miércoles, 29 de agosto de 2018

OLD MAN GOHAN // Capítulo 37: Los Kaioshin

OMG // Capítulo 37: Los Kaioshin


La Resistencia se reagrupa en el Castillo de Pilaf. Videl, Shapner e Ikose se han reunido con los misteriosos recién llegados. Tao Pai Pai ha sido atado y permanece inconsciente sentado en el suelo de la habitación. Un dispositivo PEM minúsculo ha sido insertado en la base de su cráneo para inhabilitar sus mejoras cibernéticas e impedir su movimiento en caso de que despierte.

- “¿Qué haremos ahora?” – se preocupa Ikose. – “Sin Pilaf...”
- “Seguiremos adelante” – responde Shapner. – “Videl asumirá el mando.”
- “Shapner... yo...” – titubea Videl.
- “Eres la persona más preparada, Comandante” – responde Shapner con una sonrisa, intentando transmitir confianza a su amiga. – “La gente confía en ti”.
- “Si creéis que es lo mejor para la Resistencia, lo haré” – asiente Videl. – “Pero será difícil que la gente recupere la esperanza en la causa. Pilaf era un gran líder al que muchos idolatraban.”
- “Sin Pilaf, Mai y Shu, esto se complica” – suspira Ikose.
- “Sin duda” – añade Shapner. – “El Rey Chappa confiaba en Pilaf. Es posible que esto dificulte las relaciones entre ambos territorios.”
- “Seguimos teniendo el mismo enemigo” – responde Videl. – “Tendrá que colaborar si quiere derrotar al Imperio Plateado”.

Shin escucha atentamente a los tres militares.

- “No quiero desanimaros...” – interviene el extraño ser. – “Pero vuestro principal problema no es ese Imperio Plateado.”
- “Un poderoso mago lleva años intentando despertar al monstruo que su padre creó” – añade Kibito.
- “¿Un mago?” – se pregunta Shapner.
- “¿Un monstruo?” – titubea Ikose.
- “El mago necesita una enorme cantidad de energía para poder despertar a su criatura” – explica Shin. – “Por suerte, la fuerza de los humanos es ínfima y la población ha sido muy mermada, así que no puede conseguirlo fácilmente.”

Videl se acerca a Shin y le mira atentamente intentando asimilar lo que está escuchando y la identidad de ese ser.

- “¿De verdad sois Dioses?” – le pregunta la nueva Comandante.
- “Soy el Kaioshin del Este” – responde Shin. – “Un Dios por encima de Kamisama, de los Kaios y del Gran Kaio. Él es mi ayudante: Kibito.”
- “¿Y no podéis deshaceros del mago?” – pregunta Shapner.
- “Su paradero es desconocido” – responde Shin.
- “El poder oscuro que temía Son Gohan...” – murmura Videl.

Kibito mira a Videl al escuchar ese nombre.

- “El Guerrero Dorado...” – murmura el ayudante del Kaioshin.
- “¡¿Conocéis a Gohan?!” – exclama la Comandante, sorprendida y emocionada por la posibilidad de tener noticias suyas.
- “Conocemos su historia” – responde Shin. – “Hemos estado investigando; buscando guerreros que pudieran ayudarnos en esta empresa”.
- “Pero su corazón y su mente han sido nublados por la duda y el miedo” – interviene Kibito. – “No puede enfrentarse a Babidí.”
- “Pero... ¿sabéis dónde está?” – pregunta Videl con los ojos vidriosos.

Shin, que puede sentir todas las emociones de Videl y oír sus pensamientos, sonríe de forma tierna.

- “Lo siento” – responde el Kaioshin. – “No lo sé.”

Kibito mira extrañado a Shin.

De repente, Tao Pai Pai parece despertarse lentamente de su sueño.

- “Estúpido...” – murmura el asesino. – “Estúpido Kaioshin...”

Shin y Kibito se sorprenden de que Tao Pai Pai les reconozca.

- “¿Crees que puedes detenerme?” – sonríe Tao Pai Pai.
- “Babidí...” – murmura Shin.
- “Majin Bu despertará pronto” – continúa el asesino. – “¡Y acabaré lo que mi padre empezó!”
- “Te detendremos, Babidí” – responde Kibito. – “El mal nunca triunfará”.
- “Idiotas” – responde tajante el asesino. – “Los humanos son fácilmente corruptibles...”

De repente, el asesino se fija en Videl.

- “Tú...” – sonríe Tao. – “Te reconozco... Estás en su mente...”
- “¿De qué estás hablando?” – se extraña Videl.
- “Él piensa mucho en ti y eso le hace débil...” – continúa el asesino.

Kibito da un paso al frente y alza su mano hacia Tao Pai Pai.

- “Suficiente” – dice el ayudante del Kaioshin.
- “¡NO!” – exclama Videl, que intenta apartar el brazo de Kibito. – “¡ESPERA!”

Kibito se detiene un instante y Tao Pai Pai sonríe.

- “¿Quieres saber dónde se encuentra?” – pregunta el asesino.
- “¡Dime dónde está!” – exclama Videl.
- “¡JAJAJA!” – ríe el enemigo.

Pero de repente, Kibito dispara al asesino y le desintegra.

- “¡NOOO!” – grita Videl.

La Comandante se abalanza sobre Kibito y le agarra por la solapa.

- “¡Él sabía dónde estaba Son Gohan!” – llora furiosa Videl. – “¡BASTARDO!”

Kibito agarra a la Comandante por el cuello y la levanta del suelo, clavando la mirada en sus ojos. Shapner e Ikose desenfundan rápidamente sus armas y apuntan al ayudante del Kaioshin.

En ese instante, el hijo de Videl entra en la habitación apresuradamente, pues ha estado escuchando toda la conversación a través de la puerta.

- “¡Suelta a mi madre!” – grita el chico.

Shin mira detenidamente al joven y sonríe.

- “Suficiente, Kibito” – dice el Kaioshin. – “Ellos no son nuestros enemigos”.

Kibito suelta a Videl, que cae al suelo. Gyuma corre a socorrerla, mientras Shapner e Ikose bajan sus armas lentamente.

- “Nuestro trabajo aquí ha terminado” – dice Shin. – “Ya hemos recopilado toda la información que necesitábamos.”

Kibito se acerca a Shin y pone la mano en su espalda.

- “Disculpad las molestias” – sonríe el Dios. – “¡Hasta otra!” – se despide antes de que ambos desaparezcan.

Videl, que ya ha recuperado el aliento, se levanta con ayuda de su hijo.

- “¿Estás bien?” – le pregunta Shapner.
- “Tenemos que encontrar a Gohan” – responde la Comandante.

En el Castillo Imperial, Silver ya conoce el resultado de la misión de Tao Pai Pai y se comunica con sus generales mediante un holograma.

- “Sin Pilaf son más débiles” – murmura el Comandante.
- “Pero Videl y Shapner han sobrevivido” – dice Killa. – “Ellos tomarán el mando”.
- “¡Es el momento de atacar!” – dice Ranfan. – “¡Hay que aprovechar su momento de confusión!”
- “Tienes razón.” – dice Silver. – “Tú y Killa atacaréis por ambos frentes. ¡Les aplastaremos como cucarachas!”

Mientras tanto, nuestros amigos se han reunido para debatir sus opciones y reflexionar sobre lo sucedido.

- “¡Gohan sigue vivo!” – insiste Videl. – “¡Le necesitamos!”
- “Shin ha dicho que no puede enfrentarse a ese mago...” – murmura Shapner.
- “¿Y te fías de él?” – pregunta la Comandante.
- “No podemos dejar a nuestra gente desprotegida mientras buscamos a Gohan” – responde Ikose.
- “Esta gente confía en nosotros” – dice Shapner. – “No podemos fallarles”.
- “Pero no podemos ganar sin él” – insiste Videl.
- “Eres la Comandante” – responde Shapner. – “Esta gente confía en ti para que les protejas”.
- “¡Yo iré!” – interrumpe Gyuma. – “¡Yo iré a buscar al Guerrero Dorado!”

Todos se sorprenden al escuchar al joven soldado.

- “Pero...” – dice Videl.
- “Si estás convencida de que le necesitamos para ganar la guerra y derrotar a ese brujo, yo iré a buscarle” – insiste el chico.
- “No puedes ir sólo” – responde Shapner. – “Es una locura. ¡Ni siquiera sabemos donde está!”
- “Lo he visto” – interrumpe Videl.
- “¿Cómo dices?” – se extraña Shapner.
- “He visto dónde está” – responde la Comandante. – “Por un instante, cuando Kibito ha matado al asesino, he visto una imagen en mi mente”.
- “Videl...” – murmura preocupado Ikose.
- “He visto la Tierra Sagrada de Karín” – dice Videl.
- “Es una trampa” – dice Shapner. – “Lo sabes, ¿verdad?”
- “Por supuesto” – responde la Comandante. – “Pero es todo lo que tenemos.”
- “¿Y mandarás a tu hijo allí?” – le pregunta Shapner.

En ese momento, un soldado interrumpe la reunión.

- “¡Un nuevo mensaje de Killa!” – exclama el soldado. – “¡Se acercan tropas enemigas por ambos frentes!”

Las alarmas suenan por todo el castillo y sus alrededores. Nuestros amigos se movilizan y se preparan para acometer la batalla.

- “¡No tenemos efectivos suficientes para hacer frente a dos ejércitos!” – exclama Shapner alarmado.
- “¡Retrocederemos hacia el Sur!” – dice Videl. – “¡Hacia el mar!”
- “¡¿Hacia el mar?!” – se extraña Ikose. – “¡Eso nos deja sin ruta de escape! ¡No podemos evacuar a todo el mundo!”

Videl, pese a no estar segura, intenta forzar una sonrisa para dar tranquilidad a sus compañeros mientras una gota de sudor recorre su sien.

- “Enviad una señal de auxilio al Rey Chappa” – dice la Comandante.

domingo, 26 de agosto de 2018

DBSNL // Capítulo 56: Frutos

DBSNL // Capítulo 56: Frutos
“Nunca había puesto a prueba mi perfección”


Piccolo, atrapado entre las enormes manos de Toppo, alarga sus brazos y los enrolla alrededor de los de su enemigo, apretándolos y obligándole a ceder lo suficiente para poder liberarse.

El namekiano retrocede dando una voltereta, mientras sus brazos vuelven a la normalidad. Piccolo salta hacia el cielo, intentando huir del grupo de participantes del Universo 2 en el que se encuentra, pero uno de ellos, que parece un conejo humanoide morado, salta tras él y le alcanza a una velocidad extraordinaria. 

El conejo golpea a Piccolo y le lanza contra el suelo.

El namekiano se reincorpora mientras retrocede y se desliza sobre el ring.

- “Qué rápido es...” – murmura Piccolo.

Su nuevo rival se coloca frente al grupo del Universo 2.

- “Es mío” – les dice al resto de sus compañeros para que no intervengan.
- “Como quieras, Dyspo” – le responde Toppo. – “Pero no te confíes”.
- “Seré rápido” – responde Dyspo sonriendo.

No muy lejos de allí, Son Gohan se enfrenta a Cell en un combate que parece estar mucho más igualado de lo que el mestizo esperaba.

- “¿Por qué es tan fuerte?” – se pregunta Gohan. – “¿Cómo ha conseguido tanto poder?” 

Cell sonríe mientras sigue avasallando a su contrincante.

- “¡Nunca me había divertido tanto!” – exclama Cell.

Son Gohan, finalmente consigue golpear a Cell y obligarle a retroceder. El insecto sonríe y se limpia la sangre de su labio con el dorso de su mano.

- “Nunca había puesto a prueba mi perfección” – dice la creación del Dr. Gero. – “Es realmente emocionante”.
- “¿Qué ocurrió en tu línea temporal?” – le dice Gohan de forma tajante. – “No deberías ser tan fuerte”.
- “Desconozco a qué viene tu sorpresa” – responde Cell sonriendo. – “Pero no me importa contártelo.” – continúa. – “Cuando desperté, al parecer, tú y tus amigos habíais desactivado a los androides 17 y 18, pero por suerte no los destruisteis y los guardabais en la Corporación Cápsula”.
- “Eso sigue sin explicar tu poder...” – dice Gohan algo desconcertado. – “¡A no ser qué...!” – exclama al habérsele ocurrido una posible razón.

Jaco se encuentra luchando contra los cadáveres de varios Cell Jr y Curd, revividos por el Dr. Kamakiri. El patrullero intergaláctico les hace retroceder con su gran destreza en el combate cuerpo a cuerpo y después les dispara con su pistola pero, aun así, ellos continúan levantándose.

Cerca de allí, Hit aparece detrás del Dr. Kamakiri.

- “Se acabó la función” – dice el asesino mientras saca la mano de su bolsillo.

Pero de la nada aparece con el Shunkanido el participante Yadrat del Universo 4, que alarga su mano con la intención de tocar a Hit y llevárselo, pero en un instante aparece también Son Goku, en su estado base, y agarra al Yadrat antes de que toque a Hit, y se lo lleva con su Shunkanido.



Dibujado por Ipocrito

El Dr. Kamakiri aprovecha la distracción para alejarse de Hit, que parece haberse quedado algo pensativo recordando el instante en el que su mirada se ha cruzado con la de Son Goku, seria pero cómplice, antes de desvanecerse con el su técnica de teletransporte.

Vegeta sigue inmerso en su enfrentamiento con Gin, que parece superarle en todos los aspectos.

De entre la polvareda de su alrededor, un saiyajín perro ataca a Vegeta, pero éste, sin ni tan solo mirarle, le repele de un simple golpe.

El saiyajín del Universo 1 se recupera rápidamente y como un animal enrabiado vuelve a dirigirse hacia Vegeta, que le apunta con su mano mirándole de reojo.

-  “No tengo tiempo para esto” – refunfuña Vegeta.

Pero Mirai Trunks aparece y golpea de nuevo al saiyajín, apartándole.

- “¿Estás bien, papá?” – pregunta preocupado Mirai Trunks al ver a su padre malherido.
- “Preocúpate por tu universo” – responde Vegeta mientras echa un salivazo ensangrentado al suelo.

Mirai Trunks sonríe, pues aprecia cualquier interacción con su padre y entiende por su actitud que a éste aún le quedan fuerzas para seguir luchando.

Bérgamo aparece detrás de Mirai Trunks.

- “¿Me echabas de menos?” – dice el lobo antes de golpear a Trunks y alejarle de su padre.
- “¡Trunks!” – grita Vegeta algo preocupado.
- “¡No te distraigas!” – le grita Gin mientras carga contra él.

Uno de los demonios del frío del Universo 1 está siendo avasallado por dos Cell Jr. Finalmente, un tercer Cell Jr le atraviesa con un Makankosappo y los otros dos se lanzan sobre su cuerpo para terminar con él y asegurarse de que no vuelva a levantarse.

- “¡Ice!” – grita otro demonio del frío. – “Ese idiota ha caído a la primera”.
- “¡Fridge! ¡Detrás de ti!” – avisa Frost a su compañero.

Frost ha visto como, de repente, una banda de cazadores furtivos espaciales del Universo 5 se abalanzan sobre Fridge.

Lavander y Basil atacan de nuevo a Shisami que, al repeler a los lobos, provoca que Lavander toque a Basil y las toxinas empiecen a extenderse por su cuerpo.

- “¡No!” – exclama Lavander. - “¡Maldita sea!”

Las toxinas avanzan rápidamente y Basil empieza a sentirse cada vez más débil.

- “¡Aguanta!” – le dice Lavander, que disipa el venendo en sus manos e intenta socorrer a su compañero.

El toro rojo coloca sus manos en el suelo, como si fuera a empezar una carrera, y se prepara para embestir con todas sus fuerzas.

- “¡Este es el poder del Imperio de Freezer!” – exclama Shisami. – “¡La victoria será nuestra!”

El ataque impacta directamente en Lavander, que ha conseguid apartar a Basil a tiempo. El lobo amarillo es empujado más allá del límite del ring y es eliminado.

- “¡Lavander!” – grita Basil. – “¡Maldita sea!” – se lamenta.

Son Goten sigue luchando contra Magetta, a quién parece no afectarle ninguno de los ataques del saiyajín, ni siquiera el Kamehameha original del maestro Roshi, que sale repelido al impactar contra su cuerpo metálico.

- “Sólo me queda una opción...” – piensa Goten.

Por su parte, Trunks está siendo asediado por Kafkal y Samsal, que se combinan a la perfección para sorprender al saiyajín, como si bailaran a su alrededor.

- “Qué coordinación...” – piensa Trunks mientras se protege como puede de los continuos ataques de los metamoranos. – “Pese a no ser muy fuertes no me dan tiempo para reaccionar... Es como si compartieran una única mente.”

Son Goten se distrae al ver a su amigo arrinconado, algo que aprovecha Magetta para situarse detrás de él y apresarle en un abrazo mortal.

El saiyajín grita mientras forcejea e intenta liberarse de los brazos metálicos del participante del Universo 6, pero no parece que consiga moverlos en absoluto.

Son Gohan ve a su hermano en peligro e intenta correr hacia él, ignorando a Cell, pero tras avanzar unos cuantos metros, Freezer aparece frente a él para cortarle el paso.

- “¿Ibas a alguna parte?” – le dice el demonio del frío sonriendo.
- “Maldición...” – murmura Gohan mientras se pone en guardia.

Son Goten sigue esforzándose para liberarse y concentra todo su ki.

- “¡¡HAAAAAAAAA!!” – grita mientras expulsa una tremenda onda expansiva de energía que le libera de Magetta, que se ve forzado a retroceder unos metros.

La mirada de Son Goten ha cambiado y su pelo parece mucho más erizado. 

Son Gohan observa la transformación de su hermano.

- “¿Súper Saiyajín 2?” – murmura Gohan atónito. – “¿Desde cuándo?”

Trunks ve a su amigo transformarse.

- “Está bien” – dice sonriendo. – “¡Vamos a por todas! ¡¡HAAAAAAAAA!!” – grita mientras repele a sus dos rivales y también se transforma en Súper Saiyajín 2.

Vegeta y Son Goku, ambos inmersos en sus respectivos combates, observan de reojo, orgullosos, a sus hijos.

Piccolo, listo para enfrentarse a Dypso, también se percata de la transformación de los niños.

- “Estos críos son extraordinarios...” – murmura el namekiano satisfecho al ver sus avances.


Dibujado por Ipocrito

viernes, 24 de agosto de 2018

ESPECIAL DBSNL /// Emperador Freezer // Universos 3 y 5 / Parte IV: Colisión

Emperador Freezer / Parte IV: Colisión
“¡Llevo años librando tus batallas, Cooler!”


El saiyajín desciende la colina y se acerca desafiante a los hermanos del frío. Freezer inspecciona detenidamente a Turles.

- “Otro mono...” – murmura entre dientes el Emperador.
- “¡Se acabó!” – exclama Cooler. – “¡Me has traicionado!”

Turles sonríe.

- “¿Yo? ¿Traicionarte?” – se burla el saiyajín. – “Tu familia aniquiló a mi raza.”
- “Yo no tuve nada que ver” – responde Cooler. – “Mi padre ya me había desterrado por aquel entonces.”
- “No te justifiques, hermano” – le dice Freezer. – “No se puede razonar con monos”.

El saiyajín se quita su capa y la arroja a un lado.

- “¿De verdad quieres enfrentarte a nosotros, Turles?” – le advierte Cooler.

Turles no pierde su sonrisa y se prepara para elevar su ki.

- “Las cosas han cambiado” – responde el saiyajín. – “¡Voy a vengar a mi raza! ¡Y después ocuparé vuestro lugar en el trono del Imperio!” 

Una fuerte onda expansiva barre el lugar, derribando a la mayoría de solados imperiales.

- “¡Su poder se ha incrementado!” – exclama Cooler.
- “¡¿Ha tomado el fruto?!” – se pregunta Freezer.
- “¡Llevo años librando tus batallas, Cooler!” – exclama Turles. – “¿Crees que no he mejorado? ¡Soy un saiyajín! ¡Aprendo de cada batalla! ¡Mi poder aumenta después de cada derrota!”

El aura incolora de Turles adopta un tono amarillo que trae malos recuerdos a Freezer.

- “No... ¡No puede ser!” – exclama el tirano asustado, retrocediendo un paso.
- “¿Qué ocurre?” – se extraña Cooler.
- “¡Soy lo que habéis temido siempre! ¡Vuestra peor pesadilla!” – exclama Turles.

Freezer, desquiciado, apunta a Turles con su dedo índice.

- “¡¡Toma esto!!” – exclama el tirano al disparar.

Pero su disparo falla. Turles ha desaparecido en un instante.

El tirano nota una presencia detrás de ellos y un resplandor amarillo delata al saiyajín. Freezer se da la vuelta lentamente, con miedo a lo que sabe que se encontrará.

Turles, transformado en Súper Saiyajín, se yergue imponente frente a ellos.

La mirada furiosa del saiyajín se clava en los aterrados ojos del Emperador, que tiembla de miedo.

- “Esos... esos ojos...” – titubea Freezer, recordando la mirada de Goku. – “Tienen la misma mirada...”
- “¡¿Qué está pasando?!” – exclama Cooler desconcertado. – “¿Qué significa esto?”

Turles carga contra los demonios del frío a toda velocidad.

- “¡Cuidado!” – exclama Freezer.

Pero en un abrir y cerrar de ojos, Turles aparece frente a Cooler y le golpea en el abdomen.

Cooler, incapaz de reaccionar y asombrado ante un poder que no ha visto nunca antes, queda arrodillado en el suelo.

- “¿Cómo...? ¿Qué es este poder?” – murmura el mayor de los hermanos.
- “No lo entiendo...” – dice Freezer. – “Sólo debería haber un Súper Saiyajín... ¡Y ya me he enfrentado a él!”

Turles, al oir al tirano, sonríe.

- “Así que lo que decían era cierto...” – se burla el saiyajín. – “Perdiste contra uno de mi raza”.
- “¿Esto es un Súper Saiyajín?” – se pregunta Cooler.
- “¡No voy a ser derrotado por otro mono!” – grita Freezer furioso.

El Emperador se abalanza sobre Turles, que detiene el golpe con ambas manos y es forzado a retroceder.

Freezer sonríe satisfecho, sorprendido ante su propio poder, muy superior al que tenía cuando viajó a la Tierra.

- “¿Es más fuerte que Cooler?” – se extraña Turles.
- “¡Jajaja!” – ríe Freezer. – “¡Vas a morir, maldito mono!” – exclama mientras insiste en sus ataques.

Cooler asiste atónito a la escena. Freezer parece estar superando a Turles, que se defiende de los ataques del tirano.

- “¿Desde cuando Freezer tiene tanto poder?” – se extraña el hermano mayor. – “¿Ha estado entrenando?”

Turles, magullado, retrocede.

- “No puede ser...” – se lamenta el saiyajín. – “¡Soy el Súper Saiyajín de la leyenda! ¡Debería ser el individuo más poderoso del universo!” – grita frustrado.
- “La última vez que me enfrenté a un Súper Saiyajín, admito que pasé miedo” – responde Freezer. – “Pero yo era más débil y él tenía más recursos que tú” – se burla el tirano. – “Qué decepción. Tu transformación me ha traído malos recuerdos... Pero parece que mi entrenamiento ha dado sus frutos. Soy muy superior a ti, estúpido mono.”
- “No... ¡No! ¡NO!” – grita Turles. – “¡Esto no ha acabado!”

El saiyajín dispara una onda de ki al suelo, alzando una nube de polvo que engulle a Freezer y Cooler.

- “¡Oh!” – exclama Freezer en tono burlón. – “¿Dónde estará?”

Freezer cierra los ojos y se concentra en su alrededor.

- “¡Ahí!” – exclama disparando un rayo mortal a la nada.
- “¡Aaah!” – se oye el grito de Turles en el interior de la nube.
- “Estos trucos ya no funcionan conmigo” – sonríe satisfecho el tirano.

Turles, agarrándose su hombro izquierdo, que ha sido atravesado por el ataque de Freezer, vuelve a su estado base y se escabulle entre las rocas, huyendo hacia el Árbol Sagrado.

- “Cobarde...” – murmura Freezer. – “Se nota que era un secuaz tuyo, hermano”.
- “¿Cómo has hecho eso?” – le pregunta Cooler mientras se reincorpora. – “¿Cómo supiste dónde estaba?”
- “No es complicado” – responde el Emperador. – “Cualquier sabandija puede hacerlo con un mínimo de entrenamiento.”
- “¿Y a dónde ha ido?” – pregunta Cooler.
- “Está ocultando su rastro” – responde Freezer. – “Pero supongo que se dirige al Árbol.”
- “Si la leyenda del fruto es cierta y se lo toma, podríamos tener problemas.” – dice Cooler.

Los soldados de Turles se reincorporan y rodean a Cooler y Freezer.

- “¡No iréis a ninguna parte!” – exclama uno de los soldados.
- “No tengo tiempo para esto” – responde Freezer. – “¿Puedes encargarte de ellos, Tagoma?”
- “Por supuesto” – responde el soldado de Cooler. – “Nosotros nos encargaremos” – dice mientras otros tres soldados se colocan junto a él. Uno de ellos es un brench de piel azul y cabello claro. El segundo es un zaltiano, una especie de anfibio humanoide de piel marrón. Y el tercero es un beppan de tez verde oliva.

Cooler y Freezer sobrevuelan la zona viajando hacia el tronco del gigantesco árbol, mientras Tagoma y sus hombres se encargan sin dificultad de los soldados de Turles.

Turles avanza entre las raíces del árbol mientras intenta taponar su herida por la que está perdiendo mucha sangre.

- “¡Ahí está!” – exclama Cooler al ver a su hombre.

El demonio del frío dispara una ráfaga de ki, mientras Turles intenta escabullirse, pero es alcanzado por la onda expansiva de las explosiones.

- “No...” – murmura Turles, arrodillado, sin fuerzas para levantarse y su visión cada vez más borrosa. – “Estaba tan cerca... Sólo necesitaba más tiempo... ¡Los Dioses no son justos!”

De repente, algo cae frente a él.

- “¿Qué es esto?” – se pregunta mientras extiende su mano hacia el objeto redondo de unos diez centímetros de diámetro e intenta alcanzarlo.

Freezer y Cooler descienden a unos metros de distancia y caminan hacia el saiyajín.

- “Se acabó, Turles” – le advierte Cooler. – “Tu rebeldía ha llegado hasta aquí”.

Pero Turles, mientras se levanta, ríe como un perturbado. Cada vez más fuerte.

- “¡JAJAJAJAJA!” – estalla en una carcajada.
- “¿Qué le pasa?” – se pregunta Freezer.
- “¡Los Dioses están de mi parte!” – exclama el saiyajín.

Freezer se percata de que Turles tiene un extraño objeto en su mano.

- “Eso es...” – murmura Freezer.
- “¡¿Es un fruto?!” – exclama su hermano.

El fruto es redondo y anaranjado, parecido a una manzana, pero con piel áspera.

El saiyajín da un mordisco al Fruto Sagrado y al engullirlo su herida empieza a cerrarse.

- “Maldita sea...” – murmura Freezer poniéndose en guardia.
- “¡La leyenda es real!” – grita Turles. – “¡Noto como mi poder va en aumento!” – exclama transformándose en Súper Saiyajín.
- “Esto no va a ser fácil...” – dice Cooler.

Una fuerte corriente de aire causada por el incremento de poder de Turles azota el lugar e impide avanzar a los hermanos del frío.

Turles da varios mordiscos más al fruto, pero de repente, algo extraño sucede. Turles deja caer el trozo de fruto que le quedaba y empieza a gritar desesperadamente, como si estuviera sufriendo un dolor insoportable.

Su masa muscular aumenta de forma exagerada y sus ojos se quedan en blanco. Su armadura se resquebraja y estalla en decenas de pedazos. El color amarillo de su ki adopta un tinte verdoso.


Dibujado por Torrijos

- “Pero, ¿qué…?” – titubea Freezer.

De repente, el aura de Turles estalla en centenares de esferas de ki que bombardean el lugar, arrasando la zona y alzando una fuerte nube de humo, polvo y escombros.

Cuando la nube se disipa, Cooler y Freezer contemplan al extraño Súper Saiyajín.

- “Su poder...” – murmura Freezer. – “Nunca había sentido nada igual”.
- “¿Tanto ha aumentado?” – pregunta Cooler, sorprendido al ver a su hermano temblando.

Turles mira a sus adversarios y sonríe de forma sádica.

- “¡Ahí viene!” – exclama Freezer.

El saiyajín se abalanza sobre los hermanos. Freezer recibe un tremendo puñetazo en la cara y sale lanzado, chocando y atravesando varias rocas y raíces del árbol.

Cooler, sin palabras, contempla la fuerza desmesurada del saiyajín, que ahora avanza hacia él. Cooler se agacha y esquiva un puñetazo de Turles, pero una patada en la barbilla le lanza por los aires.

El gigantesco saiyajín prepara una esfera de ki morada en su mano, dispuesto a rematar al demonio del frío, pero una explosión en su espalda le detiene.

- “¡No me des la espalda, mono!” – dice Freezer enfadado, autor del ataque.

Turles sonríe de forma sádica y vuelve a embestir al tirano, que esquiva su puñetazo y se agarra a su brazo, intentando proyectarle, pero Turles ni se inmuta y sacude su brazo fácilmente, estrellando a Freezer contra el suelo y las rocas de su alrededor.

Finalmente, el Emperador se suelta y Turles le golpea en el estómago. Después, el saiyajín genera una pequeña esfera de ki morada que dispara a bocajarro, que impacta de lleno con el tirano.

Cooler, malherido, se reincorpora.

- “Freezer...” – se sorprende al ver que su hermano ha caído. – “Mierda...” – se lamenta, al reconocer que él no puede enfrentarse solo al Súper Saiyajín.

Turles vuelve a centrarse en Cooler y empieza a caminar hacia él.

- “Jujuju” – ríe la voz del Emperador. – “No está nada mal...”

Cooler y el saiyajín miran hacia el lugar de procedencia de la voz y ven a Freezer, sin ningún rasguño, de pie sobre unos escombros.

- “¿Cómo ha sobrevivido a eso?” – se pregunta su hermano mayor.
- “Supongo que damos por finalizado el calentamiento” – dice Freezer. – “¡HAAAA!” – grita mientras su masa muscular aumenta y rápidamente se dispone a utilizar el 100% de su poder.

Turles se enfada al ver que su enemigo sigue en pie y se abalanza sobre él, dispuesto a darle un puñetazo, pero Freezer, aunque con esfuerzo, esta vez consigue detenerlo.

- “¡Veamos los frutos de mi entrenamiento!” – exclama Freezer al golpear al saiyajín y hacerle retroceder.

Cooler, al ver el poder de su hermano, se frustra.

- “Es increíble...” – murmura Cooler. – “Ambos tienen un poder devastador.”

De repente, Cooler se da cuenta de que, en el suelo, cerca de allí, está el pequeño trozo de fruto que Turles ha dejado.

Freezer y Turles se enzarzan en un intercambio de golpes brutal. Todo el planeta tiembla con cada choque.

Turles recupera la distancia y junta ambas manos frente a su pecho, concentrando una gran cantidad de ki entre ellas antes de lanzarlo contra Freezer.

El tirano, asustado frente al poderoso ataque del saiyajín, intenta cubrirse, pero el devastador ataque le engulle y estalla en una gigantesca explosión.

Cooler recoge el pedazo de fruto que quedaba.

- “Voy a convertirme en un Dios” – murmura antes de darle un mordisco.

El ki del demonio del frío se eleva de forma exagerada y llama la atención de Turles, que enseguida centra su atención en el demonio del frío.

El hermano de Freezer empieza a gritar de dolor mientras su cuerpo se deforma. Su masa muscular aumenta y salen cuernos del exoesqueleto de su cabeza y pinchos en su espalda y en sus antebrazos.

Freezer reaparece y contempla a su hermano.

- “¿Qué has hecho?” – se pregunta el tirano algo preocupado.

Cooler eleva su ki y sonríe antes de abalanzarse contra Turles.

Un choque de puños hace que se forme un gigantesco cráter.

Freezer, observando el combate, intenta razonar sobre cómo le conviene actuar.

Después de intercambio de golpes, Turles agarra a Cooler de la cola y, tras hacerle dar varias vueltas en el aire, lo lanza contra el suelo.

Tras el impacto, Cooler se levanta de nuevo.

- “¡¿Es que no vas a ayudarme?!” – le espeta a su hermano pequeño.
- “Pensé que habías perdido el juicio…” – responde Freezer.
- “No me compares con esos monos de clase baja” – le dice Cooler.

Freezer vuelve a adoptar su forma al 100% de poder y se coloca junto a su hermano.

- “Acabemos con él” – sonríe Freezer.

Ambos demonios del frío se separan e intentan sorprender a Turles atacándole uno por cada flanco. El saiyajín detiene el puñetazo de Freezer por su izquierda con su mano derecha y el de Cooler por su derecha con su mano izquierda. Agarrando sus puños, Turles se aparta y hace que choquen el uno contra el otro antes de darles un codazo en la nuca a ambos y estrellarles contra el suelo.

Los hermanos se levantan enseguida y vuelan de nuevo hacia Turles, asediándole con una incesante combinación de golpes.

El Súper Saiyajín consigue agarrar a Freezer por la cola y le estampa contra su hermano, haciendo que ambos retrocedan.

Turles carga contra los dos hermanos, que extienden sus manos hacia delante y apresan al saiyajín en una esfera de ki morada.

- “¡HAAAAAA!” – gritan al hacer que la esfera avance a toda velocidad contra el suelo y se estrelle sobre la superficie del planeta.

Aún así, en el centro del profundo cráter, Turles se levanta ensangrentado, pero dispuesto a continuar.

- “Su poder no ha disminuido...” – murmura Freezer.
- “¿Qué podemos hacer?” – pregunta Cooler. – “Su poder es devastador... ¡No podemos derrotarle!”
- “Tengo una idea... Es arriesgada, pero puede funcionar.” – dice Freezer. – “¡Sígueme!”


Dibujado por Torrijos

Los demonios del frío descienden uno a cada lado del saiyajín, sobre el borde del cráter creado. 

- “¡¡COOLER!!” – grita Turles elevando su ki. – “¡¡FREEZER!!”

Los demonios se deslizan por la ladera del cráter y usan su poder telekinético para que todos los escombros que rodean al saiyajín se precipiten sobre él.

- “¡Ahora!” – exclama Freezer.

Ambos demonios se envuelven en una esfera de ki fucsia y vuelan hacia el saiyajín a toda velocidad con sus puños extendidos hacia delante.

Un estallido de ki verde repele todas las rocas que rodeaban al desquiciado saiyajín.

- “¡VOY A MATAROS A TODOS!” – grita Turles, que ve cómo sus enemigos se aproximan rápidamente.

Turles cruza los brazos frente a su pecho y concentra todo su ki, preparándose para liberarlo todo de golpe.

- “¡MUERE, MONO!” – grita Freezer.

De repente, con Freezer y Cooler a escasos metros de distancia, el saiyajín libera toda su energía, que impacta contra los demonios del frío.

Una gigantesca explosión arrasa gran parte del planeta, provocando que este se fragmente en múltiples trozos.

Mientras tanto, los soldados de Cooler y Freezer preparan la nave aterrorizados ante tan magna explosión y temerosos por sus propias vidas. 

- “¡Tenemos que salir de aquí!” – exclama el beppan.
- “No nos iremos sin saber qué le ha pasado al señor Cooler” – responde tajante el brench azul.
- “¡Este planeta está sentenciado!” – insiste el zaltiano. – “¡Vamos a morir todos si no nos vamos!”
- “Sauza tiene razón. Nuestro destino será peor que la muerte si resulta que hemos abandonamos al señor Cooler con vida” – responde Tagoma.

En uno de los trozos desprendidos del planeta, Cooler ha sobrevivido pero se encuentra muy malherido. El demonio del frío ha perdido el brazo derecho junto a la la mitad derecha de su torso y sus extremidades inferiores.

- “Jujuju” – ríe Freezer. – “No tienes buen aspecto.”

Cooler se sorprende al escuchar a su hermano en un tono tan relajado.

- “Herm... hermano...” – susurra Cooler con un gran esfuerzo. – “Ayúdame...”

Freezer, intacto, se yergue frente a su hermano mayor.

- “¿Cómo...?” – murmura Cooler. – “¿Cómo puede ser... que hayas sobrevivido sin un rasguño?” – pregunta con dificultad.
- “No lo he hecho” – responde Freezer con una terrorífica sonrisa.

Cooler entiende en ese instante que Freezer lo tenía todo planeado.

- “Por favor...” – suplica el malherido demonio. – “Ayúdame...”
- “Has estado todos estos años ideando como usurparme el trono.” – dice Freezer. – “Has mantenido oculto a un saiyajín que pretendías usar contra mí si tenías la oportunidad. Has buscado la semilla del Árbol Sagrado para obtener un poder que sobrepasara el mío y el de nuestro padre...”
- “No...” – responde Cooler. – “Hay otra... otra amenaza...” – intenta justificarse.
- “¿El Súper Saiyajín de la Tierra?” – pregunta Freezer. – “Con un poco de entrenamiento podrías haberle superado. Sigues siendo tan patético como cuando nuestro padre te desterró.”
- “Hay algo mucho más pelig...” – dice antes de ser interrumpido por una tos sangrienta.
- “¿De qué estás hablando?” – se impacienta Freezer. – “¡Dilo de una vez!”
- “La caja... la caja de...” – murmura Cooler antes de exhalar su último aliento.
- “Idiota” – murmura Freezer con desprecio.

Los soldados siguen discutiendo sobre abandonar el planeta, pues el tiempo se agota.

- “¡Quédate con ellos si quieres!” – le dice el beppan a Tagoma – “Yo me...”

Pero un rayo mortal le atraviesa el corazón y muere instantáneamente.

Todos se dan la vuelta hacia el lugar de origen del ataque y ven que Freezer ha sobrevivido.

- “¿Os ibais sin mí?” – sonríe el tirano.
- “No, señor...” – dice el zaltiano. – “Nosotros...”

Un nuevo rayo mortal de Freezer atraviesa su corazón y cae inerte.

- “Nos vamos” – dice el Emperador.
- “Sí, señor” – exclaman Tagoma y Sauza.

La nave abandona de la atmósfera del planeta y Freezer se prepara para salir al exterior.

- “Señor...” – dice Tagoma. – “¿Y el fruto?”
- “No lo necesito.” – responde Freezer. – “Conseguiré aumentar mi poder de otra forma.”

El tirano sale al espacio y prepara su bola mortal.

- “Debo asegurarme de que nada sobreviva” – murmura antes de lanzar el poderoso ataque que acaba con los restos del planeta.

Al entrar de nuevo en la nave, Tagoma se acerca al tirano.

- “¿Órdenes, señor?” – pregunta Tagoma.
- “Tú eres el hombre más cercano a mi hermano...” – murmura Freezer. – “Supongo que eres quién más le conocía...”
- “S... Señor...” – tiembla Tagoma. – “Mi lealtad hacia usted es...”
- “Eso ahora no importa” – responde Freezer. – “Quiero preguntarte algo: ¿Qué sabes sobre los motivos del exilio de mi hermano?”
- “Cooler dijo que fue por robar y vender una reliquia de la cámara Imperial” – responde Tagoma.
- “¿Y a quién se la vendió?” – pregunta el tirano.
- “Al gobernador Don Kee, señor” – responde el soldado.

Freezer mira por la enorme escotilla de la nave y sonríe.

- “Rumbo a Imegga” – ordena el Emperador.