domingo, 28 de noviembre de 2021

DBSNL // Capítulo 225: Onisen

DBSNL // Capítulo 225: Onisen

“No pareces del tipo altruista…”



En el planeta Jinko, la creación de Raichi se enfrenta al diablo.


El joven demonio apunta al enemigo con su espada.


- “Voy a acabar esto rápido…” – dice el diablo.


Pero de repente, el hombre de Raichi se desvanece en pequeñas piezas.


- “¿Eh?” – se sorprende el diablo, confuso.


A su espalda se reconstruye la criatura.


El demonio siente el peligro y se agacha justo a tiempo para evitar un puñetazo.


- “¡Ha estado cerca!” – parece divertirse el diablo. – “¿Qué más sabes hacer?”


El demonio recupera la distancia con el enemigo y cruza los brazos frente a su pecho. Las piedras shintai empiezan a brillar intensamente.


- “¿Vas a atacar?” – se burla el demonio.


Un cañonazo de ki rojo es emitido por la criatura.


El diablo usa su arma para cortar el torrente de energía por la mitad. La ciudad queda arrasada completamente a lo largo de la bifurcación creada por el demonio.


- “Eso ha sido peligroso…” – sonríe el diablo. – “Tienes un poder devastador… ¿Eres artificial? Siento parte del Makai en ti, pero hay algo más…”


En el refugio de Raichi, Trunks y los demás observan el combate.


- “Son… son aterradores…” – tartamudea Shula.

- “Tu criatura es impresionante…” – dice Trunks. – “Pero el enemigo parece seguro de sí mismo…”

- “Onisen ganará.” – dice Raichi. – “He corregido todos los errores de Hatchiyack. Es una creación superior.”

- “¿Y qué piensas hacer después?” – pregunta Reitan. – “No pareces del tipo altruista…”

- “Podré ver, al fin.” – responde Raichi.

- “¿Ver?” – se extraña Trunks.


En un planeta cubierto por tinieblas, Son Gohan y los demás aterrizan.


- “¿La atmosfera es respirable?” – pregunta Mai.

- “Está en el límite.” – dice Pino.

- “Tengamos cuidado.” – dice Ten. – “Intentemos no hacer esfuerzos innecesarios…”

- “Eso no depende de nosotros.” – suda Krilín, preocupado.


Gohan es el primero en bajar de la nave.


- “¿Dónde estamos?” – se pregunta el mestizo.


En la cima de una roca, una mujer les recibe.


- “Bienvenidos a Makyo.” – saluda ella, con una pícara sonrisa. – “Soy Hinoyagi.”


Nuestros amigos se ponen en guardia.


- “Es un demonio…” – dice Ten.

- “No hay duda…” – confirma Krilín.


La mujer de larga cabellera blanca, viste con ropajes parecidos a los de Dabra y tiene una vara en su mano. 


- “Tú…” – dice ella mirando a Gohan. – “Sin duda eres el que mató a los otros…”


El mestizo se transforma en Súper Saiyajín 3 completo repentinamente, emitiendo una fuerte corriente de aire y sorprendiendo a sus amigos.


- “Gohan…” – se preocupa Krilín.


La diablesa sonríe.


- “Eres un tipo de pocas palabras, ¿eh?” – dice ella. – “Veamos de qué eres cap…”


Gohan aparece frente a ella y le propina un puñetazo en la cara que la lanza a través del frío y oscuro páramo. Luego sale volando tras ella.


Los demás se miran entre ellos, un poco asustados.


La diablesa se detiene en el aire.


- “Maldito…” – protesta ella. – “¡No dejaré que me trates así en mi territorio!”


Gohan se dirige hacia la diablesa cuando ella sopla y genera una gran llamarada que engulle al mestizo.


Pero, lejos de achantarse, Gohan atraviesa el fuego y propina un puñetazo en el abdomen de la diablesa.


- “Necesitarás hacerlo mejor…” – sonríe el mestizo, que agarra el rostro de la diablesa y desciende a toda velocidad.


El mestizo incrusta el enemigo en el suelo.


Mientras tanto, en el Makai, Dabra alza el vuelo desde la torre del castillo, escoltado por tres demonios. Los cuatro ponen rumbo al sur, liderados por el hijo de Abraca.


El primero de los escoltas es un diablo alto de piel verde-agua y cabello blanco erizado; viste una armadura rosada cubierta por una túnica blanca. El segundo es alto y musculoso, su tez es gris, no tiene cabello, pero sí dos largas patillas lacias de color rosado; viste una armadura negra y una capa granate. El tercero es el de menor estatura del grupo, y su piel es de color verde oliva, sin cabello, su cara recuerda a un murciélago; su armadura es marrón y lleva una capa amaranto a juego con sus muñequeras.


Vegeta, Goten y Trunks pueden ver a los demonios pasando sobre ellos.


- “¡Se mueven!” – exclama Goten.

- “¿Los seguimos?” – pregunta Trunks.


Vegeta se pone en pie.


- “Necesito que confiéis en mí…” – dice el saiyajín.

- “Papá…” – duda Trunks.

- “No sabemos a qué están esperando esos demonios…” – dice Vegeta, refiriéndose a la multitud que aguarda a los pies del castillo. – “Ni tampoco a dónde se dirige Dabra…”

- “Necesitamos respuestas.” – se cruza de brazos Goten.

- “Sí…” – dice Vegeta, mientras una gota de sudor recorre su frente. – “Y tiempo…”


En el planeta de Kaiosama, el Dios del Norte se ha preparado un té y se sienta en su mesita de jardín. Da un sorbo a su bebida caliente y suspira.


- “¿Seguro que no quieres nada?” – pregunta a su acompañante.


Frente a él, de pie, con los brazos cruzados y cara de pocos amigos, Piccolo Daimaoh.


- “Me envía el señor Moro” – dice el namekiano.

- “Señor, ¿eh?” – sonríe Kaiosama con retintín.

- “Tsk...” – protesta Piccolo.


miércoles, 24 de noviembre de 2021

ESPECIAL DBSNL /// Los dos grandes Súper Saiyajín // Universos 3, 5, 6 y 7 / Parte XIII: Justicia poética

Los dos grandes Súper Saiyajín / Parte XIII: Justicia poética

“Perdiste tu oportunidad en Dorakiya.”



Granola embiste a Vegeta, que se pone en guardia.


El cereliano tiene un peculiar estilo de lucha que recuerda al de los asesinos. Sus golpes son sencillos y directos, usando en su mayor parte sus dedos o nudillos para intentar golpear al saiyajín, que retrocede mientras esquiva a su enemigo.


- “Me sorprende que un cereliano haya logrado alcanzar este nivel…” – piensa Vegeta. – “Está muy por encima de las Fueras Ginyu…”


Granola retrocede de un salto y dispara una intensa ráfaga de proyectiles de ki desde sus dedos índice y corazón, obligando a Vegeta esquivarlos y salir volando hacia el cielo. 


El cereliano sigue disparando mientras Vegeta vuela.


- “Incluso supera a las formas iniciales de Freezer…” – piensa el saiyajín.


Vegeta ahora desciende en picado hacia el suelo.


- “Si me hubiera topado con él hace unos años… antes de atacar la Tierra… Hubiera sido mi final.” – cavila el saiyajín.


Vegeta dispara una esfera de ki contra el suelo, levantando una gran polvareda.


Granola cierra su ojo izquierdo para centrar toda su atención en el visor.


Vegeta avanza saltando de un lado a otro en el interior de la nube de polvo.


- “Pero el combate con Kakarotto y esas cucarachas… y el infierno que viví en Namek…” – piensa el saiyajín. – “¡Me hicieron mucho más fuerte!”


Granola localiza la silueta de Vegeta entre el polvo.


- “¡AHÍ ESTÁ!” – piensa el cereliano, que no duda en disparar. 


Vegeta se agacha. El disparo pasa entre su cabello.


- “¡Ggh!” – se preocupa el saiyajín.


Vegeta salta por los aires mientras genera dos esferas de ki blanco, una en cada mano, y las une frente a él.


- “¡¡HAAAAAAA!!” – dispara el saiyajín.


Un luminoso haz de ki se proyecta hacia el enemigo.


Granola parece aterrado ante el torrente de energía que se le viene encima.


El cereliano salta hacia un lado mientras se cubre con ambos brazos. El ataque de Vegeta impacta contra el suelo, provocando una gran explosión con mucha metralla y una gran humareda.


Granola cae rodando lejos de la nube de polvo y enseguida se pone en pie, listo para seguir peleando.


Vegeta desciende a su espalda.


- “Puede que me haya hecho demasiado fuerte…” – dice el saiyajín.

- “¿EH?” – se asusta Granola al oírle detrás de él.


El cereliano se aparta y le apunta con sus dedos.


- “Maldito…” – se preocupa Granola, que se ve superado.


Vegeta se cruza de brazos.


- “Maldición…” – murmura el saiyajín. – “Esperaba que este combate me acercara más a Kakarotto…”


Granola dispara y el ataque pasa rozando a Vegeta.


- “¿Hm?” – se extraña el saiyajín.


En el horizonte, algo estalla.


Vegeta se da la vuelta y ve la nave de la Corporación Cápsula en llamas.


- “¿Qué…?” – se sorprende el saiyajín.


Granola sonríe.


- “Je… je, je…” – ríe el cereliano.


Granola dispara de nuevo, esta vez destruyendo su propia nave.


- “¿Qué…? ¿Qué pretendes…?” – dice Vegeta, estupefacto.

- “Lo siento, compañeros…” – murmura el cereliano. – “Esta será también nuestra tumba…”


De repente, un terremoto sacude el planeta.


- “¡¿Qué has hecho?!” – pregunta Vegeta.


Granola mira al cielo y sonríe.


Vegeta mira en la misma dirección.


Un astro aparece en el cielo.


- “¿Una luna?” – se sorprende el saiyajín. – “No estaba ahí antes… ¡¿Es un…?!”

- “Se estrellará contra este planeta en unos pocos minutos…” – anuncia Granola. – “Se acabó.”

- “Maldito idiota…” – gruñe el saiyajín.


Granola, desesperado, ataca a Vegeta cuerpo a cuerpo.


Desconcentrado, el saiyajín esquiva los dos primeros ataques, pero el cereliano logra golpearle en el hombro izquierdo con sus dedos índice, corazón y anular a la vez.


El brazo de Vegeta pierde toda su fuerza y se queda inerte.


- “¿Eh?” – se sorprende el saiyajín. – “Cobarde…”

- “¡¿Ahora das lecciones de moral, asesino?!” – protesta Granola.


El cereliano embiste de nuevo y Vegeta se defiende hasta que agarra el brazo de Granola y lo acerca a él para propinarle un rodillazo en el abdomen que lo deja de rodillas en el suelo. 


- “Me has pillado desprevenido, pero soy más fuerte que tú…” – dice Vegeta. – “Perdiste tu oportunidad en Dorakiya.”


De repente, algo agarra el pie de Vegeta; es Yuzun, tumbado en el suelo, que ha transformado solo su brazo derecho para intentar retener al saiyajín.


- “Patético…” – dice Vegeta, que se libera levantando el pie y luego pisa la mano del haanschurui.

- “¡AAAH!” – grita Yuzun.


En ese instante, un malherido Shansua se abalanza sobre el saiyajín, propulsado por sus cañones de humo. Vegeta se cubre y el gufu rebota sin causarle problemas.


Vegeta le apunta con la mano y prepara una esfera de ki, pero antes de poder disparar Botamo le abraza por la espalda.


Vegeta intenta darle un cabezazo, pero el golpe no surge efecto en el kumotoko.


Granola prepara un golpe con sus dedos como el que le afectó al hombro. Soshiru le pone la mano en la espalda al cereliano y le imbuye de electricidad.


- “¡¿EH?!” – se asusta Vegeta.


Granola golpea al saiyajín en el abdomen, atravesando su armadura.


Vegeta puede sentir como la electricidad recorre su interior, pasando por sus puntos vitales.


Botamo deja caer a Vegeta al suelo. El saiyajín está inmóvil, con los ojos abiertos y la mirada perdida.


- “Ah…” – emite un sonido angustioso.


Granola, con su cuerpo humeante, cae de rodillas.


- “Lo siento, Granola…” – dice Soshiru.

- “Está bien…” – sonríe el cereliano.


El zalt ayuda a Granola a levantarse.


- “Se acabó…” – dice Soshiru.

- “Lo hemos logrado…” – dice Botamo.


Granola se levanta y mira con desdén al saiyajín caído.


- “Este será tu final, Príncipe saiyajín…” – dice el cereliano. – “Esperarás inmóvil una dolorosa muerte…”


Granola toca su visor.


- “Hermila… Espero que aún tengas tiempo de recogernos…” – dice el cereliano.


La banda se aleja, abandonando a Vegeta a su suerte.


Los efectos del cometa sobre el planeta ya son más evidentes. El temblor aumenta. Algunas rocas se elevan.


De repente, el visor alerta a Granola, que detiene su marcha. Su gesto muestra miedo.


- “¿Qué ocurre?” – pregunta el zalt.

- “No es posible…” – dice el cereliano.


A su espalda, Vegeta se pone en pie con dificultad.


La banda de Granola se da la vuelta, incrédulos ante lo que tienen frente a sus ojos.


A Vegeta le ha crecido la cola.


Granola, al verlo, se da la vuelta y mira al cometa.


- “¡No puede ser!” – exclama el cereliano. – “¡Es el cometa! ¡Refleja la luz del sol! ¡Lo está usando como luna!”


Vegeta puede sentir el latido de su corazón cada vez más rápido e intenso.


Granola retrocede instintivamente.


- “Maldición… Esto puede ser peligroso…” – se preocupa el cereliano.


Pero de repente, Vegeta se agarra la cola.


- “¿EH?” – se sorprenden todos.


El saiyajín grita con todas sus fuerzas, un rugido simiesco.


- “¡¡GRRAAA…!!” – brama Vegeta.


El saiyajín se arranca la cola y su grito se torna humano.


- “¡¡…AAAaaah!!” – deja de grita. – “Ah… ah…” – recupera el aliento, cansado.


La transformación en ozaru se ha detenido.


Granola no entiende lo que sucede.


- “¿Qué…? ¿Por qué…?” – se pregunta el cereliano.


Vegeta lanza su cola a un lado.


- “Si quiero alcanzar a Kakarotto… no puedo recurrir a eso…” – murmura el saiyajín. 


Granola frunce el ceño, intentando comprender a su enemigo.


De repente, el cereliano da un paso al frente.


- “¿Qué haces?” – le dice Soshiru.

- “Marchaos.” – dice el cereliano.

- “No digas estupideces…” – protesta Yuzun.

- “Por favor…” – insiste Granola. – “Lo necesito…”

- “Te esperaremos.” – replica Shansua, mientras una gota de sudor frío recorre su frente.

- “Tenemos tiempo…” – reafirma Botamo, con voz temblorosa.

- “No…” – sonríe Granola. – “Ya os he pedido demasiado.”


Vegeta puede ver a los hombres de Granola alejarse mientras una nave desciende hasta la superficie del planeta.


Vegeta los ignora y centra su atención en Granola.


- “¿No intentas detenerlos?” – pregunta el cereliano.

- “Has cumplido tu parte…” – responde Vegeta.


Los dos se miran fijamente. La superficie del planeta empieza a quebrarse bajo sus pies.


En la Tierra, en los Universos 6 y 7, Son Goku está observando atentamente el cielo, abstraído del entrenamiento en el que se enfrentan Gohan y Piccolo.


En los Universos 3 y 5, Goku tiene un extraño sueño febril. Un joven de cabello negro, vestido con un gi de la escuela Kame se encuentra sentado en unas rocas, cerca del mar, de noche. Goku se acerca a él, confuso. Instintivamente, el saiyajín extiende su mano hacia el joven.


- “Lo siento…” – dice Goku, angustiado sin saber muy bien porqué.


De repente, un resplandor dorado baña la zona y a los dos personajes.


Son Goku se queda perplejo observando la fuente de luz que él y el misterioso muchacho tienen enfrente.

domingo, 21 de noviembre de 2021

DBSNL // Capítulo 224: Las tres últimas esferas

DBSNL // Capítulo 224: Las tres últimas esferas

“Esto no aparece en las cartas…”



Kamakiri, Tarble, Kale, Spade y su banda han abandonado el planeta de Zunoh en la nave del doctor. 


- “¿Se puede saber qué ha ocurrido?” – pregunta Dmond.

- “No.” – responde Spade, tajante.

- “Yo aún no sé ni dónde estábamos…” – suspira Tarble.

- “Las historias llaman a ese lugar Niwa” – dice Spade. – “Nunca pensé que existiera de verdad.”

- “Niwa…” – repite Tarble.


Kale se acerca a Kamakiri, a los mandos del vehículo.


- “¿Broly está muy lejos?” – pregunta la saiyajín.

- “Voy a introducir las coordenadas de Monmaas” – responde el doctor.

- “Monmaas… El planeta de los gigantes…” – dice Spade. – “Por si era extraño pisar un único lugar de leyenda…”


La nave acelera y se pierde en el espacio profundo.


En el planeta refugio de la Patrulla Galáctica, Cheelai ha informado a la familia de Hit sobre el fatal destino del asesino.


- “No… no es posible…” – llora Strai. – “Hit…”

- “Lo siento, Strai…” – dice Cheelai.


Punch aprieta sus puños con rabia.


- “No puede ser…” – gruñe el chico. – “¡No pueden haber derrotado a papá!”


Cheelai agacha la cabeza, en silencio.


- “¡Os habéis equivocado!” – insiste Punch. – “¡Es mentira!”

- “¡Punch!” – exclama Strai, con lágrimas en los ojos. – “¡Basta!”


El chico, disgustado, abandona la sala.


Al salir al exterior, se encuentra con la pequeña Kik jugando con un muñeco de trapo de la Patrulla que se parece a Jaco.


La pequeña mira confusa a su hermano, al verlo tan malhumorado.


Sin mediar palabra, Punch se agacha y abraza a Kik con fuerza y empieza a llorar.


En el planeta Jinko, el demonio llega a las puertas de la torre en el centro de la metrópolis. A su alrededor se encuentran los cercenados cuerpos de los dorobochi que se han interpuesto en su camino.


- “Bien…” – dice el diablo, empuñando su arma.


En el planeta de Raichi, el doctor frunce el ceño.


- “Hmmm…” – murmura el tsufur.


Un sarcófago cilíndrico de cristal nace del suelo. En él se puede ver una silueta humana inmersa en líquido morado.


- “No habrá sido capaz…” – murmura Shula, asustado al verlo.


El líquido empieza a ser drenado, revelando a una criatura con piedras shintai en su cabeza, torso y extremidades.


- “¿Qué diablos…?” – se sorprende Trunks.


Reitan se pone en guardia instintivamente.


Ahms comprueba las lecturas del ordenador.


- “Está listo.” – anuncia el ayudante del doctor.

- “Bien.” – dice Raichi. – “Actívalo.”


Los ojos amarillos del individuo se abren. El cilindro de cristal se retira, dejando al personaje de pie en el centro de la sala.


Mientras tanto, en Jinko, el demonio apunta con su arma a las puertas de la torre, pero una presencia le sorprende.


- “¿Eh?” – murmura el diablo, dándose la vuelta.


La creación de Raichi ha aparecido en Jinko.



Dibujado por Ipocrito



En el planeta del doctor, Trunks, Shula, Reitan y Kamo observan las imágenes en pantalla.


- “¡¿Cómo ha llegado tan rápido?!” – se pregunta Kamo. – “¡Es impresionante!”

- “Janemba…” – murmura Trunks.


Shula mira de reojo al doctor tsufur.


- “Confía mucho en su criatura, Raichi…” – dice el ira-aru.


Mientras tanto, en el otro extremo del Universo, la nave de Gohan, Ten Shin Han, Pino, Krilín, Mai y Baicha se acerca a un planeta cubierto por tinieblas.


- “Esto no aparece en las cartas…” – dice Pino.

- “Es aquí.” – confirma Gohan.


Mai comprueba el radar.


- “La señal indica que hay una esfera en este lugar.” – dice el terrícola.

- “¿Qué sientes, Gohan?” – pregunta Ten Shin Han.

- “Es una presencia…” – dice el mestizo.

- “Puedo confirmarlo.” – dice Krilín. – “Siento lo mismo que sentí cuando los demonios aparecieron en la Tierra. Desde entonces no había sentido algo con tanta intensidad… Ni siquiera en presencia de los otros demonios.”

- “Qué miedo…” – murmura Baicha, agarrándose a la pierna de Mai.


Pino frunce el ceño.


- “Piloto a ciegas.” – dice el androide. – “No sabemos a lo que nos enfrentamos.”

- “Tenemos que recuperar la esfera.” – dice Gohan. – “A toda costa.”


Ten asiente.


- “No hay otra opción…” – acepta el terrícola.


Pino agarra los mandos de la nave.


- “Bien.” – dice el robot. – “Sujetaos.”


Nuestros amigos inician el descenso hacia el planeta oscuro.


En el Makai, Vegeta, Goten y Trunks pueden ver a las hordas demoníacas esperando a los pies del castillo.


- “Hay que hacer algo…” – dice Goten.


Vegeta observa sus heridas. Algunas de ellas aún sangrantes.


- “Maldición…” – refunfuña el saiyajín.

miércoles, 17 de noviembre de 2021

ESPECIAL DBSNL /// Los dos grandes Súper Saiyajín // Universos 3, 5, 6 y 7 / Parte XII: La banda de Granola

Los dos grandes Súper Saiyajín / Parte XII: La banda de Granola

“¿Qué clase de burla es esta…?”



Granola y sus hombres esperan frente a la nave de Vegeta.


De repente, la compuerta del vehículo se abre lentamente, revelando al saiyajín.


Vegeta se apea vestido con una armadura nueva tipo coraza sobre un mono azul y botas y guantes blancos. El saiyajín se golpea el pecho para comprobar la dureza del equipo mientras baja por las escoleras. Una media sonrisa se le escapa.


Granola frunce el ceño.


- “Sus heridas se han curado…” – piensa el cereliano. – “¿Por qué? ¿Cómo lo ha hecho?”


Soshiru parece confuso.


- “Granola…” – dice el zalt.

- “Ya me he dado cuenta.” – responde el cereliano.


Vegeta se cruza de brazos y mira a los cinco hombres.


- “Granola, ¿eh?” – dice el saiyajín. – “Veo que has traído refuerzos.” – se mofa. – “¿Es que tenías miedo de enfrentarte a mí tú solo?”


Granola sonríe.


- “¿Miedo?” – replica Granola. – “Ni siquiera tienes cola… Y a penas escapaste de Dorakiya con vida…”

- “Aquí me tienes.” – dice Vegeta.

- “Je…” – dice el cereliano. – “Tu orgullo será tu perdición, Príncipe saiyajín.”


Granola apunta a Vegeta con su dedo índice. El saiyajín está listo.


El cereliano dispara y Vegeta esquiva el ataque.


De repente, como propulsado por un cañón de humo a presión, Shansua embiste a Vegeta, que se cubre con ambos brazos cruzados para recibir el impacto.


El saiyajín retrocede unos metros hasta impactar contra algo, deteniéndose así; es Botamo.


Vegeta se revuelve y golpea al kumotoko, pero parece que el golpe no le causa ningún daño.


En ese instante, el saiyajín siente una mano en su espalda.


- “¿Eh?” – mira por encima del hombro; es Soshiru.


El zalt libera una potente descarga eléctrica que sacude a Vegeta.


- “¡KYAAAH!” – grita el saiyajín.


Antes de poder reaccionar, Vegeta recibe un puñetazo en el rostro del haanshurui Yuzun, que ya se ha transformado.


- “Je…” – sonríe Yuzun.


Pero Vegeta ha encajado el golpe en la mejilla sin moverse.


- “¿Eh?” – se sorprenden todos.


Vegeta agarra la cara del repitiliano lo estampa de cabeza contra el suelo.


- “Je…” – sonríe el saiyajín.


Un disparo de Granola obliga al saiyajín a retroceder, poniendo cierta distancia entre él y sus enemigos, que se reagrupan.


- “Idiotas…” – murmura Vegeta. – “Habéis revelado todos vuestros trucos demasiado pronto…”


Granola se fija en Vegeta usando su extraño visor.


- “Malditos saiyajín y sus zenkai…” – protesta el cereliano.

- “Veo que sabes bastante de nosotros…” – dice Vegeta.

- “Para poder derrotar a tu enemigo debes conocerlo.” – responde Granola.


El cereliano le hace una señal a Shansua, que asiente.


El pequeño gufu empieza a emitir un extraño humo denso y oscuro desde unas chimeneas que protruyen en su espalda.


- “¿Va a embestir?” – se pregunta Vegeta. – “No…” – recapacita. – “Esto es distinto…”


El humo llena la zona de combate.


El saiyajín se queda a ciegas.


- “Es una buena táctica…” – sonríe Vegeta. – “Pero deberías actualizar tu información. ¡Puedo sentir vuestro ki!”


El saiyajín se da la vuelta rápidamente y propina una patada al zalt, que estaba acercándose a él con sigilo y lo lanza a través del humo.


- “Además, ya os tengo calados…” – presume Vegeta. – “El zalt necesita tocarme para poder emitir sus descargas más fuertes.”


Vegeta apunta a la nada y dispara. Su ataque atraviesa la densa cortina de humo hasta impactar en la barriga de Botamo, sin hacerle ningún daño. Tras él se encuentra Shansua, emitiendo humo.


- “El pequeño es la base de la técnica, así que está protegido por el grandullón…” – dice Vegeta.


Yuzun aparece de entre la humareda e intenta abrazar a Vegeta por la espalda. El saiyajín se agacha y lo evita.


- “Contáis con la fuerza bruta del haanshurui para intentan inmovilizarme…” – dice el saiyajín, que se revuelve y propina un puñetazo ascendente bajo la barbilla del lagarto, haciéndole saltar varios dientes.


Yuzun cae al suelo de espaldas.


- “Pero el verdadero peligro…” – dice Vegeta, que clava su mirada en un punto lejano a través de la gran nube negra. – “Eres tú.”


Granola puede ver la silueta de Vegeta en su visor.


Un disparo del cereliano se dirige a toda velocidad hacia Vegeta, y éste mueve su cabeza lo necesario para evitar el golpe. Un corte resulta en su mejilla.


- “Je, je…” – sonríe el saiyajín.


Granola parece frustrado.


- “Maldito…” – gruñe el cereliano. – “¡¡TE MATARÉ, SAIYAJÍN!!” – grita.


Vegeta empieza a disparar a Granola a discreción, una esfera de ki tras otra, obligando a retroceder al cereliano y sobreestimulando su visor.


- “Maldición…” – piensa Granola. – “Así no puedo verlo…”


Raudo y veloz, Vegeta aparece detrás de Shansua y Botamo y le propina un violento golpe al gufu sobre la cabeza con ambos puños enlazados, deformándole el cráneo y haciendo que se deshinche y deje de emitir humo.


Botamo se da la vuelta e intenta propinar un puñetazo a Vegeta, pero el saiyajín es más rápido y ágil y salta por encima del kumotoko.


En el aire, el saiyajín lanza dos esferas de ki a los pies del enemigo, una con cada mano, haciendo que el suelo estalle y el gran oso quede suspendido en el aire un instante sobre el hoyo creado.


Cuando Vegeta regresa al suelo se impulsa hacia el enemigo y le propina una patada, empujándolo lejos de allí.


En ese instante, Yuzun se abalanza sobre Vegeta por la espalda, que se da la vuelta, pero es abrazado por el haanschurui.


- “¡LO TENGO!” – exclama Yuzun. – “¡SOSHIRU!”


El zalt, con sus manos envueltas en electricidad, se acerca a Vegeta.



- “¡ESTOY LISTO!” – dice Soshiru.

- “¡HAZLO AHORA!” – insiste Yuzun.

- “Pero tú…” – se preocupa el zalt.

- “¡PUEDO SOPORTARLO!” – replica el haanshurui. – “¡HAZLO YA!”


Soshiru agarra la cabeza de Vegeta y libera todo su voltaje.


- “¡¡GRRRR!!” – gruñe el saiyajín.

- “¡¡GGRRAAAAAAH!!” – brama Yuzun.


Tras una intensa descarga, el zalt suelta al enemigo. Está agotado.


Yuzun deja caer a Vegeta al suelo y después se desploma él de espaldas al suelo.


- “Ah… ah…” – respira Soshiru con dificultad.

- “Grraah…” – gruñe Yuzun que, también cansado, pierde su transformación – “Aah…”


De repente, Vegeta se levanta de un brinco.


- “¡¿QUÉ?!” – se sorprenden los dos enemigos.


El saiyajín se sacude el polvo de la armadura, aún humeante.


- “Cómo… cómo es posible…” – se pregunta Yuzun, titubeante, mientras empieza a levantarse.

- “Tú mismo dijiste que podías soportarlo…” – le dice el saiyajín al haanschurui. – “¿Qué te hizo pensar que yo no?”


Soshiru, frustrado, intenta dar un puñetazo cargado de electricidad a Vegeta, pero el saiyajín esquiva el golpe y obliga al zalt a atizar a su compañero haanschurui.


Yuzun sufre una terrible descarga y cae inconsciente al suelo.


- “Sin transformar no eres tan duro…” – se burla el saiyajín.


El zalt, furioso, embiste de nuevo.


- “¡MALDITOOOO!” – grita Soshiru.


Granola está volando hacia ellos.


- “¡¡ESPERA!!” – advierte el cereliano.


Soshiru propina un puñetazo eléctrico a Vegeta, que detiene el golpe con la mano. La electricidad envuelve al saiyajín, pero no parece causarle ningún efecto.


- “Je…” – sonríe Vegeta. 


El saiyajín propina un puñetazo en el abdomen del zalt, que se pliega sobre sí mismo y cae de rodillas al suelo, inconsciente.


Granola dispara una ráfaga de proyectiles de ki a Vegeta, obligándole a retroceder y apartarse de sus aliados. El cereliano aterriza frente a ellos.


Vegeta y Granola se miran fijamente. La mirada del cereliano es airada; la del saiyajín es prepotente.


- “Eres un monstruo…” – dice Granola. – “No has cambiado…”

- “Todos tus amigos siguen vivos…” – dice Vegeta.

- “¿Eh?” – se extraña el cereliano. – “¿Ahora finges compasión?”

- “Ja, ja, ja…” – ríe Vegeta. – “De eso nada.”


El saiyajín aprieta su puño derecho y apunta con él al cereliano, desafiante.


- “¡Dame un buen combate!” – exclama Vegeta. – “¡Llévame al límite y puede que los deje vivir!”

- “¿Qué clase de burla es esta…?” – gruñe Granola, ofendido.

- “Vamos, cereliano…” – sonríe Vegeta. – “¿Recuerdas como gritaba tu gente el día que mis hombres y yo arrasamos tu planeta?”


Granola aprieta los dientes con ira.


- “Yo lo recuerdo perfectamente…” – dice Vegeta. – “Disfruté matando a cada uno de los tuyos…”

- “Bastardo salvaje…” – gruñe el cereliano.


Granola toca su visor, que parece recalibrarse sobre Vegeta y enfocarle.


Sobre Vegeta, en el cielo, un pequeño brillo. Algo se acerca.


- “Cinco minutos…” – murmura el cereliano. – “Es todo el tiempo que te queda… monstruo…”