DBSNL // Capítulo 4: Purga
“Ha matado a Kakarotto”
Su primera parada es en el Palacio de Kamisama, donde se encuentran con Mr. Popo.
- “Quiero hablar con Kamisama” – le dice Beerus a Mr. Popo, que se encuentra regando el jardín.
- “Primero debería identificarse” – le responde Mr. Popo con sus buenas formas habituales.
- “No tengo que darle explicaciones a un criado” – responde Beerus en tono de superioridad.
- “Dámelas a mí” – dice una voz proveniente del interior del palacio. Piccolo ha notado la llegada de alguien y sale a recibirles.
- “Tú ya no eres Kamisama” – le dice Whis, quien parece conocer su pasado.
- “¿Nos conocemos?” – le dice Piccolo, algo sorprendido.
- “Soy el Dios de la destrucción.” – interrumpe Beerus. – “¿Donde está Kamisama?”.
- “Soy yo.” – dice Dende, saliendo de detrás de Piccolo.
Beerus le explica a Dende la situación, y sus motivos para visitar la Tierra. Dende intenta justificar las acciones de nuestros amigos, pero Beerus no atiende a razones y le acusa de ser demasiado permisivo con los humanos y de no estar a la altura del cargo.
- “Dende no es menos Kamisama de lo que fui yo. De hecho, me ha superado en muchos aspectos” – sale en su defensa Piccolo.
- “Dudo que tú fueras gran cosa” – le corta Beerus. – “Y ahora, decidme donde se encuentran los saiyajin que he venido a eliminar”.
- “No voy a delatar a mis amigos” – responde Dende.
- “¿Amigos? Hoy estoy harto de escuchar eso. Un Dios no puede tener amigos” – le espeta Beerus. – “Si no colaboras voy a tener que eliminarte y destruir la Tierra para asegurarme de que son exterminados” – le dice el Dios de la destrucción, extendiendo el brazo y colocando la palma de su mano amenazando a Dende, que sigue sin responder.
- “Están en la Corporación Cápsula, en la Ciudad del Oeste” – dice Piccolo.
Dibujado por Torrijos |
Beerus baja su mano.
- “Acompáñeme y le mostraré su localización” – sigue Piccolo, llevándoles hasta el borde del palacio.
- “Ya lo veo” – dice Beerus. “Whis, nos vamos”.
- “¡Hasta otra!” – se despide Whis alegremente. – “Ha sido un placer”.
En la Corporación Cápsula, Vegeta se está duchando, después de su entrenamiento, cuando Kaiosama contacta con él para informarle de que ha sucedido algo terrible, y de que Goku ha sido derrotado; pero antes de poder precisar muchos detalles, Beerus y Whis aparecen en el jardín de la Corporación Cápsula, donde se encuentran Bulma y Trunks.
En el Palacio de Kamisama, Dende le pregunta a Piccolo porqué les ha delatado tan fácilmente.
- “No teníamos otra opción” – responde Piccolo resignado. – “Confiemos en que Vegeta pueda ganar algo de tiempo. Voy a avisar a Son Gohan”.
En la Corporación Capsula:
- “¿Quiénes sois vosotros?” – les pregunta Bulma.
- “Éste es el Señor Beerus, Dios de la destrucción, y yo soy su ayudante, Whis” – responde éste con una sonrisa.
- “¡Bulma, aléjate de ellos!” – grita Vegeta desde la puerta del edificio principal de la Corporación.
- “Tú debes de ser Vegeta. Tan insolente como tu amigo.” – le dice Beerus, algo molesto.
- “¿Tu amigo?” – se pregunta Bulma.
- “Ha matado a Kakarotto” – responde Vegeta de manera muy escueta.
Bulma se lleva la mano a la boca, entrando en estado de shock. – “Goku...” – murmura.
- “Y vengo a hacer lo mismo contigo” – le amenaza Beerus.
- “Maldición...” – murmura Vegeta, transformándose directamente en SS2.
- “¿En serio piensas enfrentarte a mí con ese poder? ¡Me insultas!” – dice Beerus enfadado.
El Dios ataca a Vegeta, moviéndose a su espalda tan rápido que Vegeta no puede verlo, y dándole un codazo que le manda al otro extremo del jardín.
- “No es posible...” – murmura Vegeta mientras intenta levantase. – “Hemos sufrido mucho para conseguir paz y derrotar a Majin Bu. No permitiré que nadie se burle de mí, por muy Dios que sea” – dice Vegeta, ya de pie, mientras concentra su poder y ataca a Beerus.
Beerus esquiva el ataque de Vegeta. – “Patético” - dice el Dios, y le golpea haciéndole ascender rápidamente, para aparecer por encima de él y golpearle, estrellándole contra el suelo a gran velocidad, y haciéndole volver a su estado base.
Dibujado por Torrijos |
- “Otro menos.” – sentencia Beerus, mientras carga un ataque de energía para rematar a Vegeta.
En ese momento, Gohan y Piccolo llegan a la Corporación Cápsula. Gohan se coloca delante de Vegeta, que a duras penas se encuentra consciente, y mira a Beerus desafiante.
En el planeta de los Kaioshin, Kibito se acerca al cuerpo de Goku.
- “No respira.” – dice Shin, con la voz entrecortada, y visiblemente triste.
- “Conociéndole, habrá muerto contento por medirse frente al Dios de la destrucción” – le anima Kibito, cabizbajo.
Para sorpresa de todos, Goku empieza a toser.
- “¡Son Goku!” – exclama Shin con alegría. – “¡Sigues vivo!”.
- “¡Voy a curarle de inmediato!” – dice Kibito, poniendo sus manos sobre la espalda de Goku.
En la Tierra, Son Gohan ha desafiado a Beerus.
- “Es demasiado fuerte...” – murmura Vegeta, muy dolorido, sin apenas moverse. – “Ha matado a tu padre”.
Son Gohan aprieta el puño con fuerza, intentando contener su rabia, y asciende lentamente hasta ponerse a la altura de Beerus.
- “Señor Beerus, creo que todo esto es un malentendido” – le dice Gohan, muy sereno. – “No somos una amenaza para el universo, más bien todo lo contrario. Hemos protegido la Tierra en incontables ocasiones. Pregúnteselo a los Kaioshin”
- “Mi trabajo es mantener el orden en el Universo y permitir que siga su curso natural, eliminando todo lo que lo altere.” – le explica el Dios. – “Vosotros sois una anomalía. Habéis utilizado los favores de los Dioses demasiadas veces. Los Pothala, las Dragon Balls... son aberraciones de la naturaleza, que deben ser borradas y su uso castigado”
- “No puedo permitir eso, Señor Beerus. Ahora que mi padre no está, es mi deber proteger la Tierra” – dice Gohan, mientras se coloca en posición para luchar.
- “Parecías más listo” – se burla Beerus.
De repente el Dios se da cuenta de algo:
- “¿No vas a volverte amarillo como los otros?”
- “No me hace falta” – le responde Gohan, con una media sonrisa.
Son Gohan se lanza a por Beerus, dándole un puñetazo que impacta directamente en su cara, haciendo retroceder al Dios.
– “¿Pero que...?” – se pregunta sorprendido el Dios, antes de recibir varios golpes más.
- “Vamos, Son Gohan, eres nuestra única esperanza” – murmura Piccolo, mientras observa el combate desde el suelo.
Whis sonríe, viendo el combate.
El Dios empieza a reaccionar y detener los golpes de Son Gohan y devolvérselos. Gohan empieza a retroceder, pero mantiene el tipo contra Beerus.
- “Va a perder” – murmura Vegeta, que pese a la paliza intenta reincorporarse.
Son Goten, que ha sentido el ki de su hermano, se ha escapado de su tiempo de estudio y acaba de llegar a la Corporación Cápsula, y le pregunta a Trunks sobre lo ocurrido. Éste le hace un rápido resumen de lo que ha entendido.
- “No percibo ningún ki. Así no puedo seguir sus movimientos” – piensa Gohan, mientras Beerus conecta varios golpes. – “Si esto se prolonga no tendré ninguna oportunidad” – reflexiona, antes de coger distancia para realizar un Kamehameha.
- “Ya lo entiendo...” – murmura Beerus, que se ha percatado del origen del poder de Gohan. – “Ese maldito Kaioshin...”.
En el planeta Kaioshin, éstos están observando el combate en su bola de cristal, el anciano ve como Beerus se ha dado cuenta de su participación en el poder de Gohan, y aumenta su temor.
Son Gohan le lanza el Kamehameha, pero Beerus lo detiene. El ataque le hace retroceder levemente, pero finalmente lo desvía hacia el cielo.
Gohan sorprendido y ya malherido, ataca otra vez a Beerus.
- “¡Maldita sea!”
Beerus esquiva el golpe de Son Gohan y le golpea varias veces.
- “Se acabó” – dice el Dios, mientras golpea el abdomen de Gohan con la palma de su mano, emitiendo una brillante luz con el impacto.
Gohan se queda quieto de repente. Siente una sensación muy extraña. Beerus vuelve a golpearle y le lanza contra el suelo de una patada.
- “¡Son Gohan!” – grita Piccolo preocupado.
Son Gohan consigue levantarse. – “Esto aún no ha terminado” – dice Gohan, mientras se prepara para concentrar su ki e intentarlo otra vez. – “¡HAAA!” – pero lo que ocurre deja a todos atónitos. Son Gohan se transforma en Súper Saiyajin.
- “¿¡Qué!?” – se sorprende Piccolo.
- “¿¡Súper Saiyajin!?” – dice atónito Vegeta.
- “No lo entiendo...” – murmura Son Gohan, mientras se observa las manos, intentando comprender lo que ha ocurrido.
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En el planeta de los Kaioshin, Son Goku ya se ha recuperado, y el anciano Kaioshin le ha explicado quién es Beerus.
- “¡Sólo a ti se te ocurriría desafiar al Dios de la destrucción!” – le riñe el Kaioshin de hace quince generaciones.
- “Estaba siendo grosero con vosotros...” – se excusa Goku.
- “Gracias” – susurra Shin, muy flojito, procurando que el anciano no le escuche.
Goku cambia su semblante.
- “Nunca imaginé que pudiera existir alguien así. Es realmente extraordinario. Ni siquiera podía sentir su ki”. - dice el saiyajin.
- “Eso es porque usa ki divino”.
- “¿Ki divino?” – pregunta Goku.
- “Así es. Es un espectro de ki que los mortales no pueden detectar, y que te permite usar un poder extraordinario al que sólo los dioses del más alto rango tienen acceso”.
En la Tierra sigue el combate.
- “Ya no dispones del don que te dieron los Kaioshin. Se acabó el combate” – sentencia Beerus, que ha descendido hasta el suelo.
Son Gohan, aun así, se prepara para continuar.
– “Mierda...”
Goten y Trunks observan el combate.
- “¡Tenemos que ayudar a mi hermano!” – le dice Goten a Trunks.
- “¡Ha llegado nuestro momento!” – dice Trunks sonriendo. -“Vamos a demostrarle a ese Dios de qué somos capaces.”
Piccolo intercede en el combate interponiéndose entre el Dios y Gohan.
- “Esto no tiene porqué ser así” – dice Piccolo, intentando hacer reflexionar al Dios.
En el planeta Kaioshin, éstos y Goku siguen barajando opciones.
- “Si sólo los Dioses pueden acceder a ese poder significa que estamos perdidos...” – se lamenta Goku. – “Pero por un momento... juraría que pude sentirlo...”
- “Lo siento, Son Goku. Pero nosotros no podemos hacer nada esta vez” – añade Shin.
- “Y tampoco podemos recurrir a Vegetto... Que desastre...” – continua Goku.
- “Puede que haya algo...” – comenta el Ro-Kaioshin.
- “¿Sí?” – se sorprende esperanzado Goku.
- “Tenemos que visitar al Rey Enma” – añade el anciano.