domingo, 16 de febrero de 2020

ESPECIAL DBSNL /// Daimaoh // Universos 3, 5, 6 y 7 / Parte II: Las Dragon Balls

Daimaoh // Parte II: Las Dragon Balls
“Empecemos cuanto antes.”


El demonio reptiliano desciende frente a los aterrorizados aprendices de artes marciales. 

Kame, Tsuru y otros dos luchadores experimentados se ponen en guardia, mientras los demás recogen al malherido Tora e intentan ponerse a salvo.

- “No iréis a ninguna parte” – sonríe el demonio alado. 

Con una velocidad sobrehumana se escurre entre los cuatro luchadores y atraviesa con su garra el pecho del moribundo Tora.

- “¡MALDITO SEAS!” – grita Kame.

El demonio dibuja en su rostro una mueca terrorífica.

- “Esto es lo que le pasa a todo aquel que se opone al Rey de los Demonios; Piccolo.”

Uno de los cuatro luchadores, furioso ante la visión de su compañero asesinado, embiste al demonio.

- “¡HAAAAA!” – grita el artista marcial.
- “¡ESPERA, KUMA!” – le advierte el joven Tortuga.

El luchador agarra al demonio por la cintura y lo empuja, demostrando una gran fuerza física.

- “Muy bien…” – se burla el diablo. – “No está nada mal para un humano.”

El demonio agarra al guerrero por la cintura y lo levanta boca abajo sobre su cabeza, para un instante después estamparle contra el suelo y partirle el cuello.

Kame y Tsuru se quedan boquiabiertos ante la brutalidad del enemigo.

- “¡CORRED!” – advierte Kame a sus compañeros.

Tsuru alza su dedo índice y concentra su ki en él.

- “¡DODONPA!” – exclama el luchador, que lanza su concentrado ataque contra el enemigo.

El demonio lo esquiva fácilmente, inclinándose a un lado para dejar pasar de largo el ataque.

- “Muy lento” – se burla el ser reptiliano.
- “Mi… mi técnica…” – titubea el joven Grulla, humillado por el enemigo.

Un luchador ataca al demonio con una tormenta de golpes. El guerrero tiene los dedos agrupados como si sus manos fueran aguijones e intenta asestar un golpe en algún punto vital del enemigo, pero sin éxito. El diablo esquiva todos los ataques con facilidad.

De repente, el demonio agarra por el cuello al luchador y lo estruja hasta partírselo.

- “¡SASORI!” – lamenta Kame. – “Maldición…”

El demonio deja caer el cadáver del luchador al suelo.

- “Solo quedáis dos…” – dice con desprecio.

El joven Kame se prepara para realizar su mejor técnica.

- “Ka… Me…” – recita. – “Ha… Me…”

El diablo no parece preocupado.

- “¡HAAAAAAA!” – dispara el luchador.

El reptiliano demonio extiende su mano y detiene el Kamehameha, que estalla sin causarle ningún daño.

- “¿Eso es todo?” – se burla el enemigo.

Kame sonríe, desconcertando al demonio, que enseguida se da cuenta de que ha perdido de vista al otro guerrero.

Al no encontrarlo, decide levantar su vista al cielo. Ahí está Tsuru, levitando sobre el enemigo y con sus manos formando un cuadrado en el que enmarca al demonio.

- “¡AHORA VERÁS!” – exclama Tsuru. – “¡KIKO-HO!”

Un torrente de ki cae sobre el enemigo. El pánico se apodera del demonio, que nada puede hacer para defenderse de tal ataque.

Una gran explosión de luz ilumina el lugar. 

Cuando Kame recupera la visión, se da cuenta de que en el suelo se ha formado un gran agujero cuadrangular del que no se puede ver el fondo.

- “Impresionante…” – murmura el aprendiz. – “No sabía que Tsuru se había vuelto tan fuerte…”

Tras el titánico esfuerzo, Tsuru se desmaya y cae al suelo. Kame enseguida corre a atenderle. 

- “¿Estás bien?” – le pregunta Kame. – “Has puesto mucha energía en esa técnica.”
- “¿Está muerto?” – pregunta Tsuru.
- “Creo que sí…” – responde su compañero.

Muy lejos de allí, Piccolo Daimaoh, que se encuentra masacrando un batallón de soldados que ha osado oponerse a su conquista, siente una extraña presencia.

- “Alguien ha matado a mi hijo Bongo…” – murmura sorprendido el demonio.

Furioso, Piccolo abandona el lugar y se dirige hacia Fukkuro.

En la Atalaya de Kamisama, Dios observa la Tierra con semblante preocupado.

- “Esos humanos son fuertes…” – murmura Kamisama. – “Pero no creo que sean capaces de detener a Piccolo.”

Mr. Popo interrumpe el pensamiento del Dios.

- “He reunido las piedras que me pidió, señor.” – dice Popo. – “Y he construido la figura que me encomendó.” – añade, mostrando un dragón chino hecho de barro en una urna de cristal. – “¿Le gusta? No sabía muy bien como lo quería, así que he improvisado un poco…”
- “Gracias, Popo. Es perfecto.” – sonríe Kamisama. – “Empecemos cuanto antes.”

El ayudante de Kamisama coloca las siete rocas esféricas en el suelo de la Atalaya, rodeando al dragón, y después se aparta.

Kamisama extiende sus manos hacia las piedras y empieza a recitar un extraño conjuro en una lengua antigua y desconocida incluso para Mr. Popo. Su poder es transferido a a la urna de cristal que guarda al dragón y de ahí se reparte a las siete rocas, que brillan intensamente y cristalizan, adquiriendo un color anaranjado. Un patrón de estrellas aparece en cada una de ellas; de una a siete.

De repente, las siete esferas empiezan a girar mientras se elevan hacia el cielo, y tras un estallido de energía salen proyectadas hacia puntos opuestos, desapareciendo en el horizonte.

El namekiano cae de rodillas, cansado.

- “¿Está bien, Kamisama?” – pregunta Popo, que se acerca para socorrer a su señor.
- “Estoy bien…” – responde el Dios. – “Guarda el Dragón en un lugar seguro, por favor.”

Mr. Popo recoge la escultura de barro y se la lleva al interior del palacio.

Kamisama, agarrado a su bastón, intenta ponerse en pie.

- “Yo no puedo intervenir…” – piensa el namekiano. – “Pero espero que las Dragon Balls traigan esperanza a la Tierra en un momento tan oscuro como éste.”

Mientras tanto, en la Tierra, en el bosque Fukkuro, Tsuru y Kame se recuperan de su combate.

- “No sabía que te habías vuelto tan fuerte…” – dice Kame.
- “¿Celoso?” – se burla Tsuru.
- “Un poco…” – responde su compañero. – “Tienes una habilidad fascinante pare crear técnicas destructivas.”
- “El objetivo de un luchador es derrotar a sus enemigos.” – dice Tsuru.
- “En eso discrepamos.” – responde Kame. – “Un luchador debe proteger, no destruir. Ese es el verdadero objetivo de las Artes Marciales.”

Tsuru esboza una sonrisa burlona.

- “Siempre has sido un ingenuo.” – responde el joven Grulla.
- “Puede ser…” – sonríe Kame.

En ese instante, alguien desciende del cielo frente a ellos, llamando su atención.

Los dos luchadores observan con horror al recién llegado.

- “No… No es posible…” – titubea el joven Tortuga.
- “Es él…” – murmura Tsuru. – “Piccolo Daimaoh…”

11 comentarios:

  1. Se avecina el momento de Mutaito...

    ResponderEliminar
  2. ¿Aquí Kame es capaz de expandir su cuerpo con en el 1r Kamehameha que le vemos?

    ResponderEliminar
  3. Me gusta la interacción de rivales entre Tsuru y Kame.

    ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que Piccolo Daimaoh "nació" hasta ahora que han sido creadas las bolas mágicas? En el capi anterior se menciona varios meses, quizás eso sea mucho tiempo de agonía ante la conquista del demonio o quizás no haya podido influenciar mucho en el planeta porque a pesar de tener a sus hijos, no son demasiados como para poner al mundo entero a temblar.

    A lo que quiero llegar es: ¿En tu historia Kami decide crear a Shenron porque La Tierra ya está sumida en el caos o, en cambio, porque sabe que tarde o temprano lo estará?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Piccolo está conquistando la Tierra a su ritmo. Las cosas no están como en el futuro de Trunks, porque a Piccolo le cuesta más todo (moverse, destruir, tener hijos...). Kamisama ha creado las DBs para dar esperanza a los humanos.

      Eliminar
    2. Me imagino que Piccolo Daimaoh no se esperaba tener ningún rival más allá de Mr. Popo y Kamisama, con lo que se recrearia en conquistar la Tierra, ya que es de esos personajes 100% maldad.

      Eliminar
    3. Sí. Piccolo en DB disfruta viendo el terror que genera.

      Eliminar
  4. que debe hacer uno para enviarte imágenes :V, de los personajes? algún correo o medio

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo más sencillo y directo es twitter, pero también podéis subirlo a una web cualquiera que permita subida de imágenes y ponerme un enlace aquí :)

      Eliminar