Red World / Parte XVII: Con un objetivo en mente
“Así es tu padre…”
Tres meses más tarde, en la Atalaya de Kamisama, Ten Shin Han intenta aprobar a Mr. Popo usando sus cuatro brazos para atacarle.
El guardián de la atalaya detiene todos los golpes del antiguo alumno de la escuela Grulla.
- “Sigues gastando demasiada energía…” – advierte Popo. – “Demasiados movimientos…”
Ten retrocede y se divide en cuatro.
- “Qué poco imaginativo…” – suspira el guardián.
Los cuatro Ten Shin Han rodean a Popo y le atacan a la vez.
El guardián se defiende sin problemas.
- “Cuatro clones, cuatro veces más torpe.” – dice Popo.
El guardián pasa al ataque y con facilidad noquea a los clones, que caen uno sobre otro y desaparecen para formar a un único Ten Shin Han.
El guerrero se levanta de nuevo.
- “¡TAIYO-KEN!” – realiza la técnica de su escuela, emitiendo un bang de luz que ciega a Popo.
Ten aprovecha la ocasión para atacar, pero Popo detiene el golpe con una mano, con los ojos cerrados.
- “La vista es solo uno de mis sentidos.” – dice el guardián. – “¿No te lo he dicho antes? Puedo olerte, oírte, sentir las vibraciones que causas en el aire…”
Ten retrocede y prepara un Dodonpa
- “También el calor que emiten tus técnicas.” – sonríe Popo.
Ten dispara y Popo se desliza hacia un lado, dejando pasar el ataque de largo.
- “¿Lo ves?” – se burla el guardián.
Ten pone sus manos formando un rectángulo en el que encuadra a su adversario.
- “Creo que te estás desesperando…” – dice Popo.
Ten sonríe y cambia el objetivo, encuadrando el Palacio de Kamisama.
- “¡¿EH?!” – se sorprende Popo. – “¿Qué… qué haces…?”
- “Ya lo sabes. Soy un asesino.” – dice Ten con cara de villano. – “¡¡KIKO…!!”
- “¡¡EL PALACIO!!” – se preocupa Popo.
Con una velocidad de vértigo, Popo agarra el brazo izquierdo de Ten con la intención de desviar su ataque.
Pero Ten aprovecha la inercia de Popo y su pérdida de concentración para propinarle un codazo con su brazo derecho.
Popo cae de espaldas al suelo.
- “¿EH?” – se sorprende el guardián. – “¿Era…? ¿Era un farol?”
- “Je.” – sonríe Ten.
Kamisama sale de su palacio con una sonrisa en su rostro, con su bastón en una mano y con la otra detrás de la espalda.
- “Parece que le han derrotado, señor Popo.” – dice el anciano.
- “Haciendo trampas…” – intenta justificarse el guardián.
- “No ha jugado limpio.” – asiente Dios. – “Es cierto. Ha aprovechado tu prejuicio a su favor.”
- “Lo siento.” – hace una reverencia Ten hacia el anciano.
Kamisama cavila un instante y luego inicia su camino hacia el borde de la atalaya.
- “Acompáñame.” – dice el anciano.
Popo se levanta y hace una reverencia hacia Kamisama primero, y luego otra hacia Ten.
Pero el guerrero responde ofreciéndole la mano.
Popo lo mira con desconfianza, pero acaba estrechándosela.
Mientras tanto, en el Cuartel General de la Red Ribbon, en una sala de pruebas del laboratorio, un monstruoso dinosauro alado que recuerda a un pteranodón, atado con una cadena en el pie.
- “¡GRAAAAH!” – grita el reptil volador. – “¡¿DÓNDE ESTOY?!”
Gero y sus asistentes observan a través de un cristal.
- “Todo listo.” – anuncia uno de ellos.
- “Adelante.” – responde Gero.
Una compuerta se abre y la Número 18 entra en la habitación.
- “¿Quién eres tú…?” – pregunta el pteranodón.
Ella no responde.
- “¿Tú me has encerrado aquí?” – gruñe el dinosaurio.
Gero y los demás observan atentamente.
- “La energía de la Número 18 se encuentra al 84%” – lee su pantalla uno de los asistentes.
El pteranodón se prepara para abalanzarse sobre ella con sus fauces abiertas, pero la Número 18 lo intercepta con un puñetazo en el hocico que lo aturde.
La androide camina hacia él y abre su mano derecha, revelando una gema roja en la palma de su mano.
La Número 18 agarra del cuello con firmeza al dinosaurio, que lucha para liberarse.
El pteranodón intenta golpear a la mujer, que parece inamovible.
Poco a poco, los movimientos del dinosaurio son cada vez más lentos y débiles, como si se quedara sin fuerzas.
- “Energía de la Número 18 al 85%” – anuncia el asistente del doctor.
Gero sonríe satisfecho.
- “Fase 1 completada.” – anuncia el doctor. – “Absorción por contacto, exitosa.”
En la base militar al sur de la Capital Central, Pino se toma una cerveza sentado sobre el pie de su gigantesca creación.
- “¿Es bueno que bebas en horario de trabajo?” – pregunta una hermosa mujer de cabello castaño canoso, vestida con una bata blanca.
Pino sonríe al ver a la mujer.
El asistente mecánico de Pino se interpone en el camino de la mujer.
- “Lo siento, señora.” – dice el robot. – “Esta es una zona restringida.”
- “Tranquilo, es mi madre.” – interviene Pino, poniéndose en pie. – “Y la tuya, de hecho.”
El robot mira de nuevo a la mujer y enseguida hace una reverencia para disculparse.
- “Doctora Oli.” – dice el asistente. – “Mis más honestas disculpas.”
- “No hay problema.” – sonríe ella.
Pino la recibe con un abrazo.
- “Es realmente impresionante.” – dice ella, observando al gigante.
- “¿Te gusta?” – se emociona él.
- “No esperaba menos.” – sonríe Oli. – “Está en tus genes.” – le guiña un ojo.
- “Ah, o sea que no tengo ningún mérito, ¿eh?” – bromea, fingiendo estar ofendido.
- “No he dicho eso.” – responde ella, dándole un pequeño golpe en el hombro.
- “Jaja” – ríe Pino.
Los dos se quedan un instante en silencio mientras observan al gigantesco hombre de metal.
- “¿Qué tal está papá?” – pregunta Pino.
- “No lo sé…” – suspira Oli. – “Desde que tiene todos los fondos que pide, parece que solo existe el trabajo para él…”
- “Siempre tiene que estar obsesionado con algo, ¿eh?” – dice Pino.
- “Así es tu padre…” – responde ella. – “Su pasión… es lo que me enamoró, no debería quejarme.”
- “Su mayor pasión eres tú, mamá.” – dice Pino. – “Solo que a veces se le olvida.”
- “Jajaja” – ríe Oli. – “No hace falta que lo defiendas.”
- “Es la verdad.” – sonríe Pino.
En la Atalaya de Kamisama, Ten Shin Han y Dios observan el mundo desde la cornisa.
- “Le pido disculpas de nuevo.” – dice Ten. – “No debería haber hecho trampas. Entiendo que la lección que quería enseñarme no era esa.”
- “Eres un hombre de recursos.” – dice Kamisama. – “Puede que eso sea lo que el mundo necesita ahora.”
- “Señor…” – dice Ten, con respeto y timidez.
- “Adelante.” – responde Kami. – “Pregúntamelo.”
Ten Shin Han se sorprende al ver que le ha leído la mente.
- “Si usted es tan fuerte… y su deber es proteger la Tierra…” – dice Ten. – “No quiero ofender, pero… ¿por qué no nos ayudó cuando nos atacaron?”
- “Podría haberlo hecho…” – dice Kamisama. – “Mucha gente murió ese día…”
Ten se fija de que Kamisama agarra con más fuerza su bastón.
- “¿Qué crees tú?” – pregunta Kamisama.
- “No… no lo sé…” – responde Ten.
Kamisama suspira profundamente.
- “Mañana empezará tu entrenamiento.” – dice Dios. – “Es mejor que hoy descanses.”
Kamisama se marcha, pero solo puede dar unos pasos antes de ser interrumpido por su nuevo alumno.
- “Señor.” – dice Ten.
- “¿Qué ocurre?” – pregunta Dios.
- “Es un placer ser entrenado por usted, pero…” – dice Ten. – “¿Es posible seguir entrenando con Mr. Popo un poco más?”
- “¿Cómo dices?” – se sorprende el anciano.
- “Quiero ser capaz de derrotarlo de forma justa.” – dice Ten. – “Su forma de ver el combate es nueva y diferente para mí… quiero comprenderla antes de pasar a la siguiente lección.”
Kamisama sonríe orgulloso.
- “Como prefieras.” – asiente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario