Los dos grandes Súper Saiyajín / Parte XV: Vegeta, el Súper Saiyajín
“¿Por qué pensé en ella en ese momento…? ¡¿Por qué?!”
En un extraño planeta es de noche y Vegeta ha despertado. Los peculiares habitantes del lugar le han curado las heridas.
- “¿Qué significa esto?” – protesta el saiyajín. – “¡¿Dónde estoy?! ¡¿Y Granola?! ¡¿Y el cometa?!”
Vagos recuerdos de lo sucedido se cruzan por su mente. Entre ellos, Son Goku, transformado en Súper Saiyajín, agarrándole del brazo mientas el planeta vivía sus momentos finales.
- “Kakarotto…” – aprieta sus puños con rabia.
Un pequeño alienígena lo ve alterado e intenta atenderle, pero Vegeta lo aparta de un empujón.
Vegeta sale volando del extraño hospital.
En la Tierra de los Universos 6 y 7, en el Monte Paoz, la familia Son disfruta de un agradable y distendido desayuno antes de que Goku y Gohan salgan a entrenar. Piccolo les espera fuera, apoyado en el marco de la puerta.
En el extraño planeta en el que Vegeta ha despertado, el saiyajín ha volado hasta una remota zona montañosa, lejos de la metrópolis alienígena. El cielo esta completamente cubierto de nubes de tormenta que amenazan con truenos.
Vegeta se encuentra de pie, mirando al suelo, abatido.
- “Kakarotto…” – murmura el saiyajín. – “Incluso en el otro extremo del Universo no puedo librarme de ti… Siempre tienes que estar un paso por delante…” – recuerda al saiyajín salvándole antes de que el planeta estallara. – “¿Es que acaso te gusta humillarme? ¡¿Es eso?!” – aprieta los puños con rabia.
Empieza a llover.
- “Tú… y tus amigos…” – la imagen de Bulma pasa por su mente. – “Esa mujer…”
Recuerda el doble-KO con Granola, y de él poniéndose en pie para el último ataque.
- “¿Por qué…?” – gruñe el saiyajín. – “¿Por qué pensé en ella en ese momento…? ¡¿Por qué?!”
El saiyajín mira al cielo. La lluvia lo empapa.
- “¿Y ahora otro individuo se atreve a retarme? ¿Es que todos creen que pueden humillarme? ¿Al Príncipe de los saiyajín?” – protesta Vegeta. – “¡NO! ¡NO ME QUEDARÉ ATRÁS!” – exclama. – “Ya me arrebataste mi venganza contra Freezer… El saiyajín de la leyenda…” – imágenes de la llegada de Goku contra las Fuerzas Ginyu y de su llegada contra Freezer pasan por su mente. – “Jamás me había sentido tan insignificante…”
Vegeta aprieta los puños cada vez más fuerte.
- “¡A LA PORRA! ¡A LA PORRA LA LEYENDA!” – grita el saiyajín.
Sobre él, la tormenta es cada vez más violenta. Las manos del saiyajín sangran.
- “Este no puede ser mi límite…” – piensa Vegeta. – “No puede ser…”
Un viejo recuerdo sale a la superficie.
Un pequeño Vegeta observa a Dodoria agarrando por el cuello a su padre y amenazándole antes de soltarlo con desprecio y abandonar la sala.
- “¿Por qué te habla así?” – retumba la voz del pequeño saiyajín. – “Tú eres el Rey… Somos saiyajín…”
- “Así es. Y tú eres el Príncipe de una raza de guerreros extraordinaria.” – responde el viejo Rey. – “Y vamos a trabajar duro para que se den cuenta de eso. Para poder decir con orgullo que somos saiyajín. Lucharemos para que, en el futuro, nadie se atreva a hablarte así a ti.”
El cabello del saiyajín se eriza. Sus ojos brillan de color verde. Un aura dorada nace a su alrededor, como un torbellino que crece desde el suelo.
- “¡¡YAAAAAAAH!!” – clama al cielo Vegeta.
La luz emitida por el Súper Saiyajín ilumina parcialmente la zona.
En la Tierra, en los Universos 6 y 7, la presencia de su compatriota llama la atención de Goku, que se detiene y mira al cielo con una media sonrisa dibujada en su rostro.
En los Universos 3 y 5, Goku yace en su cama, semiinconsciente. En su mente, nuestro amigo está sentado en una roca frente al mar, junto a un chico que viste un gi similar al suyo; el mismo que había visto en un sueño anterior. Un muchacho al que no puede verle el rostro.
Una pequeña luz dorada brilla en el cielo.
- “Vegeta…” – murmura el saiyajín, que dibuja una media sonrisa.
- “Eres un buen chico, Goku…” – dice el muchacho con una voz de anciano que no se corresponde con su aspecto.
Son Goku, confuso y sorprendido, lo mira y ahora reconoce a su nuevo acompañante.
- “Abuelo…” – se sorprende el saiyajín, con ojos llorosos.
Días más tarde, Vegeta llega a la Corporación Cápsula en una nave extraterrestre individual y aterriza en el jardín.
Bulma corre a recibirle.
- “¡Vegeta!” – exclama al verle salir del vehículo.
El saiyajín la ignora, pero Bulma lo abraza.
- “¿Qué haces, mujer?” – se incomoda el saiyajín.
- “Me alegro de verte.” – dice ella.
Vegeta la aparta, algo avergonzado y continúa su camino, dejándola atrás.
Pero tras dar unos pasos, el saiyajín se detiene.
- “Tengo algunas recomendaciones para hacer la armadura más práctica y resistente.” – dice Vegeta.
- “¿La armadura?” – se sorprende Bulma. – “¡¿No me digas que ya la has roto?!”
- “¿Eh?” – se sorprende el saiyajín.
- “¡Mira que eres bruto!” – le riñe ella. – “¡¿No puede tener más cuidado?!”
- “¡Es una armadura!” – replica Vegeta. – “¡Está hecha para recibir golpes!”
Brief observa sonriente la escena desde el balcón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario