domingo, 6 de agosto de 2023

DBSNL // Capítulo 309: Jungla

DBSNL // Capítulo 309: Jungla

“¡Nunca más!”



En la jungla, Reitan avanza hasta Okure, que parece esperar en la copa de un gran árbol. 


- “¡Okure!” – exclama el herajín.


Ella esboza una media sonrisa y escapa, haciendo que Reitan la persiga.


Cerca de allí, Liquir se levanta del suelo sin saber lo que ha ocurrido.


- “¿Qué ha sido eso?” – se pregunta. – “¿Quién me ha golpeado?”


El kurama mira a su alrededor, confuso.


- “¡MUÉSTRATE!” – exige.


Sus orejas se mueven.


- “¡Te tengo!” – exclama antes de lanzar una onda de ki a un arbusto.


Una explosión sacude la zona.


- “¿Le he dado?” – se pregunta.


Pero de repente, el zorro recibe un golpe en la nuca que lo lanza de nuevo contra el fango.


Mientras tanto, Turles está siendo arrastrado a través de la jungla, atravesando cada matorral en su camino.


- “¡Maldición!” – protesta.


Furioso, el saiyajín empieza a disparar a discreción en la dirección que está siendo arrastrado.


- “¡HAAAAAA!” – apunta con su mano y dispara una ráfaga continua de ki.


Pronto se detiene.


- “Así aprenderá…” – refunfuña poniéndose en pie.


En ese momento se da cuenta de que su pierna está llena de una sustancia viscosa.


- “Qué asco…” – protesta de nuevo.


De repente, algo se enrolla alrededor de su cuello y lo estrangula. El saiyajín intenta liberarse, luchando contra el invisible agarre, pero es rápidamente elevado hacia la copa de un árbol.


Al llegar a lo más alto, se detiene suspendido en el aire. Turles lucha por liberarse. Sus manos se llenan de esa misma sustancia viscosa que tenía en la pierna.


Poco a poco, lo que rodea su cuello empieza a tornarse visible, adoptando un color rosado y un aspecto viscoso.


El color se propaga a lo largo del apéndice hasta revelar unas grandes fauces sobre Turles y finalmente extenderse a una criatura reptiliana de ojos saltones parecida a un camaleón.


Mientras tanto, Dabra y Ub siguen espalda con espalda, buscando un enemigo a su alrededor. El diablo invoca una espada.


- “Siento sus presencias…” – dice el chico.

- “Puedes sentir el Makai, ¿eh?” – dice el demonio.

- “Contigo tan cerca, no es fácil…” – responde Ub.

- “No son demonios normales.” – responde Dabra. – “Por eso mi presencia destaca sobre las demás.”

- “¿Y qué son?” – pregunta Ub.

- “Hildegarn…” – responde el demonio. – “Su esencia es inconfundible.”

- “¿Cómo ese Avocado?” – se sorprende el terrícola.


De repente, el brazo del demonio se mueve.


- “¡CUIDADO!” – advierte Darba.


El diablo da un espadazo a traición a Ub, pero éste se agacha en el último momento y lo deja pasar.


- “¡¿Qué haces?!” – se asusta el terrícola.

- “No he sido yo…” – dice Dabra.


El demonio embiste de nuevo e intenta cortar al chico en dos, pero éste evade el espadazo.


- “Mi cuerpo se mueve solo…” – protesta Dabra.


El diablo insiste en sus ataques.


- “Alguien me está manipulado…” – gruñe Dabra.


Ub se alarma.


- “¡¿Cómo Babidí?!” – pregunta mientras sigue evadiendo los golpes.

- “No…” – dice Dabra. – “Es diferente…”


En ese instante, los ojos de Dabra se ponen en blanco.


- “¿Dabra?” – se extra Ub.


El demonio apunta a Ub con una mano y lanza una gran bola de fuego.


- “¡AY…!” – se asusta el terrícola.


La explosión sacude la jungla.


Ub ha evadido el ataque con el Shunkanido y aparece detrás de Dabra.


- “¡DABRA!” – exclama Ub, intentado hacerle reaccionar.


Los ojos del demonio vuelven a la normalidad. Dabra aprieta los puños con rabia.


- “Miserable…” – gruñe el demonio. – “¿Osas manipular mi mente?”

- “¿Eh?” – se sorprende Kamakiri, oculto en el interior de la jungla.

- “No lo permitiré…” – advierte Dabra. – “¡Nunca más! ¡NUNCA MÁS!”


Ub no sabe cómo reaccionar y se limita a ver al demonio desde una distancia prudencial.


El ki oscuro del Makai envuelve al diablo.


- “¡¡NUNCA MÁS!!” – grita a pleno pulmón, con el estallido de su aura.


Kamakiri baja las manos, sorprendido.


- “Elegí mal mi nuevo títere…” – murmura el doctor.


Mientras tanto, Liquir sigue buscando a su enemigo.


- “¿Qué clase de magia es esta?” – refunfuña el zorro. – “¡No te escondas!”


El kurama reacciona a cualquier movimiento que captan sus oídos.


- “Siento una energía…” – piensa el zorro. – “Pero no es posible… ¿Es intangible?”


Liquir se da la vuelta y golpea, pero no hay nada.


- “¡¿He fallado otra vez?!” – se pregunta.


En ese instante, siente como es agarrado de su cola y lanzado contra el tronco de un árbol, rompiéndolo y derribándolo.


- “Grrr…” – gruñe el zorro, aún en el suelo.


El sonido del árbol cayendo puede oírse a lo lejos mientras Reitan persigue a Okure.


- “¡Espera!” – exclama el herajín. – “¡Okure!”


Lejos de allí, una explosión entre las copas de los árboles y un gran estallido de luz. Turles se ha transformado en Súper Saiyajín y se ha liberado del agarre de su enemigo, que ha desaparecido de nuevo.


- “Así aprenderás, lagartija…” – sonríe el saiyajín.


Turles mira a su alrededor, buscando de nuevo a su contrincante.


- “¿Dónde te escondes ahora?” – murmura el saiyajín con retintín.


Dabra ha hincado la rodilla y recupera el aliento.


- “¿Estás bien?” – pregunta Ub.

- “Sí…” – responde el demonio.

- “¿Qué ha sido eso?” – pregunta Ub. 

- “Nos enfrentamos a un enemigo peligroso…” – dice Dabra, poniéndose en pie.


Kamakiri extiende de nuevo sus manos, buscando un nuevo títere.

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