domingo, 22 de enero de 2023

DBSNL // Capítulo 282: El mensajero

DBSNL // Capítulo 282: El mensajero

“Nos veremos pronto, saiyajín.”



En la oscura réplica de la Capital del Oeste, bajo la lluvia, Trunks mira aterrado a su enemigo, que parece estar envuelto en el aura del Súper Saiyajín.


De repente, su adversario ataca y propina un puñetazo a Trunks, que lo detiene con la hoja de su espada. La onda expansiva del impacto detiene la lluvia durante un instante y destruye las ventanas de los alrededores.


Ahora, a tan poca distancia, los dos se miran a los ojos.


- “G… Gohan…” – titubea Trunks al reconocer el inconfundible rostro de su fallecido amigo y maestro.


El falso Gohan aprovecha la sorpresa de su adversario para propinarle un puñetazo en la cara que lo desarma y lo hace volar a través de la ciudad, chocándose contra varios edificios que se derrumban a su paso.


Mientras tanto, en la Tierra, Bra y Baicha se encuentran en un verde páramo intercambiando golpes, los dos con la misma ropa que llevaron a su cita.


La mestiza parece no esforzarse, mientras el hijo de Yamcha está dándolo todo para detener los ataques de su contrincante, que finalmente supera sus defensas y lo lanza al suelo de un puñetazo en la cara.


- “¡Ay!” – se queja Baicha, frotándose la cara roja.

- “¡Gané!” – presume ella.

- “Pues claro…” – protesta él.

- “No te hagas la víctima.” – se cruza ella de brazos. – “Ni siquiera me he transformado.”

- “¿Esto es lo que entiendes como una cita?” – se levanta Baicha, mientras se sacude el polvo.

- “Je, je” – ríe ella.


Baicha se pone en guardia.


- “Puedes presumir ahora…” – sonríe burlón. – “Pero el día que contaba, gané yo.”

- “Ah, ¿sí?” – frunce el ceño ella, molesta.


La mestiza aprieta los puños. Una corriente de aire se levanta. Un estallido de luz cegadora. Bra se ha transformado en Súper Saiyajín.


- “¿Quieres probar de nuevo?” – le amenaza.


Baicha levanta las manos.


- “Está bien, está bien…” – dice el mestizo, un poco asustado. – “Me rindo.”


Pero de repente, los dos sienten una presencia. Algo se acerca a toda velocidad.


- “¡¿EH?!” – los dos miran hacia un lado.


Algo pasa entre ellos y se detiene a pocos metros, provocando una fuerte corriente de aire que los coge desprevenidos. Los dos se dan la vuela lentamente para ver de quién se trata. Frente a ellos, un individuo de extraña apariencia, vestido con un mono negro y botas, guantes y coraza dorados con detalles rojos.


Los dos terrícolas miran al extraño, sorprendidos ante su aparición.


- “Vaya…” – murmura el recién llegado. – “Aún no controlo este cuerpo.”

- “¿Quién eres?” – pregunta Bra, inquisitiva.


Baicha observa a Bra de reojo, pendiente de ella.


- “Tengo un mensaje para vosotros.” – dice el extraño, dándose la vuelta, revelando su rostro y sus ojos biónicos azules.


Bra se queda perpleja al ver su cara.


- “¿Un mensaje?” – repite Baicha.


El chico decide adoptar una actitud prepotente para presumir frente a su cita.


- “Mira…” – dice el hijo de Yamcha, mientras camina hacia él. – “No sé qué has venido a hacer aquí, pero…”

- “¡¡BAICHA!!” – se alarma Bra.


De un revés, el misterioso enemigo noquea al terrícola, lanzándolo a través del páramo.


- “¡MALDITO!” – exclama Bra, reavivando su aura dorada.


Pero como un rayo, el extraño propina un puñetazo en el abdomen de la muchacha, que pierde su transformación al instante, quedándose aturdida apoyada en el antebrazo de su contrincante.


El tipo la empuja levemente para que caiga de espaldas.


Con la vista borrosa, Bra ve como el hombre se agacha para dejar un dispositivo electrónico a su lado.


- “Transmíteselo a tus compañeros." - dice el misterioso guerrero. - "Nos veremos pronto, saiyajín.” – sentencia.


Bra pierde el conocimiento.


En la falsa Capital del Oeste, Trunks se oculta bajo una escalera mientras oscucha los pasos del su adversario sobre cristal roto. 


- “¿No vas a pelear?” – le provoca Gohan. – “¿Vas a esconderte como cuando eras un crío?”


El corazón del mestizo palpita fuerte y rápido. Su respiración es acelerada.


- “¡Trunks!” – dice la voz de Whis en su cabeza. – “¡TRUNKS!”


En su mente, un Trunks quinceañero se encuentra sentado en el suelo, agarrándose las rodillas, asustado. Whis se acerca a él.


- “Tienes que calmarte…” – sugiere el ángel. – “Esto no es real.”

- “Son Gohan…” – sufre el mestizo. – “No puedo luchar contra Son Gohan…”

- “No dejes que te controle el miedo.” – dice Whis. – “Concéntrate.”


Trunks abre los ojos de repente y reacciona instintivamente. Los pies de Gohan atraviesan la escalera bajo la que se ocultaba, y ésta se derrumba.


Trunks retrocede y se pone en guardia.


- “¡¿Quién eres en realidad?!” – insiste el mestizo.

- “¿Es que no me reconoces?” – dice Gohan.

- “No eres Son Gohan…” – gruñe Trunks. – “No es posible…”


El mestizo intenta controlar su respiración. Su latido desacelera lentamente.


Gohan embiste de nuevo. Trunks esquiva el ataque y agarra su puño.


El ojo blanco del mestizo se abre.


- “Ahora puedo verte…” – dice Trunks.

- “¿EH?” – se sorprende Gohan.


Trunks propina un rodillazo en el abdomen de su adversario y luego lo aparta para lanzarlo un ataque de ki en el abdomen a bocajarro que lo empuja a través de la metrópolis hasta que estalla a varios kilómetros de distancia.


En la Tierra, en la Corporación Cápsula, Bra despierta en su cama. Bulma está a su lado.


- “Mamá…” – dice la muchacha. – “¿Qué ha…?”

- “Hija…” – dice ella, con ojos llorosos. – “Estás en casa. No pasa nada.”

- “¿En casa?” – pregunta, confusa.

- “Baicha te ha traído hasta aquí.” – sonríe Bulma.

- “¿Se encuentra bien?” – pregunta mientras intenta levantarse, dolorida.

- “Tranquila.” – la frena Bulma. – “Está siendo atendido. Se ha desmayado frente a la puerta de casa… pero se pondrá bien.”


Bra suspira aliviada.


- “¿Así es como debo enterarme de que sales con un chico?” – pregunta Bulma con cierto retintín.

- “Mamá…” – Bra se tapa la cara con la sábana, avergonzada.


En el laboratorio, Trunks investiga el dispositivo que dejó el extraño individuo. Vegeta espera en una esquina de la sala, apoyado en la pared.


- “¿Falta mucho?” – pregunta el saiyajín, impaciente.

- “Ya casi está…” – dice Trunks, trasteando con un destornillador.


De repente, el aparato se activa y proyecta un holograma. Es Shido, vestido con una bata de científico.


- “Saludos, terrícolas.” – dice el demonio.

- “¿Quién es ese tipo?” – se pregunta Trunks.

- “Shido…” – gruñe Vegeta.

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