domingo, 12 de junio de 2022

DBSNL // Capítulo 253: Reencuentros

DBSNL // Capítulo 253: Reencuentros

“¿Qué tal todo, amigo mío?”



Un demonio con pinzas de cangrejo y un gran ojo rojo ha salido del portal, frustrando el plan de Gohan.


- “Maldita sea…” – murmura el mestizo.


Pan y Gohan se ponen en guardia.


- “Deja que yo me encargue.” – dice el mestizo.

- “No he regresado para quedarme al margen.” – protesta Pan.

- “Es peligroso…” – insiste Gohan. – “Y si mueres ahora…”


En ese instante, alguien más aterriza junto a ellos.


- “¿Eh?” – se da la vuelta Pan. – “¡¿EH?!” – se sorprende la muchacha. – “¡¿MAMÁ?!”

- “¡¿VIDEL?!” – se sorprende Gohan.


Videl, con el uniforme de Gran Saiyaman 2 pero sin casco, saluda.


Como si de dos niños se tratara, Pan y Gohan abrazan a Videl.


- “Videl… yo…” – dice Gohan, con ojos vidriosos.

- “Mamá…” – llora Pan.

- “Tranquilos…” – dice Videl, acariciándoles la cabeza. – “Todo irá bien.”


El monstruo cangrejo abre una de sus pinzas y dispara a un grupo de soldados imperiales, acabando con ellos.


- “¿Qué haremos con él?” – dice Videl.

- “¡¿Haremos?!” – se sorprende Gohan. 

- “Por supuesto.” – le regaña Videl, poniendo los brazos en jarra. – “Puede que tú seas el primer Gran Saiyaman, ¡pero no eres el único!”

- “¡ESO!” – añade Pan.


Una tierna sonrisa se dibuja en el rostro de Gohan.


- “Está bien” – asiente el mestizo.


Los tres se ponen en guardia hacia el enemigo.


- “¿Estáis listas?” – pregunta Gohan.

- “¡Sí!” – responden las dos.

- “¡VAMOS!” – exclama Gohan.


Los tres héroes salen volando hacia el monstruo.


Mientras tanto, en el cielo, Tapion ha ofrecido su espada a Broly.


- “Tienes que acabar conmigo mientras el monstruo sigue encerrado…” – dice el konatsiano. – “Rápido…”

- “¿Eh?” – dice Broly, algo confuso.

- “No te preocupes.” – dice Tapion. – “Es necesario.” – insiste con su oferta.


Broly empuña la espada y la observa.


- “Gracias.” – dice Tapion, cerrando los ojos, agachando la cabeza y ofreciendo su nuca.


Pero para sorpresa del konatsiano, Broly lo agarra del brazo y lo arrastra volando hacia la superficie de Makyo.


- “¡¿QUÉ?!” – se extraña Tapion. – “¡¿Qué haces?!”


El saiyajín vuela a toda velocidad.


En tierra, Krilín y Marron avasallan al pequeño demonio de piel roja, que ahora poco puede hacer ante los ataques combinados de padre e hija.


- “¡Sigue así!” – anima Krilín. – “¡Ya lo tenemos!”


Los dos le propinan una patada en el pecho y lo empujan hacia atrás.


- “KA… ME…” – se prepara Krilín.

- “HA… ME…” – le acompaña Marron.

- “¡¡HAAAAAAAA!!” – disparan a la vez.


La técnica de la escuela Tortuga engulle al enemigo y lo desintegra.


En otro punto del campo de batalla, Yamcha está peleando contra el demonio verde. El intercambio de golpes es igualado hasta que un golpe de colmillo de lobo atraviesa la defensa del diablo y lo empuja a varios metros de distancia.


- “Je…” – sonríe Yamcha.

- “¡BRAVO, PAPÁ!” – exclama Baicha.


De repente, el diablo hace una mueca diabólica y varios tentáculos nacen de sus brazos y chispean electricidad.


- “¡¿QUÉ?!” – se asusta Yamcha.


El demonio proyecta los cables de su mano derecha y Yamcha los detiene con su brazo izquierdo; los tentáculos se enrollan en él.


El diablo sonríe. Una descarga eléctrica recorre sus apéndices hasta alcanzar a Yamcha.


- “¡¡YAAAAAAAH!!” – grita el terrícola.

- “¡PAPÁ!” – sufre Baicha, que corre hacia él.


Yamcha hace un esfuerzo titánico para recuperar la compostura; la descarga no cesa.


- “No… no te acerques…” – advierte el terrícola a su hijo.


Baicha se detiene, sin saber qué hacer.


Yamcha agarra los tentáculos con ambas manos, sorprendiendo al enemigo, y tira de ellos con todas sus fuerzas, atrayendo al diablo hacia él.


Yamcha choca con su cabeza contra la del demonio, haciendo que este caiga de espaldas al suelo.


- “No me subestimes…” – dice el terrícola, con su cuerpo humeante por la descarga.

- “Oooh…” – dice Baicha, admirando a su padre.


No muy lejos de allí, Ten Shin Han y Chaoz se encuentran luchando contra los otros dos demonios.


El demonio rosado propina un puñetazo a Ten y éste se cubre con ambos brazos frente al pecho, haciendo que el terrícola retroceda.


- “¿Eh?” – se da cuenta Ten de que tiene escarcha en sus brazos.

- “Je, je…” – ríe el demonio.


El diablo embiste a Ten de nuevo e intenta propinarle un nuevo puñetazo. El terrícola retrocede y el diablo acaba golpeando el suelo, del que repentinamente nacen varias estalagmitas de hielo.


- “Tsk…” – se preocupa Ten.


Mientras tanto, Chaoz lanza un Dodonpa a su adversario, pero el ataque es absorbido por el horondo monstruo amarillo y remitido como si éste fuera un tirachinas, casi alcanzando a Chaoz.


- “Qué tipo tan raro…” – piensa el terrícola.


Oli observa a los guerreros pelear, asombrada ded que sean solo humanos.


El demonio rosado ataca de nuevo. Ten reacciona con un Taiyo-ken.


Cegado y frustrado, el diablo golpea el suelo con ambos puños, generando una gran zona helada de estalagmitas que obligan a Ten a elevarse.


El terrícola coloca los dedos índice y corazón de ambas manos en su frente y con su tercer ojo lanza un rayo de ki que impacta en el enemigo, que con su mano intenta detener el rayo.


Ten rodea al diablo sin dejar de disparar, y el enemigo se da la vuelta intentando cubrir el rayo con sus manos.


El terrícola cesa su rayo ocular y se lanza contra el enemigo, intentando propinarle una patada. El diablo detiene el golpe con sus brazos frente a su cara.


De repente, Ten genera tres clones. Dos se colocan uno a cada lado del diablo y el tercero detrás.


- “¡¿AH?!” – se asusta el diablo.

- “¡¡HYAAAAA!!” – exclaman los Ten.


Los cuatro clones golpean al enemigo con su puño ametrallador. Abrumado, el diablo cede ante la velocidad y potencia de tantos golpes consecutivos.


Cerca de allí, Chaoz lanza rocas con su poder telequinético al orondo demonio, pero estas rebotan sin causarle ningún daño.


- “¿Qué hago…?” – se pregunta el terrícola.


De repente, un Kienzan se acerca a toda velocidad hacia el enemigo, pero el diablo esconde la cabeza como si fuera una tortuga y el disco cortante pasa de largo.


Krilín desciende al lado de Chaoz.


- “Lastima…” – protesta Krilín. – “Pensé que lo tenía…”

- “¡Krilín!” – sonríe Chaoz.

- “¿Qué tal todo, amigo mío?” – sonríe su antiguo compañero.


Chaoz asiente.


El demonio, tras suspirar aliviado, ruge enfadado, e interrumpe el reencuentro.


- “Su piel parece de goma…” – dice Chaoz. – “Nada de lo que le lanzo le hace ningún efecto…”

- “Entiendo…” – cavila Krilín. 

- “O le rebota o incluso me lo remite como si fuera un tirachinas…” – añade Chaoz.

- “¡EH!” – exclama el terrícola, que ha tenido una idea. – “¡ESO ES!”

- “¿Qué ocurre?” – pregunta el antiguo discípulo de la escuela Grulla.

- “No es como Majin Bu…” – dice Krilín. – “Ha esquivado mi ataque porque podría haberle hecho daño…”

- “¿Entonces?” – pregunta Chaoz.

- “Su elasticidad tiene un límite…” – sonríe Krilín con confianza. – “¿Estás preparado para lanzar tu mejor Dodonpa?”


El demonio inspira con todas sus fuerzas y se hincha para luego soplar fuerte y generar un vendaval que hace retroceder a nuestros dos amigos.


- “Maldita sea…” – protesta Krilín.


En el Puesto Fronterizo, Baba sigue apresurando al joven ogro.


- “¡NOS HACEN FALTA MÁS GUERREROS!” – exclama ella.

- “Tranquila, señora…” – dice el ogro. – “Acabo de mandar a uno con estatus de héroe en ese planeta que llaman Tierra…”


Baba se extraña, pues cree que todos los grandes guerreros de su hogar ya están participando. La anciana se acerca al gran libro y lo mira disimuladamente.


- “Oh, no…” – suspira al ver el nombre. 


De repente, un grito se oye en el cielo.


- “¡YaaaaAAAAH!” – se oye cada vez más fuerte.


Alguien está cayendo desde las alturas; es Mr. Satán.


El Campeón se precipita sin frenos sobre la cabeza del demonio amarillo y le cierra la boca, haciendo que el aire le salga pro la nariz y se eleve como un globo pinchado.


Satán cae de culo al suelo a unos pocos metros de distancia.


- “¿Dónde estoy?” – se pregunta el terrícola, masajeándose el trasero dolorido. – “¡¿EH?!” – se asusta al ver la batalla que lo rodea. – “¡¿QUÉ ESTÁ PASANDO AQUÍ?!”

- “¿SATÁN?” – se sorprende Krilín. – “Ja… jaja…” – ríe. – “¡Siempre tan oportuno!”

- “Jaja…” – ríe Chaoz.


El demonio amarillo se pone en pie de nuevo. Krilín y Chaoz se ponen serios.


- “¡VAMOS!” – exclama Krilín.


Los dos terrícolas vuelan hacia su enemigo. Chaoz recoge rocas con su poder mental mientras avanza junto a Krilín, y al estar más cerca se las lanza al diablo.


Todos los proyectiles salen rebotados sin causar ningún daño al diablo, pero al repeler el último, éste se da cuenta de que Krilín ya no está.


- “¡HAAAAAA!” – exclama Krilín, que a espaldas del enemigo ha lanzado un Kamehameha que impacta en su espalda, provocando una invaginación en la piel del demonio que carga para devolverlo. – “¡AHORA, CHAOZ!”

- “¡¡DODONPA!!” – no duda su compañero.


El ataque de Chaoz impacta en el mismo lugar que el de Krilín pero al otro lado, en el abdomen ahora abultado del diablo.


Los dos ataques presionan en la piel del demonio, que ahora parece un donut, con las dos técnicas apretando la una contra la otra, en su barriga y en su espalda.


- “¡¡¡HAAAAAA!!!” – aumenta los terrícolas el poder de sus ataques.


La piel que separa las dos técnicas es cada vez más fina hasta que, finalmente, se desgarra, permitiendo que ambos ataques entren en contacto y estallen, haciendo que el diablo explote en mil pedazos.


Cerca, Yamcha sigue peleando con su enemigo. El terrícola parecía tener la ventaja con sus colmillos de lobo, pero ahora el diablo está envuelto en electricidad, pone a Yamcha a la evasiva.


Yamcha recupera distancia y genera una Shokidan.


- “¡HA!” – la lanza al enemigo.


El diablo se aparta y la deja pasar, pero Yamcha la redirige y el demonio la tiene que evitar de nuevo. 


Ahora es Yamcha quien hace que el diablo tenga que evadir sus ataques.


- “Je…” – sonríe el terrícola.

- “¡Muy bien, papá!” – celebra Baicha.


Pero el demonio entrelaza los tentáculos que tiene en sus brazos y genera una pequeña red entre sus manos. Con ella, el diablo caza la Shokidan, y tras dar una vuelta sobre sí mismo, se la remite a Yamcha.


El terrícola se ve obligado a desviarla hacia el cielo, pero el enemigo ha aprovechado la distracción para abalanzarse sobre él y propinarle un puñetazo atronador que lo lanza contra una roca cercana.


- “¡PAPÁ!” – se preocupa su hijo, que corre a socorrerlo.


El demonio sonríe, fanfarrón.


- “Eres débil, humano…” – dice el diablo.


Yamcha se pone en pie, magullado, y sonríe.


- “Parece que desconoces la verdadera fuerza del lobo…” – replica Yamcha.

- “¿Eh?” – dice el demonio, algo confuso.

- “El poder del lobo… reside en la manada.” – sentencia Yamcha.


En ese instante, Krilín, Marron, Ten Shin Han y Chaoz aterrizan a su lado.


Mientras tanto, Videl, Pan y Gohan cargan contra el cangrejo.


Gohan se adelante e intenta propinar un puñetazo al monstruo, que se cubre con ambas pinzas frente al pecho.


- “Je…” – sonríe Gohan.


Videl y Pan flanquean al enemigo, una por cada lado.


- “¡¡HAAAA!!” – disparan a la vez una larga ráfaga de ki.


El monstruo siente la presión de los ataques en sus costados y se revuelve, haciendo que se desvanezcan.


El monstruo apunta a las chicas con sus pinzas abiertas, que empiezan a concentrar ki en su interior, pero inmediatamente Gohan usa el Taiyo-ken y con un fuerte destello lo ciega.


El cangrejo dispara a discreción y aniquila varias decenas de diablos.


Los tres Gran Saiyaman se reúnen frente al enemigo, sobrevolándolo.


- “¡JUNTOS!” – exclama Gohan.


Los tres colocan las manos en sus frentes.


- “¡¡MASENKO!!” – exclaman a la vez.


Los ataques se combinan en un gran Masenko que impacta de lleno contra el ojo del cangrejo, introduciéndose en su interior y haciéndolo estallar.


Mientras tanto, Moro se encuentra cara a cara con Zamas y Champa, a los que no tarda en unírseles Trunks.


- “Vaya, vaya…” – sonríe el brujo. – “Los Dioses y su mascota…”

- “Nuestros errores y los de nuestros antepasados han provocado tu renacer.” – dice Zamas.

- “Es nuestro deber destruirte.” – añade Champa.


Moro abre y cierra los puños con impaciencia.


- “Vuestro poder es ridículo comparado con el mío…” – dice el brujo. – “Vuestra era ha terminado.” – añade. – “El Universo será libre al fin.”

- “¿Con tus demonios destruyéndolo todo?” – pregunta Trunks.

- “Si eso es lo que quieren…” – sonríe Moro. – “¿No es eso libertad?”

- “Eso es anarquía” – replica Zamas.

- “¿Y son mejores las reglas arbitrarias impuestas por un tirano?” – pregunta el brujo.

- “Tsk…” – protesta Trunks.


Champa y Zamas disparan, pero Moro alza un muro de roca que estalla con el impacto; el brujo ha desaparecido.


De repente, el brujo se materializa entre los tres guerreros, que intentan golpear al enemigo, pero éste detiene los golpes de Zamas, Champa y Trunks y los repele creando una onda expansiva de viento.


Trunks ha resistido el empujón, pero ha perdido su arma. 


El mestizo embiste de nuevo e inicia un intercambio de golpes con el brujo. Los movimientos de Trunks son sencillos pero precisos. No desperdicia ni un ápice de energía.


Champa se pone en pie y se fija en el mestizo.


- “Esa forma de moverse…” – se sorprende al reconocerla.


Pese a la habilidad de Trunks, Moro invoca un rayo del suelo y obliga al mestizo a retroceder usando el salto temporal.


- “Tsk…” – protesta el brujo, molesto con su adversario.


Pese a todo lo logrado por nuestros amigos, más enemigos siguen saliendo del portal al Makai.


En tal dimensión, Goten, Trunks y Dabra miran a Vegeta sorprendidos ante sus palabras.


- “¿Sugieres que me enfrente a Moro?” – dice el Rey de los Demonios. – “Eso sería conveniente para vosotros, ¿eh?” – se mofa. 


Vegeta da la espalda al diablo y mira la gran columna de hielo que encierra a Goku.


- “Yo sé lo que debo hacer. “- dice el saiyajín. – “¿Lo sabes tú?”


Dabra aprieta los dientes, frustrado.


Trunks se acerca a su padre.


- “Papá…” – dice el mestizo. – “¿Qué pretendes?”

- “Estoy muy orgulloso de ti, hijo mío.” – sonríe Vegeta, melancólico.


Vegeta separa el brazo derecho de su cuerpo en señal de bienvenida.


- “Dame un abrazo, Trunks.” – dice el saiyajín.


Los ojos de Trunks se humedecen y se funde en un abrazo con su padre.


Al separarse se limpia las lágrimas.


Vegeta mira a Goten.


- “Si no logramos salir de aquí, no olvides que Gohan y tú sois los hijos de Son Goku.” – dice el saiyajín. – “Debéis estar a la altura de lo que eso significa.” 


Son Goten asiente.


Vegeta se dirige de nuevo a Trunks.


- “Dile a tu madre y a Bra que siento mucho no poder estar a su lado más tiempo.” – dice el saiyajín, que esboza una media sonrisa. – “Pero al menos asegúrate de que sepan que en el último momento estuve a la altura.”


Trunks, con los ojos vidriosos, asiente.


- “Ahora salid de aquí.” – sentencia Vegeta.


Goten y Trunks salen volando de la gruta.


Dabra y Vegeta se quedan solos.


- “¿Qué me impide matarte?” – dice el diablo.

- “¿De qué serviría?” – pregunta Vegeta.

- “Tsk…” – protesta Dabra.


Vegeta se sienta en el suelo, apoyado en una roca, junto al hielo.


- “Creo que tienes una decisión que tomar.” – dice el saiyajín, apoyando la cabeza y cerrando los ojos.


En la oscuridad, Goku sigue caminando hacia la fuente de calor naranja.

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