha.


- “¡JA!” – apunta a la patrulla.


De repente, una gigantesca bala de aire sale disparada hacia los agentes, pero Trunks se interpone en su camino y la detiene con su espada, haciendo que se disipe.


- “¡¡FUEGO!!” – exclama Cheelai.


Todos los patrulleros disparan. Moro no parece preocupado por los disparos pese a que muchos aciertan, hasta que una esfera de ki rojo lanzada por Toppo se aproxima a toda velocidad y le obliga a alzar un muro de roca.


De repente, Motto atraviesa el muro como una locomotora y casi sorprende al brujo, pero éste usa su poder mental para agarrarlo en el aire y levantarlo. Cerrando su mano lentamente, Moro aplasta lentamente la coraza del metalman.


- “¡¡MOTTO!!” – sufre Sheela.


Trunks lanza su arma.


- “¡OBNI!” – exclama el mestizo.


Obni silba y la espada parece multiplicarse para los ojos de Moro.


- “Tsk…” – protesta el brujo, que empuja a Motto contra un grupo de patrulleros.


Moro se convierte en humo para asegurarse de evadir el arma de Trunks.


En ese instante, el mestizo aparece a su espalda y agarra el arma al vuelo.


- “¡YAAH!” – exclama el mestizo, intentando golpear al enemigo en el momento en el que va a hacerse de nuevo tangible.


Pero Moro utiliza la misma táctica que usó Hildegarn y se escurre bajó el suelo.


- “Maldito…” – gruñe Trunks.


De repente, el brazo de Moro brota del suelo, detrás de Cheelai.


- “¡¿EH?!” – se asusta ella.

- “¡¡CUIDADO!!” – exclama Trunks, aterrado.


Mientras tanto, Hildegarn desciende sobre el pecho de Ba, que se encuentra tirando en el suelo, aturdido. El monstruo abre sus fauces y prepara su aliento de fuego cuando, de repente, una esfera de ki verde estalla en su espalda.


El monstruo se revuelve y clava su mirada en su nuevo adversario: Broly, que asciende rápidamente hacia las nubes negras de Makyo.


Hildegarn abre sus alas y persigue al saiyajín. Ambos se elevan hacia los cielos ante la mirada atenta de los demás luchadores.


- “¿Qué intenta?” – se pregunta Liquir, magullado.

- “No lo sé…” – murmura Freezer.


Los dos atraviesan las nubes. Broly es el primero en salir sobre ellas. Calma absoluta. El sonido de la batalla casi no puede oírse a esta altura. Pero la paz solo dura un instante, pues Hildegarn rompe las nubes y carga contra el saiyajín.


En tierra, Moro ha aparecido detrás de Cheelai e intenta golpearla con su mano en garra.


- “¡CUIDADO!” – exclama Trunks, aterrado.


Pero de en ese instante, dos individuos aparecen repentinamente al lado del brujo y le propinan una patada simultánea en la cara, empujándolo a varios metros de distancia.


Moro se toca la cara, molesto, y mira a sus adversarios: Zamas y Champa, ambos con halos en la cabeza, han llegado.


- “Dai Kaioshin…” – murmura Moro. – “Hakaishin…”


Trunks se alegra de verlos.


- “¡ZAMAS! ¡CHAMPA!” – exclama el mestizo, emocionado.


Moro sonríe.


- “¡JAJAJA!” – se mofa. – “Esto será divertido…”


En otro punto del campo de batalla, el búfalo diabólico se pone en pie.


- “Bastardos…” – resopla de nuevo por su morro. – “¿Cómo osáis?” – refunfuña. – “¡¡OS MATARÉ!!” 


El toro embiste de nuevo. Garana y Shisami están preparados. El simio lanza su arma, pero ésta sale rebotada por el grueso pelaje del búfalo.


- “¡¿EH?!” – se sorprenden los dos soldados de Freezer.


De repente, un rayo de ki fucsia pasa entre Shisami y Garana y atraviesa al demonio, que cae al suelo y da varias volteretas por la propia inercia que llevaba hasta deslizarse hasta los pies de los soldados. 


Shisami y Garana se miran antes de darse la vuelta lentamente; ha sido Freezer.


- “Necesito un scouter.” – dice el tirano.

- “Señor… Gracias…” – dice Shisami.

- “Scouter.” – repite Freezer, extendiendo su mano.

- “Sí, claro…” – dice el akaburu, apresurándose a dárselo.


Freezer se lo coloca y lo activa.


- “¡Curd!” – dice el tirano.

- “¿S… Señor Freezer?” – se asusta el brench al oír la voz del demonio del frío.


En la estratosfera, Broly evita los golpes de Hildegarn e intenta contraatacar, pero cada vez que lo intenta, el monstruo se convierte en humo.


- “Qué bicho tan raro…” – murmura Broly, frustrado.


De repente, varias naves imperiales surgen de entre las nubes y rodean a Hildegarn. 


Curd está al mando. Una gota de sudor frío recorre su frente.


- “¡Lo tenemos en el punto de mira!” – exclama un soldado.

- “¡¡ABRID FUEGO!!” – ordena el brench.


Las naves disparan. Los cañonazos de energía atraviesan al monstruo, que se convierte en humo.


Algunos disparos golpean naves aliadas.


- “¡ALTO! ¡ALTO!” – ordena Curd, alarmado.


Hildegarn se materializa sobre una nave y cae sobre ella, agarrándola con sus manos y aplastándola.


La nave de Curd apunta al monstruo.


- “¡FUEGO!” – exclama el brench.

- “Pero… Nuestros aliados…” – duda un soldado.

- “¡¡FUEGO!!” – repite Curd.


La nave dispara. Hildegarn esconde sus alas y se deja caer. La nave de Curd derriba la otra embarcación.


Hildegarn abre de nuevo sus alas y embiste a la nave imperial.


- “¡APUNTÁDLE!” – exclama Curd.

- “¡VIENE HACIA AQUÍ!” – se asusta un soldado.

- “¡AGUANTAD…!” – dice el brench. – “Hay que disparar en el momento adecuado…”


Hildegarn agarra la nave entre sus manos. La embarcación se estremece. El cañón de la nave queda a pocos centímetros de su abdomen.


- “¡¡FUEGO!!” – exclama Curd.


La nave dispara. El primer cañonazo impacta de lleno en Hildegarn, pero para el segundo ya se ha convertido de nuevo en humo.


- “¿Así funciona?” – se pregunta Broly.


Hildegarn carga contra otra nave imperial y la atraviesa con su cola.


Curd observa la escena desde el puesto de mando de su nave, preocupado, cuando un soldado le alerta.


- “Señor… Hay alguien…” – dice apuntando a la ventana.


Broly está ahí fuera, saludando.


En tierra, tres enemigos rodean a Oli, Pino y Baicha. El primero es un orondo demonio amarillo malcarado, cuya barriga le tapa los pies. El segundo es un diablo de piel verde oliva con una espina dorsal de pez espada. El tercero es un diablo rosa musculado de cabello rojo.


- “Detrás de mí, chico…” – le dice la Doctora a Baicha. – “Cuida de Pino.”


Baicha abraza la cabeza del androide.


- “Puedo ayudar…” – dice el pequeño.

- “Mantente siempre detrás de mí y serás de ayuda.” – dice Oli.


De repente, el demonio verde embiste, con sus garras en alto.


- “¡HYAAAAAAH!” – grita y babea mientras se abalanza sobre Oli.


Oli agarra las muñecas del monstruo, pero éste aprovecha la inercia para darle una patada con ambos pies en el abdomen, haciendo que la mujer salga empujada a través del campo de batalla.


El monstruo amarillo y el demonio rosa sonríen.


- “El pequeño es mío…” – sonríe el verde, relamiéndose.


Los otros dos salen tras Oli.


El diablo verde agarra a Baicha por la bufanda y lo levanta del suelo para olerlo de cerca.


- “Carne tierna…” – sonríe el demonio. – “¡Se acabó la carne podrida!”


El monstruo abre su boca llena de afilados dientes y se prepara para darle un bocado a Baicha, pero en ese instante, alguien aparece y propina un puñetazo al enemigo.


El demonio sale disparado a varios metros de distancia. El recién llegado sujeta a Baicha en brazos antes de que caiga al suelo. Los ojos del chico se iluminan al ver a su salvador.


- “¡PAPÁ!” – exclama emocionado.

- “¿Estás bien?” – sonríe Yamcha.


Baicha asiente.


No muy lejos de allí, Oli se levanta frente a los otros dos diablos.


- “Te vamos a machacar…” – amenaza el rosa.

- “¡KYAAAA!” – grita el amarillo.


Oli intenta sorprender al demonio horondo lanzándole una esfera de ki que impacta directamente en su gran barriga, pero lejos de empujarlo o perforarlo, la carga como un tirachinas y no tarda en ser remitida.


Oli tiene que saltar a un lado para evitar ser alcanzada por su propio ataque, pero se topa con el diablo rosa, que se ha aprovechado la distracción para acercarse a ella y sorprenderla por la espalda.


El demonio le propina un codazo en la espalda que la empuja de nuevo a varios metros de distancia y cae de boca al suelo.


- “¡JAJAJAJA!” – ríen los diablos.

- “Maldita sea…” – protesta Oli.


Pero de repente los dos diablos fruncen el ceño.


- “¿Quiénes sois?” – pregunta el rosa.


Dos personajes aterrizan entre Oli y los diablos; Ten Shin Han y Chaoz.


Mientras tanto, Krilín está retrocediendo frente a la insistencia de un pequeño demonio rojo con gorro de castor.


- “¡JIJIJIJI!” – ríe el diablo mientras embiste sin cesar al viejo Krilín, que se defiende como puede ante tal violencia.


Krilín retrocede de un salto intentando tomar distancia y recuperar el aliento, cuando nota una mano en su hombro.


- “¿Eh?” – se sorprende él.


Marron, de pie a su lado, le sonríe.


- “Marron…” – los ojos de Krilín se llenan de lágrimas.

- “Hola, papá.” – saluda ella.


En la estratosfera, Hildegarn destruye la penúltima nave. Solo queda la nave de Curd.


Desde el puesto de control, Curd mira a Hildegarn, que destripa el último trozo de una nave aliada.


- “Espero que esto salga bien…” – murmura el brench, nervioso.


Hildegarn clava su mirada en la nave.


- “Ahí viene…” – dice Curd.


El monstruo carga contra la nave imperial.


- “¡Preparados!” – ordena el brench.


Los cañones apuntan al gigantesco demonio. En el interior de uno de ellos, Broly espera, en estado base.


- “Un poco más…” – murmura el saiyajín, preparándose para salir.


Hildegarn agarra la nave y clava sus garras en ella. Las alarmas suenan en el puesto de mando.


- “¡¡RESISTAN!!” – exclama Curd.


De repente, un resplandor verde ilumina uno de los cañones y, antes de que Hildegarn se dé cuenta, es atravesado por Broly que, con los dos puños por delante, brota de la espada del monstruo.


- “¡¡LO HA HECHO!!” – celebra el brench.


Pero Hildegarn aún no ha dicho la última palabra. El monstruo se revuelve y se prepara para lanzar su aliento de fuego… pero éste sale del agujero en su abdomen, quemándose a sí mismo.


Hildegarn se transforma en humo, esta vez ardiente, e intenta huir hacia la superficie del planeta.


- “¡SE ESCAPA!” – exclama Broly, que sale tras él.


El humo cruza las nubes, pero alguien lo espera; Tapion y su ocarina sobrevuelan Makyo.


- “¿Qué?” – se sorprende Broly.


El humo de Hildegarn parece sufrir ante la música del konatsiano y empieza a envolverlo hasta convertirse en un torbellino que poco a poco penetra en el guerrero.


Tapion deja de tocar y suspira aliviado.


Broly desciende hasta el konatsiano.


- “¿Qué ha pasado?” – pregunta el saiyajín. – “¿Y el monstruo?”

- “Está en mi interior.” – dice Tapion.

- “¿En tu interior?” – se extraña Broly.

- “Esa parece ser mi maldición…” – dice Tapion. – “Mi destino.”


El konatsiano desenvaina su arma y se la ofrece a Broly.


- “Tengo que pedirte un favor, guerrero.” – dice Tapion. – “No tenemos mucho tiempo.”

- “¿EH?” – dice el saiyajín, confuso.


En el Makai, Dabra está frustrado por ser rechazado por los demonios que consideraba bajo sus órdenes.


- “¿Cómo es posible?” – se pregunta el diablo, mirando al suelo. – “Soy el Rey… el Rey de los Demonios…”

- “A mí no me lo pareces…” – se burla Gotenks.

- “Dabra…” – interviene Vegeta, sosegado.


Dabra alza lo mirada para ver al saiyajín.


- “Siempre hay una decisión que tomar.” – dice Vegeta.

- “¿Eh?” – se sorprende el demonio.

- “Un título no significa nada.” – continúa Vegeta. – “¿Rey de los Demonios? ¿Príncipe de los saiyajín? Qué importa…”

- “Vegeta…” – se sorprende Gotenks.

- “El Makai ha dejado de responder a tus órdenes.” – dice Vegeta. – “¿Es eso todo lo que eres? ¿El Rey de una tierra yerma?” 

- “¿Qué insinúas?” – pregunta Dabra, confuso.

- “Libérate de las cadenas que crees que te atan.” – responde Vegeta. – “¿Cuál es tu propósito?”

- “Mi propósito…” – repite Dabra.


En la oscuridad, Son Goku puede sentir una presencia por primera vez en mucho tiempo. Al abrir los ojos, un resplandor anaranjado parece la única fuente de calor en las frías tinieblas que lo envuelven.


- “Qué calor tan agradable…” – sonríe Goku, que empieza a caminar en esa dirección. – “¿Qué será?”


En Makyo, Moro aprieta sus puños.


- “Más…” – murmura el brujo. – “¡¡MÁS!!” – exclama.


Del portal siguen saliendo demonios, uno tras otro.


Son Gohan, no muy lejos de la entrada, se da cuenta.


- “Maldición…” – protesta el mestizo. – “¡HAY QUE CERRAR EL PORTAL!”

- “¿Cómo?” – pregunta Pan.

- “No lo sé…” – aprieta los dientes el mestizo. – “Pero al menos podemos intentar que entren más despacio…”


Pan y Gohan preparan un masenko y lo lanzan contra el portal, causando una explosión a su alrededor.


- “¡Otra vez!” – exclama Gohan. – “¡HAAA!” – disparan.


Los demonios que logran atravesar el portal son repelidos por los ataques y parecen acumularse en la entrada.


Pero de repente, un gran demonio de piel azul oscuro, bípedo, con un gran ojo central y pinzas de langosta, atraviesa el portal, repeliendo los ataques de padre e hija y derribando a sus propios aliados como si fueran bolos.

6 comentarios:

  1. madre mía, la batalla mejora semana a semana.

    ResponderEliminar
  2. Versión demoníaca del diseño del "robot" Wheelo de su OVA. ¿Será su alma?

    ResponderEliminar
  3. Todo muy bien aunque no se siente original esta vez pues se ve muy obvio las escenas de las que lo sacaste

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. cosa que pasaba antes pro no se notaba mucho, quiza te agarro con falta de tiempo el escribirlo. Igual muy bien todo 👍

      Eliminar