miércoles, 7 de julio de 2021

DBZ/S – SAGA BLACK REIMAGINED / Capítulo 15: Clash

DBZ/S – Saga Black Reimagined / Capítulo 15: Clash



En el futuro, en la nave de Babidí, en el nivel más profundo, la bola del cristal del brujo se ilumina.


Dabra, que meditaba cerca de allí, es alertado por el resplandor del artefacto.


- “¿Eh?” – se extraña el demonio.


En una oscura habitación, el brujo está sentado en una pequeña cama circular, tapado con una manta, de espaldas a la puerta.


Dabra entra en el camarote.


- “Señor…” – dice el demonio. 

- “Jamás lo lograremos, Dabra…” – dice el brujo, apenado y sin ganas. – “Todo ha sido en vano… Hace falta demasiada energía… y este planeta está muerto…”

- “Hay alguien en la entrada…” – insiste Dabra.

- “Será otro dientes de sable…” – suspira el brujo.

- “No, Señor.” – dice el demonio. – “Tiene que verlo usted mismo.”


En la superficie, Gohan, Shin y Kibito espera frente a la puerta. El mestizo parece confiado, pero los Dioses tienen dudas. Despertar al temible Majin Bu les aterroriza.


- “¿Qué hacemos ahora?” – pregunta Shin.

- “Esperar.” – responde Gohan.


En el sótano, Babidí no se puede creer quién está en su puerta.


- “Es… es el Kaioshin del Este…” – titubea el brujo. – “Nos ha encontrado…”

- “¿Qué quiere que haga, Señor?” – pregunta Dabra. – “No podemos usar la energía de los Dioses… pero ese chico puede sernos útil… Percibo en él un poder muy por encima de los terrícolas que hemos visto hasta ahora…”

- “¿Muy por encima?” – pregunta el brujo, intranquilo.

- “Extraordinario para un humano…” – sonríe Dabra. – “Pero nada de lo que el Rey de los Demonios no se pueda encargar.”


El brujo sonríe.


- “Bien… bien…” – dice Babidí. – “Dejémosles pasar, pues…”


En la superficie, la compuerta se abre.


- “¡Ya era hora!” – sonríe Gohan, que con decisión entra en la nave.


Shin y Kibito se miran desconfiados antes de seguir al mestizo.


En el otro futuro, Mirai Trunks ha regresado a la Corporación Cápsula. Bulma, vestida con su mono de trabajo, prepara la Máquina del Tiempo para el nuevo viaje de su hijo. Shin y Kibito esperan en una esquina, sorprendidos y curiosos al ver tal aparato.


El mestizo ha contado a su madre el encuentro que tuvo con su versión contemporánea.


- “Me alegro de que esté bien.” – sonríe ella. – “Y también Son Gohan… y Goku…”

- “Están todos bien.” – reafirma el mestizo.


Bulma conecta una manguera de combustible al vehículo.


- “Pronto estará lista.” – dice Bulma, levantando el pulgar.

- “Gracias, mamá.” – responde el mestizo.


Bulma recuerda algo.


- “¡Casi se me olvida!” – exclama ella.

- “¿Qué ocurre?” – pregunta Trunks.

- “Tengo algo para ti.” – le guiña un ojo su madre.


En el presente, en la Atalaya de Kamisama, el cielo se ha teñido de morado con el poder de Zamas, cuyo ki se ha manifestado a su alrededor como si de una llama se tratara.


- “Mortales…” – refunfuña el mestizo. – “No entienden cuál es su lugar…”


Majin Bu y Trunks se preparan para lo peor.


- “Su poder es devastador…” – murmura el monstruo.


Una gota de sudor recorre la sien del mestizo.


- “Señor Kaioshin…” – le dice Trunks a Bu. – “¿Puede llevarse a los demás lejos de aquí?”

- “¿Eh?” – se extraña el Dios.

- “Tengo entendido que los Dioses pueden teletranspotarse a cualquier lugar del universo…” – dice Trunks. – “¿Puede hacerlo usted pese a estar en el cuerpo de Bu?”


Bulma, al oír a su hijo, se acerca a él, asustada y enfadada.


- “¡¡Trunks!!” – protesta ella. – “¡¿Qué estás diciendo?!”


El mestizo sonríe.


- “Hace un momento he podido sentir un futuro en el que no estabais vosotros…” – dice Trunks. – “No dejaré que eso ocurra de nuevo.”

- “¿El futuro?” – se extraña el Dai Kaioshin.

- “¡Kaioshin!” – exclama Trunks, apresurando al Dios. – “¡¿Puede hacerlo o no?!”


Bu sale de su trance y asiente.


- “Puedo hacerlo… Si algo tiene este cuerpo su adaptabilidad…” – dice el monstruo. – “Pero, Trunks… No puedes derrotar a Zamas tú solo…”


Trunks esboza una media sonrisa forzada.


El Dios se sorprende al entender la determinación del chico.


Trunks sale volando hacia el enemigo.


Bulma cae de rodillas mientras extiende la mano hacia su hijo.


- “¡¡TRUNKS!!” – grita la apenada madre.


Majin Bu vuela hacia ella y la agarra.


- “¡ACERCAOS TODOS!” – exclama Bu.


Trunks vuela hacia el Hakaishin.


- “Papá… Son Gohan…” – piensa el chico. – “Los dos lo habéis dado todo por este planeta… Ahora me toca a mí.”


Zamas mira a su enemigo acercarse a toda velocidad.


- “Insensato…” – gruñe el Dios, molesto.


Bu ha reunido a los demás en la Atalaya.


- “¡Nos marchamos!” – exclama el Kaioshin.


En el futuro, Son Gohan, Shin y Kibito esperan en el primer nivel de la nave del brujo.


- “¡Babidí!” – exclama Gohan. – “¡Saca ya a tus luchadores! ¡Pui-pui! ¡Yakkon! ¡O que venga Dabra directamente! ¡Quiero ayudarte a despertar a Majin Bu!”


El brujo y el demonio observan desde la bola de cristal.


- “¿Qué dice este tipo?” – suda Babidí. – “¿Cómo sabe todo esto?”

- “Yo me encargaré de él, Señor.” – dice Dabra. – “No se preocupe.” – añade, poniendo rumbo al ascensor.


Shin se acerca a Gohan con cierta preocupación.


- “Son Gohan…” – dice el Kaioshin. – “Estás seguro de que…”

- “Chico…” – añade Kibito. – “Subestimas al brujo…”


La compuerta de la sala circular se abre. El Rey de los Demonios aparece.


- “Je, je…” – sonríe Gohan.

- “Bienvenidos a la nave del Amo Babidí.” – saluda Dabra.

- “Es él…” – se asusta Shin.

- “Muchacho…” – dice el demonio. – “Parece que sabes mucho sobre nosotros…”

- “Es una larga historia… que ocurrió en otro mundo…” – se rasca la cabeza Gohan. – “Pero el asunto es que necesito hablar con un Dios que está encerrado dentro de Majin Bu… Así que estoy aquí para ayudaros a despertar a vuestro monstruo.”

- “¿Eh?” – dice un Dabra confundido.


El demonio mira de reojo a Shin y a Kibito, y ambos asienten.


- “¿Oye eso, mi Señor?” – pregunta Dabra.

- “Lo oigo…” – dice el brujo con telepatía. – “Pero no me fío de ese Dios de pacotilla… ¡Mató a mi padre!”

- “Está bien, Señor.” – sonríe el demonio. – “Le sacaré la verdad.”


Gohan frunce el ceño y su ki estalla, haciendo estremecer toda la nave entera.


- “¡¿QUÉ?!” – se asusta Dabra.


Babidí cae al suelo por el temblor.


- “¡¿QUÉ DEMONIOS ES ESO?!” – se pregunta el brujo.


Dabra aprieta los dientes, frustrado y furioso de tener frente a él a alguien más fuerte.


- “Maldito…” – gruñe el diablo.


De repente, sin que el demonio pueda reaccionar a sus movimientos, Gohan aparece delante de él y le golpea en el abdomen.


Dabra da un paso atrás, agarrándose la barriga, y se arrodilla de dolor.


- “No… ¿Cómo…?” – se pregunta el diablo. – “¿Cómo es posible?”


El demonio, humillado, tiene una idea perversa. Un pequeño carraspeo delata su intención.


Antes de poder hacer nada, Gohan le pisa la cabeza, incrustándola en el suelo de la nave.


- “Ni lo intentes…” – dice el mestizo. – “Conozco tus trucos.”


Babidí, que ya se ha puesto en pie, se queda de piedra al ver lo sucedido.


- “No… D… Dabra…” – titubea el mago.


Gohan habla de nuevo.


- “¡YA HE DERROTADO A TU MEJOR LUCHADOR!” – exclama el mestizo. – “¡HABLEMOS CARA A CARA! ¡QUIERO AYUDARTE A DESPERTAR A BU!”


El brujo, impotente, suspira resignado.


- “No tengo otra opción…” – dice Babidí. – “Paparappa…” – canta con desgana.


Gohan, Shin y Kibito aparecen en la superficie junto a Babidí, un inconsciente Dabra, y el huevo de Majin Bu.


- “Al fin…” – sonríe Gohan.

- “Babidí…” – frunce el ceño Shin.

- “Veamos…” – suspira el brujo. – “¿Qué queréis…?”


En el otro futuro, en la Corporación Cápsula, Bulma ha traído algo para Trunks.


- “Aquí tienes.” – sonríe ella.

- “¿Eh?” – se sorprende el mestizo. – “Esto es…”


Bulma le ha entregado al mestizo su vieja cazadora vaquera plegada y la espada.


- “Son tuyas… de mi hijo…” – dice ella.

- “Mamá…” – se emociona Trunks.


En ese instante, la Máquina del Tiempo hace un ruido extraño e interrumpe el momento. El tanque de combustible se ha vaciado.


Bulma sonríe mirando el vehículo.


Trunks salta a la cabina y mira el indicador.


- “Pero…” – se sorprende el chico.

- “Un viaje.” – sonríe Bulma, melancólica.


Trunks se pone serio y se enfunda su cazadora para luego ponerse la espada en la espalda y abrocharse la funda.


Bulma sonríe orgullosa.


- “Está todo en tus manos, hijo.” – piensa ella, recordando a su verdadero Trunks. 


En el presente, el joven Trunks carga contra Zamas.


El Dios apunta al mortal con la mano.


- “Desaparece con tu planeta, escoria.” – sentencia el Hakaishin.


Zamas dispara una esfera de energía del tamaño de su palma, pero que al avanzar unos metros se transforma en un gigantesco ataque que cubre el cielo terrestre.


- “¡¿EH?!” – se sorprende Trunks.


El mestizo aprieta los dientes y, lejos de detener su marcha, aumenta su velocidad hacia el ataque enemigo.


En el futuro, Son Gohan ha dejado que el brujo robe su energía con una urna y éste la inyecta en el huevo de Bu, que enseguida empieza a emitir un humo denso a presión por los orificios de la base en la que está posado.


- “¡Im…! ¡Impresionante!” – exclama Babidí. – “¡Otra más y despertará!”

- “¿Estás bien, Gohan?” – pregunta Shin.

- “Sí…” – dice el mestizo, taponando la herida en su costado. – “No es nada…”


Kibito se acerca al mestizo y posa sus manos sobre él, recuperando así su energía.


- “Yo me encargo de reponer tus fuerzas.” – dice el ayudante de Kaioshin.


En el presente, el joven Trunks alcanza el ataque del enemigo y lo empuja con ambas manos, intentando frenar su caída. Su esfuerzo es brutal. Sus muñequeras se desintegran.


- “Grrrr…” – gruñe el mestizo, usando el Kaio-josho. - 


En el otro futuro, Trunks se despide de su madre con un abrazo.


- “Mucha suerte, hijo.” – dice Bulma.

- “Adiós, mamá.” – responde él.


En el presente, Trunks sigue esforzándose para detener el ataque, logrando ralentizarlo.


- “No…” – gruñe el mestizo. – “¡No dejaré que destruyas la Tierra!”

- “Idiota…” – protesta el Dios. – “¡¿Por qué no aceptas tu destino y mueres de una vez?!”


El Hakaishin lanza una nueva esfera de ki que avanza rápidamente y cae sobre la anterior, duplicando así el tamaño de esta.


- “¡¿EH?!” – se asusta Trunks.


El ataque del enemigo, ahora del tamaño de la luna, avanza de nuevo, haciendo retroceder a nuestro valiente amigo.


En el futuro, Babidí ha inyectado a Bu la segunda urna de ki, y el humo denso aumenta.


- “¡¡VA A DESPERTAR!!” – exclama Babidí, feliz.


Kibito cura a Gohan. Una gota de sudor recorre la frente de Shin.


En el otro futuro, Trunks ha subido a la Máquina del Tiempo, que se cierra, lista para marchar. Shin y Kibito se despiden del mestizo asintiendo.


- “Buena suerte, Trunks.” – murmura Shin.


En el presente, el joven Trunks está siendo empujado sin remedio por el ataque enemigo.


- “No… ¡Aún no…!” – gruñe el mestizo. – “¡¡NO PUEDO PERMITIRLO!!”


Su aura se reaviva y se vuelve más violenta. Su musculatura aumente y la parte superior de su gi se desintegra.


- “¡¡PADRE!! ¡¡GOHAN!!” – exclama Trunks. – “¡¡MIRADME!! ¡¡NO PIENSO RENDIRME!!”


De repente, el mestizo sufre una jaqueca. Imágenes de un futuro que le es extraño se cuelan en su mente.


En el futuro, la Máquina del Tiempo se eleva y empieza a brillar cuando el mestizo sufre como su contraparte.


En el otro futuro, el huevo de Majin Bu se abre ante la atenta mirada de los asistentes.


En el presente, el ataque de Zamas se ralentiza de nuevo.


- “¿Eh?” – se sorprende el Hakaishin.


Los músculos de Trunks se desgarran a medida que él empuja.


- “¡¡GGRRRUAAAAAAAHH!!” – brama el mestizo, llevando su cuerpo más allá del límite con el Kaio-josho.


Asombrado por la determinación y el poder del chico, Zamas se limita a observar. El Dios puede sentir tres presencias distintas oponiéndose a él.


Los recuerdos de los dos Trunks futuros han dado fuerzas al mestizo, que siente como gracias a ellos ha podido llevar su técnica hasta este extremo.


De repente, el ataque morado brilla más intensamente… y finalmente estalla en el cielo.

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