domingo, 3 de julio de 2022

DBSNL // Capítulo 256: Última baza

DBSNL // Capítulo 256: Última baza

“Tengo un universo que liberar.”



En Makyo, los Kaios se han unido a la guerra. La Kaio del Este empuja la barrera que había formado entre los dos bandos y ésta arrastra a montones de enemigos hasta que estalla, haciendo saltar a muchos por los aires.


El Kaio del Sur coge aire con vehemencia.


El Gran Kaio mira al ejército universal y sonríe.


- “Tapaos los oídos.” – advierte.


El Dios del Sur grita en silencio, pues lo hace a una frecuencia que estremece a todos los que lo oyen.


El Kaio del Oeste parece haberse multiplicado, y los clones caminan entre los enemigos, que al verlos se abalanzan sobre ellos. Sin darse cuenta, los demonios se están peleando entre ellos.


- “Sus mentes no son especialmente fuertes…” – sonríe el Dios, que no se ha movido del sitio.


El Dios del Norte se envuelve en el aura del Kaioken.


- “Siempre usando trucos…” – refunfuña Kaiosama.


 El Kaio embiste y su técnica causa estragos entre los enemigos. 


En otro punto del terreno de combate, Satán se esconde detrás de una piedra. Explosiones se suceden a su alrededor.


- “¿Dónde se han metido los demás…?” – se preocupa, asustado. – “Revivir para esto…” – suda profusamente.


Sobre una colina, un diablo de piel amarilla, ojos morados, facciones marcadas y cabello blanco en una coleta, tiene su vista puesta en un patrullero.


El demonio apunta al agente con su dedo índice, sujetándose el antebrazo con la otra mano.


- “¡Muere!” – exclama con una sonrisa en su rostro.


El patrullero recibe un disparo de ki preciso en el pecho, y se desploma frente a la roca en la que se oculta Satán.


- “¡JAJAJA!” – ríe el demonio. – “¡Esto es muy divertido! Lo haría toda la eternidad…”


El Campeón se queda petrificado al ver al patrullero en el suelo, moribundo.


- “Ayuda…” – dice el joven agente brench.


Satán, conmovido, da un paso al frente, pero en ese momento, el brench recibe otro disparo en la cabeza.


El Campeón se queda mirando al patrullero.


- “Es… es solo un muchacho…” – murmura Satán, ante un chico que aparenta la edad de su nieta.


Los guerreros Z se enfrentan a varios enemigos luchando en equipo. Ten Shin Han y Yamcha combinan los “colmillos de lobo” con el “puño ametrallado” y noquean a un gran diablo simiesco. Baicha celebra la victoria.


En la colina, el tirador tiene en la punta de su dedo al pequeño terrícola.


- “No esperaba encontrarme a una víctima tan tentadora en este campo de batalla…” – sonríe el macabro diablo. – “Tantos años por vivir… se esfuman así de rápido... Goodbye, cachorrito.”


Pero Satán se abalanza sobre él por sorpresa y le propina un puñetazo directo a la cara, que lo lanza al suelo. El disparo sale desviado e impacta a pocos metros de Baicha.


- “¿EH?” – se sorprende el chico.


El demonio, en el suelo, mira a Satán.


- “¿De dónde sales tú?” – se pregunta el diablo.

- “Bastardo…” – gruñe Satán, furioso – “Los cobardes como tú… Sois escoria…”


El demonio apunta a Mr. Satán con el dedo.


- “¡MUERE!” – exclama al disparar.


Satán intenta abalanzarse sobre él, pero recibe un disparo en el hombro que lo atraviesa.


- “¡¡AAAAAH!!” – grita Satán.


En mitad del campo de batalla, muy lejos de allí, Ub, que está aturdido en el suelo, abre los ojos.


- “S… ¿Satán…?” – murmura el chico, confuso.


Mr. Satán está ahora tirado en el suelo, taponándose la herida con la mano. El diablo de pie frente a él, apuntándole.


- “A esta distancia no es divertido…” – se burla el diablo. – “Pero tampoco parece que tengas fuerzas para correr…” 

- “He conocido a cobardes como tú…” – dice Satán, dolorido. – “Que matan a inocentes por placer… Me dais asco.”

- “No voy a tolerar que un muerto me dé lecciones morales” – se mofa el diablo, listo para disparar.


Pero en ese instante, Ub llega como un rayo y propina una doble patada al enemigo en el pecho, lanzándole contra una montaña cercana en la que queda incrustado.


Ub se posa en el suelo, con su mirada airada clavada en el enemigo.


- “No dejaré que hagas daño a Mr. Satán.” – sentencia el terrícola.

- “¿Eh?” – se sorprende el Campeón. – “¿Ub?”


En la roca, el diablo intenta liberarse.


- “¿Cuál es tu problema?” – refunfuña el tirador.

- “Le hice una promesa a un amigo.” – dice Ub. – “Y voy a mantenerla.”


Ub alza su mano y apunta al tirador. Su aura se aviva con el Kaioken.


- “¡HAAAAA!” – dispara, desintegrando al enemigo.


Mientras tanto, Madas, Broly y Tapion han aterrizado entre los guerreros Z. 


El joven anciano se acerca a Roshi y hace una reverencia.


- “Maestro Mutenroshi.” – saluda el antiguo Dios. – “Tengo una petición urgente que hacerle…”

- “¿A mí?” – se sorprende el viejo Tortuga.


En otro lugar del campo de batalla, Toppo, Jaco y los cazadores de Spade pelean contra hordas enemigas cuando, de repente, un pequeño diablillo de piel azul, cuernos y alitas de murciélago en la espalda aterriza entre ellos.


- “¡Es mío!” – exclama Spade.


Pero el diablillo detiene al cazador en el aire.


- “Jijiji” – ríe el demonio.


Jaco le dispara, pero los disparos se convierten en vapor al acercarse a él.


- “No, no…” – dice con el dedo, burlón.


Con su poder mental, el diablillo lanza a Spade contra Jaco, y los dos caen al suelo.


Toppo da un paso al frente.


- “De éste me encargo yo…” – dice el justiciero.


El diablillo sacude sus alas y levanta una veintena de piedras diminutas que vuelan hacia Toppo, pero el patrullero se cubre con sus grandes manos.


- “Conmigo no lo tendrás tan fácil, cuernos…” – dice Toppo.


Pero al apartar sus manos, el diablo ha desaparecido.


- “¿Eh?” – lo busca Toppo.


De repente, un rayo negro sorprende al gigantón por la espalda y lo lanza al suelo.


- “¡Jijijiji!” – ríe el menudo enemigo.

- “Maldita sea…” – refunfuña Toppo con un agujero humeante en el traje. – “Ya no tengo edad para esto…”


El diablillo ataca, pero una esfera de ki rojo cae sobre él, desintegrándolo por completo en una explosión.


Una voz conocida llama la atención de Toppo.


- “Pareces cansado, viejo amigo.” – dice Jiren, que llega caminando hasta él.

- “Je…” – sonríe Toppo. – “Tú también estás bastante hecho polvo para ir burlándote de los demás…”


Jiren mira de reojo a Moro, que lucha contra Trunks.


- “Es más fuerte de lo que jamás habría imaginado posible…” – dice el haiirotoko.


Toppo se arranca la parte superior del gi. 


- “Y aun así quieres volver a pelear contra él, ¿verdad?” – dice Toppo.

- “Esta vez no…” – dice Jiren. – “¿Por qué no peleamos juntos?”

- “¿Juntos?” – se sorprende Toppo. – “Por supuesto…” – sonríe. – “Será un honor.”


Mientras tanto, Roshi medita la petición de Madas.


- “Algo tan grande…” – murmura el anciano. – “Para mí sería casi imposible…”

- “Déjeme intentarlo.” – interviene Ten Shin Han. – “Yo también sé usar el Mafuba.”

- “¡Estáis los dos muertos!” – protesta Chaoz. – “¿Sabéis lo que eso significa? ¡Si os excedierais, desapareceríais para siempre!”

- “Y puede que ni siquiera lo lograrais…” – añade Yamcha.


Tapion ofrece su espada de nuevo.


- “Agradezco el intento” – sonríe con melancolía.


Madas frunce el ceño.


- “No es una técnica complicada… Yo podría hacerla.” – dice el anciano. – “Pero no tengo la fuerza suficiente. ¿Creéis que entre los tres podríamos lograrlo?” – pregunta.

- “Es difícil…” – murmura Roshi.

- “He visto practicar a Goten…” – dice Marron. – “Las bases son las de la escuela Kame…”

- “¿Propones que la hagamos todos?” – dice Ten.

- “Podría funcionar…” – cavila Chaoz.


Moro y Trunks siguen peleando. El brujo, poco a poco está superando al mestizo.


- “Estoy harto de estos juegos, muchacho…” – dice Moro, que de un pisotón parte el suelo bajo los pies de Trunks. – “Tenía curiosidad por lo que tu nuevo poder ofrecía… Pero, una vez más, me decepcionáis.


Trunks levita y prepara su “Burning Attack”, pero en el momento que se materializa la esfera de ki, Moro usa su poder mental para hacerla estallar, haciendo que Trunks salga repelido.


- “Se acabó…” – sonríe Moro.


En ese instante, Gohan se abalanza sobre el brujo por la espalda, pero éste se hace intangible, dejando que el mestizo pase de largo.


Gohan se da la vuelta e intenta golpear al brujo, pero éste detiene cada uno de los ataques.


- “Sois testarudos…” – suspira Moro.


El brujo alza una columna de roca que eleva a Gohan por sorpresa y un rayo cae sobre él, haciendo estallar la cima del pilar.


En ese instante, Moro se da cuenta de que está rodeado por un centenar de esferas de ki.


- “¡¡KYAAAAAH!!” – grita Slug, que las abalanza sobre el brujo.


Una explosión múltiple sacude Makyo.


Moro sale de la humareda, intangible.


- “Namekiano…” – dice Moro. – “Ni siquiera podéis comprender de lo que soy capaz ahora.” – sonríe.


Moro usa el salto temporal y aparece frente a Slug y le propina un puñetazo en el abdomen. Una extraña vibración sacude al namekiano.


- “Je…” – ríe Moro.


El brujo repite el golpe dos veces y una tercera con más intensidad.


De la espalda de Slug sale propulsado Piccolo, que cae inconsciente. Slug también cae de rodillas, desmayado, con la cara en el suelo.


Moro apunta al eterno namekiano con su mano.


- “Este es el final de tu camino, viejo entrometido…” – sentencia el brujo.


Pero un látigo de ki detiene la mano del brujo. La fusión de Pan y Bra tira con fuerza de su técnica para evitar que Moro dispare.


- “¡No tan rápido, cabrito!” – exclama la guerrera.


La guerrera proyecta una esfera de ki a través del látigo que lo recorre hasta llegar a Moro y estallar.


Broly, que sigue junto a los guerreros Z, que están debatiendo, mira de reojo lo sucedido.


El brujo, lejos de inmutarse por el ataque de las chicas, aparta el humo con la mano.


- “Qué ruidosa…” – se mofa Moro.


La fusión usa la técnica del espejismo y rodea al brujo.


- “Una técnica digna de unas estúpidas niñas…” – se burla la cabra.


La guerrera intenta sorprender al enemigo cayendo del cielo, propulsándose con dos blasts de ki, pero el brujo levanta la mano y las detiene con su poder mental.


- “No me hagáis perder el tiempo…” – dice Moro. – “Tengo un universo que liberar.”


Moro la estampa contra el suelo, noqueándola. La fusión se deshace.


Ahora, Champa y Zamas atacan. El Dai Kaioshin enciende sus espadas de ki e intenta atravesar a Moro, pero este agarra sus antebrazos a la primera, y los aprieta hasta que las armas desaparecen.


- “¡¡AAAAH!!” – grita Zamas.


De un cabezazo, Moro noquea al Dios.


Champa golpe al brujo por la espalda con las manos juntas, pero el brujo ni parpadea.


- “Creía que eras el Dios de la Destrucción…” – sonríe Moro. – “No eres el primer gotokoneko que me decepciona.” – se da la vuelta.


Champa, frustrado, intenta golpearlo de nuevo, pero Moro le golpea en la frente con el dedo índice, como quien aparta una mosca molesta.


El gato sale disparado a través del campo de batalla.


Pero en ese instante, dos esferas de ki rojo se aproximan al brujo, una por cada lado, e impactan al toparse con él.


Moro se eleva sobre la polvareda para ver lo ocurrido.


Frente a él, Jiren y Toppo se presentan.


- “Vaya, vaya…” – dice Moro. – “¿Vais a darme un discurso sobre justicia?”

- “Ya no sé lo que es la justicia.” – dice Jiren, sorprendiendo a Toppo. – “Pero reconozco el mal cuando lo veo.”


Moro niega con la cabeza.


- “Eso es mutuo.” – sentencia el brujo.


Moro se abalanza contra ellos, que se ponen en guardia, pero se hace intangible en el último instante, para sorprenderles dándoles una patada por la espalda al superarlos.


Jiren y Toppo logran mantener el equilibrio, se dan la vuelta rápidamente y disparan, pero el ataque atraviesa al brujo.


Moro da una fuerte palmada y una onda expansiva destructora empuja a los dos guerreros.


Jiren es el primero en recuperar la estabilidad y embiste al enemigo.


Moro detiene el puñetazo de Jiren, pero al hacerse tangible recibe una ráfaga de ki lanzada por Toppo.


- “Tsk…” – protesta el brujo.


Moro da un puñetazo en el abdomen al haiirotoko y lo lanza contra Toppo, que lo caza al vuelo.


- “¡JIREN!” – exclama su compañero.


Moro se abalanza sobre ambos, dispuesto a darles una patada, pero Toppo cubre a su amigo y recibe el impacto en la espalda. Los dos salen propulsados contra una montaña cercana.


- “Je, je…” – ríe Moro.


De repente, Broly, con su musculatura hiper-desarrollada, sus ojos en blanco y su cabello verde erizado, agarra la cabeza de Moro y lo estampa contra el suelo, arrastrándolo por el campo de batalla.


- “¡¡YAAAAAAAAH!!” – grita el saiyajín.


El grito llama la atención de Kale y Tarble.


- “Broly…” – sufre ella, que no tarda en identificarlo en lontananza gracias al resplandor verde.

- “Esa forma de nuevo…” – dice Tarble, preocupado. – “Ha liberado sus viejos instintos para intentar pelear…”


Moro detiene su avance y golpea a Broly con sus piernas, haciendo que el saiyajín lo suelte.


Del suelo nacen dos columnas de lava que se unen para empujar al saiyajín hacia el cielo, hasta que éste genera una barrera protectora.


El saiyajín apunta a Moro con ambas manos y lanza un poderoso ataque que cae sobre la superficie de Makyo.


Una gran explosión sacude el planeta, obligando a los dos bandos a cubrirse como pueden.


- “Qué poder tan devastador…” – murmura Reitan.


Entre la polvareda pronto se identifica la figura del brujo, sonriente.


De repente, un rayo cae sobre Broly, pero el saiyajín no parece muy afectadoo.


- “Grr…” – gruñe, furioso.

- “Veamos cuál es tu límite…” – dice Moro.


Otro rayo descarga sobre Broly, uniéndose al anterior. Luego un tercero, después un cuarto. Los rayos imiten una descarga continua sobre el saiyajín.


- “¡GRRRRR…!” – él intenta resistir.


Un quinto y un sexto.


- “¡¡BROLY!!” – exclama Kale, con lágrimas en los ojos.


Un séptimo rayo.


- “¡¡GRRRAAAAAAAAH!!” – brama el saiyajín.


De repente, una gran cantidad de rayos de ki fucsia impactan continuamente sobre Moro que, pese a no causarle daño, llaman su atención.


Freezer está caminando hacia él, con el dedo índice de su mano derecha disparando a discreción.


Moro disipa la tormenta y Broly, que ha perdido su transformación, se precipita contra el suelo.


- “El Emperador Freezer…” – dice el brujo. – “Las historias parece que exageraban.”


Freezer se detiene frente a Moro.


- “Brujo…” – gruñe el tirano. – “Tu secta ha dominado la galaxia durante milenios… Ha controlado a mi familia… Mi padre era solo un peón… y mi hermano…”

- “Hmm…” – murmura el brujo.

- “Supongo no podré considerarme el verdadero Emperador del Universo hasta que acabe contigo…” – dice Freezer.

- “Nos separa un abismo, hijo de Cold.” – se burla Moro.

- “Puede que sí… en poder…” – gruñe Freezer. – “Pero no en rencor.”

- “¿Eh?” – se extraña Moro.

- “Y yo que creía que odiaba a Son Goku y a los saiyajín…” – fuerza una media sonrisa mientras aprieta los puños con fuerza. – “Pero jamás había sentido algo como esto… Que nos hayas manipulado durante tanto tiempo… Eso… ¡¡ESO ME REPUGNA!!”


Freezer activa su 100%, se envuelve en una esfera de ki fucsia y embiste a Moro, que se cruza de brazos pare recibir el impacto. El brujo retrocede unos metros, dejando un surco bajo sus pies.


- “Con esa fuerza no llegarás muy lejos.” – dice Moro.


El brujo crea un torbellino a su alrededor que repele al tirano, y luego usa su poder mental para hacer estallar la burbuja de ki que lo envolvía.


Freezer apunta al enemigo con su mano derecha y dispara un torrente de ki que ni despeina al brujo.


Moro apunta a Freezer con su dedo índice y éste se cubre, esperándose el disparo.


- “Je…” – sonríe el brujo.


Para sorpresa del tirano, el brazo de Moro se alarga y lo atraviesa.


- “¡¡BHUAAAH!!” – Freezer escupe sangre.


Freezer cae de rodillas al suelo.


- “Un final patético…” – dice Moro, pisándole la cabeza y apretándola contra el suelo lentamente. – “Para un Emperador patético…” 


Moro da un paso atrás y dispara un ataque de ki que desintegra a Freezer.


El brujo escupe al suelo con desprecio y le da la espalda.


- “No tan rápido…” – le sorprende la voz del tirano.

- “¿Eh?” – se sorprende Moro.

- “Esto no ha terminado.” – se mofa Freezer, de pie con los brazos medio abiertos en su típica pose. – “El Emperador aún no ha dicho que puedas retirarte.”


Moro mira detenidamente a Freezer.


- “Inmortal…” – sonríe el brujo. – “Ya no me acordaba…”

- “Ju, ju, ju…” – ríe Freezer.

- “¿Crees que eso te da la ventaja?” – dice Moro. – “Voy a encargarme de que tengas una tortura eterna…”


Moro alza su mano y el suelo bajo los pies del tirano se descama en centenares de piedras que se elevan rápidamente cortando múltiples veces al tirano.


- “Tsk…” – protesta Freezer. 


Moro chasquea los dedos y las rocas se tornan incandescentes, quemando también al tirano.


El brujo hace girar su dedo índice y un tornado se genera rodeando a Freezer, atrapando al tirano en ese tormento.


- “¡¡KYAAAAH!!” – grita Freezer.


De repente, un pequeño misil impacta en la nuca de Moro, que lo siente menos que si fuera una picadura de mosquito.


Sobre una piedra, el robot que acompañaba a Freezer ha disparado.


- “¡JAJAJAJA!” – ríe Moro al verlo. – “¿Ahora me lanzan chatarra?”


El brujo, sin dejar de torturar a Freezer, apunta al robot con la mano y lo eleva. El robot mira al cielo y en su ojo, que empieza a quebrarse, se refleja un punto de luz siendo cubierto por una masa oscura.


- “Hermano…” – dice el robot. – “Ya… he… llegado…”


Moro cierra su puño y el robot estalla en mil pedazos.


Pero de repente la oscuridad cubre Makyo, sorprendiendo a Moro.


Tanto el Ejército Universal como los demonios dejan de luchar un instante y miran al cielo, sorprendidos.


- “¿Qué es eso?” – se pregunta Jaco.

- “¿Un eclipse?” – se sorprende Reitan.

- “Ya está aquí…” – dice Turles.


Un planeta hecho de metal está cubre lentamente la estrella más cercana a Makyo, hasta taparla por completo. Su luz forma un halo alrededor del nuevo astro.


- “¿EH?” – dice Moro, confuso, que inconscientemente deja de martirizar a Freezer.


El tirano se desploma contra el suelo, sangrando por todas sus heridas.


Un extraño zumbido crescendo empieza a oírse.


Como si de un enjambre se tratara, miles de siluetas abandonan el planeta y descienden sobre la superficie de Makyo.


Miles de Cooler metálicos lleguan a tierra y, sin mediar palabra, empiezan a disparar a los demonios enemigos, tanto con rayos oculares como con blasts de ki.


- “¡¿Están de nuestro lado?!” – se sorprende Cheelai.

- “¡Son refuerzos!” – celebra Ganos.


En M2, los tech-tech trabajan para alimentar el núcleo, y varias estructuras han sido construidas con ese propósito.


- “¡No nos rindamos ahora!” – exclama Merlot.

- “¡Más energía!” – añade Pinot.


Freezer, pese a todo el castigo, sonríe.


- “Ya era hora… hermano…” – murmura.



Dibujado por Ipocrito


4 comentarios:

  1. la ostia que pedazo de batalla estás narrando, es como un buen vino, mejora cada vez que la lees.

    ResponderEliminar
  2. ¡Me alegro de que te guste!
    Posiblemente el portal de Moro seguiría en pie.

    ResponderEliminar
  3. Moro es lo suficientemente poderoso ahora mismo como para solucionarlo, y en espacio es más difícil para nuestros amigo.

    ResponderEliminar