DBSNL // Capítulo 246: Gohanks
“Hacía tiempo que no te sentías así, ¿verdad?”
Moro y la fusión metamor de Gohan y Trunks se miran fijamente. El brujo parece frustrado. El mestizo está tranquilo.
- “¿Quién eres tú…?” – pregunta Moro, que se fija en la ropa de su contrincante. – “Metamor…” – se sorprende. – “¿Acaso os habéis fusionado?” – frunce el ceño.
- “Siguiendo la lógica de los chicos, supongo que soy Gohanks.” – responde la fusión mientras lanza su espada al aire varias veces y hace varios malabares con ella para terminar con una de las poses que hacía Gohan con la Z-sword.
- “Hmm…” – estudia el brujo a su contrincante.
Krilín y Shula socorren a Jiren y le ayudan a levantarse.
Gohanks se pone serio y en guardia.
- “Acabemos con esto, brujo.” – dice la fusión mestiza.
Moro mira de reojo como se están llevando al haiirotoko y levanta su mano hacia él.
- “No tan rápido…” – murmura el brujo.
Pero Gohanks aparece frente a él y le amputa el brazo de un espadazo.
Moro tarda un instante en reaccionar y grita de dolor al ver su extremidad cercenada.
- “¡¡AAAH!!” – grita el viejo, retrocediendo con miedo y sorpresa.
- “Creo que sigues sin ver mis movimientos…” – dice Gohanks. – “Iré más despacio.”
La fusión propina un puñetazo a Moro en el abdomen, otro en la barbilla y luego lo empuja con su ki, haciéndole dar varias vueltas de campana por el suelo hasta que choca con una gran roca que lo detiene.
- “¿Mejor así?” – fanfarronea Gohanks.
Moro, con el labio ensangrentado, mira a su enemigo con impotencia.
Gohanks lanza su espada hacia Moro, pero éste se aparta lo justo para esquivarla. La espada queda ensartada en la piedra, con su hoja a escasos centímetros de la cabeza del brujo.
- “Grr…” – gruñe Moro.
- “Hacía tiempo que no te sentías así, ¿verdad?” – fanfarronea Gohanks.
Moro mira a su lado y ve a la fusión metamor de pie sobre la hoja de la espada, de brazos cruzados.
- “Y ni siquiera te estás enfrentando a un Dios…” – dice el guerrero.
El brujo, furioso, hace que una serpiente de lava brote del suelo a su alrededor e intente engullir a la fusión, que sale volando para después reclamar su arma, que se escapa entre los dientes del reptil.
Moro se pone en pie y reclama cientos de rocas que incorpora en su serpiente de fuego, convirtiéndola en una impresionante sierpe de roca candente.
- “¡¡NO OS INTERPONDRÉIS EN MI VENGANZA!!” – exclama Moro.
El animal ardiente ataca a Gohanks, que esquiva sus mordiscos haciendo piruetas en el aire.
La fusión decide que ha tenido suficiente y lanza su arma hacia la serpiente. La espada gira sobre sí misma mientras es engullida por el animal. Gohanks hace un rápido movimiento de manos que recuerda al “Burning Attack”, pero con ello controla el arma, que corta al enemigo en cientos de pedazos para, finalmente, regresar a la mano del guerrero.
Parece que la serpiente va a derrumbarse, pero en realidad no tarda en recomponerse; Moro reaviva su magia y le otorga dos cabezas más. Las rocas chocando unas contra otras al reformarse ha provocado descargas eléctricas que ahora recorren el cuerpo del animal.
Mai y Bra observan la escena desde tierra firme.
- “¡Esa cosa es gigantesca!” – exclama Mai.
La serpiente ataca con sus fauces abiertas.
- “¡¡JAJAJAJA!!” – ríe Moro de forma macabra.
Gohanks, espada en mano, espera con una calma que contrasta con la bestia que se le viene encima.
Gohanks lanza su espada al aire. La fusión coloca las manos en su frente con las palmas hacia delante.
- “¡¡MASENKO!!” – se prepara y dispara.
Una gran esfera de luz amarilla recorre la sierpe de arriba abajo, haciendo volar en pedazos cada roca que compone su cuerpo, convirtiéndola en polvo.
Moro observa aterrado sus sueños haciéndose añicos.
La espada cae detrás del brujo y se ensarta en el suelo.
Conocedor del truco, Moro se da la vuelta rápidamente con su garra lista para ensartar a su adversario, pero solo es el arma.
- “¿EH?” – el brujo parece confuso.
De repente, Gohanks cae sobre la nuca de Moro con la rodilla por delante, haciendo que se estampe de boca contra la hoja plana de la espada.
- “Has picado.” – dice Gohanks.
El brujo, magullado, abre los ojos y puede ver su decrépito reflejo en la espada. Detrás de él ve a Gohanks apuntándole con la mano lentamente.
- “Todo el mal que has hecho…” – dice la fusión. – “Acaba aquí.”
Moro se da la vuelta, asustado, y queda apoyado en la espada.
- “¡ESPERA!” – suplica el brujo. – “¡¿Es que no quieres resucitar a esa muchacha?!”
Gohanks se detiene.
- “Las esferas ahora están conectadas a mí…” – dice el brujo, asustado pero aliviado por su as bajo la manga. – “Namek ya no existe… y ese namekiano ya no tiene magia…”
- “Mmm…” – duda la fusión.
- “Puedo resucitarla… Puedo hacerlo con el poder de las Dragon Balls…” – continúa Moro, que se da cuenta de que sus palabras han causado efecto en su enemigo. – “Déjame vivir… Déjame llevar a cabo mi plan y prometo resucitarla y dejar la Tierra en paz… Podrás vivir con ella…” – sonríe.
Shula puede oír la conversación desde la distancia.
- “¡Lo va a dejar vivir!” – protesta el ira-aru, que se prepara para intervenir.
Krilín, con la cabeza agachada, detiene a Shula agarrándolo del brazo.
- “¡¿Qué?!” – se extraña el ira-aro.
El terrícola niega con la cabeza.
Una lágrima recorre la frente de Gohanks.
- “Manipular el tiempo y el curso natural nos ha traído hasta aquí…” – dice la fusión. – “Las Dragon Balls… La máquina del tiempo… Todo para solucionar nuestros propios errores, porque no somos capaces de asumirlos.”
Moro deja de sonreír; está aterrado.
- “Veremos a nuestros seres queridos de nuevo cuando llegue el momento…” – dice Gohanks.
En la mano del mestizo se materializa una esfera de ki amarillo.
- “Aaaaah…” – sufre Moro al ver su final tan cerca.
Pero de repente, Hinoyagi se abalanza sobre Gohanks por la espalda.
La fusión se da cuenta y se revuelve rápidamente, empujando la esfera de ki que tenía preparada para Moro contra el abdomen de la diablesa, que sale disparada hacia el cielo.
Algo cae al suelo: la Bella Durmiente.
Hinoyagi sigue ascendiendo hacia el cielo, empujada por la esfera de ki de Gohanks. Una sonrisa se dibuja en su rostro.
- “¡Libérenos, señor Moro!” – grita antes de que el ataque de la fusión estalle, desintegrándola por completo.
Cerca del castillo, Baicha yace en el suelo, inconsciente, junto a la cabeza de Pino.
- “Aguanta, muchacho…” – dice el robot. – “Aguanta…”
Moro reclama la gema y ésta vuela hasta su mano.
Gohanks se da la vuelta al sentir un cambio en el ki del brujo.
Moro rompe la piedra en su puño y la energía que poseía entra en su cuerpo.
El aura negra de Moro se aviva, generando una fogata negra que se alza varios metros sobre la superficie de Makyo.
La fusión metamor se queda perpleja ante lo sucedido.
Las Bolas de Dragón, esparcidas por la zona, vuelan hacia el fuego negro.
- “¡¡Las Dragon Balls!!” – exclama Bra.
Cuando las esferas entran en la fogata, ésta se aviva aún más. El fuego crece y se revuelve con más violencia, obligando a Gohanks a retroceder y tomar cierta distancia.
- “¡¡JAJAJAJAJA!!” – ríe el brujo, cuya voz retumba en todo el planeta.
La llamarada parece absorber luz en lugar de emitirla, bañando Makyo en sombra.
Gohanks frunce el ceño, preparándose para lo peor.