DBSNL // Capítulo 321: Rivales misteriosos
“Reconozco esa forma de pelear.”
En el desierto, Cell aterriza sobre un cráter de cristal generado por la arena quemada tras su Big Bang Attack.
- “Hmm…” – murmura Cell.
La arena se filtra entre las fisuras de las paredes de cristal del cráter.
- “¿Vas a dejar de esconderte?” – pregunta el insecto con hastío.
De repente, las paredes de cristal estallan y la arena se derrumba sobre Cell, pero éste, sin inmutarse, genera una barrera de energía verde que lo protege. La arena se acumula a su alrededor.
- “Patético…” – suspira el insecto.
Con un estallido de energía, Cell repele la arena que lo rodea, quedando de pie sobre una pequeña plataforma de cristal.
Cuando la arena levantada se calma, una figura emerge del mar de arena frente a Cell. Una figura decrépita de aspecto vampírico, de piel amarilla pálida, apagada y deshidratada, con orejas puntiagudas y unos pocos mechones de cabello blanco peinados hacia atrás, vestido con pantalón negro, espinilleras metálicas, brazaletes morados y una capa negra de cuello alto con detalles dorados.
- “Al fin te muestras.” – sonríe Cell.
Mientras tanto, en la fábrica de Godgardons, Gohan se oculta tras una de las máquinas. Las sirenas siguen a todo volumen, ensordeciendo al mestizo y tiñendo de rojo el lugar.
El mestizo puede ver una silueta caminando entre las cintas de montaje.
- “Ahora es el momento…” – piensa Gohan.
Gohan sale de su escondite.
- “¡¡MASENKO!!” – dispara el mestizo.
Su ataque se aproxima rápidamente a su adversario, pero éste, sin ni siquiera mirarlo, hace que una de sus espadas gire a gran velocidad, interceptando el ataque y devolviéndoselo al mestizo.
- “¿Eh?” – se sorprende Gohan.
Gohan tiene que saltar hacia un lado para evadir el ataque.
La explosión sacude la fábrica.
Gohan corre agachado entre las máquinas para ocultarse de nuevo.
- “Ha previsto mi ataque y lo ha repelido con su espada…” – piensa el mestizo. – “Parece que las usa con telekinesis…”
Algunas alarmas se han detenido tras la explosión.
Son Gohan espera de nuevo la oportunidad. Viendo entre los Godgardos a medio montar como su enemigo sigue en su búsqueda.
Gohan puede fijarse por primera vez su aspecto. Un guerrero estilizado vestido con chaqueta negra de cola con hombreras y adornos blancos espirales sobre una camiseta interior naranja, un pantalón azulado y botas y guantes negros. Su piel es azulada y luce una cabellera blanca lacia, con un casco metálico en su cabeza. A su alrededor levitan dos grandes espadas, una con empuñadura verde y otra con empuñadura morada, la segunda con una hoja más oscura que la primera.
El mestizo se prepara para intentarlo de nuevo.
- “Esa forma de pelear…” – piensa Gohan. – “Tengo que…”
- “No puedes esconderte de mí…” – retumba una voz en su cabeza.
- “¡¿EH?!” – el mestizo se queda perplejo.
De repente, las espadas del enemigo salen volando hacia él.
- “Tsk…” – se preocupa Gohan, retrocediendo.
El mestizo da un salto mientras gira sobre sí mismo para evadir las espadas, que pasan de largo.
Pero al posarse de nuevo en el suelo, se encuentra al enemigo frente a él, con sus ojos grises a pocos centímetros de los suyos.
- “…Son Gohan.” – finaliza el enemigo.
El mestizo se da cuenta de que su enemigo tiene la mano extendida frente a su pecho, con las yemas de los dedos tocándolo.
De repente, el enemigo cierra la mano en un puño y le propina un golpe que lo remite a través de la fábrica, chocando contra todo lo que encuentra a su paso.
En la falda del volcán, Kamo y Vegeta se abalanzan el uno contra el otro.
Sus puños chocan al encontrarse, formando una onda expansiva que sacude el terreno.
Los dos retroceden y se embisten de nuevo, iniciando un intercambio de golpes igualado, donde ningún ataque logra superar la defensa del otro hasta que, finalmente, los dos se golpean en la cara.
Los dos contrincantes retroceden de nuevo. Vegeta se limpia la sangre del labio con el dorso de la mano. Kamo se relame su herida.
- “Para no ser tu cuerpo, te mueves bien.” – dice Vegeta.
- “Es un cuerpo excelente.” – sonríe Kamo. – “Lo conoces muy bien.”
- “Una imitación.” – sonríe Vegeta con sarcasmo.
- “Príncipe…” – suspira Kamo con ironía. – “Puede que no lo aceptes por orgullo, pero tu poder está en decadencia.”
- “Ah, ¿sí?” – replica el saiyajín sin perder su media sonrisa.
- “Sin embargo, yo poseo la mejor versión de forma que has tenido jamás.” – explica el tsufur.
Vegeta aprieta los puños.
- “Eso habrá que verlo.” – responde el saiyajín.
La tierra tiembla. La lava del volcán asciende rápidamente, en ebullición. La tormenta libera rayos que se fusionan con la torre de humo que emana el cono volcánico.
El cabello de Vegeta se tiñe de magenta y su aura estalla en una llama del mismo color; el Ikigai.
Kamo sonríe.
- “Je…” – parece confiado.
En el desierto, la figura vampiresca se encuentra flotando a pocos centímetros del suelo.
Cell lo mira de arriba abajo, intentando comprender a qué se enfrenta.
- “¿Qué eres?” – pregunta el insecto.
- “¿Tú me lo preguntas, abominación?” – responde el demacrado enemigo.
- “Abominación, ¿eh?” – sonríe Cell. – “Creo que no te has visto al espejo.”
El anciano abre su mano y un torbellino de arena se genera en ella, absorbiendo la arena de los alrededores.
El viejo inclina su mano hacia delante y el torbellino avanza, y al abandonar la palma de su mano éste entra en contacto directo con el desierto y se convierte en un torbellino gigante.
Cell no parece intimidado.
Con un gesto de su mano derecha, el insecto deshace el torbellino.
- “No eres el único que posee ese tipo de poder, anciano.” – se mofa Cell, usando su propio poder mental.
El insecto apunta con su dedo índice a su tétrico contrincante.
El rayo mortal característico de Freezer sale disparado de su dedo, pero choca contra un muro de arena que nace frente a su enemigo en el último instante.
- “Hmm…” – murmura el insecto.
Una docena de nuevos ataques impactan contra la barrera de arena frente al impertérrito enemigo.
- “Ya veo…” – sonríe Cell.
Usando el Shunkanido, el insecto aparece detrás de su rival, con el brazo derecho en alto.
El enemigo gira su cabeza ligeramente, mirando de reojo al insecto.
De repente, Cell se queda inmóvil, incapaz de mover un músculo.
La criatura vampiresca se gira lentamente, manteniendo la mirada fija en los ojos de Cell, que sigue luchando por liberarse.
Sin que el insecto pueda hacer nada, siente como una hoja de ki le atraviesa el abdomen.
El insecto sangra por la boca.
En la fábrica de Godgardons, Gohan sale de los escombros.
Frente a él, su enemigo se posa en el suelo, con sus dos espadones levitando en sus flancos.
- “Puedes leer mi mente…” – piensa Gohan.
- “Saiykio no Senshi.” – sonríe su adversario. – “Será un honor derrotarte.”
Gohan aprieta los puños y su ki se desata, liberando una onda expansiva invisible que su adversario percibe como una gota de agua cayendo en un estaque tranquilo.
Tras un instante de silencio y calma absoluta, las espadas del enemigo salen volando hacia Gohan.
Primero la verde, seguida por la morada, pero el mestizo salta sobre ellas usándolas como peldaños de escalera para después lanzarse contra el enemigo con los pies por delante, golpeándolo en la cara y lanzándolo a través de la fábrica.
El espadachín recupera la estabilidad en el aire y reclama sus armas.
Los espadones giran a gran velocidad y se aproximan a Gohan por la espalda, pero el mestizo detiene el verde entre las palmas de sus manos y lo usa para rechazar el morado.
Finalmente, ambas espadas regresan a su dueño, que flota junto a ellas en el aire.
- “Reconozco esa forma de pelear.” – dice Gohan. – “¿Quién eres? ¿Quién te ha entrenado?” – frunce el ceño.
El espadachín sonríe con prepotencia.
En el volcán, Vegeta carga contra Kamo. Su velocidad sorprende al tsufur, que encaja un golpe en la mejilla.
Vegeta le propina un rodillazo en el abdomen y luego lo remata juntando las manos en un puño y golpeándolo en la espalda.
Kamo atraviesa el suelo, descubriendo un mar de magma subterráneo y precipitándose en él.
Vegeta apunta con su mano derecha al charco de magma.
- “¡¡BIG BANGA ATTACK!!” – dispara el saiyajín.
El ataque se hunde en el magma candente y luego estalla, provocando que columnas de lava broten del suelo por todo el terreno de combate.
Vegeta se eleva porque el suelo se hunde bajo sus pies.
El volcán ruge y entra en erupción. La explosión provoca que grandes cantidades de roca sean expulsadas por el volcán y lluevan sobre el terreno.
Pero rocas, humo y lava no es todo lo que emana del cono volcánico. Tras la explosión, la figura de Kamo surge del volcán sin ningún rasguño.
Vegeta frunce el ceño.
- “Tsk…” – protesta el saiyajín.
Lentamente, Kamo levita hacia su contrincante.
- “¿Qué ocurre, Príncipe Vegeta?” – lo provoca. – “¿Acaso tienes prisa?”