DBSNL // Capítulo 326: Lazos de sangre
“Es un asunto de la Patrulla Galáctica.”
En la ciudad, Mirai Trunks y Granola esperan la llegada de Onisen, cuando se dan cuenta de que va acompañado de un centenar de dorobochi que vuelan tras él.
En todos los sectores, nuestros amigos luchan contra hordas de enemigos.
En el laboratorio, Raichi y Shido observan el resplandor proviene del núcleo del planeta, donde chocan los poderes extraídos del Hakaishin y del Dai Kaioshin.
- “Pueden eliminarlos.” – ordena Raichi. – “Ya no los necesitamos.”
- “De acuerdo, señor.” – responde Ahms.
En la jungla, Dabra escupe a uno de los dorobochi, que se convierte en una estatua de piedra que después patea Turles.
Liquir activa cuatro colas y dispara una llamarada de ki desde sus puntas que alcanza a cuatro enemigos, que arden con fuego azulado.
Ub propina un puñetazo a un dorobochi, pero otros tres se le echan encima.
El chico de isla Papaya extiende sus manos hacia los lados.
- “¡HA!” – exclama emitiendo una onda expansiva de energía que los empuja lejos de él.
Kamakiri extiende sus manos hacia los dorobochi, intentando controlarlos, pero no parece causarles ningún efecto.
- “¡¿EH?!” – se asusta el doctor.
Un dorobochi le ataca, pero Broly lo intercepta con una patada que lo lanza contra un árbol.
Broly aprieta los puños. Su aura amarilla se tiñe de verde y su forma se torna circular.
El saiyajín se eleva lentamente sobre los demás, que pronto se da cuenta de la energía que está acumulando.
- “¡AL SUELO!” – advierte Ub.
El aura de Broly se descompone en un centenar de esferas de energía que llueven sobre el terreno de combate, masacrando a todo dorobochi que encuentran a su paso.
En otro lugar de la jungla, Reitan y Okure pelean contra otro grupo de enemigos.
Okure propina un puñetazo a un dorobochi en el abdomen, lanzándolo hacia Reitan, que lo agarra del brazo y lo hace girar para lanzarlo contra otro enemigo.
En el desierto, Cell se abalanza sobre el gigante de arena y le atraviesa el pecho envuelto en una barrera de energía, usando la técnica de Freezer.
Al salir por el otro lado, Cell dispara a discreción contra el enemigo, lanzando esferas de energía alternando con cada mano al más puro estilo de Vegeta.
Pero de la arena levantada por las explosiones empiezan a formarse un centenar de clones de arena de tamaño normal que vuelan hacia el insecto.
Cell no duda en enfrentarse a ellos, golpeando a uno tras otro sin cesar, hasta que, sin que él se dé cuenta, el verdadero enemigo aparece detrás de él.
El insecto se revuelve y se encuentra por sorpresa con la figura vampírica, que tiene la mano casi sobre su cabeza, y le toca la frente con el dedo índice.
El mundo se torna completamente negro para Cell.
En la fábrica de Godgardons, Gohan y Zahha se enfrentan. El mestizo empuña el espadón verde del enemigo, que sigue armado con su espada morada.
Las espadas chocan en el aire y rechinan. La habilidad de Gohan con el arma sorprende al espadachín.
En la ciudad en ruinas, Onisen aterriza frente a Mirai Trunks y Granola.
- “Hmm…” – sonríe el monstruo de Raichi.
Los dorobochi no se detiene y siguen avanzando.
Trunks frunce el ceño al ver que perseguirán a sus amigos, pero no puede perder la concentración.
Granola aprieta los puños con rabia. Trunks lo mira de reojo.
De repente, la banda del cereliano desciende frente a Onisen, dejando a Granola pasmado.
- “No caigas en la trampa, Granola.” – advierte Trunks. – “No son tus amigos.”
- “Lo sé…” – gruñe el cereliano, apretando los dientes con rabia.
La banda de Granola se abalanza sobre nuestros amigos.
Shansua emite su vapor caliente para impedirles la visión.
El cereliano dispara a Yuzun y a Hermila en la cabeza, usando sus manos como pistolas. Sus cabezas estallan, haciendo que vuelvan a ser dorobochi.
Botamo embiste, pero Granola salta por encima de él y lo patea en la nuca, estrellándolo de cara contra el suelo.
Soshiru, con sus manos electrificadas, es el siguiente en atacar, pero Trunks interviene y lo corta por la mitad con su espada.
Botamo se ha levantado y se prepara para atacar, pero el mestizo lanza su espada, que se clava en su pecho.
Soshiru y Botamo regresan a su forma dorobochi.
Granola enfoca su mirada airada hacia Trunks y dispara, asustando al mestizo durante un instante, pero su bala de ki pasa cerca de la sien del mestizo, levantando ligeramente su cabello, para impactar en Shansua, que estaba atacando a Trunks por la espalda.
Onisen sonríe ante el espectáculo.
En el laboratorio, Gohan y Goku corren por un pasillo, perseguidos por una docena de Godgardons.
Gohan alarga su bastón clavándolo a cada lado del pasillo, agachándose para pasar por debajo de él.
El primer Godgardon que lo perseguía se estrella contra el bastón a toda velocidad, el siguiente choca contra el primero, y así sucesivamente.
Gohan prepara el “Ataque Ardiente” de su padre y lo lanza contra el montón de enemigos, haciéndolos estallar en cadena.
Mientras tanto, Punch sigue adentrándose en el laboratorio, evadiendo a los robots con su salto temporal.
Pero de repente, el joven se detiene en seco, pasmado. Una figura se presenta frente a él.
- “Tú…” – murmura Punch.
El temible 7-3 se presenta frente al hijo de Hit.
El hombre de Raichi sigue impertérrito frente a él, en silencio.
Punch clava su mirada en los ojos inertes del enemigo.
De repente, Punch usa el salto temporal y carga contra su adversario, dando una voltereta en el aire para atizarle con una patada guillotina… pero el enemigo detiene el golpe con una mano.
- “Tsk…” – protesta Punch, frustrado.
El joven guerrero retrocede con una voltereta y carga de nuevo, pero 7-3 desaparece para reaparecer detrás de él.
El enemigo le propina una patada, pero Punch usa de nuevo el salto para revolverse y protegerse con ambos brazos en cruz frente a su rostro.
El joven sale repelido a varios metros de distancia, deslizándose sobre el suelo, manteniéndose en pie.
- “Je…” – esboza una media sonrisa.
Los dos desaparecen.
El mundo se ha detenido. Los dos intercambian golpes. 7-3 lo hace sin ninguna expresividad ni esfuerzo, contrastando con Punch, que siente como se juga la vida con cada movimiento.
De repente, un golpe de 7-3 se cuela entre la defensa de Punch y le golpea con el hombro con el nudillo de su dedo índice.
El brazo de Punch queda inerte.
- “El salto temporal… su forma de pelear…” – piensa el joven.
7-3 le propina un puñetazo en la cara, luego le agarra la cabeza y lo acerca hacia él propinarle un rodillazo en el abdomen.
Punch retrocede, pero 7-3 le hace una zancadilla que le levanta de piernas para arriba, aprovechando para agarrarle un pie, tirar de él y estamparlo contra la pared del pasillo.
Punch rebota contra el muro y cae al suelo dolorido.
- “Lo sabía…” – murmura Punch, intentando levantarse.
Pero el joven recibe una patada en el abdomen que lo levanta del suelo, y seguido recibe otra que lo lanza contra el techo.
7-3 le apunta con una mano y dispara un blast de ki morado que impacta directo contra Punch, haciéndole atravesar el techo.
En la superficie del planeta, Punch brota del suelo, aún empujado por el blast de energía y se eleva en el cielo hasta que este estalla, precipitándose después contra el suelo rocoso del planeta.
En el pasillo, Gohan y Goku han llegado hasta 7-3, pero justo ven como se marcha por el agujero del techo que él mismo ha creado con su ataque anterior.
- “¡Tenemos que ayudar a Punch!” – dice Goku, que echa a correr hacia la apertura.
Pero Gohan le agarra del gi y lo frena.
- “¿Qué haces?” – protesta Goku.
- “Yo ayudaré a Punch.” – dice Gohan.
- “¡Te va a matar!” – replica Goku.
- “Es un asunto de la Patrulla Galáctica.” – insiste Gohan. – “Déjamelo a mí. Tú sigue adelante.”
- “Usas mucho la excusa de la patrulla…” – protesta Goku, cruzándose de brazos con malhumor.
- “Cuando acabemos la misión, puedo hacerte una carta de recomendación.” – dice Gohan.
- “Hmm…” – murmura Goku, poco convencido.
En el parque de juegos, Goten se harta de pelear contra la horda enemiga.
- “¡Cerrad los ojos!” – advierte el hijo de Goku. – “¡¡TAIYOKEN!!”
El resplandor inunda la zona, cegando a los dorobochi.
- “¡Aprovechemos la ocasión!” – exclama Trunks.
Avo y Cado están un poco aturdidos por el destello, pues no han cerrado los ojos del todo.
Goten y Trunks aprovechan el momento para transformarse en Súper Saiyajín 2 y cargar contra los enemigos, derrotando a todos los que pueden mientras siguen cegados.
En lo más profundo de la mente de Cell, la criatura de Gero vuelve a tener su aspecto de insecto perfecto.
- “¿Qué?” – se mira las manos, confuso.
Pero de repente, su cuerpo involuciona, regresando primero a su fase semi-perfecta y, finalmente, revelando su forma de insecto imperfecto.
Frente a él, la figura vampírica se presenta, pero esta vez parece más joven y enérgica.
- “Tú…” – murmura Cell. – “Eres un…”
Un Kaioshin vestido con sus ropajes clásicos se presenta ante Cell; es Gowas, al que el insecto reconoce del torneo.
- “Aquí te muestras como la perversión que eres.” – dice el ira-aru. – “Una criatura abominable. Un parásito.”
- “¿Qué clase de truco es este, Kaioshin?” – protesta Cell.
- “Kaioshin…” – repite Gowas, con cierta nostalgia. – “Esa palabra dejó de tener significado hace mucho tiempo…”
Cell, frustrado, embiste al ira-aru, pero éste lo esquiva moviéndose ligeramente hacia un lado, sin ninguna dificultad, dejando que Cell pase de largo.
- “Qué insecto tan patético…” – dice Gowas. – “Solo eres lo que has robado.”
El cuerpo de Cell regresa a su estado cuadrúpedo larvario.
En el volcán, el Ikigai de Vegeta se desvanece. El saiyajín se encuentra de pie frente a un abatido Kamo, que está tumbado en el suelo bocarriba.
Vegeta se apoya en sus rodillas, recuperando el aliento.
- “Maldita sea…” – protesta el saiyajín.
En la ciudad, Granola y Mirai Trunks se preparan para enfrentar a Onisen.
En la superficie del planeta oscuro, 7-3 sale del agujero en el suelo y aterriza.
Punch, sosteniendo su brazo inerte, se levanta para seguir peleando.
- “¿Qué… qué te ha pasado…?” – dice el joven. – “¿Qué te han hecho…?”
7-3 no muestra ningún tipo de emoción.
Los ojos de Punch se llenan de lágrimas.
- “Mamá y Kik te echan mucho de menos…” – dice el joven con la voz cortada. – “Por favor… Vuelve a casa, papá.”
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