Cold Chronicles / Parte XIII: Devorador de mundos
“Tengo un mensaje urgente, señor”
Ha pasado más de una década desde que el Rey Cold y su Imperio se pusieron al mando de la Patrulla Galáctica.
Sorbet ha abandonado su puesto al frente de la Patrulla y ha regresado al lado del Emperador. El dinero del Imperio es suficiente para tener a los agentes bajo control.
El asesino Hit, a pesar de las múltiples ofertas del Rey Cold, ha roto sus lazos con el Imperio y ha desaparecido.
Un día, una señal de alarma suena en todo el Cuartel General de la Patrulla Galáctica.
- “¡¿Qué ocurre?!” – dice el nuevo líder de la patrulla.
- “Un… un planeta…” – titubea un agente al frente de un monitor. – “Yukata ha desaparecido.”
- “¿Hemos perdido la señal?” – pregunta su jefe.
- “No, señor…” – responde el agente. – “Eso creíamos… hace unos días. Y por eso mandamos a una patrulla a investigar…”
El agente teclea en su computadora.
- “Tenemos visual desde nuestra nave” – dice el patrullero, ampliando una imagen en su pantalla.
Su superior se acerca y observa detenidamente la imagen.
- “No veo nada.” – refunfuña.
- “Exacto, señor.” – responde el agente. – “No hay nada.”
En ese instante, otro planeta desaparece del mapa.
- “¡HA VUELTO A OCURRIR!” – exclama otro agente. – “¡EL PLANETA KIMONO!”
- “¡¿QUÉ?!” – se alarma el jefe.
En la Capital del Imperio, Sorbet recibe un mensaje por su comunicador y es informado de la situación.
El consejero no tarda en hacer llegar las noticias al Emperador, acudiendo a la sala del trono, donde éste medita sentado en su sillón.
- “¿Qué ocurre?” – pregunta Cold.
- “Algo terrible, señor.” – dice Sorbet.
En unas horas, una nave de la Patrulla que se encontraba en un planeta cercano ha viajado hasta Kimono. Al aproximarse, pronto se dan cuenta de que algo extraño está ocurriendo.
- “¿Qué demonios es esa cosa?” – pregunta uno de los agentes.
- “Eso…” – titubea su compañero. – “¡¿Se está comiendo el planeta?!”
Una inmensa masa metálica parece haberse enganchado al planeta Kimono como si fuera un parásito.
Los patrulleros se acercan cautelosamente a la superficie del planeta y avanzan hacia la gran estructura de metal. El planeta se encuentra en un estado deplorable, sacudido por un sin fin de terremotos. Su corteza se encuentra fracturada y columnas de lava se alzan desde las grietas. Su atmósfera ha desaparecido.
Al aproximarse, los agentes se dan cuenta de que un apéndice de la estructura parasitaria se encuentra incrustado en el planeta. Tras realizar un escaneado, confirman sus peores temores.
- “Esa cosa está drenando la energía del núcleo del planeta…” – dice un agente. – “¡Es terrible!”
- “Envía los datos al Cuartel General y larguémonos de aquí” – responde su compañero.
De repente, un rostro se dibuja en la superficie de la masa metálica.
- “¡VÁMONOS!” – le apresura su compañero piloto.
La nave da un giro de 180 grados y se aleja a toda velocidad de la zona, pero una gran mano metálica brota de la masa parasítica que los alcanza, cerrándose finalmente a su alrededor.
Cold, tras ser informado de lo sucedido, decide viajar personalmente a investigar la anomalía que amenaza su Imperio.
En unas horas, su nave ya está lista y el Emperador parte al encuentro de tan extraño enemigo.
Mientras tanto, en la Capital, Sorbet se ha quedado al mando del Imperio.
Un mensajero irrumpe en sala del trono, donde se encuentra el consejero con su guardia personal.
- “¿Qué ocurre?” – pregunta Sorbet.
- “Tengo un mensaje urgente, señor” – anuncia el mensajero.
- “Adelante.” – responde el consejero.
- “Es privado, señor.” – dice el mensajero.
- “Mis hombres son leales y discretos.” – responde Sorbet. – “Habla.”
- “Es sobre Numa.” – revela el mensajero.
Sorbet se queda perplejo. Hace años que no ha oído noticias del Capitán Ginyu, desde que fue enviado a Numa para hablar con Salabim.
- “Todo el mundo fuera.” – ordena el consejero.
Los guardias obedecen la orden y abandonan la sala del trono.
- “Y bien…” – dice Sorbet. – “¿Qué nuevas me traes?”
Una sonrisa se dibuja en el rostro del mensajero.
- “¡¿Qué?!” – se asusta Sorbet.
- “¡CHANGE!” – exclama Ginyu, abriendo sus brazos.
Tras el cambio de cuerpos, Sorbet, ahora en el cuerpo del mensajero, se queda pasmado.
- “¿Por qué?” – dice asustado.
- “Por el bien del Imperio, por supuesto.” – responde Ginyu. – “Salabim te considera un obstáculo.”
- “¡NO ESPERA!” – suplica Sorbet.
- “¡GUARDIAS!” – exclama Ginyu, en el cuerpo del consejero.
Los hombres del Imperio entran en la sala apresuradamente.
- “¡ESTE HOMBRE HA INTENTADO MATARME!” – exclama Ginyu.
- “¡NO! ¡NO!” – grita el mensajero. “¡YO SOY…!”
Los guardias abren fuego y masacran a Sorbet.
- “¿Está bien, señor?” – pregunta uno de los guardias.
- “Sí…” – responde Ginyu. – “Estoy bien. Muchas gracias, soldado.”
En el planeta Numa, Salabim observa lo ocurrido en la Capital del Imperio a través del fuego de su hoguera.
- “Bien…” – sonríe el brujo kashvar. – “Este soldadito resulta ser útil.”
Mientras tanto, en el planeta del Hakaishin, Beerus duerme, ajeno a todo. Shiras sigue entrenando bajo la supervisión de Campahri para dominar el poder del anillo Toki.
El ángel lanza un centenar de rocas contra Shiras usando su telekinesis. Shiras permanece inmóvil. De repente, las rocas estallan en mil pedazos.
- “Buen trabajo, Shiras” – le felicita Campahri. – “Estás progresado mucho.”
En un lugar remoto, en un planeta alejado del Imperio y la Patrulla Galáctica, en una cabaña en mitad de un idílico prado, Hit descansa en su cama, mirando al techo.
- “¿Qué ocurre, Hit?” – le pregunta una voz femenina desde el marco de la puerta de la habitación. – “¿Echas de menos tu trabajo?”
- “Es posible.” – responde el asesino. – “Pero tomé la decisión correcta. Os exponía demasiado.”
- “Podrías haber aceptado el trabajo que te ofreció el Rey Cold…” – dice la mujer.
- “No me interesa. Demasiada política.” – responde Hit. – “Ese tipo de trabajos te hacen bajar la guardia. Crees que todos tus enemigos están enfrente y después te apuñalan por la espalda.”
- “Pues más te vale espabilar y enseñar bien a tu hijo a cosechar esos tubérculos, porque está haciendo un verdadero destrozo en el jardín.” – sonríe su mujer.
- “¿Y la pequeña?” – pregunta el asesino.
- “Se supone que estaba ayudando a su hermano, pero creo que se ha distraído persiguiendo una de esas ardiratas.” – ríe ella.
Hit se incorpora en la cama y se levanta.
- “Yo me encargo.” – sonríe el asesino.
Durante el largo viaje del Rey Cold, el ordenador de la nave no deja recibir mensajes sobre planetas desaparecidos.
- “Ha caído el planeta Obi” – anuncia uno de los soldados.
- “¿Cuál es el planeta más cercano?” – pregunta Cold.
- “Haori, señor.” – responde el soldado.
- “¿Y el próximo?” – replica el Emperador.
- “Hakama” – verifica el soldado en su computadora.
- “Ese es nuestro objetivo.” – dice Cold. – “Si intentamos perseguir a esa cosa, tardaremos demasiado en atraparla. La interceptaremos en Hakama. Deduzco que será su próximo objetivo.”
- “Eso significa que… ¿abandonaremos Haori a su suerte?” – pregunta un soldado. – “Mi familia… mi familia vive ahí, señor.”
Cold tiene su mirada perdida en el espacio.
- “Puedo ofrecerte venganza, soldado.” – dice el Emperador. – “No hay nada más que podamos hacer.” – sentencia.
El soldado asiente, intentando ocultar sus lágrimas.
- “Gracias, señor.” – responde el hombre, haciendo una reverencia.
¡Espero que os guste!
ResponderEliminarY si estáis encerrados por el virus, ¡mucho ánimo!
Espero que con DBSNL os distraigáis un poco :)
muchas gracias, la verdad es que tus historias se han convertido en un imprescindible.
ResponderEliminary al resto que os/nos queda muchos días encerrados, todo se pasa.
¡Gracias! :D
EliminarBuen capítulo, esperaba algo de Terror, mini saga que me encanta. Pero Cold Chronicles es mi especial favorito, nl me quejo.
ResponderEliminarAmo la personalidad que le has dado a Cold, lo siento muy natural y no tan malcriado como Freezer en sus comienzos.
Por cierto, muy interesado por ver a Ginyu y Salabim, y como se terminan distanciando.
Veremos la caida de Shiras en Cold Chronicles? Hit tendrá especial aparte o se vera su historia dentro de esta?
Creo que a lo que se enfrentan es Rilldo y M2, sólo que recién empezando como Proyecto de Raichi. Podemos confirmar esto?
Saludos, espero tomes precaución del Virus y gracias por acompañarnos con tus historias. Saludos desde Argentina !
¡Gracias! :)
Eliminar"Terror" se estaba acercando demasiado a posibles spoilers, por eso la he parado. Además, vamos algo "atrasados" con Cold Chronicles, así que he decidido publicar un poco de esta historia.
Sobre la personalidad de Cold, me dio la impresión de ser una persona relativamente calmada durante el poco tiempo que lo vimos en el manga original, así que a partir de esa sensación fui construyendo el resto.
Creo que esas tramas que comentas las veremos en Cold Chronicles, porque están muy ligadas entre sí.
Sí, es M2. Mezclé las ideas de M2, Rildo y Big Gete Star, porque son muy parecidas y creo que funcionan bien juntas. No sabemos el tiempo que lleva Rildo consumiendo planetas; solo que ahora ha llegado a los planetas bajo el control de la Patrulla y el Imperio.
¿Y sabremos por qué decide consumir unos planetas u otros? Lo digo porque ahora están en un aprieto al llegar a zonas del Imperio.
EliminarDevora todo lo que pueda aportarle energía y/o materia prima para generar nuevos componentes, tanto para crecer como para poder avanzar a su siguiente destino.
EliminarY cómo va a repoblar de máquinas el universo si ya no tiene energía prima al haberse comido todos los planetas del universo
EliminarBuen capítulo
Ahora veremos cómo Cold detuvo a Rildo
Gracias :)
EliminarEse objetivo solo puede cumplirlo con una fuente de energía lo suficientemente potente, como las cajas de música.