Cold Chronicles / Parte III: Dioses caídos
“Vosotros ya no dictáis las normas”
Tras el fracaso del Kaioshin del Norte, Bibidí y su monstruo siguen vagando a sus anchas por el Universo, destruyendo todo lo que se encuentran a su paso. Los intentos de detener al brujo por parte de los Dioses han fracasado. Dos Kaioshin ya han caído.
En la Galaxia del Sur, su Kaioshin, el más fuerte de los cuatro Dioses, ha decidido tomar cartas en el asunto y se presenta frente al brujo y su monstruo, dispuesto a acabar con su legado de terror.
El combate es feroz. El Dios es el primer guerrero que hasta ahora ha logrado plantarle cara a Majin Bu en un enfrentamiento uno contra uno.
- “Majin Bu…” – murmura asustado Bibidí, al ver a su monstruo igualado.
Mientras tanto, en el Planeta Sagrado de los Kaioshin, el Supremo Kaioshin, el Kaioshin del Este, y su ayudante, se encuentran expectantes.
- “¡Tenemos que ayudarle!” – exclama el joven Kaioshin del Este.
- “Él sabe lo que hacer” – responde Kibito. – “Dejémosle actuar.”
- “Pero…” – insiste Shin.
El Dai Kaioshin alza su mirada al cielo, preocupado.
- “¿Y si…?” – murmura el Dios Supremo.
- “¿Qué ocurre?” – pregunta Shin.
Pero el Dios enseguida agacha la cabeza mientras niega su propia idea.
- “No… Podría ser aún peor…” – sentencia el Dai Kaioshin.
El Kaioshin del Sur sigue enzarzado en su combate contra el monstruo de Bibidí. El Dios utiliza su poder mental para hacer que centenares de rocas se eleven alrededor de Bu y estallen en mil pedazos, generando metralla que utiliza para atacar al monstruo, triturándole. Pero en un instante, Bu se recompone con facilidad.
- “Empiezo a comprender sus poderes…” – piensa el Kaioshin. – “Ya entiendo porque los demás fracasaron.”
Majin Bu se abalanza sobre el Dios, pero éste esquiva sus ataques y contraataca con un poderoso empujón de ki, que repele al monstruo.
Bu se recoge en una esfera que gira a gran velocidad y que rebota contra el suelo, propulsándose hacia el enemigo. El Kaioshin se protege con ambos brazos ante su rostro y la bola impacta contra él, saliendo repelida, pero pronto cambia de trayectoria y vuelve a atacar al Dios.
El Kaioshin esquiva los ataques de Bu, que recupera su forma natural y alarga sus brazos para intentar sorprender a su enemigo, pero éste avanza entre las largas extremidades y activa una espada de ki en su mano derecha que corta a Bu por la mitad.
El tren inferior del monstruo se precipita contra el suelo. Bu parece sorprendido.
El Dios sonríe confiado, pero Majin Bu le devuelve la sonrisa. El Kaioshin parece confuso.
De repente, el tren inferior de Bu ataca por la espalda al Dios, que se da la vuelta rápidamente y logra protegerse de una patada.
Majin Bu aprovecha la confusión y le propina un puñetazo, haciéndole retroceder.
En un instante, el Dios se ve atrapado entre las dos mitades del monstruo, que le avasallan con una combinación incesante de puñetazos y patadas.
En un instante, el Dios se ve atrapado entre las dos mitades del monstruo, que le avasallan con una combinación incesante de puñetazos y patadas.
El Kaioshin agarra el brazo de Bu y tira de él con fuerza, proyectándole contra su otra mitad que, al chocar la una contra la otra, se unen de nuevo.
El Dios prepara una gran esfera de ki y la lanza contra el monstruo, generando una gran explosión.
Al disiparse la polvareda, Majin Bu aparece chamuscado y enfadado. Una gran cantidad de vapor emana de sus poros.
Bibidí contempla el combate preocupado.
- “Mi Majin Bu…” – murmura el brujo.
El Dios sonríe confiado.
- “¿Ya te has cansado?” – se burla del monstruo.
Bu grita furioso y el humo que nace de sus poros ahora sale a presión.
El monstruo se abalanza sobre el Kaioshin, que retrocede mientras detiene los golpes de su rival. El Dios agarra el brazo de Bu mientras empieza a girar sobre sí mismo, hasta que Bu sale disparado contra una montaña cercana.
El monstruo sale de entre los escombros, más enrabietado que nunca.
El Dios se ha quedado con el brazo de Bu y se lo muestra.
- “Creo que esto es tuyo” – dice el Kaioshin.
Bibidí retrocede asustado.
- “No puede ser…” – sufre el brujo.
De repente, Bu esboza una sonrisa que inquieta al Dios.
El brazo de Bu se convierte en una masa rosa que se estira formando una gran mano que envuelve al Kaioshin.
- “¡¿QUÉ?!” – se sorprende el Dios, que lucha por liberarse.
Finalmente, el Kaioshin es cubierto por completo. Acto seguido, la masa vuela de regreso a Majin Bu, uniéndose al cuerpo del monstruo.
En el planeta de los Kaioshin, el Dios Supremo tiembla de terror.
- “No… Maldita sea…” – murmura el Dios.
- “¿Qué ha pasado?” – se preocupa Shin.
El monstruo Bu empieza a cambiar de forma, aumentando de tamaño, adoptando la apariencia musculosa del Kaioshin del Sur.
- “¡HAAAAAAAAAA!” – grita el nuevo Bu.
Bibidí se acerca con cautela a su criatura.
- “¿Bu?” – dice el brujo. – “¿Eres tú, Bu?”
El monstruo parece que pone a prueba su cuerpo, dando una combinación de puñetazos y patadas al aire.
- “No sabía que podías hacer eso…” – se sorprende Bibidí. – “¡Eres increíble! ¡Nadie podrá detenernos jamás!”
De repente, Bu parece calmarse y mirar al cielo en una dirección concreta.
En Planeta Sagrado, el Dai Kaioshin reacciona rápidamente.
- “¡Kibito! ¡Llévate a Shin!” – grita el Dios.
- “¿Qué?” – se extraña el Kaioshin del Este. – “¿Acaso…?”
En ese instante, Bu y Bibidí aparecen en el planeta de los Dioses.
- “Demasiado tarde…” – lamenta el Dios.
Bibidí contempla a su alrededor, al verse por primera vez en el planeta de los Dioses.
- “¡Así que aquí es donde os escondíais como ratas!” – se burla el brujo.
Shin y Kibito se ponen en guardia, pero el Dai Kaioshin da un paso al frente.
- “¡No tienes derecho a pisar esta tierra sagrada!” – dice el Dios.
Bibidí sonríe.
- “Vosotros ya no dictáis las normas” – responde el brujo. – “¡Acaba con ellos, Bu!”
El monstruo lanza una poderosa onda de ki por la boca. El Dai Kaioshin utiliza su poder mental para detener el ataque antes de que les alcance, pero al estallar genera una devastadora explosión, cuya onda expansiva engulle a los Dioses.
Al disiparse la polvareda, los Dioses aparecen magullados.
El monstruo se abalanza sobre ellos, pero el Dai Kaioshin se pone en pie y utiliza su poder mental para inmovilizarle.
Majin Bu lucha por liberarse, y el Dios empieza a ceder.
- “¡Marchaos!” – insiste el Kaioshin.
Kibito agarra a un malherido Shin y desaparecen.
Majin Bu clava su pie en el suelo y éste surge debajo del Dai Kaioshin, golpeándole el mentón y lanzándole por los aires.
El monstruo ataca al Dios, que le repele con un cañón de ki proyectado desde sus ojos.
Mientras tanto, Kibito y Shin aparecen en mitad una llanura de yerba alta, en un planeta lejano.
Kibito pone sus manos sobre Shin y empieza a curarle.
- “Debemos… ir a Ira-aru…” – dice Shin.
- “Bu podría perseguirnos” – responde Kibito. – “Solo les pondríamos en peligro.”
- “Hay que detener a Bu…” – insiste Shin.
- “Confíe en el Dai Kaioshin.” – dice Kibito. – “Él sabe lo que hace.”
En el Planeta Sagrado, el Dai Kaioshin mantiene a raya a Majin Bu, pero empieza a sentirse cansado, cosa que no le ocurre al monstruo, que parece disfrutar del combate.
- “¡Pe… pelea!” – dice Bu con dificultad.
Bibidí se sorprende al escuchar a su monstruo.
- “¿Cuándo has aprendido a hablar?”
El Dai Kaioshin se percata de la situación.
- “¡Ahora lo entiendo!” – piensa el Dios. – “El cambio de apariencia. La localización de nuestro planeta. La capacidad de hablar. Incluso parece que disfruta del combate como un luchador…” – sonríe. – “Lo has aprendido del Kaioshin del Sur, ¿verdad?”
El monstruo Bu ataca de nuevo.
El Dios extiende sus manos hacia el monstruo y las separa de repente, partiendo a Bu por la mitad utilizando su poder mental, y después las hace chocar de nuevo la una contra la otra, que se unen formando a un deformado Majin Bu.
El monstruo recupera su forma natural y parece frustrado. Con su antena emite un rayo fucsia zigzagueante que el Dai Kaioshin esquiva. El rayo impacta contra un árbol y lo convierte en carbón.
Bu insiste con otro rayo, pero el Kaioshin lo detiene con su poder mental, y lo devuelve a su emisor, pero Bu lo esquiva y el rayo impacta contra otro árbol, convirtiéndolo en un caramelo.
Majin Bu se sorprende al ver que el Kaioshin ha alterado su magia.
- “Me gustan los dulces…” – se excusa el Dios.
Bu parece furioso.
- “Mis poderes superan los tuyos” – le dice el Dai Kaioshin. – “No vas a derrotarme si esto es todo lo que puedes hacer.” – le provoca.
Majin Bu se abalanza de nuevo contra el Dios, puño en alto, y antes de golpearle, el monstruo Bu se convierte en una gran masa rosa que engulle al Kaioshin.
- “¡Bien hecho, Bu!” – celebra Bibidí. – “¡Hemos ganado!”
Shin, ya recuperado, y Kibito, sienten el cambio en el ki del monstruo.
- “¡Maldición!” – lamenta Shin.
El cuerpo de Majin Bu empieza a cambiar. Su cuerpo musculoso ahora es rechoncho, y su ropa también ha cambiado, pues ahora lleva el chaleco y la capa del Dai Kaioshin.
- “¡BUUUUUU!” – sonríe el monstruo al finalizar su metamorfosis.
Bibidí se acerca boquiabierto al ver al nuevo Bu.
- “¿Qué demonios te ha pasado?” – dice el brujo.
Majin Bu esboza una gran sonrisa.
- “¡Hola!” – saluda alegremente, con cara de bonachón.
- “Bu…” – dice Bibidí, incrédulo. – “¿Qué significa esto?”
- “Tengo hambre” – responde el monstruo.
¡Espero que os guste el Especial!
ResponderEliminar¡Y os recuerdo que el viernes volvió Old Man Gohan!
Magnífico ^^ me gusto el concepto del carbon y los caramelos
ResponderEliminarBuu ahora debe poseer ki divino no?
¡Gracias!
EliminarNo, Majin Bu no puede utilizar ki divino (ya no lo usaba en Z).
De haber entrenado es muy probable que si lo hubiese obtenido, pero al mismo tiempo es muy fácil que no lo hubiese hecho, ya que al ser un ser creado por magia igual no podría tener aumentos de ki tan grandes.
EliminarBueno, te ha quedado de cine.., a ver que ha originado a este fatbuu, sus aventuras con Bibidy, el cierre en la bola.
ResponderEliminar¡Muchas gracias!
EliminarPosible teoría. Slug es el que mata a Bibidi cuando esté sella a Buu pero el crédito se lo lleva Shin y Kibito y por eso tienen cierta simpatía a Piccolo durante el arco de Buu
ResponderEliminarEs una teoría interesante.
EliminarAl final no ha distado mucho de lo ocurrido en Z, pero dime una cosa, ¿A este especial le quedan más cosas que contar o ya se ha acabado?...sea como sea, me ha gustado mucho.
ResponderEliminarPor cierto Batosai, hoy mismo he publicado los 4 capítulos siguientes de mi historia y me gustaría que te pasases por ellos y me dejases tu opinión, sería justo ya que yo te brindo mi apoyo aquí.
¡Gracias! Aún falta contar toda la historia de Cold.
Eliminar¡Claro! Me pasaré.
El link ya lo tenías, espero que te guste...y también espero más episodios de tus dos historias, simplemente espectaculares.
EliminarSí, lo tengo. Y por cierto, aparece en tu perfil, por si alguien más quiere echarle un vistazo.
EliminarLuego lo miro ;)
Así que el gran kaioshin se deja absorber sabiendo que su naturaleza cambiara por el mero echo de ser absorvido? No se la ha jugado mucho? Un error habría sido el fin del universo. Tampoco se explica el porque la absorción no sólo no ha aumentado el poder sino que lo ha disminuido.
ResponderEliminarSe la ha jugado, sí. Vio que Bu cambió su personalidad con la absorción del KS del Sur y apostó por eso. Lo de "disminuir su poder" no me parece una disminución "real". Creo que simplemente no lo utiliza (a excepción de cuando se enfada mucho) porque pierde su naturaleza asesina.
EliminarSiempre existía la posibilidad de recurrir a Beerus si todo iba mal, pero el KS prefirió sacrificarse antes que jugársela con el Hakaishin.