DBSNL // Capítulo 267: Revancha
“Si algo he aprendido, es que la paz es solo momentánea…”
El enemigo observa su alrededor confuso, suspendido en el aire sobre el cráter provocado por su despertar.
De repente, sobre el límite del cráter, Piccolo aterriza; su capa ondea al viento.
El namekiano observa atentamente al enemigo, fijándose en su cola, con cierta peocupación.
- “No cabe duda…” – murmura Piccolo. – “Pero, ¿qué hace aquí…?”
El saiyajín mira a Piccolo y sus cejas se levantan como quien ha visto un fantasma.
El namekiano se quita el turbante y la capa y los deja caer al fondo del cráter.
El guerrero forcejea con su camisa de fuerza sin éxito mientras gruñe a través de su máscara.
Piccolo sonríe con cierta picardía.
- “¿Quieres pelear?” – dice el namekiano.
De repente, el enemigo se abalanza sobre Piccolo a una velocidad de vértigo, obligando a Piccolo a saltar hacia atrás para esquivar al saiyajín, que cae con ambos pies sobre el suelo, con todas sus fuerzas, provocando que parte de la cúpula de piedra que seguía en pie se desprenda hacia el interior del cráter.
Piccolo toma distancia y se pone en guardia.
El monstruo embiste e intenta propinar una fuerte patada al namekiano, que se agacha para esquivarla, pero el saiyajín gira en el aire para intentarlo de nuevo; el namekiano detiene la coz con sus brazos frente al pecho, saliendo repelido, deslizándose de pie sobre el suelo.
El monstruo ataca de nuevo, pero Piccolo lo esquiva saltando por encima de él y le propina una coz en la espalda.
El saiyajín, al no poder usar las manos, se estampa de cara contra el suelo.
Piccolo camina hacia él, mientras el guerrero se intenta levantar, poniéndose de rodillas.
- “No sé cómo has regresado…” – dice el namekiano. – “Hubiera sido mejor que te quedaras en el infierno.”
En ese instante, el Gran Saiyaman, sin su máscara, sale volando del cráter y aterriza junto a Piccolo.
- “Goten…” – dice Piccolo.
El mestizo se fija en la cola del enemigo.
- “¡¿Un saiyajín…?!” – se sorprende Goten. – “¿Él ha hecho todo eso?”
El monstruo mira por encima del hombro al recién llegado y levanta las cejas, sorprendido.
- “K… Ka…” – titubea. – “Kakarotto…”
En el despacho de Magenta, el empresario protesta.
- “¡QUIERO VER LO QUE ESTÁ PASANDO!” – exclama. – “¡¿DÓNDE ESTÁ HEDO?!”
El doctor, acompañado de los Gamma, entra en el despacho, tablet en mano.
Carmine no tarda en acercarse a Hedo y arrebatarle la table de malas maneras para entregársela a su jefe.
- “¡Déjame ver!” – dice Magenta, inquieto.
Las imágenes muestran al saiyajín de rodillas frente a Piccolo y al Gran Saiyaman.
- “¿Qué…? ¿Qué significa esto…?” – titubea Magenta. – “¡¿No se supone que eres el mejor en esto?!”
- “Le dije… le dije que no estaba listo…” – dice Hedo. – “No sé cómo ha podido pasar…”
Magenta aprieta un botón de la tablet, activando un altavoz del dron.
- “¡ESPABILA, MALDITO INÚTIL!” – exclama Magenta. – “¡¡ESPABILA Y PELEA!!”
El saiyajín cierra los ojos con fuerza, como si tuviera una pesadilla. Un recuerdo corrupto se reactiva en su mente. Un páramo verde bajo un cielo azul. Un pequeño cráter. Dos guerreros frente a él.
De repente, por la pared derruida del despacho, aterrizan Pan y Ub.
- “¡AH!” – exclama Magenta. – “¡VOSOTROS!”
- “¡¿DÓNDE ESTÁ MI HIJO?!” – exclama Pan, furiosa.
Goku, aún aturdido en el suelo por la explosión, empieza a despertar con la voz de su madre.
- “Mma…. Mamá…” – murmura el pequeño.
- “¡GOKU!” – exclama Pan.
El pequeño abre los ojos.
- “¡MAMÁ!” – exclama con una sonrisa.
Goku se levanta e intenta correr hacia ella, pero Carmine lo agarra del cuello de su gi y lo levanta, sujetándolo en brazos, y le pone una pistola en la sien.
- “¡NO LO TOQUES!” – exclama Pan, asustada.
Toda la conversación está siendo retransmitida por el altavoz.
- “¡Ma… mamá…! ¡Papá…!” – llora el pequeño. – “¡¡BUAAAAAAAH!!” – estalla en un sonoro llanto.
El eco de los lloros de Goku retumba por toda la base.
El monstruo abre los ojos repentinamente.
- “Kakarotto…” – repite el enemigo.
Un aura sinuosa incolora nace del saiyajín y poco a poco se torna dorada.
- “¡¡KAKAROTTOOOOO!!!” – brama al cielo.
Piccolo y Goten se quedan estupefactos al sentir el incremento repentino de poder del guerrero.
El monstruo lucha contra la camisa de fuerza, que empieza a desgarrarse.
Una gran llamarada de ki amarillo estalla y se alza hacia el cielo; puede verse desde el despacho de Magenta, a través de la cúpula derrumbada.
Todos escuchan el bramido del saiyajín.
- “¿Qué ha sido eso?” – se pregunta el chico de Isla Papaya.
El enemigo, ahora luciendo su cabello dorado de Súper Saiyajín, se yergue mientras su aura disminuye hasta el tamaño habitual.
Piccolo y Goten están cegado por el resplandor que emite el monstruo.
- “¿Súper Saiyajín…?” – se pregunta el namekiano, observando el aura dorada. – “¡¿EH?!” – algo le llama la atención.
Un rayo de ki rojo chasquea alrededor del enemigo.
El renacido embiste a Piccolo en un abrir y cerrar de ojos; como una centella se presenta frente a él, listo para propinarle una violenta patada.
El namekiano se da cuenta de que los ojos del saiyajín tienen un fino halo morado alrededor de su pupila verde.
Piccolo levanta su brazo izquierdo para protegerse, pero el golpe es tan fuerte que se lo rompe.
- “¡¿AH?!” – se sorprende el namekiano.
El golpe lo estrella contra el suelo, en el que rebota, y el monstruo lo caza al vuelo con una fuerte patada en el estómago, como quien chuta una pelota, lanzándolo a varios metros de distancia.
- “¡¡GRRAAAAAAAAH!!” – brama el saiyajín a través de la máscara.
Goten se transforma en Súper Saiyajín y se abalanza sobre el enemigo, pero éste lo intercepta agarrándole la cara al vuelo y estampándolo contra el suelo, incrustándolo en él.
Mientras tanto, Magenta y Carmine, que sigue encañonando a Goku, retroceden lentamente hacia la salida.
- “Muy bien… todos quietos…” – sonríe Magenta, que sigue con un ojo puesto en el dron. – “Doctor Hedo, que los Gamma se encarguen de estos dos…”
Los Gamma dan un paso al frente, pasando por al lado de Magenta y Carmine, fingiendo obedecer las órdenes… pero de repente, Gamma 1 agarra el brazo del jefe de seguridad y se lo dobla, poniéndoselo en la espalda, haciendo que Goku caiga al suelo, y estampa a Carmine contra la pared, dejándolo inconsciente.
- “¡MAMÁ!” – corre Goku hacia Pan.
La muchacha lo abraza.
- “Hijo…” – sonríe ella, aliviada.
Magenta da una patada desesperada en la espinilla a Gamma 1, que ni se inmuta.
- “¡¡IMBÉCIL!!” – protesta el empresario. – “¡¿QUÉ SE SUPONE QUE ESTÁIS HACIENDO?!”
- “Justicia.” – responde Gamma 2.
Magenta, furioso y frustrado, se encara a Hedo.
- “¡¡HEDO!!” – grita. – “¡¡DESCONÉCTELOS!! ¡SON DEFECTUOSOS!”
El Doctor, asustado, teclea en su reloj.
- “Doctor…” – dice Gamma 1.
Hedo se detiene y mira a su creación con dudas.
- “Estamos haciendo lo correcto.” – añade Gamma 2.
El doctor parece que va a apretar el botón de su reloj, pero finalmente se detiene.
- “¡¿QUÉ HACES?!” – protesta Magenta.
- “Los Gamma están programados para ser héroes…” – dice Hedo. – “Y se supone que soy el mejor en esto, ¿no es así?” – añade con cierto retintín.
Los Gamma sonríen orgullosos de su padre.
Mientras tanto, Piccolo y Goten reciben un duro castigo por parte del enemigo, que demuestra un poder sobrecogedor.
El monstruo carga de frente contra ellos con los brazos hacia los lados y los arrolla, llevándoles a través de la arboleda que rodea la base militar, haciéndolos chocar contra todos los árboles que se topan a su paso.
Goten cae por el camino al chocar contra una roca, y el enemigo lanza a Piccolo hacia delante, hacia el interior del bosque.
La mano del saiyajín se envuelve en un flameante ki morado que luego lanza.
Piccolo parece sorprendido ante el poder destructivo del ataque que se aproxima hacia él tiñendo la zona de morado.
Una gigantesca explosión sacude el bosque.
Unos segundos después del estallido, la humareda se disipa lentamente, revelando el resultado; la arboleda ha sido convertida en un árido desierto.
El monstruo camina lentamente hacia el centro de la explosión cuando, de repente, recibe un rodillazo de Goten en la nuca… pero ni se inmuta.
Goten retrocede y observa asombrado al impertérrito enemigo.
- “¡No es justo!” – se queja el mestizo, incrédulo.
El monstruo se da la vuelta lentamente y mira con ojos de loco a Goten.
- “Kakarotto…” – gruñe el enemigo.
Goten frunce el ceño.
- “No sé quién eres ni qué quieres de mi padre…” – dice el mestizo. – “Pero has llegado tarde, ¡así que tendrás que vértelas conmigo!”
Son Goten se transforma en Súper Saiyajín 2.
El monstruo camina hacia él con paso firme y Goten se prepara.
- “¡Ka… Me…!” – recita el mestizo, realizando la técnica de la escuela Tortuga.
El enemigo no se detiene.
- “¡Ha… Me…!” – continúa Goten, materializando una esfera de ki celeste entre sus manos.
El monstruo se encuentra frente a él, a menos de un metro de distancia.
- “¡¡HAAAAAAA!!” – dispara Goten.
El ataque engulle al enemigo.
Pero de repente, el brazo del monstruo brota del torrente de ki y agarra por el cuello a Goten, obligándole a cesar el ataque.
El mestizo intenta liberarse, pero el enemigo le aprieta el cuello.
- “Tsk…” – lucha Goten, fútilmente.
Pero de repente, el monstruo recibe un rodillazo de Piccolo en la cara y sale repelido hacia un lado, cayendo al suelo y avanzando varios metros de distancia.
Goten cae al suelo de rodillas y se frota el cuello, aliviado.
- “Piccolo…” – sonríe Goten. – “¿Cómo has…?”
El namekiano sonríe. Su aspecto es distinto; su piel es más clara, amarillenta, y las arrugas de su cuerpo parecen menos marcadas.
- “Si algo he aprendido a lo largo de los años, es que la paz es solo momentánea…” – dice Piccolo. – “Me he estado preparando para el próximo combate, perfeccionando mis habilidades.”
- “No esperaba menos de ti…” – dice Goten.
El enemigo se levanta. Su bozal se ha roto con el impacto y se cae al suelo, revelando su rostro. Su ojo derecho, lado que encajó el golpe de Piccolo, ha sufrido un pequeño derrame.
- “Además, esta es una revancha…” – dice el namekiano.
- “¿Revancha?” – pregunta Goten, sorprendido. – “¿Es que lo conoces?”
- “Tu padre y yo le mandamos al infierno hace mucho tiempo.” – dice Piccolo.
- “¿EH?” – los ojos de Goten se abren con sorpresa.
El saiyajín clava su mirada en Piccolo y Goten.
- “Es el hermano de Son Goku.” – revela el namekiano. – “Raditz.”