domingo, 28 de agosto de 2022

DBSNL // Capítulo 263: Los hermanos Gamma

DBSNL // Capítulo 263: Los hermanos Gamma

“¿Os habéis dado cuenta?”



El estadio vibra de la emoción. En las gradas, Krilín y Lázuli esperan, ajenos a lo ocurrido.


- “No sé ni porqué hemos venido…” – protesta la Número 18. – “Aunque ganen, no veremos ni un yen del premio…”

- “No seas así…” – suspira Krilín. – “Aunque admito que pensé que me sentiría joven volviendo a un torneo y está todo tan cambiado que me siento más viejo que nunca…”


Una voz amiga le sobresalta.


-“Y que lo digas, amigo…” – dice el recién llegado.


Ten Shin Han y Chaoz se sientan a su lado.


-“¡Ten! ¡Chaoz!” – saluda Krilín. – “¿Qué hacéis aquí?”

-“Tenemos a un alumno en el torneo.” – dice Ten.

-“¡Oh! ¿Y no te has planteado ponerte una peluca y participar?” – bromea Krilín.

- “Estando Goten y los demás, creo que no ganará fácilmente.” – sonríe Ten.


En ese instante, llegan Yamcha y Suno, el primero con un perrito caliente y la segunda con una nube de azúcar.


- “¡Chicos!” – saluda Krilín.

- “¡Hola!” – saludan ellos.

- “¡No me digas que Baicha también participa!” – exclama Krilín.


Yamcha asiente, orgulloso.


- “Preferiría que se hubiera dedicado al béisbol, que da más dinero… pero por algún motivo parece empecinado en ser un gran luchador…” – dice Yamcha.

- “Vaya…” – sonríe Krilín, mirando de nuevo el tatami central. – “Puede que al final sí tengamos un torneo interesante…”


En ese instante, un zepelín con cuatro enormes pantallas desciende en el centro del estadio y muestra una cuenta atrás que finaliza con la aparición del comentarista, que camina hasta el centro del tatami.


- “¡YA TENEMOS A LOS OCHO FINALISTAS!” – exclama él, recibido con un gran aplauso.


Los ocho nombres aparecen en pantalla: Gran Saiyaman, Pan, Gamma 1, Gamma 2, Papayaman, Ikose, Bra y Baicha.


Krilín y Lázuli se sobresaltan al ver que no está Marron.


- “¡¿Qué ha pasado?!” – se pregunta la Número 18.


Los nombres se organizan en cuatro enfrentamientos.


- “¡El primer combate tendrá lugar entre la participante Bra y el participante Baicha!” – anuncia el comentarista. – “¡En el segundo, Gamma 2 se enfrentará a Ikose! ¡El tercer enfrentamiento será entre Gamma 1 y el Gran Saiyaman! ¡Y, para terminar los cuartos, Papayaman luchará contra la nieta del Campeón, Pan!”


Yamcha sonríe.


- “Pelea de enamorados…” – se burla de Pan y Ub.


En la Corporación Cápsula, Vegeta y Bulma miran el evento por televisión.


- “No me dijo que iba a participar…” – dice Bulma al ver el nombre de su hija.


En el palco VIP, Trunks, trajeado, se codea con la gente influyente, entre los que está el señor Magenta, siempre escoltado por Carmine.


- “No sabía que se iba a presentar su hermana, señor Trunks.” – dice Magenta. – “¿Cree que tiene posibilidades frente a tantos héroes?”

- “Creo que podríamos tener sorpresas.” – dice Trunks.

- “Yo también lo creo…” – responde Magenta con una pícara sonrisa.


Magenta mira hacia los asientos.


- “¿Qué opina usted, Campeón?” – pregunta.


Satán, con Goku sentado en el regazo, casi ni mira a Magenta.


- “La experiencia me dice que puede ocurrir cualquier cosa.” – responde. – “Pero yo apuesto por mi nieta.”


Magenta frunce el ceño.


- “No esperaba otra respuesta…” – murmura mientras enciende un puro.


Los dos primeros contrincantes ya están sobre el ring. Bra parece hastiada. Baicha sonrojado.


Bulma se sorprende al ver al muchacho.


- “¡El hijo de Yamcha!” – exclama ella. – “¡Ha dado el estirón!”

- “¿Eh?” – lo mira Vegeta. – “Seguro que es un mindundi como su padre.” – se mofa.


Baicha se pone en guardia.


- “¿No prefieres rendirte?” – dice Bra. – “No tienes nada que hacer.”

- “Nunca.” – responde él. – “Te demostraré que soy un gran guerrero.”

- “Un gran guerrero, ¿eh?” – se mofa ella.


Bra se pone en guardia.


- “Acabemos rápido.” – sentencia ella. – “Si gano me enfrentaré a Son Goten.” – piensa.


El comentarista da el inicio.


- “Hajime!” – grita.


Baicha ataca.


- “¡Colmillos de lobo!” – exclama el hijo de Yamcha.


Bra le agarra las manos, interrumpiendo su avance.


- “Esa técnica está muy vista.” – se burla ella.


Pero Baicha, sin liberarse, se impulsas y propina un cabezazo a Bra, pillándola desprevenida.


- “¡AAH!” – exclama Bulma.

- “Se ha confiado…” – gruñe Vegeta.


En la grada, Yamcha parece contrariado.


- “No sé si celebrarlo o reñirle por pegar a una chica tan guapa…” – murmura el padre.


Ten sonríe.


- “Esto es un combate.” – dice el guerrero de tres ojos.

- “Creo que es algo más…” – sonríe Kirlín con cierta nostalgia.

- “¿A qué te refieres?” – no comprende Yamcha.


Bra suelta a Baicha y retrocede.


- “Maldita sea…” – se limpia una gota de sangre de la nariz.


Baicha se pone en guardia de nuevo.


- “¿Estás bien?” – pregunta el muchacho.

- “Insolente…” – gruñe Bra.


Baicha está listo.


- “Voy a ganarme su respeto…” – piensa y sonríe.


Bra, frustrada, ataca, pero Baicha resulta ser un espejismo; uno que se repite por todo el tatami.


- “¿Crees que me ganarás con una técnica tan básica?” – dice ella, con retintín.


De repente, una luz alerta a Bra, que casi es sorprendida por una esfera de energía que logra esquivar.


- “¡Ah!” – exclama ella.


La esfera pasa de largo, pero con un gesto de su mano, Baicha la hace regresar.


- “La Sokidan, ¿eh?” – sonríe Bra. – “Tu repertorio es bastante mediocre…”


Bra la esquiva de nuevo.


En la Corporación Cápsula, Bulma y Vegeta miran atentamente.


- “La técnica de Yamcha…” – dice ella.


Bra esquiva una vez más.


La muchacha se cruza de brazos.


- “Esto empieza a aburrirme…” – dice Bra. – “Lo sacaré del ring con su propia técnica.” – piensa ella, con una media sonrisa. – “Así aprenderá.”


Bra, perseguida por la Sokidan, carga contra Baicha.


El chico parece sorprendido ante el ataque, pero de repente, una media sonrisa alerta a Bra.


- “¿Eh?” – se extraña ella.


Vegeta, en su casa, suspira.


- “Idiota.” – murmura el saiyajín.


Baicha cierra su puño y la Sokidan estalla detrás de ella, empujándola con la onda expansiva.


Baicha se aparta, dejando el pie para hacerla tropezar.


Bra acaba fuera del ring.


La gente aplaude.


La muchacha, furiosa, se levanta del césped.


- “¡Me has engañado!” – le reprocha.


Baicha, cruzado de brazos, camina hasta el borde del tatami.


- “Lo tenías muy creído.” – dice él.

- “Tsk…” – protesta ella.


El comentarista se acerca con una toalla.


- “Señorita…” – dice él.


Ella se da cuenta de que la explosión ha destruido la parte trasera de su top y casi está enseñando demasiado.


- “¡AH!” – exclama ella, cubriéndose al instante.


Krilín parece sorprendido.


- “¡Vaya!” – dice él. – “¿Qué te parece, Yamcha?”

- “Desde aquí es difícil, pero creo que las de Bulma eran más…” – dice acariciándose la barbilla antes de recibir una fuerte colleja por parte de Suno.

- “El chico ha pasado de ronda…” – dice Ten. – “¿Quién lo diría?”

- “¡Oye! ¿Qué insinúas?” – protesta Yamcha mientras se cubre el chichón que ya le ha salido.


Vegeta apaga el televisor.


- “Ha perdido…” – dice Bulma, sorprendida.

- “Los años de paz le han hecho olvidar que la fuerza no lo es todo en un combate…” – se levanta Vegeta. – “Le vendrá bien la lección.” – se marcha.


Baicha se agacha en el límite del ring y le ofrece la mano a Bra.


- “Solo he ganado porque tenías la cabeza en otra parte.” – sonríe él. – “Puesta en tu próximo adversario, tal vez…”


Bra mira Baicha y, por algún motivo que no comprende, lo ve de forma distinta, como si fuera más alto.


- “Tsk…” – le choca la mano en lugar de estrechársela, y se marcha.


Baicha sonríe.


En el palco, Magenta da una calada a su puro.


- “¡Vaya!” – dice él. – “Su hermana ha perdido…”

- “Eso parece.” – sonríe Trunks. – “Ha sido toda una sorpresa.”


Los siguientes participantes suben al ring. Gamma 2 e Ikose.


- “¡El héroe Gamma 2 se enfrentará a Ikose!” – exclama el presentador.


Los dos luchadores se ponen en guardia.


Mientras tanto, Lapis y Mai están en un un gran atasco. Lapis aporrea el claxon.


Desde la zona de participantes, Goten y los demás observan el combate.


- “¿Qué crees que traman?” – pregunta Ub.

- “No estoy seguro.” – dice Goten. – “Pero no son de fiar.”

- “Si son androides, alguien los habrá creado…” – dice Pan.


El presentador da el inicio.


- “Hajime!” – exclama. 


Gamma 2 embiste.


- “Lo sacaré de un golpe.” – piensa el héroe.


Pero Ikose detiene el puñetazo cruzando los antebrazos frente a su pecho.


- “¿Eh?” – se sorprende el número 2.

- “No te resultará tan fácil…” – sonríe Ikose.


Ikose agarra el brazo de Gamma 2 y lo hace girar hasta lanzarlo contra la grada, pero el héroe se detiene en el aire poco antes de chocar.


Sin expresión en su rostro, Gamma 2 regresa al tatami.


- “Debí suponerlo…” – dice el 2. – “Al fin y al cabo, eres una creación de la Red Ribbon.”

- “¿EH?” – se sorprende Ikose de que tengan esa información.

- “Aunque tu modelo ha quedado desfasado.” – dice Gamma 2.


Ikose se pone en guardia de nuevo.


 - “Desfasado, ¿eh?” – sonríe el chico. – “¿Por qué no atacas de nuevo y lo comprobamos?”


A una velocidad de vértigo, Gamma 2 aparece detrás de Ikose.


- “De acuerdo.” – dice el androide.

- “¡CUIDADO!” – exclama Goten.


Gamma 2 propina una fuerte patada a Ikose en el costado y el chico la detiene en el último instante con su antebrazo; a pesar de eso, sale repelido hacia el otro extremo del ring, rebotando varias veces contra el suelo.


Magullado, Ikose se pone en pie.


- “Qué velocidad…” – piensa el muchacho. – “Y qué potencia…”


En la grada, Ten, Chaoz, Yamcha, Krilín y Lázuki están preocupados.


- “¿Os habéis dado cuenta?” – pregunta Krilín.

- “Ni rastro de ki…” – responde Yamcha.

- “Androides.” – dice Ten.


Goten aprieta los dientes.


- “Esto le supera…” – dice el Gran Saiyaman. – “Puede que deba rendirse…”

- “¿Lo dices en serio?” – se preocupa Pan.


Pan se fija en Ikose y se asusta. El muchacho tiene el antebrazo con el que ha detenido la patada, doblado.


Ikose, lejos de rendirse, escupe al suelo.


- “Mi rival es Goten…” – piensa Ikose. – “No puedo perder con este…”


Gamma 2 le apunta con el dedo como si llevara una pistola.


- “Manos arriba.” – dice el héroe.

- “¿Eh?” – se extraña Ikose.


De repente, un rayo de ki azul impacta en la rodilla de Ikose, que cae al suelo.


- “Tsk…” – protesta el muchacho.


Gamma 2 camina hacia él con chulería.


- “Se ha terminado.” – dice el héroe. – “Voy a sacarte del ring para ganarme el aplauso de la gente.”


Ikose, intenta levantarse, frustrado, pero se queda con la rodilla hincada. Mira a su adversario con rabia.


- “No es personal.” – dice Gamma 2. 


Ikose alza su dedo y apunta al héroe.


- “¿Eh?” – lo mira el 2, extrañado. 

- “¡¡DODONPA!!” – exclama Ikose.


Un rayo de ki amarillo sale proyectado de su dedo e impacta en el torso del androide, cegando al público y haciendo retroceder al enemigo hasta el otro extremo del tatami, dejando un surco en las baldosas del ring.


Cuando el ataque cesa, Gamma 2 sigue en pie, con un agujero humeante en el traje, revelando su piel gris.


- “No está nada mal, chico.” – sonríe el número 2, ante la sorpresa de Ikose.


Ten Shin Han se pone en pie instintivamente.


Pero en un parpadeo, Gamma 2 aparece sobre Ikose, que se encuentra en el límite del ring, y le propina una patada en la cara que lo estrella contra el verde, fuera del tatami, formando un cráter con el impacto.


La gente tarda unos segundos en reaccionar.


Magente muerte su puro.


- “Imbécil…” – piensa el empresario.


Gamma 2 desciende del ring y agarra a Ikose, inconsciente, y lo pone sobre una camilla para que los sanitarios le atiendan, forzando así el aplauso del público. 


Gamma 2 se retira saludando.


Mientras unos operarios ponen el ring en condiciones, Ten Shin Han ha bajado a la zona de participantes y se encuentra con Goten.


- “¿Qué está pasando, Goten?” – pregunta Ten.

- “No lo sé…” – dice el Gran Saiyaman.

- “¿Deberíamos interrumpir el torneo?” – pregunta Ten, preocupado.

- “Me toca enfrentarme a Gamma 1 en el próximo combate.” – dice Goten. – “Intentaré sacarle información. Después de eso, tomaremos una decisión.”

- “¿Y Marron?” – pregunta Ten. – “¿Ha sido uno de ellos?”

- “En la enfermería.” – asiente Goten. – “¿Tienes semillas senzu?”

- “He mandado a Chaoz a buscar unas cuantas a la Torre de Karín.” – responde Ten.

- “Está bien…” – suspira Goten. – “Permaneced atentos. No sé cómo va a terminar esto.”


En megafonía anuncian la reanudación de los combates.

domingo, 21 de agosto de 2022

DBSNL // Capítulo 262: Súper Héroes

DBSNL // Capítulo 262: Súper Héroes

“¿Hemos llegado tarde otra vez?”



En Satán City, en una calle transitada, un estallido cercano alarma a la población. La gente grita.


- “¡¿Qué ha sido eso?!” – exclama una madre asustada, agarrando a su niño.

- “¡Una explosión!” – dice un señor mayor. – “¡Allí!” – señala al final de la calle, donde una bola de fuego se alza sobre los edificios.


Todos los transeúntes están asustados ante tal escena y muchos corren despavoridos.


El niño escucha un zumbido y mira hacia arriba.


- “¡Mira mamá!” – exclama el pequeño, señalando al cielo.


Todos los presentes se dan la vuelta y contemplan a dos figuras con capa pasar volando a toda velocidad.


- “¡Son héroes!” – exclama el pequeño.

- “¡Estamos salvados!” – celebra la gente. – “¡Ya están aquí!”


En unos minutos, todo ha terminado. El accidente múltiple que había provocado la explosión ya ha sido socorrido, los fuegos han sido apagados y la gente puesta a salvo.


El Gran Saiyaman Goten y la Gran Saiyaman 2 Marron, con trajes modernizados parecidos a los del retirado Ultra Saiyaman, sobrevuelan la escena.


- “¿Hemos llegado tarde otra vez?” – se pregunta Goten.

- “Eso parece…” – murmura Marron. 


Cerca de allí, un tumulto de gente parece estar de celebración. Los Gran Saiyaman aterrizan cerca.


Dos héroes de peculiar aspecto selaquimorfo, vestidos con uniformes vintage de color ocre son celebrados por la multitud. Uno lleva un número 1 rojo en el pecho, a juego con la capa, y una aleta en la cabeza; el segundo, con dos aletas, lleva una capa azul y un 2 del mismo color. En sus cinturones, la letra “Γ”.


- “¡Todo está bien!” – dice el azul. – “¡Pueden estar tranquilos!”

- “¡Qué suerte que estabais aquí!” – dice un anciano entre el público.

- “¡Vivan los hermanos Gamma!” – exclama otro.

- “¡VIVAN!” – corea la gente.

- “Es nuestro trabajo.” – los calma el rojo. – “No es para tanto.”


Marron y Goten observan desde la distancia.


- “Ellos otra vez…” – dice el mestizo, cabizbajo.

- “Nos van a dejar en el paro…” – suspira Marron.


Gamma 2 se da cuenta de su presencia y les da la bienvenida.


- “¡Pero si son los Gran Saiyaman!” – dice el héroe. – “¡Bienvenidos!”


Ante las cámaras, Goten y Marron estrechan la mano de los Gamma.


- “Agradecemos el gran trabajo que habéis hecho por esta gente durante tanto tiempo.” – dice el 2. – “Estamos en el mismo bando, ¿no es así?”

- “Claro… Por supuesto…” – dice Goten.


Los periodistas se cercan y todos se preparan para una foto.


- “Seguro que la próxima vez llegáis a tiempo para ayudarnos.” – susurra Gamma 1 mientras posan los cuatro.


Sentado en un gran despacho de un rascacielos con vistas a la Ciudad Central, un hombre bajito, de pelo blanco engominado y bigote, vestido con un traje cruzado magenta, tira el periódico con dicha fotografía sobre la mesa.


- “Estupendo…” – sonríe mientras da una calada a un puro. – “Los Gamma cada vez son más famosos y queridos…”


Frente a él, un hombre alto de traje carmín, gafas y un gran tupé moreno.


- “¿Pasamos a la fase 2, señor Magenta?” – pregunta el hombre.

- “Adelante, Carmine.” – asiente el jefe. – “Convoca la rueda de prensa.”


En unas horas, los televisores de todo el planeta se hacen eco de la noticia. La gente se acerca a las pantallas gigantes de cada ciudad y a los escaparates. Vuelve el Torneo Mundial de Artes Marciales por todo lo alto a manos de un patrocinador: “Magenta Labs”.


- “Es un honor poder formar parte de un evento de esta magnitud.” – dice Magenta ante la prensa. – “Como empresa farmacéutica, creemos en el deporte y la salud, así que no se nos ocurre un mejor evento para promover la vida sana y el ejercicio.” – sonríe. – “¡Los mejores luchadores de la Tierra reunidos! ¡Será un espectáculo!”

- “¿Espera una participación masiva?” – pregunta un periodista.

- “¡Seguro que no nos faltarán participantes!” – dice Magenta. – “La recaudación será entregada a beneficencia y el premio en metálico prometo que será suculento… ¡y el título de nuevo Campeón será entregado por el mismísimo Satán! Cualquiera será bienvenido a las eliminatorias que se organizarán en cada Capital… pero, si me lo permiten, voy a hacer un llamamiento especial…” – Magenta se pone en pie, pero al ser tan bajito, se queda más abajo de lo que estaba, casi tapado por la mesa.


Con un carraspeo de garganta hace que Carmine se acerque y lo levante en brazos para ponerlo de pie sobre la silla. 


- “¡Héroes del mundo!” – exclama Magenta. – “¡Estáis invitados a participar!” – sonríe. – “Y ya puedo confirmar la participación de los hermanos Gamma, ¡que incluso se han ofrecido a donar el premio en metálico!”


En la Mansión Satán, en Satán City, el viejo Campeón observa el televisor junto a Videl.


- “Esta vez no podré defender mi título…” – suspira Satán, apenado. – “Creo que ha llegado el momento de pasar el testigo. ¿Estáis seguros de que Gohan y tú no queréis participar?”

- “Tranquilo, papá. El título seguirá en buenas manos.” – dice Videl. – “Seguro que Pan y Ub querrán participar.”

- “Estaría bien que todo quedara en familia.” – sonríe Satán.


En la casa de Krilín y Lázuli, la número 18 habla por teléfono con Marron. El terrícola está sentado en el sillón tomando una manzanilla. Lázuli está de pie con el móvil.


- “¿Lo habéis oído?” – pregunta ella. – “¡Vais a participar!”

- “No nos queda otra, pero no ess tan sencillo…” – refunfuña Marron. – “Si participamos, estaremos moralmente obligados a donar el premio como los hermanos Gamma o quedaremos fatal… y si lo hacemos de forma anónima, parecerá que los Gran Saiyaman no se han atrevido a enfrentarse a la competencia…”

- “¡No os vamos a seguir manteniendo!” – exclama Lázuli.


Krilín da un sorbo a su taza.


- “A veces me da más miedo que cuando era nuestra enemiga…” – murmura el terrícola, que recibe un zapatillazo en la cabeza por sorpresa. – “¡AY!”


Los días pasan y el torneo se prepara. Rondas clasificatorias tienen lugar en las cinco capitales y, finalmente, llega el día del torneo.


Un gran estadio que triplica el del torneo 28 recibe a los participantes. Zepelines sobrevuelan la zona con pancartas.


Un joven presentador rubio, repeinado y con gafas de sol, anuncia desde el centro del tatami.


- “¡Bienvenidos!” – anuncia por micro, recibiendo el calor de las gradas. – “¡Va a dar lugar la última ronda de clasificación con los mejores de cada ciudad! ¡El evento principal empezará en dos horas! ¡Tomen asiento!”


La gente celebra.


En la zona cubierta de tatamis, los últimos combates tienen lugar.


Marron y Goten, vestidos con los trajes clásicos de Gran Saiyaman, pero con un antifaz en lugar de casco, caminan entre tatamis.


- “Esto será fácil…” – sonríe ella, fanfarrona.

- “¡Mucho!” – dice una voz femenina.


Los Gran Saiyaman se dan la vuelta y se encuentran frente a Bra, vestida con pantalón corto negro ajustado a juego con el top, y con botines y guantes rojos.


- “¡Hola Marron!” – dice Bra. – “¡Hola Goten…!” – lo mira con picardía.

- “¡Vaya…!” – dice el mestizo, mirándola de arriba abajo. – “Cuanto tiempo… ¡Y casi no has crecido!”


Bra siente una losa gigante caer sobre su alma. Marron disimulando la risa tapándose la boca con la mano.


-“¿También participas?” – pregunta Marron.

- “Por supuesto.” – sonríe Bra. – “No voy a ser la única que se queda fuera.”


Pan, vestida con un gi rojizo, y Ub, con su uniforme de héroe, pero con un pañuelo en la cabeza y gafas de sol.


- “¡Habéis venido!” – celebra Goten.


Goten sonríe al ver a Ub de esa guisa.


- “Me recuerdas mucho a mi hermano.” – dice Goten.

- “Él le ha recomendado el look” – guiña el ojo Pan.

- “¿Y tu traje?” – pregunta Bra.

- “Soy la nieta de Mr. Satán” – dice levantando el dedo índice. – “No tengo porqué ocultarme.”


De repente, un luchador cae frente a ellos, aturdido. Todos miran al lugar de procedencia; un tatami cercano.


- “¡Hola!” – saluda un chico melenudo desde un ring, con pantalón naranja y parte superior verde.

- “¿Eh?” – se extrañan todos.

- “¡Hola a todos! ¡Hola Bra!” – saluda él especialmente.

- “¿Quién es este?” – se pregunta la hija de Vegeta.


El chico agacha la cabeza, moralmente hundido.


Otro participante se acerca a ellos.


- “Yo también participo.” – anuncia el recién llegado, que viste un gi morado con el kanji “Mu” en el pecho.

- “¡¿Eh?!” – se sorprende Goten. – “¡¿Ikose?!”

- “Hoy es el día de mi revancha.” – sonríe el chico.

- “¿Eso crees?” – sonríe Goten.


Pan se da cuenta de algo.


- “Entonces… ¡Ese chico es…!” – señala al melenudo.


El muchacho se acerca.


- “Soy Baicha.” – dice con cierta vergüenza.

- “¡¿EEEEH?!” – se sorprenden todos al verlo tan crecido.


Desde un tatami llaman al Gran Saiyaman 2 para su combate.


- “¡Ya voy!” – responde ella.

- “¡Ánimo!” – exclama Goten.


Pero al mirar hacia al tatami se da cuenta de quién es el contrincante; Gamma 1.


- “Ese tipo…” – murmura Goten.


Marron se cruje los dedos mientras avanza hacia el ring.


- “Voy a darle una lección al acaparador ese…” – piensa ella.

- “¡Marron!” – exclama Goten.


Ella se da la vuelta y mira a su compañero.


- “Ten mucho cuidado.” – le advierte Goten.

- “¿Eh?” – se extraña ella, pero confía en el instinto de Goten. – “Sí.” – asiente.


El combate está a punto de empezar. Marron y Gamma 1, cara a cara. Ella en guardia, él de brazos cruzados.


- “Hajime!” – anuncia el árbitro.


Marron embiste, pero ante la falta de reacción de Gamma 1, la muchacha salta hacia un lado.


- “Qué extraño…” – piensa ella, que se impulsa de nuevo y le ataca desde el costado.


Marron salta y propina una fuerte patada a Gamma 1, pero éste detiene el golpe sin dificultad, con el antebrazo, le agarra la pierna y la lanza contra el ring.


Ella se pone en pie de un salto.


- “No es solo un fanfarrón…” – recapacita ella.


Mirando el combate, Bra frunce el ceño.


- “Eso le pasa por creída…” – refunfuña la mestiza.

- “No es eso.” – dice Ub.

- “¿Eh?” – se extraña Bra.


Marron se pone en guardia de nuevo.


Goten mira detenidamente a Gamma 1.


- “Su movimiento ha sido rápido y preciso… Me ha costado anticiparlo…” – piensa el hijo de Goku. – “Es casi como si… ¡Como si fuera un…!”


Marron ataca de nuevo y, cuando está a unos pasos del enemigo, intenta sorprenderlo.


- “¡TAIYO-KEN!” – ciega a casi todos los presentes.


Marron salta por encima de Gamma 1 e intenta sorprenderlo por la espalda, pero el enemigo se da la vuelta y detiene el puñetazo de la mujer, agarrándole el antebrazo.


- “¡¿EH?!” – se sorprende ella.

- “Je…” – sonríe el enemigo.


Cuando la gente recupera la visión, Marron está en el suelo, magullada, y Goten de pie frente a Gamma 1.


- “Es suficiente.” – dice Goten.

- “¿Qué ha pasado?” – se pregunta el árbitro.


Gamma 2 se acerca al ring. 


- “La participante ha recibido ayuda externa.” – dice él. – “Eso es ilegal, ¿no? Debería ser eliminada.”

- “¿Eh?” – parece confuso el árbitro. – “¿Es eso cierto?”


Gamma 2 se aleja.


- “Vámonos, hermano.” – dice él.


El árbitro silba y anuncia el ganador.


El número 1 da la espalda a Goten y se baja del ring.


- “Hasta luego, Son Goten.” – se despide el enemigo.

- “Goten…” – dice Marron, con pocas fuerzas. – “Es un… ellos son…”


Goten se agacha y la coge en brazos.


- “Lo sé, Marron.” – dice el mestizo. – “Son androides.”


Los Gamma pasan entre nuestros amigos, recibiendo las duras miradas de Ub, Pan, Bra, Baicha e Ikose.


- “Nos vemos en las próximas rondas, súper héroes.” – se mofa Gamma 2.

domingo, 14 de agosto de 2022

DBSNL // Epílogo: Nueva era

DBSNL // Epílogo: Nueva era

“Puedes descansar, Son Goku.”



Han pasado siete años y la paz reina en el Universo gracias al sacrificio de un gran guerrero llamado Son Goku.


En el puesto fronterizo, el Rey Enma sigue trabajando, apoyado por su nuevo secretario, que ha abandonado su bañador y ahora viste de traje.


En el Planeta Sagrado, Pilaf, Shu, los cinco Kaioshin, el Hakaishin, los cinco Kaios y múltiples invitados celestiales celebran la creación de un nuevo puesto entre ellos. Zamas transforma los ropajes de una nueva y joven aprendiz en el elegante traje de Kaioshin.


- “Bienvenida, Kaioshin del tiempo, Hanami.” – sonríe Zamas.


La muchacha responde con una reverencia.


- “Y para que puedas llevar a cabo tu trabajo, aquí tienes a tu equipo.” – añade el Dai Kaioshin. – “La nueva Time Patrol.”


Trunks, cuyos ojos son mortales, Reitan, Meerus, Tapion y Turles, que ha recuperado cuerpo gracias al favor de los Dioses, dan un paso al frente y reciben el aplauso de todos.


Después de la ceremonia, todos los asistentes disfrutan de un piscolabis. 


Los nuevos miembros de la Time Patrol están reunidos.


- “Turles…” – dice Trunks. – “¿Seguro que no prefieres volver con los saiyajín?”

- “Pese a ser un saiyajín, he pasado toda mi siendo parte de una tripulación.” – dice el guerrero. – “Es donde me siento cómodo.”

- “Pero aquí no mandas tú” – interrumpe Reitan. – “¿No es así, Trunks?”

- “A mí no me mires, que manda la señora Hanami.” – dice el mestizo.

- “¿Y tú, konatsiano?” – pregunta Meerus.

- “Konats ha sido liberado de su tormento, pero ya no es mi hogar.” – dice el espadachín. – “Prefiero dedicar mi nueva vida a proteger a la gente de ese destino.”


Toppo y Jiren, que estaban entre el público, se acercan al grupo.


- “Mucha suerte, Trunks.” – dice Toppo.

- “Gracias, Toppo.” – responde el mestizo. – “Es una pena que nos dejes.”

- “Mi tiempo ha pasado.” – responde el viejo guerrero. – “Dedicaré mis últimos años a enseñar a los nuevos.”


Jaco se escurre entre Jiren y Toppo.


- “Será un instructor excelente.” – dice el patrullero.

- “Seguro que sí.” – sonríe Trunks.


El mestizo se fija en Jiren, que parece menos serio de lo habitual.


- “¿Y tú, Jiren?” – pregunta el mestizo.

- “Creo que daré una oportunidad a esto de la Patrulla Galáctica.” – sonríe Jiren.

- “¡¿Eso significa que aceptas mi propuesta?!” – se emociona Jaco.


Jiren asiente.


- “¡Bienvenido a bordo!” – le ofrece la mano Jaco.


El haiirotoko la estrecha.


- “¡Ahora mismo se lo comunicaré a Lemon!” – celebra Jaco. – “¡Tendrás el nuevo uniforme enseguida!”


Tras unos minutos de chácara, Trunks se despide del grupo.


- “¿Ya te marchas?” – dice Reitan.

- “Tengo mis propios compromisos.” – dice el mestizo, cuyo ojo se torna gris.


De repente, en un parpadeo, Trunks se encuentra en el planeta de Hit.


- “Has tardado mucho.” – le recibe Punch, sentado en el porche de su casa. – “Ya iba a empezar a entrenar sin ti…”

- “No seas impaciente…” – responde Trunks, mientras su ojo vuelve a la normalidad.


Cheelai sale de la cabaña con un niño de piel verde y cabello morado en brazos.


- “¿Ya habéis terminado?” – dice ella.

- “Sí, ahora te lo cuento.” – responde Trunks. – “¿A que no sabes quienes se ha unido a la patrulla?”

- “Toppo y Jiren” – responde ella.

- “¡¿EH?!” – se sorprende el mestizo. – “¡¿Cómo…?!”

- “Puedes tener la vista de un ángel… pero yo tengo los contactos de una patrullera curtida.” – le guiña el ojo.


En el planeta del Hakaishin, Champa regresa de la fiesta.


- “¿Cómo va vuestro progreso?” – pregunta el Dios.


Liquir y Cooler, quien también ha recuperado su cuerpo, están magullados y cruzados de brazos.


- “Tsk…” – protestan los dos.

- “Mi maestro os enseñó bien.” – dice Champa. – “Y los dos queréis mantener a Freezer bajo control… ¿No es perfecto?” – se mofa.


En la Capital del Imperio, Freezer está sentado en su trono, escoltado por Shisami y Curd.


- “Ju, ju, ju…” – ríe el tirano. – “Es un placer hacer negocios con los Nádor.”


Shosa hace una reverencia.


- “Lo mismo digo, Emperador. Gracias por concedernos el viejo sector Heeter.” – responde Shosa. – “La ruta comercial estará asegurada en cuestión de semanas.”


En el planeta Gelbo, Katopesla, Auta Motto y Sheela acomodan una colonia litt que desembarca de una nave imperial.


- “Se me hace raro trabajar con el Imperio…” – murmura el toreristo.

- “Parece más abierto que antes a soluciones pacíficas…” – suspira Sheela. – “Supongo que la batalla de Makyo cambió realmente las cosas…” – sonríe.


En el planeta Sadala, en el centro de la Patrulla Galáctica, Obni y Ganos beben con Broly, Tarble y Kale cuando los dos primeros reciben una llamada a sus buscas.


- “¿Ya os marcháis?” – pregunta Tarble.

-“Parece que ha habido una fuga múltiple durante un traslado…” – suspira Ganos.

-“Malditos Pastafreca…” – refunfuña Obni.

- “Llamadnos si necesitáis refuerzos.” – guiña el ojo Kale.


En Namek, Moori está sentado en su silla cuando recibe la visita de Zamas.


-  “Dai Kaioshin…” – se levanta y hace una reverencia. – “¿A qué debo su presencia?”


En el campo, Slug está arando su parcela cuando el Patriarca y el Zamas se le acercan.


- “Señores…” – dice Slug, con una pequeña reverencia. – “¿Qué ocurre?”


Zamas le devuelve el gesto.


- “Siento perturbar tu merecido descanso, Namek.” – dice el Dios. – “Pero tenemos que hablar de esto…” – se saca un pequeño frasco de sus ropajes.

- “El monstruo de Konats…” – murmura el namekiano, frunciendo el ceño.

- “Su poder sigue latente e impide su destrucción…” – dice Zamas.

- “Escondedlo en el confín más remoto del Universo.” – dice Namek. – “Donde nadie jamás pueda encontrarlo.”

- “Así se hará.” – asiente el Dai Kaioshin.


En Makyo, un puesto de la Patrulla Galáctica ha sido construido. Jiya e Iriko toman un café en una pequeña mesa, un poco incómodos.


- “Si ya es fastidioso este destino, encima hay que convivir con él…” – murmura Iriko.

- “Te va a oír…” – protesta Jiya.

- “No hace falta.” – interrumpe Shula, reclamando la taza del patrullero con su poder mental. – “Puedo leeros la mente.” – dice antes de dar un trago.


Iriko agacha la cabeza, avergonzado.


- “Esta es mi tarea.” – sentencia Shula.


De repente, Jiya e Iriko caen dormidos repentinamente.


- “¿Interrumpo?” – pregunta Zamas, que ha aparecido en la sala.

- “¡Dai Kaioshin!” – se sorprende Shula, que hace una reverencia, nervioso. – “¿A qué debo su visita?”

- “He venido a pedirte un favor.” – dice Zamas.

- “¿Un favor?” – responde Shula, confuso. – “¿Usted? ¿Qué podría hacer yo…?”

- “Estás aquí por tu deber ante la vieja bruja…” – dice el Dios. – “Pero siento tener que aumentar tu carga.”

- “¿Qué ocurre, señor?” – pregunta Shula.


Zamas entrega el frasco de Hildegaran al ira-aru.


- “Creo que nadie lo buscará aquí.” – dice el Dai Kaioshin. – “Protégelo.”

- “Señor… Yo no…” – se excusa el ira-aru. – “¿No sería mejor que lo custodiaraa un Kaioshin?”


Zamas extiende su mano hacia Shula y materializa ropajes sagrados.


- “¿Eh?” – se extraña el ira-aru.

- “Te nombro Kaioshin en la sombra.” – dice Zamas. – “Makaioshin.”


En Konats, los engendros del viejo Slug viven en paz como campesinos.


En Imegga, un encapuchado camina por las agitadas calles de la metrópolis. El individuo se acerca a la parada de un comerciante y roba una manzana sin que nadie se dé cuenta.


De repente, el encapuchado siente una hoja afilada en su cuello; es la espada de Ledgic.


- “¿Qué hace aquí su Majestad?” – dice Ledgic, con retintín.


El forastero se quita la capucha; es Dabra.


- “El Makai ha quedado fuera de mi alcance.” – responde el diablo. – “No soy Rey de nada.”

- “Entonces necesitarás un trabajo.” – dice Ledgic, bajando su arma.


En la Tierra, en el bosque Fukkuro, Ten Shin Han y Chaoz dan por acabado un duro entrenamiento con sus discípulos en el dojo, mientras Lunch, de pelo azul, y Konkichi sirven la comida en el comedor.


En Villa Jingle, Yamcha, Suno, Hatchan y Baicha comen en familia.


En una cabaña, no muy lejos de allí, Mai, Lapis e Ikose hacen lo mismo.


En las montañas Tsumisumbri, en el viejo laboratorio, hay cristales por el suelo; un tanque parece haber estallado y el líquido viscoso de su interior gotea en el suelo. Un rastro se aleja del lugar.


En la Corporación Cápsula, Krilín, Lázuli, Marron, Goten, Bra, Pan, Ub, Gohan, Videl, Pino, Madas y la vieja bruja disfrutan de un tentempié en el jardín que ha preparado la madre de Bulma, mientras Turbo, Oli, Brief, Trunks y Bulma preparan una gran máquina que recuerda al Amenonuhoko de Raichi.


- “Es un honor tenerle aquí, anciano Kaioshin.” – dice Gohan. – “Y a usted también.” – le dice a la bruja.

- “Llamadme Madas, por favor” – dice el joven anciano. – “Ya no soy un Kaioshin.”

- “Después de tantos años…” – suspira Gohan. – “¿No se le hace extraño?”

- “¡Para nada!” – exclama el antiguo Dios. – “Y además vuelvo a ser joven… ¡Voy a dedicar los milenios que me quedan a disfrutar de la vida e ir detrás de mujeres bonitas!”


Gohan sonríe con incomodidad.


- “Su mente pervertida es un tormento mayor que el Makai…” – protesta la bruja.


Pero de reojo, la anciana se fija en Pino.


- “¡Vaya!” – exclama ella. – “¿Quién es el fortachón?” – se sonroja.


Bulma activa una palanca y todos retroceden. Una luz roja y negra aparece sorbe el pilar principal.


- “¡ATENCIÓN!” – exclama Bulma. – “¡Todo el mundo preparado!”


Una ventisca se genera hacia el punto de luz. Varias sillas del jardín son atridas y absorbidas.


- “¿Va todo bien?” – le pregunta Videl a Gohan.


Bulma saca un mando a distancia de su bata y aprieta un botón. El portal se estabiliza y el viento cesa.


- “¡Ha funcionado!” – celebra Trunks.


En el portal puede verse una figura sombría en lontananza.


- “Hay alguien…” – dice Gohan.

- “¿Papá?” – se pregunta Bra.


De repente, la máquina empieza a chispear. El portal se está cerrando.


-“¡NO!” – se preocupa Bulma, que corre hacia la máquina.

- “¡Espera!” – exclama Trunks.


Bulma casi recibe un chispazo y es repelida. La energía del portal se concentra en una esfera y estalla en una onda expansiva de viento que hace temblar la zona.


A Bulma, ante el fracaso, los ojos se le llenan de lágrimas y se deja caer de rodillas.


-“Vegeta…” – llora ella.


Pero de repente, una mano se posa en su hombro.


El rostro de todos se ilumina al ver a su viejo amigo.


Vegeta, vestido con el pantalón negro roto de su, el cinturón rojo, las botas blancas, descamisado, y con una capa de pelaje marrón sobre los hombros, con barba.


- “Je…” – el saiyajín con una media sonrisa, aún con sus dedos índice y corazón en la frente.

- “¡Vegeta!” – le abraza Bulma, entre lágrimas.


Todos se emocionan ante la bonita escena.


Mientras tanto, en el Monte Paoz, Gyuma y Chichi pasean acompañados; un niño pequeño vestido con un gi que recuerda al del pequeño Son Gohan, con pelo negro alborotado, corretea tras una mariposa.


- “¡No corras tanto, Goku!” – exclama el abuelo.


El pequeño, distraído por el insecto, no hace caso y se adentra entre matorrales hasta que termina topándose con una cabaña en ruinas.


El pequeño, con curiosidad, se acerca y pisa el suelo de la vieja casa, cuando siente una mano en su espalda.


- “¿Eh?” – se da la vuelta, sobresaltado, pero no ve a nadie.


De repente, las hojas de los árboles tiemblan; algo se cerca. Goku se asusta.


Con un zumbido característico, la nube Kinton vuela rasante y embiste al pequeño, cargándole sobre su lomo, antes de alzar el vuelo hacia el cielo.


- “¡¡AAH!!” – grita Goku, asustado. 


Gyuma y Chichi ven la nube amarilla ascender.


- “¡GOKU!” – exclama Chichi, primero asustada, pero poco a poco se dibuja en su rostro una sonrisa nostálgica. – “¡AGÁRRATE FUERTE!”


En una colina cercana, Piccolo observa sonriente lo escena.


- “Puedes descansar, Son Goku.” – murmura el namekiano. – “Estaremos bien.”


El pequeño, poco a poco se calma, y puede verse en su rostro como empieza a disfrutar del viaje.



Dibujado por Ipocrito


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En el planeta oscuro de Raichi, Shido se levanta de una butaca metálica llena de cables y dispositivos.


- “¿Convencido?” – sonríe el demonio.

- “Es una hipótesis plausible…” – dice Raichi.

- “¿Y qué opinas?” – pregunta el diablo.

- “No me sorprende que ese fuera el veredicto de mi alma…” – dice Raichi. – “Pero no me arrepiento. El saber nos libera, aunque estemos en la peor prisión.”

- “Me alegra oír eso…” – dice Shido. – “Tenía dudas sobre qué habría dicho si hubiera sabido mi destino antes… Pero veo que mi convicción es imperturbable.”

- “¿Y qué pretendes hacer ahora?” – pregunta Raichi.


Shido se coloca las gafas.


- “Continuar con la ciencia, por supuesto.” – sentencia el diablo.