miércoles, 3 de enero de 2024

ESPECIAL DBSNL /// Red World // Universos 1 y 2 / Parte XVI: La leyenda del Rey Gyuma

Red World / Parte XVI: La leyenda del Rey Gyuma

“Disfrute del espectáculo, Majestad.”



Dos semanas después, en una pequeña urbe cercana al bosque de setas, Krilín ha noqueado a dos soldados de con gabardina azul y orejas postizas de conejo, y ahora apunta con su bastón a un gran conejo blanco humanoide que pide clemencia.


- “¡Nos iremos de la ciudad!” – dice el conejo. – “¡Lo prometo!”

- “Que no os vuelva a ver por aquí…” – advierte Krilín, enfundando el bastón.


Los tres bandidos enseguida echan a correr.


Mientras tanto, el en horizonte, un escuadrón formado por cinco helicópteros monoplaza a reacción y otro de transporte de tropas cruza el cielo hacia el Monte Frypan.


En unas horas, el helicóptero de transporte aterriza en la montaña, en una llanura cercana a la aldea de Chichi, mientras los monoplazas sobrevuelan el perímetro.


Un pelotón de soldados no tarda en apearse del transporte y se organiza en formación bajo el mando del General Blue.


Pero de repente, un hacha gigante sobrevuela a las tropas y choca contra uno de los helicópteros, derribándolo.


Los soldados se asustan y se preparan para disparar contra el enemigo.


El suelo tiembla con los pasos del demonio de la montaña; el gigantesco Rey Gyuma se presenta frente a las tropas de la Red Ribbon ataviado con su terrorífica armadura de cuernos. 


El General Blue sonríe con picardía, demostrando una calma que contrasta con la de sus hombres.


- “Usted debe ser el Rey Gyuma.” – dice el General de cabello rubio y ojos azules.

- “Fuera de mi montaña.” – responde el Rey, tajante.

- “Me alegro de que haya salido a recibirnos.” – dice Blue. – “Nos ahorrará tener que interrogar a su gente.”


Gyuma no responde y solo posa estoico frente al enemigo.


Los soldados lo observan con miedo, pues su tamaño y su vestimenta lo hacen parecer una figura casi mitológica, más cercana a una criatura como el minotauro que a un humano.


Blue, en cambio, camina directamente hacia él, con las manos detrás de la espalda, con la marcialidad y estilo que lo caracterizan.


- “Su Majestad…” – dice Blue con retintín. – “¿Sabe por qué estamos aquí?”

- “No me importa.” – responde Gyuma. – “Pero quiero que os marchéis.”


El General mira de reojo a uno de sus soldados.


- “¡Recluta!” – exclama Blue a uno de sus hombres; un joven de cabello rubio y corte militar, con gafas.

- “¡Sí…! ¡Sí, señor!” – responde el soldado, con voz temblorosa, poniéndose firme. – “¡Por su atentado contra las instalaciones de investigación geotérmica del Ejército de la Red Ribbon y, por lo tanto, contra el Comandante Red, Rey del Mundo y salvador de la Tierra, y su gobierno legítimo, el autoproclamado Rey Gyuma del Monte Frypan ha sido sentenciado a muerte!”


El recluta regresa a la formación.


Gyuma y Blue se miran fijamente.


- “Así que es eso, ¿eh?” – dice el gigantón.

- “Ya lo ha oído.” – responde Blue.

- “¿Y vas a ejecutarme tú, hombrecillo?” – pregunta Gyuma, intimidante.


La tensión es palpable. Hay silencio en la montaña de fuego.


De repente, el monte ruje y, como un disparo de pistola que indica el inicio de una carrera, Gyuma reacciona intentando propinar un puñetazo a Blue.


El General da un preciso paso a un lado mientras se agacha, como un boxeador, haciendo que Gyuma golpee el suelo.


Blue salta y propina un uppercut directo al mentón del gigante, que retrocede dos pasos.


Los soldados observan con sorpresa y emoción la habilidad de su líder.


El General sonríe.


- “Un tipo duro…” – dice al ver que Gyuma se mantiene en pie.

- “Grrr…” – gruñe el gigante.


Gyuma se abalanza sobre el enemigo, pero el General se agacha y gira sobre sí mismo estirando la pierna, haciéndole así la zancadilla al gigante.


El padre de Chichi cae de cara contra el suelo, perdiendo el casco, que rueda hacia los soldados.


- “Lo siento, grandullón.” – se mofa Blue. – “Pero no eres mi tipo.”


Gyuma se pone en pie, furioso, apretando los dientes.


- “¡¡GRAAAAH!!” – ruge a su enemigo.


Pero un destello de los ojos de Blue detiene su grito y lo deja inmóvil.


- “Bien…” – sonríe Blue.


El General se acerca a Gyuma contoneándose y le acaricia la barba.


- “Quietecito.” – dice Blue, guiñándole un ojo.


El General se dirige hacia sus tropas.


- “¡Que esto sirva de mensaje para los que aún se resisten al gobierno legítimo del poderoso Ejército de la Red Ribbon!” – ordena. – “¡Incendiad la aldea! ¡Que no quede nada!”

- “¡ADELANTE!” – repite uno de sus hombres.


Los soldados cargan contra la aldea ante la mirada impotente de Gyuma.


Blue se acerca al gigante y se detiene a su lado.


- “Disfrute del espectáculo, Majestad.” – sentencia con retintín antes de seguir su camino hacia la aldea.


Los gritos de su gente y los disparos de los soldados retumban por todo el valle.


Una lágrima recorre la mejilla de Gyuma, que lucha por moverse.


- “Grrr…” – gruñe el gigante.


Poco a poco, el puño de Gyuma empieza a moverse.


- “Grraaah…” – empieza a proyectar la voz.


Blue se detiene, extrañado.


- “¿Eh?” – se da la vuelta.

- “¡¡GRRRAAAAAAAH!!” – ruge de nuevo el Rey.


Con dificultad y un tremendo esfuerzo que hace que se marque cada músculo y cada vena de su cuerpo, Gyuma avanza hacia el enemigo.


- “¡¿Cómo…?!” – se sorprende Blue.


Gyuma levanta sus puños, dispuesto a aplastar al General.


- “¡¡GRAAAAAAH!!” – brama de nuevo.


Pero Blue salta hacia un lado, evitando el golpe, que impacta contra el suelo y lo resquebraja.


- “Es un monstruo…” – se sorprende Blue, mirándolo con asombro.


Gyuma avanza de nuevo hacia él, pero sus movimientos requieren tanto esfuerzo que lo hacen lento y torpe.


Blue aprovecha que su velocidad y movilidad le dan ventaja para acercarse rápidamente y propinarle varios jabs de izquierda en la cara, rompiéndole la nariz.


Pero Gyuma no se detiene.


- “¿Qué demonios eres…?” – murmura Blue.

- “¡¡GRAAAAAAH!!” – grita Gyuma como un verdadero animal mientras avanza hacia él.


Gyuma intenta propinar un puñetazo al General, pero éste se agacha y contraataca con un fuerte puñetazo en la barriga del gigante y lo sigue saltando y conectando un rodillazo en su mentón que lo hace retroceder y tambalearse.


Gyuma lucha para no caerse, pero Blue aprovecha el momento para correr hacia el gigante, saltar y propinarle una patada en la cara justo cuando estaba recuperando la estabilidad.


Esta vez, Gyuma cae de espaldas, haciendo temblar el suelo.


- “Fiu…” – silba Blue, aliviado. – “Menudo tipo…”


Pero Gyuma empieza a moverse de nuevo, intentando levantarse, luchando aún contra el poder mental de Blue.


- “Fascinante…” – dice el General, boquiabierto.


Blue camina hacia Gyuma.


El grandullón lucha por incorporarse sin éxito.


El General se detiene para recoger una piedra de obsidiana de unos 40cm de diámetro.


- “Pongamos fin a esto…” – sentencia con una media sonrisa.


La aldea arde mientras Blue levanta la piedra con ambas manos sobre la cabeza del Rey.

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