DBZ - Saga Bu Rewrite / Capítulo 3: Entrenamiento en el Monte Paoz
Al día siguiente del incendio, sábado, las portadas de los periódicos celebran la hazaña de los héroes de Satán City, pero también se hacen eco de algo más; la pareja de moda: “¡El Ligue de la Justicia!” titula el Daily Orange acompañado de una fotografía de los dos justicieros abrazados; “Videl y el Gran Saiyaman… ¡¿JUNTOS?!” reza la entradilla.
En la Mansión Satán, el Campeón, vestido con albornoz y zapatillas, se dirige al salón y se sienta en un enorme sillón rojo con sus iniciales bordadas en oro en el respaldo. Satán se acomoda, se enciende un enorme puro y agarra el periódico del día que su mayordomo le ha dejado preparado sobre la mesa.
El Campeón pronto salta de su asiento alarmado.
- “¡¿Qué significa esto?!” – se pregunta. – “¡¿Mi hija con un vigilante enmascarado?!”
Satán corre hacia el piso superior de su mansión; va tan acelerado que casi se tropieza al perder una zapatilla.
- “¡VIDEL!” – exclama el Campeón. – “¡¿Qué significa esto?!” – dice agitando el periódico en la mano mientras abre la puerta de la habitación de su hija.
Pero Videl no está. La cama está desecha y la ventana abierta.
Mientras tanto, en el Monte Paoz, Gohan ya ha desayunado. Una docena de platos sucios están amontonados sobre la mesa y el mestizo se deja caer deslizándose sobre la silla mientras resopla saciado. Viste un pantalón corto azul y una camiseta de tirantes blanca; la ropa con la que suele dormir.
- “¡Estaba riquísimo!” – exclama el mestizo.
- “¡Jeje!” – ríe Chichi. – “Verdaderamente eres hijo de tu padre.” – dice risueña.
Gohan se levanta con decisión.
- “Voy a darme una ducha y empezaré a estudiar para los exámenes de este trimestre.” – dice el chico.
Chichi está encantada con su hijo.
Pasa poco más de una hora y Gohan está trabajando en su habitación cuando oye un zumbido fuera. El viento se levanta al sonido de una turbina.
Gohan abre su ventana y ve el jet de la Corporación Cápsula aterrizando en el jardín.
Chichi recibe a Bulma y Trunks y los invita a un té. Bulma viste un pantalón cargo marrón, una camiseta blanca y una chaqueta vaquera. Trunks viste un pantalón corto verde y una camiseta de tirantes amarilla.
Trunks ya iba caminando disimuladamente hacia el interior de la casa, pensando en ir a ver a Gohan, pero el mestizo sale a su paso.
- “¡Hola, Son Gohan!” – exclama el niño. – “¡¿Vamos a jugar?!”
- “¡Hola!” – saluda Gohan a Trunks y a su madre.
- “¿Cómo va el instituto, Gohan?” – pregunta Bulma.
- “¡Genial!” – exclama Gohan. – “¡Y todo gracias a ti!”
- “He estado leyendo la prensa últimamente…” – añade con una pícara sonrisa.
- “¡Parece que les gusto!” – dice Gohan algo avergonzado.
- “El Gran Saiyaman es un éxito.” – dice Chichi. – “Ya podrían pagarle un sueldo…”
Bulma se da cuenta de que ninguno de los dos no sabe nada.
- “¿No has leído la prensa de hoy?” – pregunta ella.
- “No…” – dice Gohan, algo extrañado. – “¿Por qué?”
- “¡Nada, nada!” – responde Bulma. – “Ve a jugar con Trunks un rato, anda.”
Trunks, ilusionado, agarra de la mano a Gohan.
- “¡Vamos! ¡Vamos!” – insiste el chico. – “¡Quiero pelear!”
- “¡Espera!” – dice Gohan. – “Si vamos a jugar a peleas, antes tengo que cambiarme…”
Gohan se viste con un gi morado con cinturón, muñequeras y calentadores naranjas.
- “¡Listo!” – exclama Gohan.
Chichi lava los platos mientras habla con Bulma cuando Gohan y Trunks salen de casa.
- “¿Qué te parece si calentamos un poco?” – sugiere Gohan.
- “¡Vale!” – exclama Trunks, animado.
Mientras los dos muchachos corren por el bosque, Bulma y Chichi siguen de cháchara.
- “¿Y qué te trae por aquí?” – pregunta Chichi.
- “He venido a por unas piezas a Satán City y se me ha ocurrido pasar a saludar” – dice Bulma. – “Trunks está entusiasmado con Gohan. ¡Lo admira!” – sonríe.
- “Gohan también adora a Trunks.” – dice Chichi. – “Es como un hermano pequeño.”
- “Les irá bien pasar un rato juntos” – dice Bulma.
- “¿Qué tal está Vegeta?” – pregunta Chichi.
- “Tan cascarrabias como siempre.” – suspira Bulma. – “Aún no ha superado la muerte de Goku.”
- “Quién lo iba a decir…” – sonríe Chichi nostálgicamente. – “Vegeta…”
- “Desde su enfrentamiento con Cell no ha vuelto a pelear.” – explica Bulma. – “Casi ni entrena. Parece que no tenga ganas de hacer nada.”
- “Vaya…” – dice Chichi.
- “Pero hablemos de cosas más interesantes…” – dice Bulma, que no puede contener su risa mientras hurga en su bolso y saca un ejemplar enrollado del Daily Orange. – “¿Has visto el periódico de hoy?”
En el bosque, Gohan y Trunks ya dan por terminado el calentamiento y se ponen en guardia el uno frente al otro.
- “¿Estás listo, Trunks?” – dice Gohan.
- “¡Por supuesto!” – responde el hijo de Vegeta.
Los dos muchachos cargan contra su contrincante y se enzarzan en un intercambio de golpes.
Gohan deja que Trunks lleve la iniciativa y retrocede lentamente.
- “¡Muy bien!” – le anima el mestizo. – “¡Sigue así!”
Trunks cada vez pone más empeño en sus ataques. Se está esforzando, pero no logra hacer sudar a Gohan.
Finalmente, Trunks se detiene, algo frustrado.
- “¿Qué ocurre?” – le pregunta Gohan.
- “No peleas en serio.” – dice Trunks.
- “Bueno…” – responde Gohan. – “Lo suficiente…”
- “No me trates como a un niño.” – dice el hijo de Vegeta. – “Lucha de verdad. Quiero saber lo lejos que estoy.”
La determinación del muchacho sorprende a Gohan.
- “Está bien.” – asiente el mestizo, cuya mirada se torna seria.
Trunks se concentra y respira hondo. Se siente preparado.
El hijo de Vegeta se abalanza sobre Gohan, pero este desaparece ante sus ojos y aparece a su espalda para darle un empujón con el pie que lo estampa contra el suelo.
Trunks se queda aturdido un instante sin creerse lo que acaba de ocurrir. Ni siquiera lo ha visto. El joven sabía que Gohan le superaba, pero no esperaba tanta diferencia.
Trunks se pone en pie sin decir nada.
- “¿Estás bien?” – pregunta el hijo de Goku.
Trunks responde emocionado.
- “¡SÍ!” – responde animado. – “¡Solo tengo que entrenar más!” – añade con una sonrisa que demuestra sus ganas.
Gohan sonríe satisfecho.
- “Está bien que tengas tantas ganas de hacerte fuerte” – dice el mestizo.
- “¡Algún día te superaré!” – insiste Trunks.
El mestizo vuelve a ponerse en guardia.
- “Ah, ¿sí?” – le provoca.
- “No lo dudes” – responde el hijo de Vegeta, que se prepara para atacar.
Trunks ataca de nuevo y Gohan retrocede dando saltos. El chico lo persigue, pero Gohan evita cada golpe y finalmente se eleva.
Trunks se queda en el suelo, mirando a su compañero con indignación.
- “¡Eso no vale!” – dice el niño. – “Yo no sé volar…”
Gohan sonríe.
- “Pues tendré que enseñarte” – dice el mestizo.
Una enorme sonrisa se dibuja en el rostro de Trunks.
- “¡¿En serio?!” – celebra. – “¡¿Vas a enseñarme a volar?!”
Gohan asiente.
- “Pues claro.” – reafirma.
De repente, un jet amarillo pasa volando cerca de allí en dirección a la casa de Chichi; un vehículo que Gohan reconoce.
- “¡¿Esa es…?!” – exclama el chico sorprendido y un poco asustado.
Gohan y Trunks corren de vuelta a casa y se encuentran con Videl y Chichi charlando en la puerta. Bulma observa desde el interior. El vehículo de la muchacha está aparcado detrás del de la Corporación.
- “Así que tú eres la buscona de la foto…” – dice Chichi con los brazos en jarra, analizando detenidamente a la chica.
- “¡No soy una buscona!” – responde Videl.
Gohan interrumpe la discusión rápidamente.
- “¡Hola!” – saluda el mestizo. – “¿Cómo has sabido dónde vivo?” – pregunta.
- “Lo he buscado en los archivos de la escuela.” – responde Videl. – “Ventajas de colaborar con la policía.”
Chichi se cruza de brazos, molesta.
- “Ejem…” – se aclara la garganta con una falsa tos para reclamar atención.
- “¡Ah!” – exclama Gohan. – “Lo siento.” – se disculpa inocentemente. – “Está es mi madre” – presenta a Chichi. – “Y esta es Videl, una compañera del instituto.” – hace lo mismo con su amiga.
Trunks se acerca.
- “¿Es tu novia?” – pregunta el niño.
- “¡No me estás ayudando!” – protesta Gohan entre dientes.
Chichi, suspicaz, levanta una ceja.
- “¿Compañera del instituto?” – se sorprende Chichi, que solo la había visto en la portada periódico.
- “Sí, vamos a la misma clase” – explica Gohan. – “¡Pero además es muy fuerte! Es hija del Míster Satán…”
Bulma sale de la casa y sonríe al oír el nombre del Campeón.
- “Pues seguro que es muy fuerte…” – dice en tono burlón.
- “Le he prometido que le enseñaría a volar.” – dice Gohan. – “Es algo muy útil para luchar contra el crimen…”
Bulma pasa por al lado de Gohan y le guiña un ojo.
- “Tienes buen gusto.” – susurra Bulma. – “¡Vámonos, Trunks!”
- “¡¿Qué?!” – protesta el niño. – “¡Yo también quiero aprender a volar!”
- “Otro día…” – insiste Bulma.
De repente, el comunicador de pulsera de Videl recibe una alerta.
- “¡Un vehículo a la fuga en la autopista A-9!” – informa un agente por radio.
Videl y Gohan se miran y asienten.
- “¡¿Puedo ir?!” – pregunta Trunks.
Bulma lo agarra de la oreja.
- “A casa…” – suspira la madre mientras tira de él.
- “¡Ay! ¡Ay!” – se queja el niño.
Videl se sube a su jet-flyer y Gohan activa su dispositivo de pulsera. Los dos parten juntos hacia el lugar de los hechos.
Unos minutos más tarde, los héroes de Satán City han solucionado el problema.
En los calabozos de la comisaría de policía, un agente se come un donut mientras escucha las noticias en la radio y hace guardia sentado en su escritorio con los pies sobre la mesa.
- “El Gran Saiyaman y Videl vuelven a intervenir con éxito en un caso de atropello y fuga…” – anuncia el aparato.
Cerca de allí, los dos delincuentes detenidos el día anterior en la carretera 81 están sentados en los bancos de sus respectivas celdas.
- “Esos dos idiotas…” – refunfuña el delgaducho.
- “Malnacidos…” – gruñe el grandullón, cuyo orgullo fue herido al ser humillado por la muchacha.
De repente, los dos sienten una extraña presencia invisible.
Los dos maleantes se agarran la cabeza como si estuvieran sufriendo un terrible tormento.
- “¡GGGRRAAAAAHH!” – grita el grandullón, que se arrodilla y se dobla en el suelo.
- “¡AAAAAH!” – chilla su compañero. – “¡BASTAAAA!”
Sus cuerpos se retuercen violentamente. Sus manos se llenan de cabellos caídos.
El agente de policía que vigilaba los calabozos se levanta asustado y pide ayuda a sus compañeros, que pronto entran para asistirle.
- “¡Llamad a un médico!” – insiste el agente, mientras intenta abrir las celdas con la llave que cuelga de su cinturón.
El domingo llega al Monte Paoz. Ha salido el Sol y Gohan está listo. Bulma ya ha dejado a Trunks en la puerta de la residencia Son y se ha marchado de compras a la ciudad.
El chico llega preparado, luciendo un gi verde con botas de color ocre y muñequeras y cinturón naranjas.
- “¿Gi nuevo?” – pregunta Gohan.
- “¿Te gusta?” – responde Trunks, poniendo los brazos en jarra y girando su cabeza hacia un lado, mirando al infinito.
- “¡Estás muy guapo!” – dice Gohan. – “Es una pena que vaya a ensuciarse…”
- “Jeje” – ríe Trunks. – “No pasa nada. Si se ensucia o se rompe, mi madre me comprará otro.”
- “A veces se me olvida el dinero que tenéis…” – suspira Gohan.
- “¿Y tu chica?” – pregunta Trunks.
- “¡No es mi chica!” – responde rápidamente Gohan, avergonzado. – “Pero ahora que lo dices… Ya debería haber llegado…”
En la comisaría de Satán City, Videl ha acudido a una llamada de socorro. El edificio de la policía ha volado parcialmente por los aires. Un gran agujero ha abierto paso en la fachada.
- “¿Qué ha podido provocar tanta destrucción?” – se pregunta Videl. – “¿Una bomba?”
Varios agentes están siendo atendidos por los servicios médicos en las proximidades de la comisaría.
Ajenos a los hechos, Gohan y Trunks siguen esperando para empezar el entrenamiento. Los dos muchachos están tumbados bocarriba sobre la hierba, cerca de un lago, mirando las nubes pasar.
Trunks se incorpora, un poco molesto.
- “¡Esto es un rollo!” – protesta el chico.
- “No seas impaciente…” – responde Gohan, con los ojos cerrados. – “Tenemos que esperar a Videl para poder empezar las clases de vuelo. No quiero tener que explicar las cosas dos veces…”
Trunks se cruza de brazos, poco convencido.
- “Pues vaya…” – refunfuña. – “Yo he venido a entrenar…”
- “No vas a dejarme tranquilo, ¿eh?” – sonríe Gohan, abriendo un ojo y mirando a su amigo.
El niño se pone en pie de un salto.
- “¡Solo me callaré si me lo enseñas!” – dice Trunks con una pícara sonrisa.
- “¿Eh?” – responde un confuso Gohan.
- “¡Enséñame el Súper Saiyajín!” – insiste el hijo de Vegeta.
Gohan suspira y decide ponerse en pie.
- “Está bien…” – dice el mestizo. – “Pero solo una vez… Estate atento, ¿de acuerdo?”
Trunks asiente dos veces con decisión.
Gohan aprieta los puños y cierra los ojos un instante. Cuando los abre de nuevo, éstos son de color verde y una fuerte corriente de aire empuja a Trunks y sacude la zona. El cabello de Gohan se ha erizado y se ha vuelto dorado. El aura del Súper Saiyajín arde a su alrededor.
- “Qué alucinante…” – murmura Trunks, con los ojos como platos.
- “¿A que sí?” – fanfarronea Gohan.
Con un suspiro, el aura desaparece y Gohan vuelve a la normalidad.
- “¿Y yo puedo hacer eso?” – pregunta Trunks.
- “Claro… Con entrenamiento seguro que lo logras.” – dice Gohan. – “Pero tanto a tu padre como al mio les costó mucho… Yo fui el más joven en lograrlo, pero tampoco me fue fácil…”
Trunks aprieta sus puños y los dientes, que rechinan mientras intenta concentrar su energía.
- “¡No te precipites! Jeje…” – ríe Gohan. – “No es tan fácil. Aún te queda mucho por aprender… Además, hace falta un ataque de ira para…”
Pero de repente, el cabello de Trunks se eriza y se torna rubio. Sus ojos brillan de color verde y una llama dorada lo envuelve.
Gohan se queda boquiabierto.
Trunks parece un poco confuso y se mira las manos, después intenta verse la espalda. Se siente extraño y se da cuenta de la expresión en el rostro de su amigo.
- “¿Qué pasa?” – pregunta Trunks. – “¿Por qué me miras así?”
- “Tú… Eres… Eres un Súper Saiyajín…” – titubea Gohan.
- “¡¿EN SERIO?!” – exclama Trunks. – “¡VIVA! ¡VIVA!” – celebra dando brincos de alegría. – “¡SOY UN SÚPER SAIYAJÍN!”
Gohan sigue sin asimilar lo que tiene ante sus ojos.
- “Esto… Esto no está bien…” – balbucea el mestizo. – “Aún no deberías…”
En la Corporación Cápsula, Vegeta esta mirando la televisión, sentado en el sofá, cuando de repente siente la energía de su hijo y se incorpora repentinamente.
- “¡¿QUÉ?!” – se sorprende el saiyajín. – “Ese… Ese es… ¡¿TRUNKS?!”
En la Atalaya de Kamisama, Piccolo observa la Tierra desde el borde de la plataforma. Una media sonrisa se dibuja en su rostro.
- “No está nada mal…” – murmura el namekiano.
Gohan se queda contemplando a su pequeño amigo con cierto orgullo.
- “Tan joven y ya es un Súper Saiyajín…” – murmura Gohan. – “Puede que éste nos supere a todos.” – sonríe.
Trunks sigue celebrando su logro. El pequeño salta y brinca por toda la zona, poniendo a prueba sus nuevas habilidades.
- “Oye, Trunks…” – le reclama Gohan. – “¿Quieres que luchemos?”
- “¡¿En serio?!” – dice Trunks emocionado.
- “Claro” – asiente Gohan.
- “¡Vale!” – exclama el chico.
Los dos mestizos se ponen en guarida.
- “Veamos de qué es capaz ahora que…” – piensa Gohan.
Pero su pensamiento es interrumpido por un ataque de Trunks, que se ha abalanzado sobre él a toda velocidad, intentando propinarle una patada. Gohan ha detenido el golpe, pero sin duda no esperaba esa agilidad por parte del chico.
Trunks insiste en sus ataques y Gohan retrocede. Finalmente, un puñetazo de Trunks obliga a Gohan a cruzar los brazos frente a su pecho para protegerse. El impacto crea una corriente de aire que resquebraja el suelo y hace tambalear los árboles de los alrededores.
- “Y es la primera vez que se transforma…” – piensa el mestizo. – “¡Increíble!”
Trunks parece que se ha despistado y mira al cielo por encima del hombro de Gohan.
- “¿Esa no es tu amiga?” – pregunta el chico.
El jet de Videl cruza el cielo hacia el Monte Paoz.
- “Ya ha llegado…” – dice Gohan.
- “¡Voy a enseñarle el Súper Saiyajín!” – exclama el chico, ilusionado.
- “¡NI SE TE OCURRA!” – replica Gohan, rápidamente.
Trunks agacha la cabeza mientras retorna a su estado base, algo asustado por el grito de su amigo.
- “¿Por qué no?” – pregunta con timidez.
- “Pues…” – dice Gohan mientras piensa una excusa. – “¡Porque las chicas piensan que los Súper Saiyajín son unos gamberros!” – responde, acordándose de la reacción de su madre al verle teñido de rubio.
- “Ah, ¿sí?” – se extraña Trunks, no muy convencido.
- “Eso es” – asiente Gohan.
Trunks y Gohan corren de regreso a su casa.
- “Lo cierto es que no puedo dejar que Videl sepa que soy también el Guerrero Dorado…” – piensa el muchacho. – “Podría descubrir la verdad sobre quién derrotó a Cell y eso le rompería el corazón.”
Cuando llegan a casa, Videl espera apoyada en su jet.
- “¡Hola, Videl!” – saluda Gohan.
- “Siento llegar tarde” – se disculpa ella. – “Ha habido un atentado en la comisaría.”
- “¡¿Un atentado?!” – se preocupa Gohan.
- “Cuando he llegado ya era tarde. No había nada que hacer.” – responde la muchacha. – “La policía está investigando. Me mantendrán informada.”
Videl se da cuenta de que Chichi la mira con recelo desde la ventana.
- “Creo que a tu madre no le caigo bien…” – dice Videl.
- “Jeje…” – ríe Gohan incómodamente. – “Es que me tiene muy celoso…”
La muchacha se fija en el pequeño amigo que acompaña a Gohan.
- “¿Y él?” – pregunta Videl.
- “También quiere aprender a volar.” – dice Gohan. – “Os enseñaré a los dos.”
- “¿Tan pequeño?” – se sorprende la muchacha.
- “Oye, que soy un Súp…” responde Trunks, molesto, pero Gohan enseguida se abalanza sobre él y le tapa la boca.
- “¿Un qué…?” – pregunta Videl.
- “¡JAJAJA!” – ríe Gohan nervioso. – “¡Nada! ¡Nada!” – intenta desviar la atención. – “¡Cosas de niños…!”
Gohan, con las prisas, ha tapado la boca y la nariz de Trunks, que aletea nervioso.
- “Vamos a buscar un lugar tranquilo, ¿vale?” – dice Gohan. – “Por allí hay un claro que puede servir.” – señala hacia el bosque.
- “Está bien.” – dice Videl, mientras empieza a caminar.
Finalmente, Gohan suelta Trunks, que puede respirar de nuevo.
- “¡No me metas en líos!” – susurra Gohan.
- “Lo siento…” – se disculpa Trunks.
Videl se detiene y los mira de reojo.
- “¿Qué os traéis entre manos?” – pregunta ella.
- “¡Nada! ¡Nada!” – dicen los dos, agitando las manos.
La chica sigue caminando y los dos mestizos suspiran aliviados.
¡Espero que os guste! ¡Más cambios! :)
ResponderEliminarimpresionante la majinizacion de los dos delincuentes,muy bueno!1
ResponderEliminarveremos el torneo de artes marciales?
por otro lado, aqui me veo gohan super saiyan 2 luchando contra majin vegeta,que recuperara las ganas de pelear viendo a trunks. la respuesta es "ya lo veremos"!!
¡Gracias! :D
EliminarNo habrá torneo. La trama de Babidí conectará directamente con el Gran Saiyaman y Videl.
No puedo decir nada más XD Ya veremos ;)
Lo de la espalda de trunks es una referencia a dbsuper? Espero que no canonices eso! Jajajajaja
ResponderEliminarBuen capitulo, me gusta a donde se dirige la trama de babidi, parece mas natural que el torneo
¡Gracias! :D
EliminarCreo que el torneo no es necesario y que termina siendo un poco relleno, porque nada tiene que ver con la trama principal. Enlazaremos la historia de otra forma ;)
XDDDD No voy a canonizar eso.
Es un gesto natural, de ver qué está pasando a su alrededor, de donde sale su aura nueva. No pretende canonizar lo de Super XD
En principio la transformación de Trunks no me gustó
ResponderEliminarAunque ahora que lo pienso es lógica si tiene un poder de un Goku ssj Namek o post Yadrat y no el poder que le dieron en la saga original donde con un ataque flojito sorprendía a 18 xd
Otro dato curioso es que ya surgieron los dos primeros Majin...¿Veremos a Dabra?¿cuanto poder tendrá?
PD: Al capitulo lo leí hace mas de 4 horas pero recién ahora me estoy autoconvenciendo de que Trunks se vuelva asi entrenando con Gohan
EliminarMantener el SS de Trunks no ha sido una decisión fácil.
EliminarMuy épico el capítulo
ResponderEliminarVi en comentarios que no vas a mantener el torneo ¿Los Kaioshin no van a ser canónicos en esta historia?
Por cierto, intenté unirme al Discord con esta invitación (https://discord.gg/Qfrtyv) y me aparece que no es válida o que expiró :c
EliminarFui a Balls & Dragons y el link de ahí ya me anduvo XD
EliminarVeo que sin querer puse un enlace que caducaba en 24h. Disculpa. Pero veo que ya lo has solucionado :)
EliminarSobre los KS, sí que los veremos, pero las cosas ocurrirán de forma distinta.