domingo, 29 de abril de 2018

DBSNL // Capítulo 39: Vieja grulla

DBSNL // Capítulo 39: Vieja grulla
“Perdemos ki por todas partes”


Tao Pai Pai empuja a Lunch hacia el comandante Silver, que la agarra y la obliga a sentarse en su silla.

El asesino salta por el agujero creado por su ataque y desciende hasta llegar al suelo.

Ten Shin Han se levanta y se arranca la parte superior de su túnica, que había sido destrozada por el Dodonpa, y con ella envuelve a Chaoz, que sigue en el suelo pero ha recuperado parcialmente la consciencia. 

- “Lo siento, Ten” – murmura Chaoz.
- “No te preocupes” – le responde éste. – “Voy a hacérselo pagar”.

Tao Pai Pai ríe al escuchar las palabras de su viejo discípulo.

- “¿Es eso cierto? ¿Vas a matarme?” – se burla el asesino. – “¡Te faltan agallas para eso!”.

Ten tiene un semblante serio y decidido y se prepara para el combate.

Tao Pai Pai le apunta con el cañón de su brazo. El cañón cierra su luz y se alarga, siendo cada vez más estrecho.

- “¿Pero qué...?” – dice Ten confundido.

El asesino dispara un Dodonpa de escasos centímetros de diámetro a gran velocidad. Ten sólo puede esquivarlo parcialmente y su hombro izquierdo es atravesado, haciendo que hinque la rodilla por el dolor.

- “¡Levántate!” – le grita Tao Pai Pai. – “Eres una vergüenza para la escuela Grulla.”

Ten se sujeta el hombro que presenta una hemorragia considerable.

- “Se ha hecho mucho más fuerte…” – piensa Ten. – “¡Maldita tecnología de la Red Ribbon!”

Pueden escucharse explosiones a lo lejos, entre la ventisca. 

Lapis y los niños a duras penas siguen resistiendo contra los cuatro B-16 restantes. 

Trunks, de rodillas, recibe una patada en la cara por parte del B-16 y pierde la transformación.

Lapis recibe una terrible paliza por parte de dos B-16.

El último B-16 sujeta a Son Goten por el cuello de su Gi. El chico ya ha perdido su estado de Súper Saiyajín. El robot le lanza al aire, le apunta con el cañón de su brazo y lanza su devastador ataque.

Por suerte para Goten, alguien le agarra y evita que el ataque impacte contra él.

Son Goten abre sus ojos y pese a ver borroso distingue a su salvadora.

- “¿Número 18?” – murmura casi sin fuerza.

En el planeta de Beerus, Goku y Vegeta se encuentran en el suelo semi-inconscientes. 

- “Si esto es todo lo que podéis hacer, nuestro universo está perdido” – les dice Beerus, que acaba de humillarles en su pequeño enfrentamiento.
- “¿Cómo... cómo puede ser... que aún haya tanta diferencia entre nosotros?” – dice Goku con una sonrisa pese a estar agotado.
- “Esta transformación es peor que tu Súper Saiyajín 3” – dice Vegeta. – “Perdemos ki por todas partes”.
- “Buena observación.” – interviene Whis. – “No estáis acostumbrados a contener un ki tan denso como éste y en estas cantidades. Ya os dije que no era sencillo usar el ki divino en vuestra transformación. Vuestra mente no está lo suficientemente clara y vuestro cuerpo no está preparado para ello”.
- “Aún tenemos tiempo” – responde Goku levantándose. – “Lograremos dominar el Súper Saiyajín Blue”.
- “¿Súper Saiyajín Blue?” – pregunta Whis al escuchar el término por primera vez. – “Es un nombre un poco ridículo... Juju”

En la Muscle Tower, Ten se pone en pie para enfrentarse a Tao Pai Pai.

- “¡Dodonpa!” – grita Ten lanzando su característico ataque.

Tao Pai Pai lo esquiva con facilidad apartando su hombro hacia atrás e inclinando su cuerpo hacia un lado, dejando que el ataque pase de largo y destruya parte de la base de la torre.

- “Eres patético, Ten Shin Han” – dice el asesino, que apunta de nuevo a su antiguo discípulo.

El cañón empieza a cargarse mientras cambia de forma hasta que su embocadura adopta una forma cuadrada.

- “¡KI-KO...!” – grita el asesino. Pero es interrumpido por un Kienzan que parte su cañón en dos antes de que pueda ser disparado, haciéndolo estallar.

Dibujado por Ipocrito

Krilín se posa junto a Ten Shin Han.

- “¿Llego muy tarde?” – dice con una sonrisa cómplice.
- “Justo a tiempo” – responde Ten devolviéndole la sonrisa, pese a estar un poco mareado por la pérdida de sangre.

miércoles, 25 de abril de 2018

OLD MAN GOHAN // Capítulo 19: Dos caminos

OMG // Capítulo 19: Dos caminos


El Sol ha salido y el Ejército Real sigue su camino hacia la Muscle Tower, mientras Gohan y los piratas se dirigen al Este.

En la sala de mandos del barco pirata, Punta y Gohan miran al horizonte.

- “Te acercaremos a la Torre Sagrada todo cuanto que podamos” – le dice Punta al mestizo. – “Pronto saldremos de mi territorio y no sabemos cuanto tardarán en localizarnos...”
- “¿No dijiste que estas aguas las controlaba un amigo tuyo?” – le pregunta Gohan.
- “¿Dije “amigo”?” – sonríe nervioso Punta. – “Puede que exagerara”.

Mientras tanto, el navío del Ejército Real ya está cerca de su destino y se adentra en las gélidas aguas del Norte.

- “Llegaremos en unas horas” – anuncia Erasa.

En una villa cercana a la Capital Central, Cell se da otro festín, frustrado por no encontrar a los androides.

- “Han pasado por aquí...” – murmura al ver los destrozos causados por los gemelos. – “Me estoy acercando” – sonríe.

En el barco pirata, un nauseabundo olor infesta la cubierta.

- “¿Qué es este hedor?” – pregunta Gohan mientras se tapa la nariz.

Punta muestra señales de nerviosismo al notar esa fetidez y rápidamente se chupa el dedo y lo levanta para determinar la dirección del viento.

- “El viento viene del Norte...” – murmura el pirata. – “¡Nos desviaremos hacia el Sur!” – grita. – “¡A toda máquina!”
- “¿Qué ocurre?” – pregunta el mestizo, inquieto al ver a toda la tripulación tan inquieta.
- “Los Bacteroides nos han localizado” – responde Punta. – “Saben que estamos en sus aguas”.

Al norte, el navío del Ejército Real ya no puede avanzar más a través del grueso hielo y se preparan para desembarcar entre el frío y la ventisca, cubiertos con aparatosos abrigos de piel.

- “No veo nada” –  murmura Shapner mientras se cubre media cara con su abrigo.

Entre la ventisca un fuerte zumbido va en aumento.

- “¡Atentos!” – grita Videl, haciendo que nuestros amigos desenfunden sus armas.
- “¡Algo se acerca!” – exclama Erasa, que enseguida mira la pantalla de su brazalete.
- “No puede ser...” – murmura Shapner, temiéndose la llegada de la criatura.

De repente, unas siluetas empiezan a definirse entre la ventisca hasta que nuestros amigos descubren que son soldados del Ejército Real montados en motos de nieve, que se detienen delante de ellos.

- “¡Bienvenida, Sargento Violet!” – dice uno de los soldados. – “¡El Centro de Mando nos avisó de vuestra llegada! ¡Acompañadnos hasta la Muscle Tower!”

El equipo Zulú es acompañado hasta la torre, que ha sido reconstruida y remodelada. Una gigantesca compuerta mecánica se abre para dejar paso a los soldados, que rápidamente se adentran en la base.

Mientras tanto, en el barco pirata, Punta puede ver como detrás de ellos, en el horizonte, una embarcación gigantesca les está ganando terreno.

- “Maldita sea...” – murmura el pirata. – “Van a alcanzarnos”.
- “¿Tan terribles son?” – pregunta Gohan.
- “¿Es que no lo hueles?” – le responde Punta. – “Algunas leyendas cuentan que en una ocasión el Capitán Bacterian pudo escapar de los androides porque su olor corporal saturó sus sentidos aumentados... Es un hombre terrible.”

Ante tal declaración, Son Gohan no sabe si sentirse asqueado, sorprendido o impresionado.

En la Muscle Tower, la Coronel Red, al mando de las instalaciones, recibe a nuestros amigos. La Coronel es una mujer de mediana edad, pelirroja, de pelo largo y liso con un flequillo rozándole las cejas. Viste el uniforme del Ejército Real con un anorak azul oscuro. 

La acompaña un descomunal hombre de aspecto serio y con una enorme cicatriz que cruza su frente de forma horizontal.

- “Soy la Coronel Red” – se presenta la mujer. – “Bienvenidos a la Muscle Tower”.
- “Somos la Sargento Violet y el Teniente Blue” – responde Videl. – “Gracias por acogernos”.
- “El Alto Mando nos avisó de vuestra llegada” – responde Red.
- “Entonces ya conoceréis la naturaleza de nuestra visita” – dice Shapner, que parece algo intimidado por la presencia del acompañante de la Coronel.
- “Así es” – responde ella. – “Pero de momento no podemos cumplir esas ordenes”.

Videl y Shapner se miran extrañados.

- “¿Cuál es el motivo?” – pregunta la Sargento.
- “Hace semanas mandé a un equipo al antiguo laboratorio del Doctor Gero, en las montañas rocosas.” – explica la Coronel. – “Encontraron un sótano que desconocíamos, pero al parecer había sido destruido. En su última retransmisión, dijeron que habían encontrado algo que podría ser de utilidad para la Resistencia. Una especie de sarcófago que no pudieron abrir.”
- “¿Otro androide?” – se sorprende Shapner.
- “Puede que contenga algún prototipo antiguo que nos permita descubrir los puntos débiles de los androides” – responde la Coronel. – “Así que necesito a todo mi equipo científico para analizarlo”.
- “Pero nuestra misión es...” – dice Videl.

En ese instante, una alarma suena en un dispositivo del cinturón de la Coronel Red e interrumpe a la Sargento.

- “Parece que me reclaman en el centro de mando” – anuncia Red. – “Número 8, ¿puedes acompañar a nuestros nuevos amigos a sus habitaciones?” – le dice a su acompañante.
- “Encantado” – dice el gigantón mostrando una sonrisa sincera y gentil.
- “¿¡Ha dicho Número 8!?” – exclama Shapner sorprendido y aterrorizado.

En el barco pirata, el buque que les persigue y ya casi se encuentra sobre ellos.

- “No podemos seguir huyendo” – dice Punta mientras agarra el micrófono de la megafonía del barco. – “¡Que todo el mundo se ponga las máscaras!”

Toda la tripulación se coloca máscaras antigás.

- “¡Vas a necesitar una!” – le dice Punta a Gohan mientras le lanza una.

Gohan se la coloca mientras la alarma suena a toda potencia.

- “¡Ya están aquí!” – dice un oficial. – “¡Van a abordarnos!”
- “¿Y si nos sumergimos?” – pregunta Gohan.
- “Es inútil” – responde Punta. – “Sólo alargaríamos lo inevitable y te alejaríamos aún más del objetivo.”
- “¿Tan terribles son?” – piensa Gohan. 
- “Vamos a intentar solucionar esto dialogando...” – dice Punta. – “¡Mantened todos la calma!” – ordena el Capitán pirata. – “Intentaré hablar con Bacterian.”

El equipo Zulú ya ha llegado a su habitación.

- “Si necesitáis algo no dudéis en pedirlo” – les dice el Número 8.
- “¿De verdad eres una creación del Doctor Gero?” – le pregunta Shapner.
- “El Doctor me creó para la Red Ribbon hace muchos años” – responde el robot. – “Pero me consideró defectuoso”.
- “¿Defectuoso?” – pregunta Videl.
- “No me gusta hacer daño a la gente” – responde el Número 8. – “Prefiero tener amigos”
- “Increíble...” – murmura Ikose asombrado.
- “¿Y tienes muchos amigos, Número 8?” – le pregunta Erasa, enternecida por el carácter bonachón del robot.
- “Tengo bastantes” – sonríe el Número 8.
- “¿La Coronel Red es tu mejor amiga?” – le pregunta Videl.
- “Suno es una gran amiga” – responde el robot. – “Pero mi mejor amigo se llama Son Goku”.
- “¿Son Goku?” – se sorprenden Videl y Shapner al reconocer ese nombre.
- “¿Le conocéis?” – exclama el Número 8 esbozando una enorme sonrisa, ilusionado por tener noticias de su viejo amigo.

En la cima de la Muscle Tower, la Coronel Red habla con el Alto Mando por radio.

- “El equipo Zulú ya ha llegado” – les confirma Suno. – “Pero hemos perdido contacto con el equipo Delta cuando volvía de las montañas con el sarcófago.”
- “Conseguir ese sarcófago es de máxima prioridad” –  le dice el General Silver por radio.
- “¿Y el Proyecto Hope?” – pregunta Suno.
- “Ese proyecto es una esperanza remota” – responde Silver. – “El sarcófago es algo tangible. Esa es la prioridad.”
- “Sí, señor” – responde ella. – “Mandaré a otro equipo en su búsqueda.”

En alta mar, las dos embarcaciones se han detenido y los Bacteroides abordan el barco y rodean a los otros piratas. Acto seguido, el Capitán Bacterian sube a bordo y se acerca a Punta y a Gohan.

- “¡Cuánto tiempo, amigo Punta!” – saluda en tono irónico.

Al pasar cerca de un pirata, éste vomita a pesar de llevar la máscara antigás.

- “¡Bacterian!” – responde Punta intentando fingir normalidad, pero claramente nervioso. – “Es un honor tenerte a bordo. ¿A qué debemos tu visita?”
- “¿Qué haces en mis aguas?” – le pregunta amenazante el pirata.
- “¿Estamos en tus aguas?” – se hace el inocente Punta. – “No nos hemos dado cuenta...”

Bacterian se percata de la presencia de Gohan y reconoce su indumentaria.

- “¿Quién es este?” – pregunta. – “¿Eres de la escuela Kame?”
- “Me llamo Son Gohan” – responde el mestizo.
- “Son...” – murmura al traerle viejos recuerdos. – “Espera, ¿has dicho Son Gohan? ¿Cómo el viejo maestro de artes marciales?”
- “Ese era mi abuelo” – responde Gohan. – “Y mi padre era Son Goku”.
- “¡¿Son Goku?!” – exclama sorprendido Bacterian. – “¿El campeón de artes marciales que derrotó al hijo de Piccolo Daimaoh?”

Son Gohan sonríe orgulloso.

- “No puede ser...” – dice Bacterian resignado.
- “Es el Guerrero Dorado” – le revela Punta al ver a Bacterian impresionado.
- “¿¡Tú!? ¿¡El Guerrero Dorado!?” – exclama el pirata retrocediendo.
- “Creo que debemos ponerte al día...” – añade Punta.

En la Muscle Tower, un equipo se prepara para salir en busca del pelotón Delta cuando Videl se da cuenta del alboroto evidente que hay en la base.

- “¿Qué está pasando?” – le pregunta Videl a la Coronel Red.
- “Hemos perdido contacto con el pelotón que traía el sarcófago” – responde Suno. – “Estoy organizando un equipo de rescate.”
- “Nosotros les acompañaremos” – responde Videl tras reflexionar unos instantes.
- “¿Vosotros? ¿Por qué?” – le pregunta Suno extrañada.
- “Ya entendimos que no podremos llevarnos a vuestro científico hasta que haya terminado con esta misión, ¿verdad?” – dice Videl. – “Pues acabemos cuanto antes”.

domingo, 22 de abril de 2018

DBSNL // Capítulo 38: Ratón de biblioteca

DBSNL // Capítulo 38: Ratón de biblioteca
“Me llevará más tiempo del esperado...”


Lapis, Goten y Trunks se encuentran frente a los cuatro B-16 restantes.

- “Intentaré ganar tiempo” – dice Lapis. – “Haced la fusión”.
- “¡No aguantarás ni 30 segundos!” – responde Trunks.
- “No tenemos otra opción” – insiste 17.

Los B-16 atacan a nuestros amigos, sin darles tiempo a organizarse.

- “¡Ahí vienen!” – grita Goten.

En el planeta Ira-Iru, Kibito ha llegado con Gohan a la Academia Kaioshin.

- “¿Por qué traes a un mortal a este lugar sagrado?” – dice el viejo maestro Toshisei.
- “Son Gohan es un guerrero de la Tierra” – explica Kibito. – “Y tiene la bendición de los Kaioshin”.

Son Gohan, que ya se ha vestido con las ropas sagradas, muestra respeto haciendo una reverencia.

- “Me gustaría poder conocer todo lo que sepáis sobre mi raza: Los saiyajín” – dice Gohan.

El anciano mira a Kibito con cierta resignación.

- “Sígueme, mortal” – dice el erudito.

Son Gohan también mira a Kibito algo incómodo por la actitud discriminatoria del anciano. Kibito asiente y Gohan se adentra en la Academia.

En la Tierra, los B-16 están avasallando a nuestros amigos. Por otra parte, Ten Shin Han y Chaoz han llegado a la Muscle Tower y se abren paso entre los soldados, irrumpiendo en la base de la Red Ribbon.

- “Espero que los otros estén bien” – dice Chaoz mientras inmoviliza a toda una patrulla de soldados con su poder mental.
- “¡Busca a Lunch!” – le dice Ten. – “Yo iré a la sala de mando”.

En la Academia Kaioshin, el anciano le enseña a Son Gohan una biblioteca gigantesca. Miles de estanterías altas como rascacielos llenan una sala que parece no tener fin.

- “Aquí guardamos todo el conocimiento sobre el universo” – explica el sabio mientras recorren la enorme sala. – “Toda la información de la que disponemos se encuentra en esta biblioteca”.
- “¡Es impresionante!” – exclama Son Gohan, asombrado ante tan vasta biblioteca.

Finalmente, el gran sabio se detiene frente a una sección de libros.

- “Esto es lo que se conoce sobre la raza saiyajín”. – dice el viejo.
- “¡¿Todo esto?!” – se sorprende Gohan al ver como hay cientos de libros referentes a su raza.
- “Así es.” – asiente el maestro. – “Desde su nacimiento hasta la destrucción del Planeta Vegeta.”
- “Increíble...” – murmura Gohan.
- “Y este último libro...” – dice el erudito cogiendo el tomo más nuevo de la estantería, colocado al final de la colección. – “Creo que su historia te resultará familiar”.
- “¿De qué trata?” – pregunta Gohan.
- “Es vuestra historia reciente” – explica el viejo. – “Desde la desaparición de vuestro planeta hasta vuestro encuentro con el Hakaishin Beerus... Pero aún no hemos tenido tiempo de documentar los eventos más recientes”.
- “¡Es realmente alucinante!” – dice Gohan. – “¡Voy a tener que ponerme manos a la obra!” – dice arremangándose.
- “Hay un problema” – le interrumpe el anciano. – “Todos los libros están escritos en la lengua de los Dioses.”

Son Gohan examina el libro.

- “¡No puede ser!” – exclama Son Gohan.  – “Me llevará más tiempo del esperado...”
- “¿De verdad te crees capaz de aprender la lengua de los Dioses?” – dice algo sorprendido por la determinación de Gohan, que pese a tal inconveniente no se ha echado atrás. 
- “Haré lo que sea necesario.” – responde asertivo Son Gohan.

En la Muscle Tower, Chaoz ha encontrado los calabozos donde retienen a Lunch. El pequeño guerrero se abre paso entre los soldados hasta llegar a su celda, donde se encuentra a una tranquila Lunch de pelo azul, que se lanza a sus brazos cuando Chaoz rompe la puerta.

- “¡Qué bien que hayáis venido!” – dice Lunch llorando.
- “Vamos a salir de aquí” – dice Chaoz. 
- “¿Dónde está Ten?” – pregunta Lunch.
- “Nos reuniremos fuera. Ahora tenemos que...”

Pero un ataque de ki golpea su espalda, haciendo que Chaoz choque contra la pared de la celda, dejándole aturdido en el suelo.

Lunch grita aterrorizada.

Chaoz intenta levantarse. Y al alzar la mirada se encuentra con alguien de su pasado. Alguien de quién hubiera preferido no acordarse nunca.

Ten Shin Han ha llegado a la sala de mandos, situada en la cima de la torre, y ha destruido la puerta de seguridad con un pequeño Kiko-ho. Al entrar se encuentra al comandante Silver esperándole. 

- “Ten Shin Han…” – dice el comandante.
- “¿De qué me conoces?” – responde éste, algo sorprendido.
- “Oí hablar de ti hace muchos años” – explica Silver. – “Eras el supuesto heredero de la escuela Grulla.”
- “Eso fue hace mucho tiempo.” – responde Ten. – “No quiero saber nada de esos asesinos”.
- “Lo sé.” – responde el líder de la Red Ribbon. – “Y es una lástima. Teníamos grandes planes para ti y para tu compañero”.
- “¿Teníais?” – dice Ten algo desconcertado. – “¿Quiénes?”
- “La Red Ribbon, por supuesto.” – le aclara Sliver. – “Al igual que uno de tus mentores, Tao Pai Pai, tus servicios habrían sido bienvenidos en nuestra organización”.
- “Deja de decir estupideces” – responde Ten, harto de escuchar al comandante. – “Apártate de la caja de comandos y no te haré daño.”
- “Jajajaja” – ríe Silver. – “No estás en condiciones de amenazarme.”

Una puerta secreta de la sala de mandos se abre lentamente y revela al asesino Tao Pai Pai, remodelado de nuevo, que retiene a Lunch amenazándola con el cuchillo de su antebrazo en el cuello, y llevando a Chaoz inconsciente bajo su otro brazo.

- “Ten...” – llora Lunch.

Ten Shin Han queda desconcertado al ver al asesino que en su día admiró, pero enseguida recupera la compostura.

- “Te superé hace mucho tiempo, Tao Pai Pai” – dice Ten. – “No quiero pelear otra vez”.

Sin mediar palabra, el asesino le lanza a Chaoz y Ten le agarra. La mano de Tao Pai Pai se retira para dejar a la vista el cañón de su brazo.

- “¡Dodonpa!” – grita disparando un ataque muy superior a la que usó la última vez que se enfrentó a Ten Shin Han. Un cañonazo similar a los del Número 16.

Ten se percata del poder devastador de la técnica e intenta proteger a Chaoz, dándole la espalda al Dodonpa.

La técnica crea un enorme agujero en la cima de la Muscle Tower y Ten, con Chaoz en sus brazos y su espalda en llamas, cae desde la torre hasta chocar contra el suelo cubierto de nieve.


Dibujado por Ipocrito

miércoles, 18 de abril de 2018

OLD MAN GOHAN // Capítulo 18: Piratas

OMG // Capítulo 18: Piratas


El navío se ha sumergido y entra en una gruta gigantesca en el fondo marino, donde navega hasta emerger en la base pirata vacía.

- “Hemos arribado” – anuncia un oficial. 

Nuestros amigos salen a cubierta y observan el entorno.

- “¡Vaaaya!” – exclama Ikose asombrado. – “¡Es una base gigantesca!”
- “Al parecer, los piratas escondían aquí sus tesoros” – explica Erasa.

La tripulación amarra la nave y se prepara para repostar, mientras nuestros amigos desembarcan para echar un vistazo al lugar.

Todos parecen estar relajados, esperando a que el submarino esté listo para continuar el viaje, pero Shapner se percata de una mancha de combustible en el suelo y acerca para examinarla. 

- “Parece reciente...” – murmura al darse cuenta de que es fresca.

El brazalete de Erasa empieza a brillar mientras suena una alarma.

- “¡Detecto algo!” – exclama la analista. – “Parece que...”

Gohan oye pasos y atisba varias sombras moverse dentro de los hangares.

- “No estamos solos.” – dice el mestizo.

En un instante, la situación se convierte en un duelo mexicano. Los piratas salen de sus escondites, vistiendo pantalones bombachos y turbantes, y apuntan a los soldados del Ejército Real, que reaccionan con el mismo talante.

- “¡Todos quietos! ¡No os mováis o dispararemos!” – gritan los piratas.
- “¡Alto en nombre del Rey!” – gritan los soldados. – “¡No deis ni un paso más!”

Gohan levanta las manos para evitar problemas.

- “No queremos pelear” – dice el saiyajín. – “Vamos a repostar y seguir nuestro camino”. 
- “¿Repostar en mi base?” – dice una voz proveniente de un hangar. – “El combustible es un bien escaso... y muy caro”.

Un gigantesco personaje, de piel morena, cabello oscuro recogido en una coleta y un fino bigote, sale de las sombras. Lleva un pantalón blanco holgado con un ceñido cinturón azul, zapatos en punta, chaleco azul y brazaletes dorados.

- “Soy el Capitán Punta” – se presenta. – “Y esta es mi gente”.
- “Pues dile a tu gente que baje las armas si no queréis problemas” – le desafía Videl.

Punta se acerca a la Sargento intentando intimidarla.

- “Una chica descarada...” – murmura el pirata.
- “¿Crees que puedes intimidar a una Sargento del Ejército Real?” – le desafía ella.
- “¿Tú? ¿Sargento? ¡Jajajaja!” – se burla Punta.
- “No deberías burlarte de la hija del General Satán” – le dice Shapner.
- “¡¿La hija de Satán?!” – se sorprende el pirata, que enseguida se calma y sonríe de forma malvada. – “Qué interesante...” – murmura. – “Conozco a tu padre, niña, le conocí en el último torneo de artes marciales que se celebró. Le hubiera ganado, pero perdí injustamente contra ese Jewell... ¡Maldita sea!” – exclama enfadado. – “Pero estoy seguro de que habría derrotado a tu padre.”
- “¡Te recuerdo!” – exclama Videl. – “Ni siquiera pudiste con ese enclenque... ¿y dices que podrías ganar a mi padre?”
- “¡Te lo voy a demostrar!” – responde Punta furioso. – “¡Os propongo un trato! ¡Tú contra mí! Si me ganas, podréis repostar.”

Gohan sonríe ante la proposición del pirata.

- “¡Esto es absurdo!” – dice Videl. – “El Ejército Real no va a aceptar algo tan...”
- “La Sargento acepta” – la interrumpe Son Gohan.
- “¿¡Qué!?” – exclama Videl – “Pero, ¿qué estás haciendo?”
- “Es la forma más práctica y rápida” – responde el mestizo.
- “¡Gohan tiene razón!” – le apoya Shapner. – “Esto será pan comido! Mírale, será tan lento que no conseguirá ni tocarte.” 

Punta hace un gesto para que sus hombres les dejen espacio y acto seguido retrocede dando unas volteretas con una agilidad pasmosa ante la incredulidad del teniente.

- “Bueno...” – murmura Shapner. – “Puede que me equivocara...”
- “¿Por qué me has metido en esto?” – le pregunta Videl a Gohan, mientras se quita la chaqueta beige del uniforme y se queda en su camiseta interior negra. 
- “Tómatelo como parte del entrenamiento” – responde el mestizo.
- “¿Entrenamiento?” – dice ella.
- “¡Venga, chiquilla!” – la apresura Punta. – “¡Vamos a pelear!”

Videl se acerca al centro del corro formado por los soldados y los piratas y se pone en guardia frente a Punta, que sonríe viéndose victorioso ante la menuda Sargento.

- “¿Estás seguro de esto, Son Gohan?” – le pregunta Ikose.
- “¿Acaso dudas de la Sargento?” – le recrimina Erasa.
- “No es eso, pero es que el tipo es enorme...” – responde el joven soldado.

Punta es quién inicia el ataque e intenta golpear a Videl, que le esquiva saltando hacia un lado. El orondo pirata la persigue y ella se limita a esquivarle con cierta dificultad, sorprendida ante la velocidad del sujeto.

Videl se desliza entre las piernas de Punta e le sorprenderle por la espalda. Rápidamente golpea su rodilla, haciendo que pierda el equilibrio y caiga al suelo; pero cuando se dispone a darle el golpe de gracia, el pirata le agarra una pierna y la levanta del suelo.

Sujeta por una pierna y boca abajo, la Sargento golpea la barriga de Punta, que resiste los golpes y empieza a zarandearla como si fuera una muñeca de trapo, estampándola contra el suelo una y otra vez.

Shapner da un paso al frente, dispuesto a ayudar a Videl, pero Gohan le detiene.

Videl consigue dar una patada en la mano de Punta que la tiene sujeta y se libera, dando una voltereta hacia atrás para recuperar la distancia.

La Sargento sangra por la nariz y por la boca. También tiene un corte en la ceja derecha.

- “¿Quieres abandonar?” – fanfarronea el pirata.
- “No hables tanto y ataca” – le responde la Sargento en un tono desafiante que saca de quicio a Punta.

El pirata intentar golpear a Videl, que vuelve a esquivarle. Se repite la escena del principio del combate, con Punta persiguiendo a la Sargento y ella esquivándole, cambiando de dirección a cada pocos pasos. Punta parece que empieza a cansarse.

- “Videl ya ha ganado” – sonríe Gohan.
- “¿De qué estás hablando?” – dice Ikose confundido.

En el siguiente cambio de dirección, la rodilla de Punta cede, y el Pirata cae al suelo gritando de dolor.

- “Se acabó” – le dice Videl.
- “¿Qué acaba de ocurrir?” – pregunta Ikose.
- “Punta es un luchador muy ágil pese a su peso” – responde Gohan. – “Pero eso hace que sus rodillas sufran una carga extrema con cada cambio de dirección.”
- “Y Videl se ha dado cuenta y le ha obligado a forzar la rodilla hasta que ha llegado a su límite” – añade Shapner. – “¡Brillante!”.
- “Ya lo entiendo...” – dice Ikose asombrado. – “¡La Sargento es genial!”

Son Gohan sonríe satisfecho.

Varios piratas se acercan a Punta para intentar socorrerle, pero él los rechaza.

- “¡Apartaos!” – les grita. – “¡Maldita sea!” – se lamenta mientras se reincorpora cojeando de forma severa.

Shapner da un paso al frente.

- “La Sargento ha vencido” – dice. – “Esperamos que cumplas tu palabra y nos dejes repostar sin problemas”.

Punta agacha la cabeza humillado.

- “Os he dado mi palabra” – responde resignado. – “Proceded”.

Los soldados del Ejército Real se disponen a seguir con su trabajo y dejar el navío listo para seguir su viaje hacia la Muscle Tower.

- “¡Tú! ¡Espera!” – le dice Punta a Gohan.

Gohan y el resto se detienen para escuchar al pirata.

- “Ese Gi es de la escuela Tortuga, ¿verdad?” – pregunta Punta.
- “Es el Gi de mi padre” – responde el mestizo.
- “¿Quién es tu padre? ¿Dónde están los luchadores de la escuela Tortuga?” – sigue preguntando el pirata.
- “Muertos” – responde tajante Gohan.

Punta parece hundido por esa respuesta.

- “Es una lástima” – responde Punta. – “He oído grandes historias de primera mano... Tenía la esperanza de que lograrían derrotar a los androides.”

Gohan agacha la cabeza y se marcha en silencio.

- “Tranquilo” – interviene Ikose. – “Déjalo en manos del Guerrero Dorado”.
- “¿El Guerrero Dorado?” – repite Punta, que empieza a atar cabos mientras observa a Gohan alejarse.

Erasa se acerca a Gohan y le agarra del brazo, tan coqueta como siempre.

- “¿Estás bien?” – le pregunta al verle algo decaído.
- “Sí, no pasa nada” – responde el mestizo.

Gohan se acerca a Videl, que se está limpiando la sangre de la cara con un harapo.

- “Ha sido un buen combate” – la felicita Gohan.
- “¡Sí! ¡Impresionante!” – añade Ikose.

La Sargento se levanta enfadada con Gohan, a quien empuja con fuerza.

- “¡¿Qué pretendías metiéndome en esa pelea?!” – le recrimina. – “¿Por qué no has peleado tú?”
- “No parecía muy fuerte...” – se excusa Gohan. – “Además, si elevo demasiado mi ki en un descuido, podría alertar a Cell...”
- “Era la mejor manera de solucionar esto sin que hubiera bajas” – le apoya Shapner.
- “Eso, eso” – dice Gohan intentando escaquearse de la discusión.

Videl resopla resignada y se marcha a su camarote.

- “Me debes una” – le susurra Shapner a Gohan.

El pirata Punta se acerca al teniente y a Gohan.

- “Para disculparme por mi arrogancia, permitidme invitaros a pasar la noche con nosotros” – dice Punta. – “¡Tenemos ron y comida para un pequeño banquete!”

En ese instante, las tripas del teniente resuenan con fuerza.

- “No nos iría mal comer algo de verdad...” – responde Shapner, harto de las raciones militares. – “Está bien. Muchas gracias por vuestra hospitalidad”.
- “Es lo mínimo que podemos hacer después de todo este alboroto”. – responde el pirata.

Los piratas y los soldados del Ejército Real preparan un apetitoso banquete. Ambos bandos ríen y beben juntos.

- “¿Por qué no me has consultado esto?” – le dice la Sargento al teniente, que está sentada entre Erasa y Shapner.
- “Tenía hambre...” – se excusa Shapner.
- “¡¿Has retrasado nuestra misión porque tenias hambre?!” – le increpa Videl.
- “Lo que quiere decir es que nuestros hombres tenían hambre” – interviene Gohan. – “Creo que esto les subirá el ánimo... Además, siempre es bueno tener aliados”.
- “Supongo que tenéis razón...” – responde Videl.

Shapner suspira y Gohan, a su lado, le da un codazo de forma cómplice.

- “Estamos en paz” – se burla.

Punta, sentado frente a Videl, se levanta y sirve ron a sus nuevos amigos hasta llegar a Gohan.

- “¿Un poco de ron, Guerrero Dorado?” – le dice Punta.
- “No bebo” – responde Gohan tapando la copa con su mano.

El pirata vuelve a sentarse y se dirige a la Sargento.

- “¿Cuál es vuestro destino?” – pregunta.
- “Primero nos dirigiremos al Sur para llegar a la antigua Muscle Tower.” – responde la Sargento. – “Tras cumplir nuestro cometido allí, viajaremos al Este hasta la Tierra Sagrada de Karin”. 
- “¿La Tierra Sagrada?” – se extraña Punta. – “¿Qué os lleva hasta ahí?”
- “Voy a visitar a un viejo amigo” – responde Gohan.
- “Esa costa está bajo la supervisión de un amigo mío” – dice Punta. – “Pero él no es tan buen anfitrión como yo...” – añade. – “Si sólo viajas tú, ¿quieres que te llevemos?” – le dice a Gohan.

Son Gohan reflexiona unos instantes mientras recuerda la conversación con Satán.

- “Podría reducir el tiempo de la misión...” – dice el mestizo.
- “¿Quieres abandonarnos otra vez?” – le dice Shapner.
- “Podríamos reagruparnos en la Capital del Oeste” – añade Erasa.

A Videl no parece gustarle el plan, pero reconoce que sería más práctico.

- “Podría funcionar” – murmura.
- “¡Entonces está decidido!” – exclama Punta. – “Son Gohan, ¡bienvenido a mi tripulación!”

Unas horas después del banquete, Videl se encuentra sola en el muelle y contempla el agua del muelle, ensimismada. Gohan se le acerca por la espalda.

- “¿Todo bien?” – le pregunta el mestizo.
- “Supongo que sí” – responde Videl.
- “Creo que viajar por separado es una buena idea.” – dice Gohan. – “No sabemos en qué momento Cell puede absorber a los androides y acabar con todo. No tenemos tiempo que perder”.
- “Lo sé” – responde tajante la Sargento. – “Espero que todo esto salga bien”.
- “Saldrá bien” – la anima Gohan poniendo la mano sobre su hombro y lanzando al mar su petaca.

Videl sonríe al verle deshacerse de ella, que se hunde lentamente.

- “Aún quedan unas horas antes de zarpar” – añade el mestizo. – “Ven conmigo. Quiero enseñarte algo”.