DBSNL // Capítulo 307: La nueva Perikard
“A tu padre le trajo suerte.”
En la Corporación Cápsula, Goku Jr, aún adormilado, camina por los pasillos hasta llegar al salón, donde se encuentra con Bulma, Chichi, Videl y Satán, todos de pie frente a Gohan Jr y Punch, sentados en el sofá.
- “¿Qué está pasando?” – murmura un poco asustado Goku. – “¿Abuela?”
Videl corre a abrazar a Goku.
- “¿Estás bien?” – pregunta Videl.
- “¡Mira que huir de casa!” – protesta Chichi. – “¿Qué tenéis en la cabeza?”
- “Lo sabes muy bien…” – murmura Bulma.
- “Tsk…” – refunfuña Chichi. – “De tal palo…”
- “Supongo que es inevitable…” – suspira Videl.
Satán sonríe.
- “Tienen la sangre de grandes guerreros corriendo por sus venas…” – sonríe el Campeón, fanfarrón. – “¡Nada puede detenerlos!”
Punch y Gohan se ponen en pie. El primero lleva la ropa robada de Koros con la armadura de su padre. El hijo de Trunks y Cheelai lleva botas color ocre, pantalón verde, camiseta amarilla.
- “Ya han arreglado la nave.” – dice Punch.
- “La hemos estado reparando toda la noche.” – dice Oli, que entra en la sala acompañada por Hedo.
El pequeño científico está pendiente de su tablet con un auricular puesto.
Goku se emociona al darse cuenta de que podrán seguir su camino.
Chichi abraza al chico.
- “Eres la viva imagen de tu bisabuelo.” – sonríe ella, nostálgica.
La anciana le hace un gesto a Videl para que le traiga algo. Hay un objeto alargado envuelto apoyado en el sofá.
- “Te he traído esto para que te ayude y te traiga suerte.” – dice Chichi.
Chichi le entrega el regalo. Gohan lo abre emocionado.
- “¡OH!” – se queda boquiabierto al verlo.
- “Es el bastón mágico de tu bisabuelo Son Goku.” – sonríe Chichi. – “Cuídalo bien, ¿de acuerdo?”
Goku asiente, ilusionado.
- “Y aquí tienes esto.” – le dice Videl, entregándole un gi plegado. – “Póntelo” – le guiña un ojo.
Satán fuerza un carraspeo.
- “Yo también te he traído algo…” – anuncia, buscando algo en su gi.
El Campeón alza los brazos al cielo levantando su enorme cinturón.
- “¡MI CINTURÓN DE CAMPEÓN!” – exclama recordando los viejos tiempos.
Los presentes no saben muy bien como reaccionar.
Satán le entrega el regalo a Goku.
- “Llévalo contigo y todos sabrán que no eres alguien con quien deban meterse.” – explica. – “¡Eres el bisnieto de Mr. Satán!”
- “Gracias, abuelo…” – sonríe Goku, colocándose el cinturón sobre el hombro, cuya hebilla es más grande que su cabeza.
Bulma se acerca a Gohan Jr.
- “Yo también te he preparado un detallito.” – dice ella, entregándole algo.
Gohan agarra el paquete y es una chaqueta azul con el logotipo de la Corporación Cápsula.
- “A tu padre le trajo suerte.” – sonríe Bulma. – “Espero que a ti también.”
El chico se la pone, ilusionado.
- “Te queda muy bien.” – dice Bulma, recordando a ese joven muchacho de pelo morado que llegó por sorpresa hace tantísimos años para cambiar sus vidas.
Punch se siente un poco incómodo al sentir que no pertenece allí, y disimuladamente empieza a dirigirse a la nave.
- “¿A dónde crees que vas, muchacho?” – le interrumpe Bulma.
Punch se detiene, un poco avergonzado.
- “Yo solo…” – dice el hijo de Hit. – “Iba a preparar la nave…”
- “¿Crees que me he olvidado de ti?” – sonríe Bulma con picardía.
- “¿Eh?” – se sorprende Punch. – “Yo… no…”
Bulma le lanza un aparato y Punch lo caza al vuelo.
- “¿Qué es esto?” – se pregunta el chico.
El artilugio es extraño para el muchacho. Un aparato parecido a un gran reloj de bolsillo con una pantalla verde cuadriculada y un único botón en la parte superior.
Punch aprieta el botón y suena un característico pitido.
- “¿Eh?” – se sorprende Punch. – “¿Un radar?”
Una señal parpadea en el borde de la pantalla.
- “Es la última posición conocida de los demás.” – dice Bulma. – “Seguidla y es posible que los encontréis.”
- “¿Les pusiste un rastreador?” – se sorprende Gohan.
- “No pensarías que los iba a dejar solos, ¿no?” – Bulma guiña un ojo.
- “¡Eres increíble, abuela!” – exclama el chico.
- “Creía haberme asegurado de que nada pudiera detener esa señal… y aun así parece que falla.” – añade Bulma con expresión seria. – “Solo unas pocas interferencias logran llegar desde esta distancia.” – continúa. – “Tened mucho cuidado, chicos.”
La luz parpadea en el radar.
Mientras tanto, muy lejos de allí, Ikose y los demás retroceden mientras pelean contra los dorobochi, cuando el chico de repente se agarra la oreja por el lóbulo y la sacude como si intentara destaponarla.
- “¿Qué es este pitido?” – se pregunta el muchacho.
- “¿Estás bien?” – le pregunta Marron.
- “Sí, no es nada.” – responde Ikose.
Mirai Trunks pelea con el líder de las criaturas de Raichi. El mestizo retrocede y apunta a su adversario con la mano, lanzando un Big Bang Attack, pero el dorobochi detiene el ataque cubriéndose con la palma de la mano, que se ha vuelto gigante en un instante y ha cubierto todo su cuerpo.
Trunks frunce el ceño.
- “Así que es cierto…” – murmura Trunks.
El dorobochi sonríe.
Mirai Trunks lanza su espada, pero el enemigo la esquiva.
Trunks usa el salto temporal para aparecer detrás del dorobochi y agarrar su espada, intentando cortarlo por la mitad de un rápido y certero espadazo, pero el contrincante se agacha rápidamente y se levanta sorprendiendo a Trunks con un upper-cup en la barbilla.
El mestizo retrocede dando una voltereta hacia atrás y responde con un rápido “Burning Attack” del que el enemigo se protege de nuevo agrandando su mano.
- “No aprendes…” – refunfuña el monstruo.
Pero de repente, Trunks se encuentra sobre el dorobochi y lanza su espada hacia él… pero usa el salto temporal para crear varias copias e intentar sorprender a su adversario.
El dorobochi no parece preocupado, pero Trunks con un gesto de su mano las hace girar sobre sí mismas en distintos ejes, algunas como taladros y otras como discos cortantes.
- “Tsk…” – protesta el enemigo, preparándose para esquivarlas.
Trunks esboza una media sonrisa. El mestizo hace un gesto con su mano derecha, levanta los dedos índice y corazón extendidos.
De repente, el suelo bajo los pies del enemigo se resquebraja y se iluminan las grietas.
- “¡¿EH?!” – se sorprende el dorobochi.
El suelo estalla y empuja al dorobochi hacia la lluvia de espadas.
La explosión cubre el área de polvo y afeta a varios dorobochis de los alrededores.
Piccolo se sorprende al reconocer esa técnica.
- “La técnica de Nappa…” – dice el namekiano. – “¿Cómo…?”
Trunks desciende lentamente hasta posarse en el suelo.
- “He aprendido varias técnicas interesantes gracias al ojo de Whis.” – sonríe el mestizo.
- “¿Cómo lo has hecho desde el cielo?” – pregunta Piccolo.
- “Ha sido gracias al salto temporal.” – dice Trunks. – “El ataque estaba preparado, pero detenido en el tiempo.”
- “Eres impresionante, Trunks.” – sonríe el namekiano. – “Se nota que has tenido buenos maestros.”
Trunks lo mira de reojo y sonríe cómplice.
- “Los mejores.” – responde el mestizo.
Pero de repente, Piccolo siente de nuevo la presencia del enemigo.
- “¡TRUNKS!” – advierte el namekiano, dándose la vuelta.
- “Lo sé…” – responde el hijo de Vegeta.
Poco a poco, pequeñas porciones cuadriculadas del enemigo lo recomponen.
- “Ahora no tengo dudas.” – dice Trunks, dándose la vuelta.
Su adversario termina de recomponerse pieza a pieza.
- “Te han mejorado tanto que casi no te reconozco… Onisen.” – dice Trunks.
En la Tierra, Goku se ha puesto el nuevo gi; pantalón rojo y parte superior celeste, con cinturón blanco. Gohan y Punch le acompañan escaleras arriba de la Perikard, que ha sido reconstruida y modificada, con muchos aspectos que recuerdan a la nave de la Time Patrol.
Dibujado por Ipocrito |
El erizo espera de brazos cruzados en la puerta.
- “¿Estáis listos?” – pregunta Ogilvie.
Gohan sonríe emocionado.
- “¿Vienes con nosotros?” – pregunta el muchacho.
- “Eso parece.” – suspira el erizo. – “Haré un último favor a la Patrulla Galáctica.”
- “¡Genial!” – dice Goku.
- “¿Pero no creéis que necesitaremos más efectivos?” – pregunta Ogilvie.
El doctor Hedo da un paso al frente.
- “¿Puedo sugerir a alguien?” – pregunta.
Los chicos se preparan para marchar. Se han sentado en sus puestos y los motores se encienden. Punch teclea en la mesa de comandos.
- “Lo recogeremos por el camino.” – dice el hijo de Hit.
La compuerta se cierra, revelando la palabra “Hope!!” escrita en ella.
Bulma, Videl, Chichi, Satán, Oli y Hedo observan como la nave se eleva sobre la Capital del Oeste y pronto desaparece en el cielo azul.
En el espacio, un astronauta intenta reparar un satélite que gira descontrolado.
- “¡He perdido el control!” – anuncia el astronauta, agarrándose fuerte. – “¡AYUDA!”
Frente al satélite, un transbordador espacial monitoriza la misión.
- “¡Tenemos que ayudarle!” – la piloto se preocupa por su compañero. – “¡No aguantará mucho más!”
De repente, algo pasa volando cerca de la ventanilla.
En ese instante, el satélite se rompe, un panel solar se desprende y el astronauta sale despedido.
- “¡¡AAAAAH!!” – grita aterrado.
Pero alguien lo agarra al vuelo. Un héroe de capa azul lo agarra de la mochila.
- “¿Eh?” – mira a su salvador.
Gamma 2 lleva al astronauta hasta la compuerta del transbordador.
- “¿Se encuentra bien?” – pregunta el héroe.
- “Sí…” – dice el astronauta, aún en shock. – “Gr… gracias…”
Gamma 2 sale volando hacia el satélite roto, que sigue girando descontrolado, y se interpone en su trayectoria para detenerlo. El héroe lo sujeta con fuerza y lentamente detiene el giro del aparato.
Después, en un abrir y cerrar de ojos recoge todas las piezas desperdigadas por la zona y reconstruye el panel solar con su visión láser.
- “Todo listo.” – anuncia Gamma 2.
- “Lo ha arreglado…” – murmura la piloto.
- “¿Cómo dice?” – preguntan por radio desde la base.
- “¡Ese tipo lo ha arreglado! ¡Y estamos todos bien!” – anuncia la piloto.
En la base de operaciones, todos celebran.
Hedo, que seguía la misión desde su tablet, sonríe orgulloso de su hijo.
Gamma 2 se acerca a la ventanilla y se despide de los astronautas con una sonrisa.
Pero antes de marcharse, se da cuenta de que otra nave se está acercando al lugar de los hechos.
- “¿Eh?” – se sorprende Gamma 2.
En la escotilla puede ver a Goku Jr saludándole ilusionado.
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