DBSNL // Capítulo 224: Las tres últimas esferas
“Esto no aparece en las cartas…”
Kamakiri, Tarble, Kale, Spade y su banda han abandonado el planeta de Zunoh en la nave del doctor.
- “¿Se puede saber qué ha ocurrido?” – pregunta Dmond.
- “No.” – responde Spade, tajante.
- “Yo aún no sé ni dónde estábamos…” – suspira Tarble.
- “Las historias llaman a ese lugar Niwa” – dice Spade. – “Nunca pensé que existiera de verdad.”
- “Niwa…” – repite Tarble.
Kale se acerca a Kamakiri, a los mandos del vehículo.
- “¿Broly está muy lejos?” – pregunta la saiyajín.
- “Voy a introducir las coordenadas de Monmaas” – responde el doctor.
- “Monmaas… El planeta de los gigantes…” – dice Spade. – “Por si era extraño pisar un único lugar de leyenda…”
La nave acelera y se pierde en el espacio profundo.
En el planeta refugio de la Patrulla Galáctica, Cheelai ha informado a la familia de Hit sobre el fatal destino del asesino.
- “No… no es posible…” – llora Strai. – “Hit…”
- “Lo siento, Strai…” – dice Cheelai.
Punch aprieta sus puños con rabia.
- “No puede ser…” – gruñe el chico. – “¡No pueden haber derrotado a papá!”
Cheelai agacha la cabeza, en silencio.
- “¡Os habéis equivocado!” – insiste Punch. – “¡Es mentira!”
- “¡Punch!” – exclama Strai, con lágrimas en los ojos. – “¡Basta!”
El chico, disgustado, abandona la sala.
Al salir al exterior, se encuentra con la pequeña Kik jugando con un muñeco de trapo de la Patrulla que se parece a Jaco.
La pequeña mira confusa a su hermano, al verlo tan malhumorado.
Sin mediar palabra, Punch se agacha y abraza a Kik con fuerza y empieza a llorar.
En el planeta Jinko, el demonio llega a las puertas de la torre en el centro de la metrópolis. A su alrededor se encuentran los cercenados cuerpos de los dorobochi que se han interpuesto en su camino.
- “Bien…” – dice el diablo, empuñando su arma.
En el planeta de Raichi, el doctor frunce el ceño.
- “Hmmm…” – murmura el tsufur.
Un sarcófago cilíndrico de cristal nace del suelo. En él se puede ver una silueta humana inmersa en líquido morado.
- “No habrá sido capaz…” – murmura Shula, asustado al verlo.
El líquido empieza a ser drenado, revelando a una criatura con piedras shintai en su cabeza, torso y extremidades.
- “¿Qué diablos…?” – se sorprende Trunks.
Reitan se pone en guardia instintivamente.
Ahms comprueba las lecturas del ordenador.
- “Está listo.” – anuncia el ayudante del doctor.
- “Bien.” – dice Raichi. – “Actívalo.”
Los ojos amarillos del individuo se abren. El cilindro de cristal se retira, dejando al personaje de pie en el centro de la sala.
Mientras tanto, en Jinko, el demonio apunta con su arma a las puertas de la torre, pero una presencia le sorprende.
- “¿Eh?” – murmura el diablo, dándose la vuelta.
La creación de Raichi ha aparecido en Jinko.
Dibujado por Ipocrito |
En el planeta del doctor, Trunks, Shula, Reitan y Kamo observan las imágenes en pantalla.
- “¡¿Cómo ha llegado tan rápido?!” – se pregunta Kamo. – “¡Es impresionante!”
- “Janemba…” – murmura Trunks.
Shula mira de reojo al doctor tsufur.
- “Confía mucho en su criatura, Raichi…” – dice el ira-aru.
Mientras tanto, en el otro extremo del Universo, la nave de Gohan, Ten Shin Han, Pino, Krilín, Mai y Baicha se acerca a un planeta cubierto por tinieblas.
- “Esto no aparece en las cartas…” – dice Pino.
- “Es aquí.” – confirma Gohan.
Mai comprueba el radar.
- “La señal indica que hay una esfera en este lugar.” – dice el terrícola.
- “¿Qué sientes, Gohan?” – pregunta Ten Shin Han.
- “Es una presencia…” – dice el mestizo.
- “Puedo confirmarlo.” – dice Krilín. – “Siento lo mismo que sentí cuando los demonios aparecieron en la Tierra. Desde entonces no había sentido algo con tanta intensidad… Ni siquiera en presencia de los otros demonios.”
- “Qué miedo…” – murmura Baicha, agarrándose a la pierna de Mai.
Pino frunce el ceño.
- “Piloto a ciegas.” – dice el androide. – “No sabemos a lo que nos enfrentamos.”
- “Tenemos que recuperar la esfera.” – dice Gohan. – “A toda costa.”
Ten asiente.
- “No hay otra opción…” – acepta el terrícola.
Pino agarra los mandos de la nave.
- “Bien.” – dice el robot. – “Sujetaos.”
Nuestros amigos inician el descenso hacia el planeta oscuro.
En el Makai, Vegeta, Goten y Trunks pueden ver a las hordas demoníacas esperando a los pies del castillo.
- “Hay que hacer algo…” – dice Goten.
Vegeta observa sus heridas. Algunas de ellas aún sangrantes.
- “Maldición…” – refunfuña el saiyajín.
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