DBSNL // Capítulo 290: Granola
“¿Tuviste una epifanía?”
Pan y Bra se han transformado en Súper Saiyajín, lo que ha dejado perplejos a todos los presentes.
- “Ellas son…” – murmura Soshiru, asombrado.
- “…son…” – murmura Shansua.
Tumbado en el suelo sobre una azotea, viendo las dos columnas de luz dorada, Hermila frunce el ceño con cierta preocupación.
Piccolo esboza una media sonrisa al ver a las muchachas ponerse serias.
Soshiru y Shansua dan un paso atrás al sentir la violencia presente en el cambio de sus adversarias.
En la azotea de un edificio cercano, un guerrero de cabello aquamarina se posa sobre la cornisa.
- “Saiyajín…” – murmura Granola.
Piccolo se da cuenta de su llegada y lo mira con recelo.
Granola se deja caer desde la azotea y aterriza frenando en el último instante, posándose sobre el suelo con gracia.
- “¡Soshiru! ¡Shansua!” – advierte el cereliano.
Los dos guerreros lo miran. Granola les hace un sutil gesto con la cabeza para que se aparten.
Shoshiru y Shansua obedecen.
Pan y Bra se dan cuenta de que el recién llegado es quien manda. Las dos se miran de reojo y deciden reunirse frente a él. Ellas y su adversario se encuentran en los dos extremos de la plaza.
Las dos guerreras y Granola se miran fijamente.
En el monitor holográfico, Vegeta observa con preocupación la escena.
- “Es él…” – murmura el saiyajín.
- “¿El cereliano?” – pregunta Turles.
De repente, Pan y Bra se ponen en guardia… pero en menos de un parpadeo, Granola ya se encuentra frente a ellas, listo para propinarles un puñetazo en el abdomen a las dos a la vez.
Pero algo lo sorprende. Granola intenta darse la vuelta.
Un estallido sacude la plaza. Algo parecido a una bola de fuego ha caído sobre el cereliano.
Pan y Bra retroceden mientras se cubren de los escombros que salen propulsados en todas direcciones.
- “Piccolo…” – murmura Pan, sorprendida.
El namekiano, envuelto en violento ki rojizo ha caído sobre el enemigo, propinándole una fuerte patada en la espalda que lo ha incrustado en el suelo.
La piel del namekiano es amarillenta y un ligero vapor emana de ella.
Piccolo retrocede y se pone en guardia.
- “Yo me encargaré de él.” – advierte el namekiano a las chicas.
Las chicas miran al cráter formado, asombradas por la fuerza de Piccolo.
Pero como si nada, Granola se pone en pie y se sacude el polvo.
- “Namekiano…” – murmura el cereliano. – “¿Por qué ayudas a los saiyajín? He oído que el ejército de Freezer destruyó vuestro planeta…”
- “Pues habrás oído también quién lo derrotó…” – sonríe Piccolo con picardía.
- “¿Acaso importa?” – responde Granola. – “No cambia nada.”
- “Eres tú, ¿verdad?” – pregunta Piccolo. – “Eres el tipo que se enfrentó a Vegeta hace años.”
- “¿Nos espiabas?” – sonríe Granola con chulería.
- “Los saiyajín han cambiado con los años.” – explica Piccolo. – “Ya son varias generaciones las que se han criado en la Tierra. No son la raza bárbara de antes.”
- “La naturaleza de la gente no cambia tan fácilmente…” – Granola se pone serio.
- “Yo pensaba como tú.” – responde Piccolo. – “Era considerado un demonio en la Tierra y disfrutaba causando el terror y el caos.” – explica. – “Ahora lucho a su lado e incluso considero a algunos humanos mis amigos.”
- “¿Tuviste una epifanía?” – se burla Granola.
- “Conocer a alguien me cambió. Él y su familia me enseñaron que no tenía por qué seguir la senda de mi padre.” – sonríe Piccolo. – “Su nombre era Son Goku. Y era un saiyajín.”
Granola frunce el ceño, furioso de repente.
- “¡MIENTES!” – exclama mientras se pone en guardia.
Piccolo responde de la misma forma.
Granola ataca. Piccolo activa su poder y esquiva la embestida volando hacia un lado.
El cereliano lo sigue con su pupila roja y dispara con el dedo índice a la aparente nada, pero es justo hacia donde se dirigía Piccolo, obligándolo a detenerse de repente para no ser impactado por el ataque.
- “Tsk…” – frena Piccolo.
Granola se abalanza sobre el namekiano, que alarga sus dos brazos y los entierra en el suelo.
El cereliano ve interrumpido su avance cuando los brazos de Piccolo brotan del suelo e intentan agarrarlo.
Granola esquiva los brazos y luego los dispara con su dedo índice, desintegrándolos.
El cereliano carga de nuevo contra Piccolo, pero éste abre su boca y emite un gran torrente de ki que sorprende a Granola.
Instintivamente, el cereliano extiende su dedo índice hacia el ataque.
Un gran estallido sacude la ciudad.
Mientras tanto, Yuzun carga de nuevo contra Marron e intenta agarrarla, pero ella aprovecha la embestida del hanschurui para proyectarlo con una técnica de judo y lanzarlo al suelo.
- “Grrr…” – gruñe el lagarto.
Marron retrocede y apunta haca ambos lados con las manos, emitiendo dos rayos de ki que rodean a Yuzun.
- “No vas a sorprenderme con una técnica tan simple…” – sonríe el lagarto, viendo como los dos ataques se aproximan uno por cada lado.
Yuzun salta por los aires, dejando que los dos ataques choquen el uno contra el otro… Pero en lugar de estallar, generan una esfera de ki mayor que, tras un instante, se fragmenta en una veintena de ataques de energía que ascienden hacia el hanschurui.
- “¡¿QUÉ?!” – se sorprende antes de intentar cubrirse como puede para recibir los impactos.
Los ataques estallan sucesivamente en el cielo como una traca.
Cerca de allí, Botamo se ha sentado sobre Ikose y le propina puñetazos en la cara.
- “Qué dura tienes la cabeza…” – refunfuña el úrsido sin dejar de golpearlo.
Ikose sonríe, sorprendiendo a Botamo.
- “No eres tan fuerte como crees…” – dice el androide. – “Tu única ventaja es la resistencia, ¿no es así?”
- “¿Eh?” – se sorprende el kumotoko.
Ikose extiende su mano hacia Botamo y le mete el dedo índice por la nariz.
- “¡DODONPA!” – exclama el muchacho.
El interior del oso se ilumina y la luz amarilla sale por su boca y orejas antes de estallar como si de un estornudo se tratara, saliendo propulsado como un globo que se deshincha.
Mientras tanto, Shansua intenta de nuevo atacar a Pan con su vapor ardiente, pero esta vez la muchacha ni se inmuta.
- “Eso ya no te va a funcionar…” – sonríe Pan con chulería. – “Yo misma puedo hacerlo mejor.”
La muchacha aprieta los puños y su aura de Súper Saiyajín se aviva, generando un sorprendente calor.
- “Ah… los saiyajín… son monstruos…” – se asusta el pequeño enemigo.
En un parpadeo, Pan aparece frente a él y le propina un puñetazo en el abdomen que lo vacía por completo, y luego le propina un golpe con ambos puños unidos que lo lanza contra el suelo, donde se estrella.
No muy lejos, Soshiru ataca a Bra con sus espadas envueltas en electricidad, pero la saiyajín las detiene al vuelo con los dedos.
- “¡¿QUÉ?!” – se sorprende el zalt.
Bra sonríe y un pulso de ki emitido por su aura hace retroceder a Soshiru, que suelta sus espadas.
Bra deja caer las armas al suelo y después le apunta con una mano.
- “E… espera…” – titubea Soshiru. – “¡ESPERA!” – suplica.
- “¡BIG BANG ATTACK!” – exclama Bra.
Un disparo de ki empuja al zalt hasta un edificio cercano y luego estalla, derrumbándolo.
Mientras tanto, Hermila corre entre los oscuros pasillos de un edificio, buscando una nueva posición.
- “Esto se complica…” – piensa el tirador. – “Granola es mucho más fuerte que ellos, pero…”
Granola aparece entre la polvareda alzada por el ataque de Piccolo. El cereliano se encuentra con su dedo extendido hacia delante y parece casi intacto.
Piccolo ya ha regenerado sus extremidades y observa a su contrincante con cierta admiración.
- “Has usado tu técnica para cambiar el flujo de ki de mi ataque y evitarlo…” – dice Piccolo. – “Has sido muy preciso…”
- “No hay punto débil que mi ojo no pueda ver.” – sonríe Granola.
Piccolo sonríe.
- “Esto va a ser interesante.” – dice el namekiano.
Granola se pone en guardia.
- “No desperdiciaré esta oportunidad de vengarme.” – dice el cereliano. – “Acabaré con los saiyajín.”
- “La venganza no te aportará nada.” – dice Piccolo. – “No cambiará el pasado.”
- “Es todo lo que me queda.” – refunfuña Granola.
- “Hmm…” – cavila Piccolo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario