Kamakiri // Parte II: Aknon
“¿Es ella?”
Tras varias semanas de viaje, Monaka y Kamakiri llegan a planeta Aknon, ahora conocido como Rudeeze. El doctor comprueba en su PDA las imágenes de sus archivos, estudiando la posible localización del templo de la Diosa.
La nave de repartos aterriza en medio de un desierto, siguiendo las indicaciones del doctor. Es de noche, pero el resplandor de dos lunas ilumina el lugar.
- “¿De verdad hay algo en este planeta que no sea arena?” – pregunta Monaka.
- “Puede que ahora todo sea arena” – responde Kamakiri. – “Pero el libro habla de tierras fértiles. En algún momento, este lugar tuvo que ser un paraíso.”
- “Si tú lo dices…” – suspira Monaka. – “Espero que tengas razón.”
Monaka y Kamakiri bajan de la nave e investigan la zona.
- “Tiene que se aquí…” – dice el doctor, que mira al cielo para usar las estrellas como guía, siguiendo el mapa que aparece en el viejo libro.
- “Yo no veo nada…” – dice Monaka.
De repente, el suelo cede y Kamakiri cae por un agujero. La arena que le acompaña amortigua su caída.
- “¡¿Estás bien?!” – se preocupa Monaka.
- “Sobreviviré” – dice Kamakiri.
- “¡Voy a buscar una cuerda!” – dice Monaka.
Kamakiri, mientras su compañero se prepara para sacarle del agujero, decide investigar el lugar.
El doctor se da cuenta de que se encuentra en el interior del templo que estaba buscando. Las paredes de su alrededor se encuentran repletas de jeroglíficos que narran la misma historia que se cuenta en el libro. Una cascada adorna el muro.
- “Agua…” – se sorprende el médico.
Kamakiri se adentra en el templo, olvidándose por completo de Monaka. Al entrar en la siguiente sala, una gran estatua decapitada de la Diosa se yergue ante él.
- “¿Es ella?” – murmura el doctor.
En una de las paredes, un dibujo que ha intentado ser borrado; La gente de Aknon, felinos humanoides, adorando a la Diosa.
En otro muro, el dibujo del guerrero que se enfrentó a ella, un gotokoneko con una herida sobre su ojo derecho, está dibujado sobre un antiguo mural que alababa a la tiránica mujer.
El doctor continúa su camino hasta encontrar un portal abierto, con una gran losa de piedra que ha sido movida.
- “Es aquí…” – murmura Kamakiri, acariciando el portal. – “La tumba está… está abierta…” – dice preocupado.
El doctor entra en la sala y puede ver un sarcófago abierto sobre un altar.
- “No…” – lamenta Kamakiri. – “¿He llegado tarde?”
El desesperado doctor corre hacia el ataúd de piedra y mira a su interior. Está vacío.
- “¿Alguien ha llegado antes que yo?” – se pregunta. – “¿O es que…?”
De repente, Kamakiri se da cuenta de que quedan unos pocos cabellos largos y negros de la Diosa en el fondo del sarcófago.
- “¡Podría funcionar!” – exclama emocionado.
El doctor saca unas pinzas y un tubo de ensayo de su mochila para recoger las muestras con sumo cuidado.
- “Espero poder sacar algo de aquí…” – murmura Kamakiri, preocupado.
El médico regresa a la sala principal, donde una cuerda ahora cuelga del techo.
- “¡¿Me oye, doctor?!” – grita Monaka. – “¡¿Hola?!”
- “¡Estoy aquí!” – responde Kamakiri, que agarra la cuerda. – “¡Puedes sacarme!”
Monaka utiliza su nave para levantar la cuerda y sacar al doctor del templo.
Al reunirse en el interior de la nave, el repartidor se acerca a Kamakiri.
- “¿Ha encontrado algo?” – pregunta Monaka.
- “Unos cabellos.” – responde Kamakiri. – “Posiblemente sean de la mujer que adoraban.”
- “¿Eso es todo?” – se extraña el repartidor.
- “Es mejor que nada.” – suspira Kamakiri. – “Puede que aprendamos algo estudiando su genoma y sus propiedades.”
Monaka vuelve a la cabina, algo decepcionado.
- “Esperaba algo más esperanzador…” – lamenta el repartidor. – “Pero confío en usted.”
Kamakiri observa el cabello de la Diosa detenidamente y aprieta el tubo de ensayo con fuerza en sus manos.
Monaka se prepara para despegar.
- “Espero poder volver a ver a Kinako…” – suspira el repartidor.
De repente, Kamakiri usa su cinturón para estrangular a Monaka por la espalda. El repartidor, muy confuso, intenta luchar por su vida e intenta liberarse.
El doctor pone su pie en el respaldo del asiento para poder ejercer más fuerza.
- “Lo siento…” – llora Kamakiri. – “Te he mentido. Sin su cuerpo, no puedo traerla de vuelta.”
Tras unos segundos, todo ha terminado. Monaka ha muerto.
Kamakiri coloca el cadáver en una gran nevera destinada a preservar mercancías de reparto.
El doctor abandona Rudeze y se dirige de vuelta a su hogar.
¡Espero que os guste!
ResponderEliminarEs cortito porque no he tenido mucho tiempo, pero creo que es bastante interesante en cuanto a lore :)
Ostia, muy buen capítulo como siempre, pobre monaka, me ha dado penita
ResponderEliminar¡Gracias!
EliminarSí :(
Pelo negro? Esto apunta a Helles, quien la libero? Mejor dicho, cuando salió de la tumba?
ResponderEliminarA que se refiere que no puede revivir a la mujer de monaka? La enfermedad destruye el cuerpo?
Supongo que el pelo no fue suficiente para revivir a su familia, porque en el universo 6 quería las dragón balls
Veremos cómo el doctor desarrolla sus poderes de cadáveres?
Lo sabremos en el próximo capítulo ;) A ver si puedo terminarlo en uno o necesito dos.
EliminarKamakiri tiene a su familia criogenizada, Monaka no. No sabemos si fue enterrada o incinerada, pero ha pasado demasiado tiempo. Kamakiri no cree que pueda hacer nada por ella y teme la reacción de Monaka al enterarse. Lo ha utilizado.
F por el pobre de Monaka. Siempre te recordaremos.
ResponderEliminarEste capítulo es increíble. O sea que Aknon es Rudeze, seguramente Garlick/Mojito sabe de esto. La diosa aparecerá en Next Level? Digo, no está en su tumba, hace años que está libre entonces.
Supongo que Mojito no eligió este planeta colo base por puro azar, cierto?
Y Kawa fue quién luchó con ella hace millones de años, increíble, antes de que se separen los universos.
Kamakiri no me deja claro si es un villano o no xD. Lo veo más como un hombre dispuesto a todo por su familia, aunque requiera cruzar algunas líneas, como matar inocentes.
¡Muchas gracias! :D
EliminarPronto sabremos más ;)
Sí, Kawa y la "Diosa" se enfrentaron antes de la división de Universos.
No diría que Kamakiri es un villano, pero está obsesionado con recuperar a su familia. Es una especie de Walter White, supongo. Va cruzando líneas rojas a medida que pasa el tiempo y se obsesiona más.
Es un personaje neutral, solo le importa su bienestar y el de su familia, hará todo lo necesario para protegerla
EliminarCorrecto.
EliminarA mí me da que es un poco Anakin haciendo cosas muy malas por un buen motivo egoísta. Me encanta
EliminarTambién.
EliminarQuien sera ese gotokoneko???
ResponderEliminarTodo apunta a Kawa, uno de los primeros Hakaishin que conocemos cronológicamente, el Maestro de Gin
EliminarEs Kawa. Predecesor de Gin en el U1.
EliminarEn nuestro Universo no llegó a HS porque su maestro, Ramushi, fue alertado a tiempo por Toshisei de lo que ocurriría bajo su mando.
Posiblemente esta hazaña fue lo que hizo que los Dioses se fijaran en él como posible futuro HS.
Todo influye. Nos falta un Especial del U1 que veremos "pronto". Ahí puede que veamos un poco más sobre de Kawa ;)
EliminarMmm, cuando leí lo de los gotonekos pensaba que iba a desencadenar en explicar su desaparición en el universo (supongo que la raza esté extinta, no sé)
ResponderEliminarBuen capitulo, lore interesante :)
¡Gracias!
EliminarSí, la Diosa mermó mucho su planeta, que ahora está desértico. Ha pasado mucho desde entonces y su raza no se recuperó. Es probable que Champa sea el último.