DBSNL // Capítulo 254: Última lección
“¿Cuándo habéis dejado de pensar como artistas marciales?”
Yamcha y los demás se enfrentan al diablo eléctrico, que no puede mantener el ritmo ante tantos contrincantes unidos.
El demonio intenta agarrar a Yamcha con su látigo, pero Ten Shin Han le propina un rodillazo en la cara. El diablo se recompone, pero antes de poder hacer nada recibe un cabezazo de Chaoz que lo deja aturdido. Krilín le propina una patada en la espalda que casi lo derriba, pero el diablo se da la vuelta rápidamente… para recibir un puñetazo de Marron.
El diablo da dos pasos atrás. Los guerreros Z se reúnen de nuevo frente a él.
- “Ka… Me…” – se prepara Yamcha. – “Ha… Me…”
El demonio emite un grito desgarrador.
- “¡¡GRRYAAAAAH!!” – brama la criatura del Makai.
- “¡¡HAAAAAA!!” – dispara el terrícola.
El ataque se dirige directamente hacia el enemigo. Los tentáculos del demonio parece que crecen y se enrollan en sus antebrazos. El Kamehameha engulle al enemigo.
El brillo se disipa lentamente.
- “Se acabó…” – suspira Krilín.
Ten parece preocupado.
- “Aún no…” – murmura el guerrero de tres ojos.
De entre la polvareda resurge el diablo, ahora con su cuerpo cubierto por tentáculos enrollados, como si de un hombre hecho de lianas se tratara. Solo sus ojos pueden verse entre ellas.
- “Grrr…” – gruñe él.
Marron frunce el ceño.
- “Acabemos con esto de una vez…” – murmura ella, que sale volando hacia el enemigo.
- “¡ESPERA!” – exclama Krilín.
Marron propina un puñetazo directo en la cara del enemigo, pero éste casi ni se inmuta.
- “¿Eh?” – se sorprende ella.
De repente, el cuerpo del enemigo se envuelve de electricidad que atrapa a Marron.
- “¡¡KYAAAAAAH!!” – grita ella de dolor.
- “¡¡MARRON!!” – exclama Krilín.
Los guerreros Z embisten al enemigo.
- “¡BASTARDO!” – exclama Krilín.
Marron sale repelida de la descarga y cae en los brazos de Yamcha.
- “¡La tengo!” – exclama él.
Krilín intenta golpear el demonio, pero éste proyecta varios tentáculos que salen de su cuerpo y detienen el puñetazo del terrícola. Otros se enrollan en su otra mano y lo exponen frente a él.
Una descarga sacude a Krilín.
- “¡KYAAAAAA!” – grita él.
Ten Shin Han intenta sorprender al enemigo por la espalda con su puño ametrallador, pero los tentáculos detienen cada golpe, y luego se unen formando una masa con la que golpean al terrícola en el abdomen y lo empujan lejos de allí.
- “¡¡TEN!!” – exclama Chaoz.
El pequeño terrícola lanza piedras desde la distancia usando su poder telequinético, pero los tentáculos las repelen con facilidad.
- “Ka… Me…” – murmura el terrícola. – “Ha… Me…”
- “¿Eh?” – duda el demonio, confuso.
El terrícola levanta sus piernas un poco y apunta al enemigo con la planta de los pies.
- “¡¡HAAAA!!” – exclama.
Un Kamehameha brota de sus pies y sorprende al enemigo, impactando en su abdomen y liberando a Krilín. El demonio hinca la rodilla.
Chaoz usa su poder para evitar que su compañero caiga al suelo y atraerlo hacia un lugar seguro.
- “Maldición…” – protesta el demonio, poniéndose en pie.
Su abdomen ha quedado parcialmente expuesto, pero los tentáculos no tardan en cubrirlo de nuevo.
- “Yamcha…” – dice Krilín.
- “Está bien.” – dice el lobo, con Marron en brazos. – “Se recuperará.”
- “Hay que luchar contra este enemigo a distancia…” – dice Ten, que aterriza junto a ellos, dolorido por el golpe recibido.
- “Sus tentáculos le protegen…” – dice Krilín. – “No será fácil…”
Una voz cercana los sorprende.
- “Nunca lo es.” – dice el viejo Roshi, con su bastón en la mano y su caparazón en la espalda.
- “¡Maestro!” – se sorprende Yamcha.
- “Vuestras observaciones son correctas.” – dice el anciano. – “Os enfrentáis a un enemigo resistente y que domina la corta distancia.”
- “Puedo intentar un Kienzan…” – dice Krilín.
- “Podría retenerlo con el Kiko-ho…” – añade Ten.
Roshi suspira y niega con la cabeza.
- “¿Cuándo habéis dejado de pensar como artistas marciales?” – pregunta Roshi.
- “¿Eh?” – se sorprenden todos.
- “Los peligros que han acechado la Tierra os han convertido en grandes guerreros… pero habéis perdido parte del amor por la lucha como arte.” – dice Roshi. – “Os habéis hecho más fuertes y tenéis técnicas poderosas… Pero eso no es todo en un combate.”
Krilín agacha la cabeza, pensativo.
- “Es cierto…” – dice el terrícola, recordando escenas del Torneo Mundial de Artes Marciales, en las que tanto ellos como los enemigos usan técnicas variopintas. – “Muchos enemigos no eran especialmente fuertes, pero sus estilos de combate eran únicos…”
Roshi asiente.
- “Creo que necesitáis una última lección del viejo Maestro Tortuga…” – dice mientras camina hacia el enemigo y se quita el caparazón, sosteniéndolo por las cuerdas.
- “¿Piensa enfrentarse a él usted solo?” – se sorprende Ten.
- “Es solo una lección.” – dice Roshi haciendo estiramientos en los que le cruje todo. – “Tomad nota.”
De repente, Roshi lanza su caparazón hacia el enemigo y se coloca en posición de corredor, con el bastón en su mano, para embestir en un instante.
El diablo proyecta sus tentáculos electrificados hacia Roshi, pero éste los repele con su vara de madera.
El caparazón sigue en el aire y Roshi salta, lo agarra y lo lanza contra el enemigo, que con una red de tentáculos lo detiene, pero el anciano cae con una doble patada sobre el caparazón, haciendo que éste golpee finalmente al enemigo.
- “Viejo decrépito…” – protesta el diablo.
Ten y los demás observan asombrados.
Roshi retrocede con una voltereta hacia atrás y el enemigo de nuevo lanza sus tentáculos, pero los esquiva haciéndose el borracho.
- “Tsk…” – protesta el diablo.
Roshi pisa fuerte el suelo, que se rompe y levanta una polvareda.
- “¿Ahora te escondes?” – dice el enemigo.
Poco a poco, la silueta del anciano empieza a ser visible entre el polvo.
- “¡¡MUERE!!” – exclama el diablo, que lanza todos sus tentáculos hacia el enemigo.
La silueta de Roshi resulta ser su chaqueta colocada sobre su bastón.
- “¡¿QUÉ?!” – se sorprende el demonio.
Una decena de Mutenroshi rodean al enemigo.
- “No te burles de mí…” – refunfuña el diablo, que proyecta sus tentáculos en todas direcciones, descuidando su cuerpo y dejándolo expuesto.
Sobre el diablo, en el cielo, Roshi prepara un Kamehameha con su musculatura hipertrofiada.
- “¡KA… ME… HA… ME…!” – se prepara, tiñendo la zona de azul.
El demonio levanta su mirada al cielo y se da cuenta del error que ha cometido.
- “¡¡¡HAAAAAAAAA!!!” – dispara el anciano.
El Kamehameha original cae sobre el enemigo y lo hunde en el suelo antes de hacer que la zona estalle por los aires.
Todos sus alumnos se quedan boquiabiertos ante tal exhibición. A lo lejos pueden ver que Roshi recupera su físico natural y empieza a descender, cada vez más rápido.
- “¡EEEH! ¡QUE NO SÉ VOLAR!” – exclama el maestro.
- “¡AH! ¡Es cierto!” – sale Ten del trance y vuela a por él.
Mientras tanto, Broly vuela con Tapion a través del campo de batalla, cunado Freezer se interpone en su camino, obligándolo a detenerse repentinamente.
- “¿A dónde creéis que vais?” – pregunta el tirano.
- “¡Eso digo yo!” – replica Tapion.
- “Puedo salvarle...” – dice Broly.
Freezer y Broly se mantienen la mirada.
- “No puedes…” – dice Tapion, resignado. – “Debo morir.”
- “¡NO!” – exclama Broly.
Freezer, muy serio, apunta a Broly con su dedo índice, que se ilumina de color fucsia.
- “Apártate.” – dice el tirano.
- “¿Eh?” – se sorprende Broly.
- “¡APÁRTATE!” – exclama Freezer.
En ese instante, Broly siente algo acercándose a toda velocidad por su espalda y se hace a un lado.
Por pocos centímetros, el disparo de Freezer no roza la mejilla del saiyajín, y atraviesa a un demonio de orejas puntiagudas, torso naranja y piernas azuladas que estaba a punto de abalanzarse sobre él. El enemigo se desploma sobre la superficie de Makyo.
Broly mira sorprendido al demonio del frío. Freezer asiente. Broly le devuelve el gesto, y sale volando de nuevo con Tapion.
De repente, unos tentáculos morados se enrollan en las piernas de Freezer y tiran de él para estrellarlo contra el suelo.
El tirano no tarda en levantarse.
- “Tsk…” – protesta él.
Una mujer de piel lila con aspecto marino, un elegante vestido morado y con tentáculos por manos y piernas, le ha atacado por sorpresa.
No muy lejos de allí, la Patrulla está siendo avasallada por los demonios. Toppo y Jaco son los único que logra mantener a los enemigos a raya. Los demás, por sus heridas, el cansancio o por sus propias limitaciones, están siendo acorralados.
Entre las hordas enemigas, una diablesa de piel verde menta, cabello largo azul, y uniforme aparentemente militar, armada con una daga en cada mano, se abre paso acuchillando patrulleros.
- “¡¡CUIDADO!!” – exclama Cheelai, al ver que la diablesa se abalanza sobre Toppo.
El patrullero es acuchillado por la espalda múltiples veces.
- “¡¡GRRAAAH!!” – grita Toppo.
Jaco salta sobre ella y le propina una patada para apartarla de su compañero.
- “¿Estás bien?” – pregunta Jaco.
- “Podría estar mejor…” – refunfuña Toppo.
La diablesa lame el cuchillo mientras sonríe de forma macabra.
Mientras tanto, Moro sigue enfrentándose a Zamas, Champa y Trunks.
El Dai Kaioshin dispara a discreción, pero el brujo desvía los ataques rodeándose por una cúpula de aire giratorio.
Champa se eleva y alza su mano hacia el cielo, generando una gran esfera de ki amarillo que parece hueca y contine otra esfera más pequeña en su interior, que rebota de un lado a otro.
- “¡¡REPELE ESTO!!” – exclama. – “¡CHIRIN-CHIRIN!” – lo lanza.
La gran esfera cae sobre Moro y estalla, levantando una gran polvareda.
De repente, Moro aparece detrás de Zamas e intenta atravesarlo con su garra, pero Trunks interviene con el salto temporal para detener el golpe con su espada, cuya hoja se clava ligeramente entre los nudillos del puño de Moro.
Trunks y Zamas retroceden. Moro sonríe y se relame la herida.
- “Gracias, Trunks…” – dice Zamas.
El mestizo no responde.
Moro se fija en el mestizo.
- “Ya lo entiendo…” – murmura el brujo. – “Eso explica tu gran cambio…”
Zamas se sorprende.
- “¿De qué está hablando?” – pregunta el ira-aru.
Champa aterriza junto a ellos.
- “¿Cuál es el nuevo plan?” – pregunta el gotokoneko.
- “De un paso atrás, Señor Champa.” – dice Trunks. – “Deje que yo me encargue.” – le mira y sonríe de una forma que es muy familiar para el gato.
Champa se queda sin palabras.
Trunks embiste, Moro sale a su paso. El brujo intenta golpear a Trunks, pero éste lo esquiva desviando su puñetazo con un elegante movimiento de manos abiertas.
- “No es posible…” – dice Champa.
Trunks mantiene a raya los ataques de Moro hasta que éste aviva su aura y le propina un fuerte puñetazo, obligando a Trunks a detenerlo con ambos brazos frente a su pecho.
El mestizo retrocede, dejando un surco bajo sus pies.
- “Je…” – sonríe Moro. – “Al fin dejas de esconderte…”
Trunks levanta la mirada. Su ojo izquierdo es de color gris.
No hay comentarios:
Publicar un comentario