domingo, 29 de agosto de 2021

DBSNL // Capítulo 212: Alto voltaje

DBSNL // Capítulo 212: Alto voltaje 

“Me recuerda usted a una vieja amiga…”



En la Tierra, en la Corporación Cápsula, Brief se está fumando un cigarrillo en el jardín cuando un zumbido lejano llama su atención.


- “¿Eh?” – busca el doctor a su alrededor.


Brief alza la vista al cielo y ve una pequeña luz brillante.


El doctor usa su mano como visera y se fija en el extraño destello.


De repente, Brief se da cuenta de que se trata de un objeto que está descendiendo a toda velocidad hacia la Tierra. 


La nave pilotada por Bra realiza un aterrizaje de emergencia en el jardín de la Corporación Cápsula, rompiendo su tren de aterrizaje en el proceso.


- “Vaya…” – dice Brief, antes de dar otra calada a su cigarrillo.


Oli, Turbo y Baba salen corriendo a ver lo que sucede.


- “¡¿Qué ha sido eso?!” – pregunta Oli, alertada por el estruendo.

- “Tenemos visita.” – responde Brief, con su calma habitual.


La nave siniestrada abre su compuerta y se puede oír las voces de las chicas.


- “¡¿Pero tú no sabías pilotar esto?!” – protesta Pan.

- “¡Aterrizar no es tan fácil!” – replica Bra.


A Brief se le cae el cigarrillo de la boca.


- “Son… ¡son las chicas!” – exclama, ilusionado.


Ub es el primero en salir de la nave.


- “¡UB!” – saluda Brief.

- “¡OH!” – exclama Ub, contento de ver a alguien vivo. – “¡Doctor!”


El terrícola se apea del vehículo. 


- “¡Bienvenido!” – le abraza Brief.


Pan es la siguiente en salir.


- “¡PAN!” – celebra Brief.

- “¡Hola!” – saluda ella, chicharachera.


Bra sale de la nave.


- “¡MI NIETA!” – exclama Brief.

- “¡ABUELO!” – sonríe Bra, que se abalanza sobre él. – “¡Estás vivo!”


Los dos se funden en un fuerte abrazo ante la mirada tierna de todos los presentes.


- “Es un alivio que estén bien…” – sonríe Baba.


Mientras tanto, Madas se ha apeado.


- “¿Quién es vuestro amigo?” – pregunta Brief al ver al ira-aru.

- “Es un Kaiosh…” – responde Pan.

- “Bueno, no importa.” – interrumpe Brief. – “Pasemos dentro.”


Bra se da cuenta de que Oli y Turbo están en el jardín.


- “¿Y ellos quienes son?” – pregunta la muchacha.

- “Una vieja amiga y el hijo de mi amigo por correspondencia.” – dice Brief.

- “¿El tipo pervertido de Isla Pingüino?” – se extraña Bra.

- “¡Ese! ¡Ese!” – dice Brief.


Turbo se avergüenza un poco al oír la descripción de su padre.


Mientras tanto, en otro punto del Universo, la nave cangrejo de los Nádor ha llevado a Trunks, Reitan y Shula hasta el límite del mundo conocido.


Nuestros amigos se preparan para embarcar en una nave menor en el hangar. El brazo derecho de Trunks está oculto bajo su chaqueta. Su espada luce una nueva funda.


- “¿Estáis seguros?” – pregunta Shosa.

- “Estaremos bien.” – responde Shula.


De repente, saltan las alarmas.


- “¡UNA NAVE IMPERIAL!” – entra en el hangar un servidor de Shosa, asustado.

- “¡¿Aquí?!” – se extraña el lupino. – “¿Tan lejos de sus dominios?”

- “Algo me dice que no es casualidad…” – murmura Reitan.

- “¿Nos han visto?” – le pregunta Shosa a su hombre.

- “Aún no, señor.” – responde el soldado.

- “Bien…” – dice el lupino. – “Intentemos que sigan así…”


Shula apresura a los demás.


- “Démonos prisa.” – dice el ira-aru.

- “Gracias por todo.” – se despide Trunks.

- “Espero que sirva de algo.” – sonríe Shosa.


Los tres guerreros embarcan en una nave en forma de langosta y salen volando hacia la oscura nada.


En la Tierra, los supervivientes y los recién llegados comparten su información sobre lo ocurrido.


- “Espero que papá y los demás estén bien…” – dice Pan.

- “Seguro que sí.” – la anima Bra. 


Uranai Baba parece preocupada, se mantiene aislada y mirando por la ventana. Madas se acerca a la anciana. El cielo está nublado; hay tormenta eléctrica, pero sin lluvia.


- “Me recuerda usted a una vieja amiga…” – sonríe el Kaioshin.

- “Una amiga hermosa, espero.” – coquetea ella.


Madas mira por la ventana.


- “Qué tormenta tan extraña…” – dice el ira-aru.

- “Tengo un mal presentimiento.” – dice la bruja.


En ese instante, un rayo cae frente a la Corporación Cápsula, iluminando la ciudad por completo. El crujido eléctrico estremece a todos los presentes.


Ub se pone en pie, alarmado.


- “¡HAY ALGUIEN!” – avisa el chico.


Todos corren a la entrada. Frente a la Corporación, en mitad de la carretera, un joven diablo armado con una hoz espera en el centro de un cráter que aún chispea.


Dibujado por Ipocrito




Ub, Pan y Bra se ponen en guardia.


- “No hay duda…” – dice el muchacho. – “Es un demonio…”


El diablo clava su hoz en el suelo para descansar.


Madas se coloca frente a Baba.


- “Atrás, jovencita.” – dice el ira-aru. – “Esto es peligroso.”

- “Apuesto y valiente…” – suspira la bruja.


El demonio sonríe prepotente.


- “Tenéis un objeto mágico que mi Señor requiere…” – anuncia el diablo.


Bra y Pan se transforman en Súper Saiyajín.


- “Si quieres la Dragon Ball…” – dice Bra.

- “…tendrás que pasar por encima de nosotras.” – añade Pan.


El diablo blande su arma de nuevo.


- “Está bien.” – sonríe el ser maligno.


Como un rayo, el demonio pasa entre las muchachas y ensarta la hoz en el estómago de Madas, que escupe sangre.


Pan y Bra se dan la vuelta lentamente y con horror al darse cuenta de la velocidad del enemigo.


- “¡¡MADAS!!” – grita Pan.


El diablo levanta al ira-aru del suelo, ensartado en su arma.


- “Ni… ni siquiera lo vi…” – piensa Bra, asustada.


El enemigo hace pasar a Madas sobre su cabeza y lo estampa contra el suelo, clavando la hoz aún más.


- “¡¡GHAA!!” – grita, ahogado, el ira-aru.


Ub intenta golpear al enemigo, pero éste desaparece rápidamente, apareciendo sobre el tejado de la Corporación, dejando a Madas tendido en el suelo.


El enemigo lame la sangre de su arma y la saborea con soberbia.


- “Este sabor me trae recuerdos…” – dice el diablo.


Pan y Bra aprietan los dientes, furiosas.


- “¡TODOS A DENTRO!” – exclama Bra.


Oli da un paso al frente, pero Brief la agarra del brazo.


- “¡Vámonos!” – dice el doctor. – “¡Ellas sabrán qué hacer!”

- “¡Son dos niñas!” – dice Oli.


Ub agarra a Madas.


- “¡Vamos!” – insiste el terrícola.


Baba y Turbo obedecen sin rechistar. Brief y Oli les siguen. Ub corre hacia el recibidor, con Madas sobre su hombro, y antes de entrar se detiene y levanta el pulgar a sus amigas. Pan y Bra responden de la misma forma.

miércoles, 25 de agosto de 2021

ESPECIAL DBSNL /// Los dos grandes Súper Saiyajín // Universos 3, 5, 6 y 7 / Parte I: Leyenda viva

Los dos grandes Súper Saiyajín / Parte I: Leyenda viva

“Este hombre me pone de los nervios…”



Han pasado 130 días desde la batalla de Namek en la que Son Goku se transformó en el Súper Saiyajín de la leyenda y derrotó al malvado tirano espacial Freezer. Nuestros amigos han invocado a Polunga y le han pedido, siguiendo la idea de Vegeta, que traiga las almas de Krilín y de Goku a la Tierra para poder resucitarlos después. Sin embargo, el dragón de Namek ha sido incapaz de cumplir con el saiyajín.  Nuestros amigos han descubierto con sorpresa que Goku sigue vivo y que prefiere quedarse entrenando en un remoto planeta durante un año antes de regresar a casa por sus propios medios. 


Desde una ventana del edificio principal, Vegeta ha oído al dragón.


- “Ese bastardo…” – gruñe el saiyajín. – “No se conforma con convertirse en el Súper Saiyajín de la leyenda… ¡No voy a quedarme atrás!”


Así deciden resucitar a Krilín y, en segundo lugar, Yamcha vuelve a la vida. Ten Shin Han y Chaoz prefieren resucitar juntos, y los namekianos deciden esperar a la próxima ocasión para encontrar un nuevo hogar y seguirán de inquilinos en la Corporación Cápsula. 


Porunga desaparece. La reunión ha terminado y nuestros amigos regresan al edificio de la Corporación, cuando Vegeta aparece en el hall, furioso.


- “¡MUJER!” – exclama el saiyajín.

- “¡Al fin de dignas a bajar!” – protesta Bulma.

- “¡Necesito una nave!” – dice Vegeta.

- “¡A mí no me hables así!” – replica ella.

- “¡Pues haz lo que te digo!” – protesta el saiyajín. – “¡No pienso dejar que el idiota de Kakarotto se ría de mí de esta forma!”


Yamcha interviene.


- “¡No hables así a Bulma!” – protesta el terrícola.


El saiyajín mira a Yamcha con recelo.


- “¿Tú?” – dice Vegeta con retintín. – “¿Has resucitado? Vaya desperdicio de deseo…” – se mofa.

- “¡¿Cómo dices?!” – protesta Yamcha.

- “Ten cuidado o te mando de vuelta al Más Allá” – sonríe Vegeta.

- “Bastardo…” – gruñe Yamcha.


Krilín y Gohan dan un paso al frente, intentando poner paz.


- “Tranquilos, chicos…” – dice Krilín.

- “Vamos, ahora somos todos amigos…” – dice Gohan.

- “¿Amigos?” – dice Vegeta con retintín. – “¡JA, JA, JA! ¡No os confundáis! Nuestra colaboración en Namek fue por pura conveniencia. ¡Mi objetivo sigue siendo derrotar a ese payaso de Kakarotto!”


El doctor Brief, presente en el hall, interviene.


- “¿Quieres una nave como la de Goku?” – pregunta el viejo. – “Podría hacerte otra, pero eso requiere su tiempo… Deberás ser paciente…”


Vegeta se cruza de brazos, frustrado.


- “¡Pues date prisa!” – replica antes de dar la vuelta y marcharse. – “Esa mujer…” – refunfuña. – “Es una malcarada…”


Bulma se cruza de brazos igual que el saiyajín.


- “Este hombre me pone de los nervios…” – protesta Bulma. – “¿Quién se ha creído que es?”


En un planeta remoto llamado Yadrat, Son Goku, vestido con los ropajes locales, disfruta de un banquete de delicias autóctonas; una mesa redonda repleta de platos variados que parecen consistir en insectos de distintos tipos cocinados de varias formas (en caldo, a la brasa, hervido…).


- “La vedad es que tienen un aspecto cuestionable…” – dice Goku con la boca llena y una pinza que parece de escorpión en su mano. – “¡Pero están muy ricos cuando te acostumbras!”


Los yadrat que le atienden parecen no acostumbrarse al hambre voraz de su invitado.


La mayoría de yadrat que sirven a Goku son humanoides rosados, delgados, con arrugas y tentáculos en el rostro. Pero hay otro individuo que es pequeño y rechoncho, de piel verde oliva, sin arrugas y con grandes ojos redondos.


- “Me alegro de que así sea…” – dice este último. – “Cuando hayas descansado, el Venerable Pybara quiere hablar contigo. Quiere ver tus avances.”

- “¿Pybara-sama?” – se extraña Goku. – “Pero aún no he terminado mi entrenamiento… Me queda mucho por aprender…”

- “Eso lo decidirá él.” – sonríe el yadrat.

domingo, 22 de agosto de 2021

DBSNL // Capítulo 211: Hogar, dulce hogar

DBSNL // Capítulo 211: Hogar, dulce hogar

“¡Casita!”



En el planeta de Zunoh, el anfitrión sigue ganando a los dados y avanzando por el tablero.


- “¡¡Pero qué suerte tiene el malnacid…!!” – protesta Tarble.

- “Veamos…” – dice Spade, sujetando el dado. – “¡Quiero un seis!” – exclama al lanzarlo.

- “Un tres.” – anuncia Sugoro.

- “¡¡ESTO ES INAGUANTABLE!!” – lamenta Spade.


Desde el fondo de la inmensa dimensión, muy lejos, Zunoh observa a sus contrincantes.


- “Esto me aburre un poco…” – lamenta Zunoh. – “Son muy malos…”


Sugoro, que ha oído a Zunoh, interrumpe la tirada.


- “¡Esperen!” – dice el maestro de ceremonias. – “¡Lo había visto mal! ¡El jugador Spade sacó un cinco!”

- “¿Eh?” – duda Spade. – “¡Es cierto!” – se fija en el dado.

- “¡Buena tirada, Spade!” – le anima Tarble.


Kale, desde su casilla, mira con suspicacia a Sugoro.


En el Makai, Vegeta, Goten y Trunks observan al Rey Dabra recibir a sus sirvientes.


- “No puede ser él…” – dice Goten, asustado. – “Su poder…”

- “Es abismal…” – dice Trunks.

- “Estamos en el Makai…” – dice Vegeta. – “Éste es su territorio…”

- “Pero aún así…” – insiste Trunks.

- “Moro le habrá otorgado algún favor…” – gruñe Vegeta. – “Maldita sea…”


Goten y Trunks se miran de reojo, dubitativos.


- “Si nos fusionamos…” – sugiere Goten.

- “Tengo mis dudas…” – responde Trunks.


Vegeta aprieta sus puños con rabia.


- “Esto no será fácil…” – protesta el saiyajín. – “No en mi estado actual…”


Dabra alza sus manos y los demonios se quedan en silencio.


- “¡¡Pronto llegará nuestro momento!!” – exclama el Rey. – “¡Mi padre, el Rey Abraca, ha gobernado este lugar durante eones! ¡Hoy es mi turno!”


Los demonios gritan.


- “¡¡En nombre de "El que vio"!! ¡¡En nombre del eterno Moro!!” – exclama Dabra. – “¡¡DOMINAREMOS EL UNIVERSO!! ¡¡LO BAÑAREMOS EN TINIEBLAS!!”


Los demonios braman.


- “¡PREPARAOS!” – exclama Dabra. – “¡¡NUESTRO MOMENTO ESTÁ MUY CERCA!!”


Mientras tanto, la nave de Bra, Pan, Ub y Madas cruza un sistema planetario de camino a la Tierra.


- “¡Ya llegamos!” – celebra la hija de Vegeta. – “Solo unas horas.”

- “¡Casita!” – suspira Pan.


Ub mantiene la cabeza gacha, apenado por todo el dolor que ha causado a la Tierra.


- “Tranquilo, chico.” – le anima Madas. – “No te atormentes más.”


De repente, los dos sienten una extraña presencia cercana.


- “¿Qué es eso?” – se pregunta el terrícola.

- “Siento un poder mágico…” – dice el Dios.


Ub camina hacia la ventana.


- “¿Qué ocurre, Ub?” – pregunta Pan.

- “Es un poder mágico positivo…” – dice Madas. – “¡Puede que sea una Dragon Ball!”

- “¡¿Qué?!” – se sorprende Pan. – “¡¿En mitad de la nada?!”

- “¿Dónde estamos?” – pregunta Madas. 

- “Estamos en un anillo de asteroides del sistema Boshi” – responde Bra, que detiene su nave.

- “Puede que la esfera golpeara un asteroide al dispersarse…” – dice Madas.


El Dios se acerca a una compuerta.


- “Yo me encargo.” – dice él.

- “¿Vas a salir?” – se preocupa Bra. – “No tenemos trajes…”

- “A mí no me hace falta, muchacha.” – fanfarronea el Dios. – “Al fin y al cabo, fui un venerable Kaioshin…”


Bra sonríe y deja pasar a Madas que, tras cruzar una doble compuerta, sale al espacio.


- “¡Vamos allá!” – murmura el Dios.


Madas busca entre las rocas flotantes hasta que, finalmente, un brillo delata el objeto deseado.


El Dios regresa a la nave y golpea el parabrisas con la esfera.


- “¡¡ES UNA DRAGON BALL!!” – exclama Bra.

- “¡¡ES LA ESFERA DE TRES ESTRELLAS!!” – dice Ub.

- “¡¡YUPIIII!!” – celebra Pan.


Los cuatro personajes ponen rumbo a la Tierra. 


Un se queda mirrando por la ventana.


- “¿Qué ocurre, Ub?” – pregunta Pan.

- “No es nada…” – responde el chico. – “Es solo que… tengo la sensación de que hay algo más ahí fuera…”


La nave se aleja del cinturón de asteroides, pero efectivamente, alguien les está observando desde uno de ellos.


En otro punto del Universo, Kamo ha sido guiado hasta una inmensa sala presidida por una descomunal computadora del tamaño de un rascacielos.


- “¡¡ES IMPRESIONANTE!!” – exclama el tsufur.

- “Bienvenido, Kamo.” – dice una voz que retumba en la sala como un trueno.

- “¡¿Quién me habla?!” – se sorprende el tsufur. – “¡¿Me conoces?!”

- “No te asustes…” – dice la voz, con un tono amigable.


Un fantasma se materializa frente al tsufur; un anciano con barba y bigote.


- “Eres… tú también eres… un…” – dice Kamo, sorprendido.

- “Lo fui.” – dice el fantasma. – “Soy el Doctor Raichi.” – se presenta.

viernes, 20 de agosto de 2021

¡ANUNCIO!

¡@Red_Ribbon_DBZ se une a la familia de DBSNL!

Con él llegará una nueva sección de noticias, con la actualidad del mundo Dragon Ball.

¡Todo esto y mucho más en octubre, con la nueva web!

De momento podéis ver nuestras colaboraciones previas en su canal de Youtube y en Ivoox, donde tuve el honor de aparecer en su podcast junto a Ipocrito, NahuelHurón y TheNerx entre otros muchos amigos.

domingo, 15 de agosto de 2021

DBSNL // Capítulo 210: Juego sucio

DBSNL // Capítulo 210: Juego sucio

“Creo que hay algo que aún no nos ha contado…”



En Jung, Daigen y los patrulleros siguen hablando. Al soldado le han servido otra jarra de bebida.


- “Tenemos pocos efectivos.” – dice un patrullero. – “Hacemos lo que podemos para encontrar a Heeter.”

- “Al menos no abandonará el planeta.” – dice otro agente. – “Todas las naves están aseguradas.”


Daigen no responde y da un trago a su bebida.


De repente, una alarma alerta a todos los presentes.


- “¡Una nave está despegando!” – exclama asustado y confuso un agente.

- “Pero…” – se extraña otro. – “Si todas nuestras naves…”


Los agentes miran a Daigen, que se levanta.


Todos salen al exterior y pueden ver como la cápsula imperial con la que llegó el soldado se eleva sobre sus cabezas.


- “¡¿ERA TODO UNA TRETA?!” – le recrimina un agente al soldado.


Heeter, en la nave robada, ríe victorioso.


- “¡JA, JA, JA!” – celebra el pirata. – “¡HASTA NUNCA, PASMAROTES!”


Daigen saca un comando a distancia de su bolsillo y, en silencio, aprieta un botón.


En el cielo, la cápsula acababa de propulsarse hacia el espacio cuando estalla; un rastro de fuego queda patente en el cielo como si de un meteorito inverso se tratara. Cascotes incendiados llueven sobre Jung.


Los agentes observan el fenómeno, sorprendidos. Cerca de allí, una nave de esclavos liberados había despegado y observan por la ventana lo ocurrido.


Los patrulleros pronto reaccionan y desenfundan sus armas para apuntar a Daigen.


- “Estás detenido.” – dice el patrullero, con cierto pesar.


Daigen deja caer el mando al suelo y levanta las manos. Una lágrima recorre su mejilla mientras esboza una melancólica sonrisa.


En planeta-jardín de Zunoh, el juego continúa.


El cabezón avanza grácilmente entre casillas.


- “¡Otro seis!” – canturrea Zunoh.


Tarble tira su dado.


- “Un uno…” – murmura el saiyajín.

- “¿Has dicho un uno?” – sonríe Sugoro. – “¡Has caído en una casilla trampa! ¡Regresas a la salida!”

- “¡¿QUÉ?!” – lamenta Tarble.


En el espacio profundo, Kamo sigue maniobrando siguiendo las indicaciones de su visor. Pero, de repente, éste le indica que apague los motores.


- “Qué extraño…” – murmura el tsufur. – “Pero será mejor hacer caso…”


Kamo apaga su nave, aunque ésta sigue desplazándose atraída por una fuerza invisible.


- “¿Qué es?” – se pregunta el tsufur. – “¿Un planeta cercano?”


De repente, su nave se reinicia sola.


- “¡¿EH?!” – se asusta Kamo.

- “Bienvenido, tsufur.” – dice una voz a través de los altavoces de la nave.

- “¿Qué?” – se extraña Kamo. – “¿Quién eres?”


No hay respuesta. 


La nave continúa su camino hasta que, por sorpresa de Kamo, aterriza en un lugar completamente oscuro.


En ese instante, la nave se hunde en el suelo y aparece en un gigantesco hangar, descendiendo sobre una plataforma.


- “¿Qué demonios es esto…?” – se pregunta el tsufur.


Todo el lugar está repleto de aparatos electrónicos y circuitos. 


La nave llega al suelo del hangar.


Un pequeño y extraño ser negro, circular, con dos brazos, dos antenas y dos ojos amarillos le espera.


- “Acompáñame.” – dice el extraño ser.


Kamo, pese a desconfiar, decide seguir a su anfitrión.


Juntos recorren un largo pasillo metálico que pronto desciende en espiral hasta lo más profundo del planeta.


- “Esto es… es impresionante…” – murmura el tsufur.


En el planeta refugio de la Patrulla Galáctica, los agentes han recibido informes de lo sucedido en Jung y también les han llegado rumores de las guerras que ha tenido lugar en Kabocha y en Dorakiya. 


Sheela, Motto, Ganos, Obni han hecho entrar a Cheelai y ha Katopesla a la reunión.


- “Trunks…” – sufre y se alegra Cheelai, a partes iguales, al ser informada.

- “Pero si lo que dicen de Hit es cierto…” – murmura Katopesla.

- “Yo seré quien se lo diga a la familia.” – dice Cheelai.

- “Está bien.” – asiente Sheela. – “Gracias.”

- “¿Y qué haremos con Meerus?” – pregunta Obni.

- “De momento, haremos lo que nos ha pedido.” – dice Sheela. – “No es una idea descabellada empezar a prepararnos para una ofensiva.”

- “Con Broly y los saiyajín, todo sería más fácil…” – piensa Ganos.

- “Creo que hay algo que Meerus aún no nos ha contado…” – sospecha Cheelai.


En el Makai, Vegeta, Goten y Trunks han seguido a los demonios, que desfilan todos en la misma dirección. Finalmente, tras un largo viaje de penurias, los tres guerreros identifican una estructura a lo lejos.


- “¿Qué demonios es eso?” – se pregunta Trunks.


Un castillo construido con roca negra y granate que parece haber sido destruido y reconstruido infinitas veces, cuyas paredes parecen medio derretidas como si estuvieran hechas de cara, se yergue en mitad de un páramo desértico.


Los demonios se detienen frente a las puertas del edificio y braman al cielo rojo; unos lamentos que helarían la sangre de cualquiera.


Agazapados tras una colina cercana, nuestros tres amigos observan el lugar.


- “¿Qué hacen aquí?” – se pregunta Goten.

- “Debe ser el palacio del Rey de los Demonios…” – dice Vegeta. – “Ese tal Abraca al que ya derrotamos…”


Trunks no parece convencido.


- “Si ya lo derrotasteis… ¿a qué vienen?” – murmura el mestizo.


De repente, en el balcón de la torre más alta, las puertas se abren y un diablo sale a recibir a los demás.


La imagen del demonio deja estupefactos a nuestros amigos.


- “No puede ser…” – dice Goten.

- “Es él…” – dice Trunks.

- “Dabra…” – murmura Vegeta.


El renacido Rey de los Demonios, vestido con un traje rojo y negro que recuerda al de su padre, el Rey Abraca, observa a su ejército desde el balcón, con una maléfica sonrisa en su rostro.


Dibujado por Ipocrito


domingo, 8 de agosto de 2021

DBSNL // Capítulo 209: Un paraíso

DBSNL // Capítulo 209: Un paraíso

“Solo quiero saber dónde se encuentra nuestro amigo.”



En el jardín hasta el que ha viajado Kamakiri, el doctor, Tarble, Kale y Spade bajan de la nave. El resto de piratas esperan a bordo.


Dos hombres altos y delgados, de piel turquesa, vestidos con elegantes ropajes clásicos japoneses, gi amarillos, chaqueta verde y cinturón morado, cuya mitad inferior de su rostro está oculto tras máscaras, reciben a los visitantes.


Con un gentil y elegante gesto, uno de los hombres indica a Kamakiri y a los demás que los sigan.


El grupo empieza a caminar por un sendero que cruza el maravilloso jardín.


- “¿Dónde estamos?” – pregunta Kale.

- “Silencio.” – dice Kamakiri.


Spade sigue alucinando.


- “Es… es increíble…” – murmura el pirata.

- “¿Es que sabes de este lugar?” – susurra Tarble, confuso.


Una mirada suspicaz de uno de los escoltas hace que el saiyajín se calle y agache la cabeza, disimulando, avergonzado.


En Jung, Daigen y los patrulleros que quedan en el planeta beben en una sala del puerto espacial. Los agentes han puesto al día al soldado.


- “Es una lástima que no hayamos podido atrapar a Heeter…” – dice un patrullero.

- “Heeter es mío.” – dice Daigen.

- “Sé que lo habrás pasado mal…” – dice el patrullero. – “Pero debes dejar que la justicia…”

- “Aprovechó que mi gente huía del Imperio… les ofreció refugio y los esclavizó.” – dice el soldado. – “Kabocha era un pueblo noble y equiparable en combate a los saiyajín.”

- “¿Y cómo puedes trabajar para el Imperio?” – pregunta el patrullero. 

- “Freezer nos aniquiló porque temía una revuelta.” – dice Daigen. – “Heeter nos esclavizó.”


Daigen aprieta el vaso que tiene en su mano hasta hacerlo estallar, derramando la bebida que quedaba.


- “Al menos el primero no nos negó nuestra dignidad.” – dice el soldado.


En el espacio exterior, lejos del universo conocido, Kamo navega con una nave monoplaza a través de la oscura nada, guiado por unas coordenadas en su visor.


- “Espero que ese pequeño robot esté en lo cierto…” – murmura el tsufur.


En el jardín, nuestros amigos han llegado al templo central, donde unas gigantescas puertas de madera se abren frente a ellos, revelando a un hombre de gran tamaño, con sobrepeso, sentado en el suelo, con una cabeza desproporcionadamente grande, con un peinado chonmage tradicional y vestido con un gi amarillo elegante y una chaqueta morada. Su piel es de color lila y sus labios están pintados de rojo. Destacan los grandes lóbulos de sus orejas.



Dibujado por Beldum



Al llegar frente al misterioso caballero, Kamakiri se arrodilla. Los demás, desconcertados, imitan al doctor.


- “Señor Zunoh.” – dice Kamakiri.

- “¿Tú otra vez?” – pregunta el cabezón.

- “Esta vez vengo solo acompañando a esta muchacha.” – dice el doctor, refiriéndose a Kale.

- “Eso es nuevo.” – sonríe Zunoh. – “¿O es que la red de inteligencia de tu benefactor ya iguala mis habilidades?”

- “Aún no.” – responde Kamakiri.


Zunoh mira atentamente a Kale.


- “¿Qué quieres, muchachita?” – pregunta el cabezón.

- “¿Eh?” – dice la saiyajín, a la que han pillado desprevenida.

- “Adelante.” – susurra Kamakiri. – “Pregúntale por tu amigo.”

- “Señor…” – dice Kale, mirando de reojo al doctor.

- “Zunoh.” – le chiva Kamakiri.

- “Señor Zunoh.” – dice la saiyajín. – “Mi compañero Tarble y yo estamos muy preocupados por nuestro amigo Broly, que fue secuestrado por el enemigo cuando luchábamos en el planeta Popol…”

- “No tienes que contármelo todo…” – bosteza Zunoh.

- “Lo siento.” – se avergüenza Kale. – “Solo quiero saber dónde se encuentra nuestro amigo.”


Zunoh se limpia las uñas con desinterés.


- “Sé dónde está ese Broly. El Universo habla, si sabes escuchar. No hay secretos para mí.” – dice el cabezón. – “Pero mi información no es gratuita.”

- “¿Qué quiere?” – interviene Tarble. – “Haremos lo que esté en nuestra mano.”


Zunoh sonríe.


- “Algo divertido…” – dice el cabezón.


Los dos escoltas se miran de reojo y una gota de sudor recorre su frente, acostumbrados a vivir esta situación.


Zunoh levanta sus manos en celebración.


- “¡Juguemos a algo!” – dice el hombre.


Nuestros amigos se miran de reojo con dudas e incomodidad.


Zunoh se pone en pie de un brinco y se da la vuelta. La pared del fondo de la sala cae al vacío, revelando un gran espacio extraño y oscuro.


- “¡¡Juguemos a Sugoroku!!” – exclama Zunoh.


De repente, el espacio se ilumina y revela un gigantesco circuito que representa un tablero de e-sugoroku, un juego japonés parecido a "serpientes y escaleras", a tamaño humano. Las casillas flotan en el aire.


- “¿EH?” – se sorprenden Tarble, Kale y Spade.


Los tres caminan hasta el borde de la sala y echan un vistazo al estrambótico lugar.


- “¿Qué es esto?” – se pregunta Tarble.

- “¿Otra dimensión?” – dice Spade.

- “¿Qué poderes tiene este tipo?” – se pregunta Tarble.


De repente, los tres personajes son teletransportados a la casilla de salida. Zunoh está con ellos.


- “¡¿Qué?!” – se sorprenden todos.

- “¡Si me ganáis, os diré dónde está vuestro amigo!” – dice Zunoh.

- “¡¿Qué?!” – repiten Spade y Tarble.

- “No os quejéis, que sois tres contra uno…” – dice el cabezón.

- “¡¿Pero qué pinto yo en esto?!” – protesta Spade.


Kale parece decidida.


- “¡¿Cómo sabemos que no hará trampas?!” – pregunta la saiyajín. – “¡Es su juego!”


Kamakiri frunce el ceño.


- “Insolente…” – se preocupa el doctor.

- “Es una pregunta lógica…” – sonríe Zunoh. – “¡Y por eso no lo dirijo yo!” – explica. – “¡Tenemos un maestro de ceremonias invitado!”


Un foco ilumina una casilla del tablero sin numerar y aparece un hombre de baja estatura, piel azul y ojeras negras, calvo y con orejas puntiagudas.


- “¡Soy Sugoro! ¡Vuestro director de juego!” – se presenta el hombrecito, sosteniendo un gran dado de seis caras en la mano, sobre su cabeza.


Tarble y Spade se miran.


- “Esto es una locura…” – dice el saiyajín.


Kale da un paso al frente.


- “¿Quién tira primero?” – pregunta la muchacha.

- “Una chica decidida…” – sonríe Zunoh. 


Sugoro hace levitar el dado hasta Spade.


- “Veamos el orden de salida…” – dice el maestro.


El pirata deja caer el dado.


- “Un tres…” – dice Spade, decepcionado.


El dado flota hasta Tarble.


- “Un uno…” – agacha la cabeza el saiyajín, avergonzado.


Le toca a Kale.


- “¡Un cinco!” – celebra la muchacha.

- “¡Muy bien, Kale!” – le anima Tarble.


Zunoh lanza el dado ahora.


- “¡Un seis!” – presume el cabezón. 


Kale frunce el ceño.


- “Casi…” – protesta ella.

- “Un cinco no está nada mal…” – la tranquiliza Tarble.


Sugoro comenta la jugada.


- “¡El Gran Zunoh ha sacado un seis!” – dice el maestro. – “¡Él empezará a jugar!”


Zunoh lanza de nuevo.


- “¡Otro seis para el Gran Zunoh!” – anuncia Sugoro.

- “¡Menuda suerte!” – lamenta Spade.

- “Vaya…” – refunfuña Tarble.


Kamakiri y los escoltas observan la partida desde la sala, con cierta vergüenza ajena.