Shingeki no Saiyajín / Parte IV: Yamoshi
“Yo ni siquiera estoy aquí.”
En el laboratorio, los robots propinan una paliza a Gokua y al joven saiyajín. El salvaje se encuentra acurrucado en una esquina, mientras dos de los robots le castigan con fuertes patadas y pisotones. Mientras tanto, cada uno de los otros dos robots han agarrado un brazo de Gokua y le propinan puñetazos en el abdomen.
El Doctor Mu observa la tortura desde su monitor.
- “Nada nuevo…” – murmura decepcionado el tsufur.
- “Nada nuevo…” – murmura decepcionado el tsufur.
En las afueras de la ciudad, el Capitán Kinkarn se encuentra cara a cara con el líder saiyajín transformado en ozaru.
- “Ya… mo… shi…” – repite el saiyajín.
- “¡¿Yamoshi?!” – se sorprende el tsufur. – “¡¿Qué demonios es eso?!”
- “Ya… moshi…” – insiste el ozaru.
- “Ya… mo… shi…” – repite el saiyajín.
- “¡¿Yamoshi?!” – se sorprende el tsufur. – “¡¿Qué demonios es eso?!”
- “Ya… moshi…” – insiste el ozaru.
Todos los ozaru rugen con fuerza.
Kinkarn parece confuso. Nunca había visto un comportamiento semejante entre los salvajes.
- “¿El chico?” – se pregunta el Capitán. – “¡¿Queréis al chico?!”
- “¿El chico?” – se pregunta el Capitán. – “¡¿Queréis al chico?!”
El ozaru clava su mirada en el tsufur.
- “Así que es eso…” – sonríe el Capitán.
- “Yamo… shi…” – repite una vez más el saiyajín.
- “Así que es eso…” – sonríe el Capitán.
- “Yamo… shi…” – repite una vez más el saiyajín.
Kinkarn, confiado, sonríe.
- “¡Marchaos si no queréis morir!” – les amenaza el tsufur.
- “¡Marchaos si no queréis morir!” – les amenaza el tsufur.
El ozaru clava sus puños en el suelo y mira al Capitán con actitud desafiante.
- “¿Buscas pelea?” – se burla el tsufur. – “¿Quieres retarme?”
- “¿Buscas pelea?” – se burla el tsufur. – “¿Quieres retarme?”
El saiyajín intenta golpear a Kinkarn, pero éste utiliza sus propulsores para retroceder rápidamente y esquivar el puñetazo.
Los demás saiyajín no actúan. Se quedan quietos, observando el combate.
- “Interesante…” – murmura Kinkarn. – “Bien… Puedo con uno.” – sonríe.
- “Interesante…” – murmura Kinkarn. – “Bien… Puedo con uno.” – sonríe.
El ozaru se abalanza de nuevo contra el tsufur, y éste esquiva ágilmente el ataque, alzándose por encima del mono gigante y disparando sus cañones de energía, que parecen lastimar el hombro derecho del salvaje.
El saiyajín intenta agarrar al tsufur en el aire, pero Kinkarn es muy hábil y esquiva al ozaru una y otra vez.
- “¡Eres grande, lento y tonto!” – sigue burlándose Kinkarn. – “Tanta fuerza malgastada…”
- “¡Eres grande, lento y tonto!” – sigue burlándose Kinkarn. – “Tanta fuerza malgastada…”
El cañón de energía de su brazo derecho se convierte en una hoja de luz con la que el Capitán corta un tendón del brazo del ozaru, inmovilizándoselo.
El tsufur se aparta del ozaru y desciende hasta el suelo.
- “En un combate a distancia, no puedes ganar.” – sonríe el Capitán. – “Se acabó.” – dice mientras apunta al mono con sus cañones, listo para acabar con el saiyajín.
- “En un combate a distancia, no puedes ganar.” – sonríe el Capitán. – “Se acabó.” – dice mientras apunta al mono con sus cañones, listo para acabar con el saiyajín.
Pero el ozaru esboza una sonrisa que desconcierta al Capitán.
- “¿Qué?” – se pregunta el tsufur.
- “¿Qué?” – se pregunta el tsufur.
El ozaru abre su enorme boca y apunta a Kinkarn. Una gigantesca onda de ki rojizo emerge de las fauces del mono a gran velocidad y desintegra al desconcertado tsufur. El ataque continúa hasta estrellarse en la barrera que protege la ciudad.
Los ozaru celebran su victoria con un grito al cielo adornado con la luna llena.
En la sala de control tsufur, todos los presentes parecen asustados.
- “¡¿Qué demonios ha sido eso?!” – se preguntan.
- “¡La barrera ha resistido!” – anuncia uno.
- “Por ahora…” – murmura otro.
- “¡¿Qué demonios ha sido eso?!” – se preguntan.
- “¡La barrera ha resistido!” – anuncia uno.
- “Por ahora…” – murmura otro.
En la cima de la torre del centro de la ciudad, Raichi y Zangya observan lo ocurrido.
- “Fascinante…” – murmura el doctor.
- “Vuestros planes fracasan.” – dice Zangya.
- “Los míos no.” – responde Raichi.
- “Fascinante…” – murmura el doctor.
- “Vuestros planes fracasan.” – dice Zangya.
- “Los míos no.” – responde Raichi.
En el laboratorio, los chicos se están quedando sin fuerzas. Gokua puede ver como torturan a su compañero, y eso hace que se enfurezca.
- “Basta… ¡BASTA!” – grita el herajín, emitiendo una onda expansiva de energía que repele a sus dos enemigos.
- “Basta… ¡BASTA!” – grita el herajín, emitiendo una onda expansiva de energía que repele a sus dos enemigos.
Su cabello se ha erizado y teñido de rojo, mientras su piel se ha vuelto más pálida.
Los dos robots se abalanzan de nuevo sobre él, pero el pequeño herajín logra esquivar los ataques, saltar por encima de ellos y atacar a los dos robots que atormentan al saiyajín, lanzándoles contra la pared.
Gokua ayuda al salvaje a ponerse en pie.
- “¡Vamos!” – dice el herajín. – “¡Ponte detrás de mí!”
- “¡Vamos!” – dice el herajín. – “¡Ponte detrás de mí!”
En la sala de control, esto ha llamado la atención de Mu.
El pequeño herajín intenta proteger de los robots a su compañero.
- “¡Dejadnos en paz!” – grita al lanzar un poderoso ataque de ki que lanza a uno de los robots contra la pared y lo deja fuera de combate.
- “¡Dejadnos en paz!” – grita al lanzar un poderoso ataque de ki que lanza a uno de los robots contra la pared y lo deja fuera de combate.
El Doctor Mu sonríe.
- “Bien…” – murmura el tsufur. – “Aumentaremos la dificultad.”
- “Bien…” – murmura el tsufur. – “Aumentaremos la dificultad.”
Tres nuevos robots entran en la celda de los chicos.
En las afueras de la ciudad, los saiyajín parecen prepararse para el ataque. Un pequeño grupo de saiyajín sin transformar, con los ojos vendados, caminan hasta sus compañeros ozaru, que les ofrecen sus manos para que suban.
En las torres de vigilancia, los tsufur se impacientan.
- “¿Qué están haciendo?” – se preguntan los soldados.
- “¿Qué están haciendo?” – se preguntan los soldados.
Los ozaru lanzan a sus compañeros por los aires, por encima de la cúpula que cubre la ciudad. Las torretas intentan disparar a los enemigos, pero son objetivos demasiado pequeños para que esos cañones diseñados para luchar contra los ozaru puedan abatirlos.
En el aire, los saiyajín se quitan la venda de los ojos y miran la luna llena.
Los ciudadanos tsufur pueden ver como el cielo se cubre por ozaru que caen con fuerza sobre la cúpula.
Los ozaru colocan sus bocas en la barrera y disparan sus poderosos ataques de ki, provocando que la cúpula se resquebraje, pero también haciéndose daño ellos mismos.
Raichi y Zangya miran al cielo, donde ocurre toda la acción.
- “Es vuestro final.” – dice Zangya.
- “Puede que sea el final de esta ciudad.” – le corrige Raichi. – “Hay otras.”
- “Pero tú morirás aquí.” – le dice la herajín.
- “No” – responde Raichi. – “Yo ni siquiera estoy aquí.”
- “Es vuestro final.” – dice Zangya.
- “Puede que sea el final de esta ciudad.” – le corrige Raichi. – “Hay otras.”
- “Pero tú morirás aquí.” – le dice la herajín.
- “No” – responde Raichi. – “Yo ni siquiera estoy aquí.”
Zangya se queda confundida al escuchar las palabras del doctor.
Mientras tanto, en el laboratorio, Gokua intenta detener a los robots, pero son demasiados y pronto le superan.
El saiyajín intenta ayudar, pero un robot le intercepta, agarrándole una pierna y lanzándole al otro extremo de la habitación.
Los robots se amontonan sobre Gokua, a quien pisotean con violencia. El herajín grita con todas sus fuerzas.
El saiyajín se pone de nuevo en pie e intenta ayudar a su compañero, pero de nuevo es repelido por una de los robots.
El chico, malherido, se levanta de nuevo. El saiyajín aprieta con fuerza los puños y muestra sus colmillos. Su cabello se eriza ligeramente y sus pupilas brillan de color verde. Su respiración es cada vez más pesada, como si gruñera con cada exhalación.
El Doctor Mu se percata del cambio y enseguida ordena a los robots que se centren en el saiyajín.
- “¡Lo tenemos!” – celebra Mu. – “¡Creo que lo tenemos!”
- “¡Lo tenemos!” – celebra Mu. – “¡Creo que lo tenemos!”
Los robots se abalanzan sobre el saiyajín, pero cuando están apunto de alcanzarle, el poder del chico estalla.
- “¡HAAAAAAAAA!” – grita el muchacho.
- “¡HAAAAAAAAA!” – grita el muchacho.
La explosión inunda los pasillos del laboratorio hasta llegar a la sala donde se encuentra Mu, desintegrando al doctor.
En la superficie, una gran explosión en la base de la torre principal hace saltar las alarmas en toda la ciudad. La barrera se desactiva y las torretas exteriores se desconectan.
En la azotea de la torre, Raichi sonríe.
- “Bien…” – murmura el tsufur. – “Ha funcionado.”
- “Bien…” – murmura el tsufur. – “Ha funcionado.”
Zangya no entiende nada de lo que sucede.
En las ruinas del laboratorio, Gokua, malherido, sonríe al ver la silueta de su compañero envuelta en llamas doradas.
En la azotea, Raichi apunta a Zangya con la gema de su guantelete y hace que la mujer grite de dolor.
- “Eso es…” – sonríe el tsufur. – “Haz que venga.”
- “Eso es…” – sonríe el tsufur. – “Haz que venga.”
De repente, como un cohete, una luz dorada asciende por el interior del edificio, llamando la atención de todos los ozaru circundantes.
El joven saiyajín llega irrumpe en el tejado y mira desafiante a Raichi, que libera a Zangya.
La herajín, al sentirse libre, se transforma y corre a buscar a su hijo.
El doctor tsufur y el joven salvaje se quedan a solas en el tejado.
- “Mi creación…” – sonríe Raichi. – “El Súper Saiyajín.”
La herajín, al sentirse libre, se transforma y corre a buscar a su hijo.
El doctor tsufur y el joven salvaje se quedan a solas en el tejado.
- “Mi creación…” – sonríe Raichi. – “El Súper Saiyajín.”
El chico apunta a al tsufur con su mano y desintegra al doctor.
Los ozaru de los alrededores, observan asombrados esa llama dorada que ilumina la noche.
El ejército tsufur intenta combatir a los ozaru. Máquinas de guerra terrestres y aéreas irrumpen en las calles para detener la amenaza saiyajín.
Los ozaru luchan ferozmente, pero la tecnología tsufur empieza a recuperar terreno. El fuego de artillería logra abatir a varios saiyajín.
El joven saiyajín alza su mirada al cielo, buscando la fuente de poder de su raza, y al ver la luna llena se inicia su transformación en ozaru, cuyo peso hace que se desmorone la torre.
Un gran simio dorado se alza en el centro de la ciudad tsufur y ruge con fuerza. Los saiyajín que le rodean le imitan.
Los ozaru, ahora liderados por el joven saiyajín, contraatacan a los tsufur, destruyento todo a su paso. La ciudad ha caído.
A esta historia le falta un capítulo, que posiblemente saldrá el próximo viernes. No creo que sea muy largo.
ResponderEliminarDespués, seguiremos con un Especial de Cold Chronicles que creo que os parecerá bastante interesante ;)
Y el miércoles, la trama principal de DBSNL, como siempre.
Increíble capítulo
ResponderEliminarYamoshi ha creado la leyenda del super saiyajin gracias a que Zangya llegó a Plant y a Raichi
Si Zangya no hubiera llegado a Palnt no existirían los super saiyajin en DBSNL??
En los siguientes especiales veremos cómo Cold crea su imperio, me equivoco??
EliminarEso lo descubriremos en el U1 cuando tenga tiempo para desarrollar ese Especial :)
EliminarSobre el Especial de Cold Chronicles, de momento no puedo decir nada. Prefiero que sea una sorpresa.
Espectacular, sin palabras.
ResponderEliminar¡Gracias! :)
EliminarMe ha encantado este capítulo de forma especial. No sabría decirte porqué exactamente.
ResponderEliminarMe ha gustado tanto la estructura al narrarlo como la tensión perpetua de los dos frentes (el ataque ozaru y el descontrol de Yamoshi).
Me ha extrañado que a esta historia le falte un solo capítulo, y que además a priori no debiera ser muy largo. Faltan unas pocas dudas que cerrar.
¡Muchas gracias!
EliminarPuede que continue en otro momento con la siguiente etapa histórica de la guerra, pero de momento creo que solo falta un capítulo para esta "saga".
Raichi lo nombra el Super Saiyajin, ¿Eso quiere decir que la leyenda ya existía?
ResponderEliminarSimplemente ve a un saiyajín por encima del resto y lo llama así.
Eliminar"...para luchar contra los ozaru pueden abatirlos." creo que hay un error de redacción por ahí
ResponderEliminarLos saiyajín que le rodena(rodean*) le imitan.
La verdad es que esta muy interesante esto de el origen de los super Saiyan, no esperaba que los Saiyajines pudieran ser tan inteligentes como para idear planes Xd
¡Gracias!
EliminarPoco a poco van aprendiendo. Al fin y al capo, sabemos que terminaron ganando (muchísimos años después).
¿Veremos la rebelión del rey Vegeta o no es canon en DBSNL?
ResponderEliminar¿A qué rebelión te refieres? ¿La de Vegeta I? (Creo recordar que el padre de nuestro Vegeta es Vegeta III).
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