domingo, 12 de marzo de 2023

DBSNL // Capítulo 289: Guerrilla

DBSNL // Capítulo 289: Guerrilla

“¿Quiénes son esos?”



Los voluntarios para la primera prueba aparecen en mitad de una ciudad extraterrestre desolada.


- “¿Dónde estamos?” – se pregunta Baicha.

- “Nos ha teletransportado.” – dice Bra.

- “Siento cuatro energías acercándose…” – dice Marron, con los ojos cerrados.

- “Nos están rodeando.” – añade Pan.


Piccolo echa un vistazo alrededor. Nuestros amigos se encuentran rodeados de edificios de unos pocos pisos de alto.


- “No podemos quedarnos aquí.” – advierte el namekiano.

- “¿Qué hacemos?” – pregunta Ikose.

- “Hay que reconocer el terreno.” – dice Piccolo.


El namekiano se eleva lentamente hasta superar los edificios. La ciudad consiste en una gran extensión de edificios casi idénticos excepto una zona de rascacielos a lontananza.


Piccolo puede ver un fugaz destello en uno de ellos.


- “¿EH?” – se sorprende el namekiano.


Antes de que pueda reaccionar, el pecho de Piccolo es atravesado por un disparo de ki amarillo.


- “¡¡PICCOLO!!” – se preocupa Pan al ver a su mentor herido.


La hija de Gohan sale volando hacia él, pero es interceptada por un pequeño ser azulado propulsado por vapor a presión, que le propina un cabezazo y la lanza contra un edificio.


- “Maldita sea…” – gruñe Bra.


De repente, la puerta de un edificio estalla y aparece un hombre de aspecto reptiliano que se abalanza sobre Marron y la empuja hasta estamparla contra una pared.


- “¡¡AH!!” – grita ella.

- “¡MARRON!” – exclama Bra.



Dibujado por Ipocrito



Pero una tapa de alcantarilla salta por los aires al lado de la hija de Vegeta. Del chorro de agua sale un guerrero zaltiano, espada en mano, e intenta partir en dos a la joven.


Bra retrocede, empapada, y se pone en guardia.


- “Tsk…” – protesta ella.


El zaltiano sonríe.


- “¿Eh?” – se extraña Bra.


Un chispazo rodea el cuerpo del zaltiano y recorre un reguero de agua hasta la muchacha, que es sacudida con un gran voltaje.


- “¡¡AAAAH!!” – sufre ella.


Ikose intenta socorrerla y arremete contra el zalt, dispuesto a propinarle un puñetazo, pero alguien se interpone por sorpresa en su camino y encaja el golpe sin inmutarse.


- “¿Qué?” – se extraña el androide.


Un orondo kumotoko de piel amarilla se encuentra frente a él.


Baicha de repente se da cuenta de que en un momento todo se ha desmadrado y que se encuentra de pie en mitad del conflicto, pues todos sus compañeros están siendo avasallados por los enemigos.


Pero antes de que pueda reaccionar se da cuenta de que varios orbes cristalinos están suspendidos en el aire cerca de él.


- “¿Qué es eso…?” – se pregunta el muchacho.


De repente, un disparo de ki azul golpea una de las esferas y rebota hasta otra, y después otra, hasta que finalmente se dirige hacia Baicha.


- “¡AAH!” – se asusta el chico, que intenta reaccionar… pero recibe el disparo cerca del ojo y cae de espaldas al suelo.


El resto de participantes al evento de Raichi observan lo ocurrido a través de una pantalla proyectada en un holograma.


- “¿Quiénes son esos?” – se pregunta Goten.

- “Han caído en la trampa.” – dice Cell, con cierto desprecio.


Vegeta parece preocupado.


- “Los conozco…” – murmura Vegeta.

- “¿Eh?” – se extraña Trunks.

- “Me enfrenté a ellos hace mucho tiempo…” – explica el saiyajín. – “Y si el cereliano está con ellos, pueden tener problemas serios…”

- “¿Un cereliano?” – se sorprende Freezer.


Bra sigue envuelta en el ki eléctrico de Soshiru.


- “Tsk…” – sufre la chica, apretando los dientes, intentando aguantar sin perder el conocimiento.

- “¡Ríndete!” – exclama el zalt. – “¡No puedes resistir eternamente!”



Dibujado por Ipocrito



Pan se encuentra en mitad de una planta de un edificio que parece de oficinas, a la que ha llegado atravesando la fachada.


- “Maldita sea…” – protesta ella, poniéndose en pie. – “Me ha cogido desprevenida…”


De repente, ella se da cuenta de que la zona se está llenando de lo que parece humo.


- “¿Qué es esto…?” – se pregunta extendiendo la mano para tocarlo.


Al hacer contacto con la nube, se quema los dedos.


- “Tsk…” – protesta ella. – “Es vapor…”


Pan echa un vistazo a su alrededor y se da cuenta de que casi no puede ver nada con tanto vapor. 


- “Si no salgo de aquí, voy a morir escaldada…” – se preocupa ella, sudando.


Mientras tanto, Marron lucha contra Yuzun, que se encuentra sobre ella e intenta darle un bocado, pero ella le mantiene las fauces abiertas con ambas manos y lo mantiene a raya empujándolo con los pies.


El hanschurui le agarra una pierna y tira de ella para estamparla contra una pared.


- “¡AH!!” – se queja ella.


Ikose propina múltiples puñetazos a Botamo, pero el kumotoko ni se inmuta.


- “¡¿Pero de qué estás hecho?!” – se pregunta el androide, frustrado.


De repente, el oso da una palmada en la cabeza de Ikose que lo aturde y luego lo remata con un fuerte cabezazo.


- “Je, je, je…” – ríe el kumotoko, viéndose victorioso.

- “Ay…” – se queja Ikose, reincorporándose, quedándose sentado en el suelo.

- “¿Cómo?” – se sorprende Botamo.


Ikose se frota la cabeza.


- “No eres el único duro de pelar…” – sonríe el androide.

- “¿De qué estás hecho tú?” – se pregunta Botamo, estupefacto.


Ikose le apunta con el dedo índice.


- “Me toca a mí.” – anuncia. – “¡DODONPA!”


El ataque característico de la Escuela Grulla impacta en el abdomen de Botamo y hunde su barriga unos pocos centímetros… pero en pocos segundos se disipa el ataque sin causarle ningún daño.


- “Creo que esto va para largo…” – murmura Ikose, desanimado.

- “No te preocupes.” – sonríe Botamo. – “Yo pienso acabar rápido.” – añade chocando sus puños con chulería.


Pero de repente, dos manos verdes brotan del suelo y agarran sus piernas.


- “¡¿AH?!” – se sorprende y asusta el úrsido.


De un tirón, Botamo queda enterrado en el suelo hasta el cuello.


Piccolo, con su herida cerrada gracias a su regeneración, camina hasta ellos mientras sus brazos vuelven a la normalidad.


- “Piccolo…” – dice Ikose. – “Gracias.” – añade mientras se levanta.

- “El verdadero combate empezará pronto.” – dice Piccolo, quitándose la capa y el turbante.

- “¿El verdadero combate?” – se extraña Ikose.


De repente, el namekiano se da cuenta de que están rodeados por una decena de orbes cristalinos.


- “Yo me encargo de esto.” – dice el namekiano, contando las esferas con la mirada. – “Ayuda a los demás.”

- “De acuerdo.” – asiente Ikose.


El androide sale corriendo.


En ese instante, un rayo de ki azul impacta en uno de los orbes y rebota en el siguiente, después en otro, tal y como sucedió cuando atacaron a Baicha. Piccolo lo sigue con la mirada.


De repente, el namkiano dispara sus rayos oculares hacia un orbe cercano a Ikose.


El orbe brilla con la luz roja del ataque de Piccolo y un instante después recibe el impacto del disparo azulado, sobrecargándose así y estallando.  


- “Je…” – sonríe el namekiano. 


Ikose sigue su camino.


El namekiano mira a su alrededor y cuenta de nuevo los orbes.


- “Bien…” – sonríe de nuevo. – “Entiendo el juego…”


Mientras tanto, Yuzun agarra a Marron del pelo y la levanta. El hanschurui se relame antes de abrir su enorme boca.


- “¡¡TAIYOKEN!!” – reacciona Marron.


Un intenso resplandor ciega a Yuzun.


- “¡¡AAAYY!!” – se queja el hanschurui.


Marron recupera la distancia mientras genera dos esferas, una en cada mano, y se las lanza al enemigo, que retrocede con cada impacto.


La muchacha levanta el brazo hacia el cielo.


- “¡KIENZAN!” – exclama mientras un disco cortante de energía se materializa sobre su mano.


Marron lo lanza y éste se dirige directo a Yuzun, que ya tiene los ojos medio abiertos.


Por sorpresa y de un bocado, el hanschurui destruye el Kienzan.


- “¡¿QUÉ?!” – se sorprende ella.


Yuzun sonríe y se relame. Sus dientes son de algún tipo de aleación metálica.


Mirando la pantalla, todos se sorprenden al ver fallar la clásica técnica de Krilín.


- “Lo mordió… Mordió el Kienzan…” – dice Goten, preocupado.

- “Sus dientes…” – murmura Trunks.

- “Solo se me ocurre un metal capaz de algo así…” – dice Reitan.

- “Hierro Katchin” – sentencia Gohan.


En el interior del edifico de oficinas, Pan extiende sus brazos a cada lado y emite una onda expansiva de ki invisible que limpia la zona de vapor… pero enseguida vuelve a llenarse de éste.


- “Es inútil…” – protesta ella.


Una sombra entre el vapor.


- “¡¿EH?!” – se sorprende Pan.


El pequeño Shansua aparece como una bala da cañón y golpea la espalda de Pan, tirándola al suelo y desapareciendo de nuevo entre la humareda.


- “Es rápido…” – murmura ella, dolorida.


La sombra atraviesa la humareda de un lado para otro…


- “Ji, ji, ji…” – ríe el enemigo.


Pan cierra los ojos y se concentra.


Shansua ataca de nuevo. Esta vez, ella lo esquiva.


El enemigo se pierde de nuevo entre el vapor.


- “Se me está acabando la paciencia…” – gruñe Pan, apretando los puños.


Mientras tanto, Bra sigue sometida a la electricidad de Soshiru, que camina hacia ella.


- “Grrrr…” – sufre ella.


El zalt extiende sus manos hacia ella, dispuesto a agarrarla.


- “Desiste de una vez.” – sonríe Soshiru, que aumenta el voltaje.


En ese momento, Bra puede ver a Ikose corriendo por detrás de Soshiru, y se da cuenta de que va hacia Baicha, tirado en el suelo.


- “Baicha…” – piensa ella. – “Tsk…”


Bra cierra sus puños con fuerza. Sus ojos se tornan verdes.


- “¡¿EH?!” – se sorprende el zalt.


Ikose está a punto de alcanzar al hijo de Yamcha, pero en ese momento Botamo se lanza contra él con un golpe de barriga, apartándolo del hijo de Yamcha.


Piccolo asciende entre orbes que rebotan disparos de ki de un lado a otro, intentando golpearlo. El namekiano esquiva los disparos, pero éstos rebotan de nuevo y retornan a él una y otra vez.


Un destello dorado en mitad de la ciudad y otro en el interior de un edificio colindante llaman la atención del namekiano y de todos los demás.


- “Je…” – sonríe Piccolo.


Los edificios de los alrededores se derrumban. Dos columnas de ki se alzan como dos focos en la ciudad. Pan y Bra se han transformado en Súper Saiyajín.

No hay comentarios:

Publicar un comentario