viernes, 4 de octubre de 2019

ESPECIAL DBSNL /// Shingeki no Saiyajín // Universos 3, 5, 6 y 7 / Parte III: Guerra

Shingeki no Saiyajín / Parte III: Guerra
“¿Cómo te llamas?”

En la celda, Zangya y el pequeño Gokua se recuperan de sus heridas cuando la puerta se abre de nuevo y un robot entra arrastrando a un chico por su cola. El robot lanza al chico al interior de la celda y la puerta se cierra de nuevo.

- “¿Quién es?” – pregunta Gokua.
- “No lo sé…” – dice Zangya.

Gokua se acerca al muchacho, que sigue inconsciente.

- “Parece que está herido” – dice el herajín.
- “Debe ser otro prisionero…” – murmura su madre. – “No te acerques. Podría ser una trampa.”
- “¿Una trampa?” – se pregunta Gokua.
- “Si le han metido aquí con nosotros, dudo que sea por compasión.” – reflexiona Zangya. – “Traman algo.”

Raichi y Mu observan la escena a través de sus monitores.

- “¿Funcionará?” – pregunta Mu.
- “Paciencia” – responde Raichi.

De repente, el chico despierta.

- “¡HAA!” – grita el saiyajín, apartando a Gokua de un empujón y corriendo hacia la esquina opuesta de la sala.
- “¡Cuidado, Gokua!” – exclama Zangya.

El saiyajín muestra sus colmillos, amenazante.

- “Está asustado…” – dice Gokua, que se pone en pie lentamente.
- “Es peligroso” – insiste Zangya.

Gokua intenta acercarse al saiyajín.

- “No somos enemigos…” – dice el herajín. – “¿Cómo te llamas?”

El chico salvaje intenta arañar a Gokua, haciéndole retroceder.

- “Grrrrr” – gruñe el saiyajín.
- “¡Está bien! ¡Está bien!” – dice el herajín. – “Cuando te calmes, lo intentaremos de nuevo…”

Durante meses, los científicos tsufur observan a sus prisioneros. El chico saiyajín, siempre en el rincón de la celda, no parece querer congeniar con los herajín pese a los intentos de Gokua, que persiste con la ilusión de hacer un amigo.

Un día, en el calabozo, Zangya y Gokua se encuentran comiendo su ración proporcionada por los tsufur, cuando el saiyajín ya se ha terminado la suya, pero sigue hambriento.

El salvaje se acerca a ellos tímidamente.

- “¿Qué ocurre?” – se percata Gokua.
- “C… co…” – intenta hablar el saiyajín. – “Comida…”

El rostro de Gokua se ilumina al escuchar a su compañero de celda.

- “¡Has hablado!” – exclama Gokua.

Zangya observa sorprendida a los chicos.

Gokua agarra un trozo de carne y se lo entrega al saiyajín.

- “Toma” – sonríe el herajín.

El saiyajín agarra el trozo rápidamente y se aleja corriendo hacia su rincón de la celda.

- “¡Pero no te vayas!” – dice Gokua. – “¡Puedes comértelo aquí!”
- “Grrr…” – gruñe el saiyajín.

En la sala de control, los científicos observan.

- “Un primer acercamiento…” – dice Raichi.
- “Vamos muy lentos.” – dice Mu.
- “Pero seguimos avanzando.” – insiste Raichi.

Mientras tanto, en la superficie, Kinkarn prepara una nueva batida contra los saiyajín, que han vuelto a recuperar terreno rodeando la ciudad.

- “Cada vez son más insistentes.” – dice un soldado.
- “Y más resistentes.” – dice otro.
- “¡Os dije que os asegurarais de no dejar heridos!” – grita Kinkarn, furioso. – “¡Ya sabéis lo que ocurre con ellos, ¿no es así?!”
- “Sí, señor.” – dice el primer soldado. – “Pero son muchos…”
- “¡No quiero excusas!” – insiste Kinkarn. – “¡Pronto habrá luna llena!”
- “Nunca lograrán superar nuestras defensas” – dice el soldado. – “No importa cuantos sean. ¡Son monos!”

Kinkarn empieza a sentirse incómodo con la presencia saiyajín, a la que hasta ahora ha menospreciado.

En los alrededores de la ciudad, a muchos kilómetros, los saiyajín se concentran en varios flancos y observan la ciudad en silencio, liderados por un saiyajín de gran envergadura y con el cuerpo cubierto por cicatrices y sin su ojo derecho.

Unas semanas más tarde, en el laboratorio, Raichi ha terminado de construir un extraño dispositivo.

- “¿Ya está listo?” – pregunta Mu.
- “Hora de dar un paseo.” – sonríe Raichi.

Unas horas más tarde, Zangya despierta en la azotea de la torre más alta de la ciudad, en una clara noche.

- “¿Dónde estoy?” – se pregunta la herajín, que pronto se percata de que lleva unos extraños anillos dorados en sus tobillos, muñecas, cintura, cuello y frente, todos adornados con una gema azul. – “¡¿Qué es esto?!”
- “Estás en Plant.” – dice Raichi, que se encuentra de pie en el borde de la azotea, mirando al horizonte.
- “¡Tú eres quien nos tiene presos!” – exclama Zangya, que cada vez se encuentra más despierta. – “¡Tú torturaste a mi hijo!”
- “Sí, he sido yo.” – dice Raichi, provocándola. – “¿Qué piensas hacer?”

El cabello de la herajín empieza a erizarse mientras adquiere un tono rojizo, pero en ese instante las gemas empiezan a brillar y el Zangya siente un terrible dolor en su cabeza que se extiende a todo su cuerpo y grita con fuerza mientras su poder se desvanece.

- “¡¿Qué ocurre?!” – llora la herajín.
- “Bien…” – sonríe Raichi, que revela un guantelete dorado con una gema azul en su palma. – “Funciona.”
- “¡¿Qué me has hecho?!” – insiste Zangya.
- “Solo quería mostrarte dónde estás.” – dice el tsufur.
- “¡Pagarás por esto!” – grita la herajín.

Raichi ignora las amenazas.

- “Acércate” – dice el tsufur. – “No quieres perderte el espectáculo.”

La luna llena ilumina la noche. En el horizonte, una horda de ozaru se acerca a la ciudad. Kinkarn observa desde una de las torres de vigilancia.

Zangya contempla la escena, sorprendida ante la presencia de tales bestias.

- “¿Qué son?” – pregunta la herajín.
- “Saiyajín” – responde Raichi. – “Los nativos del planeta Plant.”
Las medidas de seguridad se activan y unos cañones surgen del suelo, apuntando a los saiyajín, que esta vez se detienen.

Kinkarn se sorprende al ver a los saiyajín actuar de esa forma tan calmada.

- “¿Han aprendido?” – murmura el tsufur.
- “Señor…” – dice un soldado por radio. – “Tiene que ver esto.”

El Capitán corre hacia la sala de mando y un soldado le enseña un mapa de la ciudad.

- “Están esperando en todos los flancos.” – dice el soldado. – “Estamos rodeados.”
- “¿Qué pretenden?” – murmura Kinkarn, preocupado.

De repente, un ozaru repleto de heridas y con un solo ojo da un paso al frente y ruge con todas sus fuerzas.

En la torre central, Raichi sonríe.

- “Aprenden rápido.” – dice el científico. – “He advertido a Kinkarn y a los demás durante mucho tiempo, pero nunca me han hecho caso. Solo entienden de guerra y muerte.”
- “Son monstruos…” – dice Zangya.
- “Todos lo somos.” – responde Raichi. – “Éste es su planeta, al fin y al cabo.”
- “El chico…” – murmura la herajín.
- “Sí, es un saiyajín.” – explica el tsufur. – “Aunque gracias a mí, ahora también tiene alguna de vuestras cualidades. Es solo cuestión de tiempo que despierte su poder.”

Zangya se queda sin palabras, intentando comprender la situación.

- “El chico es mi obra maestra.” – sonríe Raichi. – “Gracias a un dispositivo como el que llevas ahora mismo, obedecerá mis órdenes y nos librará de esos salvajes.”
- “Le obligarás a matar a su propia gente…” – dice Zangya. – “Eres un ser despreciable.”
- “O un genio.” – sonríe Raichi.  – “Es solo cuestión de perspectiva.”

El ozaru tuerto sigue gritando al cielo. Kinkarn se coloca su armadura de combate.

- “¡¿A dónde va, Capitán?!” – pregunta un soldado.
- “Voy a salir.” – dice Kinkarn.
- “¡¿Ahí fuera?!” – se asusta el soldado. – “¡¿Con ellos?!”
- “No podemos subestimarles más tiempo.” – dice el Capitán. – “Quieren algo. Quiero saber qué es.”

En el laboratorio, el Doctor Mu supervisa a Gokua y al saiyajín, que están apunto de ser sometidos a una nueva prueba.

Cuatro robots entran en sus celdas y se abalanzan sobre los chicos, propinándoles una paliza.

- “Primera prueba sin la mujer” – anuncia Mu. – “De momento, sin cambios.”

Kinkarn, ahora vestido con una armadura de última generación, con unos propulsores en los tobillos y pequeños cañones de energía en sus muñecas, abandona la ciudad y camina hacia el líder ozaru.

- “No disparéis” – ordena el Capitán por radio.

El ozaru se acerca a Kinkarn y se agacha hasta situar su cabeza en el suelo, a la altura del tsufur.

- “¡¿Qué queréis?!” – pregunta el Capitán Kinkarn. – “¡¿Puedes entenderme?!”

El ozaru exhala con fuerza, despeinando al tsufur.

- “Ya… mo… shi…” – responde el saiyajín.

11 comentarios:

  1. El Saiyajin es Yamoshi?!!!?
    Super saiyajin de la leyenda confirmado!!
    Estoy deseando que continúe
    Yamoshi es el príncipe saiyajin??

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Espero poder publicar el próximo capítulo el domingo, donde se resolverán algunas de esas preguntas :)

      Eliminar
    2. Brutal el capítulo
      De donde vinieron los tsufurs?
      Me preguntó que hará Gokua con Yamoshi
      Las gemas que tiene Zangya son parecidas a las de Broly??
      Si no hubieran experimentando con Yamoshi, no existiría todas las variaciones del super saiyajin?? O como es el origen del super saiyajin y sus vacaciones??

      Eliminar
    3. ¡Gracias!
      Sí, el dispositivo de Raichi es una versión antigua del que usa Páragus.
      Para las otras respuestas tendremos que esperar a próximos capítulos ;)

      Eliminar
  2. Batosai, las transformaciones del super saiyajin son por la fusión del ADN saiyajin y herajin (por lo menos es lo que pienso yo)
    Entonces como renso se pudo transformar en super saiyajin??

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Un día contaré la historia del U1.

      Eliminar
    2. Lo espero con ganas, el como Gin mato a su maestro y como mataron al DAI kaioshin luego de volver del pasado

      Eliminar
  3. Esta saga es más compleja de lo que me parecía a priori. Te estás montando un mundo bastante currado.

    Pero lo mejor es que mola, sigue así.

    ResponderEliminar