Terror / Parte II: Sadala
“¿Hay noticias de esos brujos que mencionó el tsufur?”
En un planeta remoto, antes llamado "Freezer 82", a los saiyajín se les ha dado un nuevo hogar. La Patrulla Galáctica ha entregado un planeta que el viejo Imperio había conquistado y dejado inhabitado a los nuevos saiyajín. El planeta ha sido renombrado como "Sadala", en honor a una antigua leyenda saiyajín.
Una zona de viviendas residenciales prefabricadas se ha construido para que los nuevos habitantes puedan establecerse, a cambio de que sus mejores guerreros apoyen la causa de la Patrulla.
Leek se ha convertido en el líder de los saiyajín y es quien negocia directamente con el patrullero Lemon. Tras la ayuda recibida por Broly, Kale y Tarble en Vampa, los justicieros y los saiyajín gozan de relaciones fluidas.
Lemon se encuentra actualmente en el planeta supervisando la adaptación de los saiyajín a su nuevo hogar.
- “¿Estáis cómodos?” – pregunta Lemon.
- “Agradecemos vuestros esfuerzos” – responde Leek.
- “Es lo mínimo que podemos hacer.” – sonríe el patrullero.
- “¿Hay noticias de esos brujos que mencionó el tsufur?” – pregunta Leek, conocedor de lo ocurrido en Vampa.
- “De momento no tenemos nada” – dice Lemon. – “Estamos siguiendo un viejo rastro… Recuperamos cierta información que pertenecía al Imperio. Un preso tsufur fue capturado hace años con un objeto desconocido que el Imperio consideraba de vital importancia… Pero se escapó.”
- “Así que quedan tsufur con vida…” – murmura Leek.
En ese instante, una alarma suena en el comunicador de Lemon.
- “¿Qué está pasando?” – se pregunta el patrullero, que responde al mensaje.
Kahseral, líder de la Patrulla Galáctica, informa a Lemon de la situación, que se ha complicado aún más. Los presos fugados y otros malhechores bajo las órdenes de Garlick y Shiras están atacando múltiples planetas. La Patrulla tiene problemas para acudir a todas las llamadas de socorro, que llegan desde todos los rincones del Universo.
Mientras tanto, en el planeta "Freezer 73", ahora renombrado "Ikonda", recuperando así el nombre previo a su conquista a manos de las Fuerzas Ginyu del Imperio de Freezer, una raza de guerreros de piel arrugada y rosada, con ojos amarillos sin pupilas visibles y vestidos con armaduras metálicas plateadas de alta tecnología, lucha contra varios presos fugados con la ayuda de tres saiyajín y dos patrulleros. Broly, Tarble y Kale, acompañados por Ganos y Obni, repelen a las fuerzas enemigas.
En plena escaramuza, Ganos recibe un mensaje de Lemon en su comunicador que le informa de todo lo ocurrido.
- “Parece que las cosas se complican” – transmite el mensaje Ganos a Tarble. – “Nuestra ayuda es requerida en varios planetas.”
- “Será mejor que nos separemos.” – dice Tarble.
- “Obni y yo iremos a Mayonnai” – anuncia Ganos. – “¿Vosotros podéis encargaros del Planeta Popol?”
- “Por supuesto” – asiente el saiyajín. – “Cuando acabemos con esto, podremos…”
De repente, una gigantesca explosión silencia el lugar, dejando a todos los guerreros ikonda asombrados.
Tras un breve momento, Broly desciende junto a Tarble y Ganos.
- “Listo” – dice el saiyajín.
Kale sonríe orgullosa de su compañero, que ha acabado con la guerra en un instante.
Los guerreros nativos se acercan a Broly y le hacen una reverencia, pero el saiyajín los ignora.
Tarble parece algo avergonzado.
- “Bueno… Partiremos cuanto antes.” – dice el saiyajín.
En el planeta Sadala, Lemon se despide de Leek y regresa al Cuartel General de la Patrulla Galáctica, pues sus servicios son requeridos para paliar el caos que se está creando alrededor del universo.
No muy lejos del lugar de despegue de su nave, una figura encapuchada observa la escena. Su ojo robótico brilla de color rojo.
- “Una nueva colonia…” – murmura la figura encapuchada, que observa la zona residencial. – “Qué interesante…”
De repente, el personaje cae de rodillas y parece sufrir una fuerte jaqueca.
En el planeta M2, los datos recibidos a través de los ojos del misterioso personaje son analizados y recopilados en una gran pantalla, que ahora parpadea hasta apagarse.
A su lado, una máquina hecha para escanear y analizar la caja de música parece que no ha tenido el éxito esperado. Se encuentra inactiva.
En una sala contigua, el cuerpo mutilado de Cooler se encuentra flotando en un extraño líquido que lo mantiene con vida, pero inconsciente. Su cuerpo está conectado a un centenar de cables, que nutren de energía al planeta.
El astro tiembla. Sus partes parecen desensamblarse lentamente. El gran planeta M2 se está convirtiendo en basura espacial.
Entre los escombros, una pequeña nave tech-tech abandona el lugar a toda velocidad.
En el corazón del planeta, Rildo se arrastra hasta el tanque en el que se encuentra el demonio el frío y pone la mano en el cilindro metálico, intentando recolectar un poco más de energía, pero pronto se convierte en un charco de metal líquido inerte, revelando en su interior una piedra Shintai.
A su espalda, una figura avanza entre las sombras hasta revelar su identidad; es Shiras.
El villano camina sobre el charco de metal, pisando la esférica piedra y haciéndola estallar, y continúa hasta la máquina que supuestamente alberga la caja konatsiana, pero al abrirla no la encuentra.
- “Maldito…” – murmura Shiras. – “¿Dónde la habrá escondido?”
Muy lejos de allí, un tsufur y un pequeño robot acompañan a dos tech-tech en su nave. El tsufur tiene en sus manos la caja de música. El robot parece estropeado; se ha apagado.
- “A estado cerca…” – suspira Merlot.
Un nuevo temblor sacude M2, que sigue resquebrajándose.
- “Será mejor que vuelva a Rudeze e informe a Garlick.” – dice Shiras antes de desaparecer.
En el tanque de Cooler, los cables de alimentación se están separando del demonio del frio, pues el planeta se está convirtiendo en una gran masa de basura espacial sin vida. De repente, la mano del hermano de Freezer reacciona y agarra un puñado de cables.
En la nave, los tech-tech parecen nerviosos.
- “¿A dónde vamos, tsufur?” – pregunta Pinot. – “No pienso llevar esa cosa a mi planeta.” – dice señalando la caja de música.
- “No lo sé…” – suspira el tsufur.
De repente, el ojo del robot se ilumina de nuevo y enfoca a los presentes.
- “La Capital del Imperio” – dice el robot. – “Necesito hablar con Liquir.”
En el planeta Sadala, Turles, aún de rodillas, contempla sus manos robóticas con asombro.
- “¿Qué significa esto?” – se pregunta el saiyajín. – “¿Qué ha pasado? ¿Dónde estoy?”