DBSNL // Capítulo 309: Jungla
“¡Nunca más!”
En la jungla, Reitan avanza hasta Okure, que parece esperar en la copa de un gran árbol.
- “¡Okure!” – exclama el herajín.
Ella esboza una media sonrisa y escapa, haciendo que Reitan la persiga.
Cerca de allí, Liquir se levanta del suelo sin saber lo que ha ocurrido.
- “¿Qué ha sido eso?” – se pregunta. – “¿Quién me ha golpeado?”
El kurama mira a su alrededor, confuso.
- “¡MUÉSTRATE!” – exige.
Sus orejas se mueven.
- “¡Te tengo!” – exclama antes de lanzar una onda de ki a un arbusto.
Una explosión sacude la zona.
- “¿Le he dado?” – se pregunta.
Pero de repente, el zorro recibe un golpe en la nuca que lo lanza de nuevo contra el fango.
Mientras tanto, Turles está siendo arrastrado a través de la jungla, atravesando cada matorral en su camino.
- “¡Maldición!” – protesta.
Furioso, el saiyajín empieza a disparar a discreción en la dirección que está siendo arrastrado.
- “¡HAAAAAA!” – apunta con su mano y dispara una ráfaga continua de ki.
Pronto se detiene.
- “Así aprenderá…” – refunfuña poniéndose en pie.
En ese momento se da cuenta de que su pierna está llena de una sustancia viscosa.
- “Qué asco…” – protesta de nuevo.
De repente, algo se enrolla alrededor de su cuello y lo estrangula. El saiyajín intenta liberarse, luchando contra el invisible agarre, pero es rápidamente elevado hacia la copa de un árbol.
Al llegar a lo más alto, se detiene suspendido en el aire. Turles lucha por liberarse. Sus manos se llenan de esa misma sustancia viscosa que tenía en la pierna.
Poco a poco, lo que rodea su cuello empieza a tornarse visible, adoptando un color rosado y un aspecto viscoso.
El color se propaga a lo largo del apéndice hasta revelar unas grandes fauces sobre Turles y finalmente extenderse a una criatura reptiliana de ojos saltones parecida a un camaleón.
Mientras tanto, Dabra y Ub siguen espalda con espalda, buscando un enemigo a su alrededor. El diablo invoca una espada.
- “Siento sus presencias…” – dice el chico.
- “Puedes sentir el Makai, ¿eh?” – dice el demonio.
- “Contigo tan cerca, no es fácil…” – responde Ub.
- “No son demonios normales.” – responde Dabra. – “Por eso mi presencia destaca sobre las demás.”
- “¿Y qué son?” – pregunta Ub.
- “Hildegarn…” – responde el demonio. – “Su esencia es inconfundible.”
- “¿Cómo ese Avocado?” – se sorprende el terrícola.
De repente, el brazo del demonio se mueve.
- “¡CUIDADO!” – advierte Darba.
El diablo da un espadazo a traición a Ub, pero éste se agacha en el último momento y lo deja pasar.
- “¡¿Qué haces?!” – se asusta el terrícola.
- “No he sido yo…” – dice Dabra.
El demonio embiste de nuevo e intenta cortar al chico en dos, pero éste evade el espadazo.
- “Mi cuerpo se mueve solo…” – protesta Dabra.
El diablo insiste en sus ataques.
- “Alguien me está manipulado…” – gruñe Dabra.
Ub se alarma.
- “¡¿Cómo Babidí?!” – pregunta mientras sigue evadiendo los golpes.
- “No…” – dice Dabra. – “Es diferente…”
En ese instante, los ojos de Dabra se ponen en blanco.
- “¿Dabra?” – se extra Ub.
El demonio apunta a Ub con una mano y lanza una gran bola de fuego.
- “¡AY…!” – se asusta el terrícola.
La explosión sacude la jungla.
Ub ha evadido el ataque con el Shunkanido y aparece detrás de Dabra.
- “¡DABRA!” – exclama Ub, intentado hacerle reaccionar.
Los ojos del demonio vuelven a la normalidad. Dabra aprieta los puños con rabia.
- “Miserable…” – gruñe el demonio. – “¿Osas manipular mi mente?”
- “¿Eh?” – se sorprende Kamakiri, oculto en el interior de la jungla.
- “No lo permitiré…” – advierte Dabra. – “¡Nunca más! ¡NUNCA MÁS!”
Ub no sabe cómo reaccionar y se limita a ver al demonio desde una distancia prudencial.
El ki oscuro del Makai envuelve al diablo.
- “¡¡NUNCA MÁS!!” – grita a pleno pulmón, con el estallido de su aura.
Kamakiri baja las manos, sorprendido.
- “Elegí mal mi nuevo títere…” – murmura el doctor.
Mientras tanto, Liquir sigue buscando a su enemigo.
- “¿Qué clase de magia es esta?” – refunfuña el zorro. – “¡No te escondas!”
El kurama reacciona a cualquier movimiento que captan sus oídos.
- “Siento una energía…” – piensa el zorro. – “Pero no es posible… ¿Es intangible?”
Liquir se da la vuelta y golpea, pero no hay nada.
- “¡¿He fallado otra vez?!” – se pregunta.
En ese instante, siente como es agarrado de su cola y lanzado contra el tronco de un árbol, rompiéndolo y derribándolo.
- “Grrr…” – gruñe el zorro, aún en el suelo.
El sonido del árbol cayendo puede oírse a lo lejos mientras Reitan persigue a Okure.
- “¡Espera!” – exclama el herajín. – “¡Okure!”
Lejos de allí, una explosión entre las copas de los árboles y un gran estallido de luz. Turles se ha transformado en Súper Saiyajín y se ha liberado del agarre de su enemigo, que ha desaparecido de nuevo.
- “Así aprenderás, lagartija…” – sonríe el saiyajín.
Turles mira a su alrededor, buscando de nuevo a su contrincante.
- “¿Dónde te escondes ahora?” – murmura el saiyajín con retintín.
Dabra ha hincado la rodilla y recupera el aliento.
- “¿Estás bien?” – pregunta Ub.
- “Sí…” – responde el demonio.
- “¿Qué ha sido eso?” – pregunta Ub.
- “Nos enfrentamos a un enemigo peligroso…” – dice Dabra, poniéndose en pie.
Kamakiri extiende de nuevo sus manos, buscando un nuevo títere.
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