Fallen FighterZ / Parte III: El despertar del Súper Saiyajín
“¡Estoy harto!”
En la Corporación Cápsula, la situación es muy tensa. Krilín está sumido en un mar de dudas.
- “Pero, ¿qué hace?” – se pregunta Bulma, que observa la situación a través de las cámaras de seguridad del laboratorio. – “¿Por qué no aprieta el botón?”
Krilín intenta hacer recapacitar a los androides, cuando Trunks, muy malherido, se levanta.
- “No van a cambiar...” – dice Trunks. – “Matan por diversión... No son humanos.”
Krilín tiembla contemplando el botón rojo.
- “Pero apagarles así...” – murmura.
El androide 17, presa del pánico, ya no aguanta más y se lanza a por el humano.
- “¡Hermano! ¡NO!” – exclama la Número 18.
Krilín cierra los ojos con fuerza y grita a pleno pulmón, liberando toda la tensión acumulada y mostrando el sufrimiento que le causa tener que tomar esta decisión.
Finalmente, el humano aprieta el botón, y los androides 17 y 18 caen inertes al suelo, como dos muñecos de trapo.
Mientras tanto, Son Goku se levanta a duras penas.
- “Me has salvado por segunda vez, Vegeta” – le dice Goku. – “Gracias”.
- “Piérdete” – le responde Vegeta. – “¡El androide es mío!” – exclama antes de abalanzarse sobre él.
- “¡NO! ¡Espera!” – exclama Goku.
El Número 16 golpea a Vegeta y le hace retroceder.
- “Su fuerza es muy superior a la de los otros dos androides” – le dice Goku.
- “¡Eso ya lo veo!” – responde Vegeta.
El príncipe saiyajín vuelve a atacar al androide.
- “Maldita sea…” – murmura Goku, que se une al ataque.
Ambos saiyajín golpean al androide, que se cubre sin esfuerzo.
- “No podéis ganar” – les advierte el Número 16 antes de contraatacar y superarles.
Mientras tanto, Ten Shin Han, que se está alejando de la zona de combate con Gohan, percibe que la energía de Trunks casi ha desaparecido y la de Goku y Vegeta está disminuyendo vertiginosamente.
- “Algo va mal...” – piensa el humano.
En la Corporación Cápsula, nuestros amigos observan a los androides, ahora desactivados.
- “¿Hemos ganado?” – se pregunta Piccolo.
- “Los androides están desactivados...” – dice Trunks entre lágrimas. – “¡Lo hemos logrado!”.
Krilín contempla el cuerpo de la Número 18.
- “Me pregunto si hemos hecho lo correcto...” – reflexiona Krilín.
Yamcha se acerca tambaleándose.
- “Hemos cambiado el futuro” – dice el humano. – “Seguimos vivos”.
- “Deberíamos destruirlos” – sugiere Piccolo.
- “¡No!” – exclama Bulma, que ha salido del laboratorio. – “Voy a estudiarlos a fondo aquí, en la Corporación. Seguro que lo que aprenda de su tecnología nos será muy útil”.
Trunks alza su vista hacia el norte; hacia el desierto en el que Goku y su padre siguen luchando.
- “Aún queda uno” – dice el guerrero del futuro. – “¡Necesito una semilla senzu!” – le dice a Krilín.
En el desierto, Vegeta y Goku están siendo avasallados por el androide, pero no dejan de levantarse una y otra vez.
- “Me niego a morir a tu lado, Kakarotto” – dice Vegeta.
- “Me alegro de pelear a tu lado” – responde Goku.
- “¡No empieces con tus sentimentalismos!” – responde el príncipe saiyajín. – “¡Me dan ganas de vomitar!”
En un instante, Trunks y Piccolo llegan al lugar. El Número 16 los mira y entonces intuye la situación.
- “Si vosotros estáis aquí, significa que habéis derrotado a los androides 17 y 18” – deduce el androide.
- “Tus amigos han sido desactivados” – responde Piccolo.
- “¡Y tú serás el siguiente!” – exclama Trunks, apuntando al robot con el control remoto.
Pero, a pesar de apretar el botón con fuerza, nada ocurre.
- “Pero, ¿qué...?” – se sorprende Trunks.
- “El Doctor Gero tenía otros planes para mí” – responde el androide – “Mi diseño es único”.
- “Maldición...” – se lamenta Piccolo.
Son Goku da un paso al frente, hacia el androide.
- “¿De verdad tenemos que luchar?” – le pregunta Goku.
- “Mi único objetivo es matarte, Son Goku” – le responde el Número 16. – “No tengo nada en contra del resto de los presentes.”
- “Así que, si cumplieras tu objetivo... ¿dejarías al resto en paz?” – pregunta Goku con una sonrisa.
- “Así es” – responde el androide.
Vegeta, Trunks y Piccolo se sorprenden.
- “¿Pero qué demonios estás tramando, Kakarotto?” – le dice Vegeta.
Son Goku vuelve a su estado base.
- “Hazlo” – le dice Goku al androide.
Todos se quedan de piedra ante la actitud de Goku. También el androide.
- “Me rindo” – dice Goku. – “Tu fuerza me supera. Mátame si quieres”.
- “¡No digas estupideces!” – exclama Vegeta.
- “¡Es una locura!” – replica Piccolo.
Son Goku, que no pierde la sonrisa, se dirige a sus amigos.
- “Es la mejor solución” – dice Goku. – “Bulma una vez me dijo que yo atraigo a los villanos y creo que tenía razón. Creo que la Tierra estará más segura sin mí. Además, no tengo ninguna duda de que Son Gohan va a superarme pronto y podrá proteger el planeta si es necesario.”
- “Son Goku...” – murmura Trunks, conmovido.
En ese instante, Son Gohan llega apresuradamente.
- “¡Papá!” – exclama el mestizo – “¿Estás bien?”
- “Son Gohan...” – dice Goku, mirando a su hijo de forma tierna. – “Siento mucho tener que despedirme. Siento no poder estar a tu lado para verte crecer, pero ya te has convertido en un hombre. Escucha siempre a tu madre y no dejes de entrenar con Piccolo. Dejo el futuro de la Tierra en tus manos. Y dile a tu madre que...”.
Todos agachan la cabeza con lágrimas en los ojos, conmovidos por las palabras de Goku.
- “No” – le interrumpe Gohan.
Nuestros amigos se sorprenden al escuchar al hijo de Goku.
- “¡Estoy harto!” – grita el joven saiyajín. – “¡Estoy cansado de que nunca estés aquí! Puede que sea un sentimiento egoísta... ¡Pero te necesito!”
- “Son Gohan...” – murmura Piccolo.
- “Sé que es difícil” – responde Goku. – “Pero es lo mejor para todos”.
- “¡No me importa!” – insiste Gohan. – “¡No dejaré que mueras!”
El androide 16 desencaja uno de sus puños y apunta a Goku.
- “Lo siento, Son Gohan.” – suspira Goku. – “Hazlo, 16” – le dice al androide.
- “Eres un hombre noble.” – le dice el Número 16. – “Ha sido un honor.”
- “Eres un hombre noble.” – le dice el Número 16. – “Ha sido un honor.”
El Número 16 carga su cañón y dispara a Goku. El poderoso ataque avanza a toda velocidad, pero en un abrir y cerrar de ojos, Son Gohan se interpone entre éste y su padre.
- “He dicho...” – susurra Gohan, alzando su mano hacia el ataque, con la cabeza agachada. – “¡QUE NO!” – exclama al levantar la mirada. Sus pupilas brillan y se tornan de color verde y su cabello se eriza y se tiñe de rubio.
El ataque del Número 16 se detiene un instante frente al joven mestizo y después estalla en todas direcciones, haciendo que todos tengan que cubrirse.
- “Son Gohan...” – murmura Piccolo, asombrado ante el poder mostrado por el chico.
Son Goku, fascinado, observa a su hijo.
- “Pero, ¿de dónde ha sacado ese crío tanto poder?” – se sorprende Vegeta.
Son Gohan se ha transformado en Súper Saiyajín.
El Número 16 analiza detenidamente al chico.
- “Su poder es extraordinario...” – piensa el androide.
Gohan se abalanza sobre el androide. El mestizo le propina un puñetazo, que el androide intercepta con su antebrazo, pero por primera vez, el robot se resquebraja.
- “¡Increíble!” – exclama Trunks.
El mestizo insiste en sus ataques, causando múltiples daños a la coraza del Número 16.
Dibujado por Torrijos |
- “¿Es este el poder que ocultaba Gohan?” – piensa Goku, recordando su combate contra Raditz.
- “Me cuesta creer que este sea el mismo Gohan...” – piensa Piccolo, que recuerda a su pupilo llorando cuando le lanzó contra una montaña en su primer día de entrenamiento.
El androide, muy dañado, hinca la rodilla y contempla a Gohan. De repente, el androide esboza una tierna sonrisa.
- “Al menos puedo ver que la Tierra estará segura en tus manos, Son Gohan” – dice el Número 16.
El chico apunta al androide con su mano y prepara una esfera de ki.
- “¡Son Gohan! ¡Espera!” – exclama Goku.
Pero Gohan, llevado por la ira, dispara un poderoso ataque que hace estallar al Número 16. El chip de su cabeza cae al suelo, y en él, una pequeña luz roja parpadea unos instantes hasta apagarse.
Todos los presentes se quedan en silencio, asombrados por el extraordinario poder demostrado por Son Gohan.
El chico pierde su transformación y cae de rodillas, llorando.
- “Son Gohan...” – murmura Goku acercándose a su hijo.
- “Ese crío ha eliminado al androide...” – titubea incrédulo Vegeta.
Gohan se levanta y, sin mediar palabra, sale volando del lugar a toda prisa.
- “¡Gohan!” – exclama Goku.
- “Déjale, Goku” – le interrumpe Piccolo agarrándole del hombro. – “Necesita estar sólo”.
En ese memento, Yamcha, Ten y Krilín llegan al lugar de la batalla.
- “¿Qué ha pasado?” – pregunta Yamcha. – “¿Dónde está el androide?”
- “Son Gohan lo ha destruido” – responde Piccolo.
- “¿Son Gohan ha derrotado a ese androide?” – se sorprende Ten.
Vegeta sigue sin creerse lo que acaba de ocurrir.
- “Ese estúpido crío me ha superado... ¡A mí! ¡Al príncipe de los saiyajín!” – piensa Vegeta. – “No... No lo permitiré...” – se repite a sí mismo. – “¡No voy a dejarme ganar por ese estúpido niñato!” – exclama antes de salir volando de nuevo hacia las montañas.
Trunks observa en silencio a su padre alejarse.
- “Hemos ganado... ¿y aún sigue con esa idea en la cabeza?” – se pregunta Trunks.
- “Así es tu padre” – responde Piccolo. – “Siempre obsesionado con ser el más fuerte.”
Krilín se acerca a Trunks.
- “Ahora que todo ha terminado, ¿qué piensas hacer?” – le pregunta al guerrero del futuro.
- “Mañana volveré a casa y usaré el control remoto para desactivar a los androides de mi tiempo” – responde Trunks.
Son Goku sigue en silencio, ensimismado, mirando en la dirección en la que se ha marchado su hijo, con cara de preocupación.
- “Son Gohan ha pasado por muchas cosas siendo sólo un niño” – le dice Piccolo, sacándole del trance. – “Necesita un descanso más que ninguno de nosotros”.
- “Supongo que tienes razón” – responde Goku, que se siente culpable por haber prestado siempre más atención al entrenamiento que a su hijo.
Yamcha, contento por la victoria, interrumpe a los dos guerreros.
- “Reunámonos todos mañana en la Corporación Cápsula para despedir a Trunks” – propone. Y así lo acuerdan.
Al día siguiente, en el jardín de la Corporación Cápsula, Trunks se prepara para partir en su máquina del tiempo. Junto a él se encuentran Bulma, Goku, Krilín, Yamcha y Ten Shin Han.
Bulma, con el pequeño Trunks en brazos, y Mirai Trunks se funden en un fuerte abrazo.
- “Siento mucho que Vegeta no haya venido a despedirse” – le susurra Bulma con lágrimas en los ojos, después de darle un beso en la mejilla.
- “No pasa nada” – responde Trunks. – “Sé cómo es.”
Trunks sonríe y le hace una carantoña al pequeño.
- “Cuida de mamá por mí, ¿de acuerdo?” – le dice al bebé. – “Y no pierdas la esperanza con papá”.
Son Goku se acerca a Trunks para despedirse.
- “Eres un muchacho extraordinario” – le dice.
- “Muchas gracias, Son Goku” – responde Trunks orgulloso. – “¿Dónde está Gohan?” – pregunta el viajero del futuro.
- “Sigue disgustado con lo que ocurrió ayer. Ha pasado la noche fuera de casa.” – responde Goku. – “Piccolo ha ido a hablar con él”.
- “Me hubiera gustado despedirme de él...” – se lamenta Trunks.
Krilín, Yamcha y Ten se acercan al joven.
- “¡Estos saiyajín son unos cabezotas!” – interrumpe Krilín.
- “Ya se le pasará” – añade Yamcha.
Trunks se esfuerza para sonreír.
- “Muchas gracias a todos, chicos” – se despide Trunks mientras sube a su máquina, ignorando el terrible final que le espera. – “¡Volveré cuando todo haya acabado!”
Trunks escribe las coordenadas en el panel de control de la máquina y ésta se eleva lentamente hacia el cielo. En ese instante, Trunks ve a alguien en el tejado de la torre de la Corporación Cápsula.
Vegeta le observa de brazos cruzados con semblante serio.
- “Buena suerte, hijo” – murmura el príncipe saiyajín antes de esbozar una tímida sonrisa.
Trunks sonríe al ver que su padre ha ido a despedirle, y antes de que pueda levantar su mano para decirle adiós, la máquina del tiempo se desvanece y el guerrero es transportado a su tiempo.
Mientras tanto, sobre una pequeña meseta, Gohan contempla una llanura al sur de la Capital del Oeste.
- “Sabía que te encontraría aquí” – le interrumpe Piccolo mientras desciende a su lado.
- “¿Cómo me has encontrado?” – le pregunta el mestizo.
- “Por mucho que ocultes tu ki, te conozco bien, Son Gohan” – responde el namekiano.
Piccolo se situa junto a Gohan y echa un vistazo a la zona.
- “Aquí es donde te entrené para enfrentarnos a los saiyajín” – sonríe Piccolo.
- “Eres el único que cree en mí” – responde Gohan. – “Aprendí mucho durante esos meses”.
- “Tu padre cree en ti más que nadie” – le corrige el namekiano. – “Y siendo sincero... creo que yo también aprendí mucho” – añade con una sonrisa cómplice.
- “No me gusta pelear” – continúa Gohan. – “Siempre lo he odiado, pero cuando me enfado pierdo el control.”
- “Y eso nos ha salvado la vida en multitud de ocasiones” – intenta hacerle entender Piccolo.
- “¿Acaso soy un monstruo?” – responde Gohan. – “¿Y si el androide no merecía morir? ¿Y si...?”
En ese instante, Piccolo recuerda la mirada de la gente en el torneo de artes marciales, cuando él anunció que era el hijo de Piccolo Daimaoh.
- “No eres un monstruo, Son Gohan” – responde Piccolo mientras le abraza. – “Eres el mejor amigo que he tenido.”
Gohan abraza a Piccolo e intenta ocultar su llanto.
- “Volvamos a casa” – le dice el namekiano. – “Tu madre estará preocupada”.